Guantuguan: «Hay que liarse la manta a la cabeza».
Unos días antes de su último fin de semana en la Sala Off del Teatro Lara, nos hemos reunido con la compañía «Guantuguan» (Mario Ruz, José Luis Montiel y David Roldán). Con la generosidad y la luz de quien ama lo que hace, nos cuentan con pelos y señales el recorrido de su espectáculo «Big Boy». Y alguna cosa más.
Despidan el verano con ellos este fin de semana. ¡No se arrepentirán!.
Guantuguan:
hay que liarse la manta a la cabeza.
Big Boy realmente se ha ido haciendo Big con el tiempo. ¿Cómo ha sido este proceso?
MARIO: Era un trabajo opcional de la escuela. Lo hicimos en una semana.
JOSE LUIS: En una semana y haciendo también otros trabajos (de la escuela).
MARIO: Entonces, eran 10 minutos, sólo la parte del boxeo. Decidimos presentarlo al Talent 2014 de los Teatros del Canal, teniendo ya pensado alargarlo. A raíz del Talent nos felicitó Albert Boadella (director artístico de los Teatros del Canal), que le había gustado mucho, y que cuando tuviéramos el trabajo entero se lo presentásemos. Y fue muy bien, nos quedamos muy contentos.
JOSÉ LUIS: Como sabíamos lo que queríamos contar, pues empezamos a trabajar. ¡Pam! ¡Pam! ¡Pam! ¡Pam! Y fue súper sencillo.
MARIO: Y luego, aparte de sencillo, también nos pegamos un curro que te cagas. Ocho horas al día pum-pum-pum-pum-pum-pum sin parar.
JOSÉ LUIS: Nos planteamos meter proyecciones, hacer teatro con sombras… Queríamos hacer millones de historias. ¡Si queríamos hacer una parte de musical, con baile y tó! Cantando yo y con “do cohone”., pero se lo enseñamos a Mar (Navarro), que entonces nos estaba ayudando, y nos dejó claro que no sabíamos ni cantar ni bailar. Aun así, ¿la idea? La idea primera era hacer un Broadway. ¡Y ojo! Esto está pendiente, lo mismo en tres años se hace. Si se da la ocasión, se va a hacer.
MARIO: Una vez te pones, empiezas “¡vamos a hacer…!”, “¡vamos a hacer…!”, ¡”vamos a hacer…!”
JOSÉ LUIS: La creatividad vuela. Así que tuvimos que tomar decisiones y tiramos de lo que teníamos: la nada. Absoluta.
Empezamos a meterle música, porque también nos ayuda a darle fuerza a las escenas. Porque claro, no somos músicos tampoco, si fuéramos músicos o cantáramos muy bien, pues lo aportaríamos nosotros desde dentro, que sería lo verdaderamente magistral.
MARIO: Una vez en Sevilla se quedó el ordenador pillado en un momento de guerra y, claro, teníamos que seguir, así que tuvimos que hacer todos los sonidos nosotros en el momento. Y justo después viene una canción. Este hombre estaba en el suelo y yo estaba detrás de la trinchera y me dije: “pues canto”. Y llegamos a plantearnos quitar la canción y que la cantase yo, pero es que… Es que entonar eso “e hodío”.

JOSÉ LUIS: ¡Si a mí me gustó más ese día…!
Así que se unió David Roldán
aGuantuguan como técnico…
MARIO: David es compañero nuestro de la escuela también. Y tiene mucha experiencia trabajando como técnico en Micomicón y otras compañías..
JOSÉ LUIS: Nosotros somos amigos, compañeros de escuela (Escuela Internacional de teatro Mar Navarro y Andrés Hernández) y necesitábamos a alguien más en Big Boy. No servía cualquier técnico. Además, que, por ejemplo, hemos estado quince días en medio del campo, en un molino, creando. Allí necesitamos convivir como amigos. Con el tipo de teatro que hacemos nosotros estamos todo el día juntos y nosotros tres nos complementamos. Por ejemplo, yo soy impulsivo y David es más sabio. Yo creo que es más listo.
MARIO: Y para que funcione el tipo de trabajo que hacemos yo lo veo fundamental ser un buen equipo.

¿Por qué teatro físico?
JOSÉ LUIS: Yo trabajo en un colegio. Soy profe de Educación Física. Elegí el teatro físico por muchas razones, una de ellas fue esa, pero sobre todo porque vi a un amigo, que también había estudiado con Mar y Andrés, hacer un cuentacuentos, en el colegio donde yo estaba trabajando. Cuando yo vi que empezó a hacer el gato y él era el gato. Cuando yo vi que empezó a hacer el burro y él era el burro… ¡Yo eso no lo había visto en mi vida! Me pareció impresionante y me enganchó.
MARIO: Pues yo no sabía que venía a Madrid. No pude entrar en Etnosur, un festival que hay en Jaén. Pues de repente un día actuaba Pepe Viyuela y como no podía entrar, me subí a un contenedor de basura y lo estuve viendo desde allí. “¡Hostia mira el tío…!” No me había interesado nunca el teatro ni nada y lo vi y dije: yo quiero hacer eso que hace ese hombre. Y hasta hoy. Pero físico no he hecho yo nunca nada. Yo he estado toda la vida dibujando y leyendo comics.
JOSÉ LUIS: No ha hecho nada físico, pero tiene una coordinación, una flexibilidad y unas cualidades físicas increíbles. O sea, increíbles.
MARIO: Eso es de leer Spiderman, que me quiero parecer a él. En realidad hice Magisterio de Primaria y ahora trabajo de profe de teatro en los coles de mi pueblo y en el instituto. He compaginado las dos cosas y estoy encantado.
Y al margen del trabajo extra que supone,
¿qué os parece esta forma de hacer teatro
desde uno con la nada?
MARIO: A mí es el que más me interesa. EL teatro en el que no hay nada y sólo están los actores y actrices que lo hacen todo. Para mí es magia totalmente.
JOSE LUIS: Si tu acercas mucho al realismo el teatro, pues te acercas mucho a algo que ya está inventado, que es el cine. En ese sentido, el teatro que nosotros hacemos es un teatro que pensamos que es más potente. Al espectador le llega más porque le hace partícipe en la escena, está aportando su imaginación. Si hay un coche, es el público el que hace el coche, nosotros lo hemos dibujado en el aire.
MARIO: Es un público activo. Y no entendemos cómo en España no hay más teatro de este. Hay mucho teatro en España, pero de este no hay. Porque tú vas fuera y hay muchísimo. Y aquí hay muchas escuelas que lo imparten desde hace tiempo. Y te ves diciendo: pero bueno, ¿qué le pasa a la gente? Viene Peter Brook y se cae el teatro, viene la compañía Complicite, que también hacen este tipo de teatro, y es que el teatro se cae. ¡Joé! ¡Vamos a hacerlo! ¡Si no necesitas nada! Es mucho trabajo, eso sí.

¿Cómo funciona esto del teatro?
MARIO: Es todo trabajar. Y probar, probar, probar, probar hasta que de repente se enciende algo y dices: venga, por allí.
JOSÉ LUIS: Liarse la manta a la cabeza.
MARIO: ¡Y pa’alante! Yo estaba en Inglaterra con mi novia ,en un Burger King trabajando. Después de estar aquí dos años haciendo teatro 24h diarias, me veo allí poniendo papas fritas a los ingleses. Digo: ¡tengo que salir de aquí como sea! Y decidimos presentarnos al Talent. Me volví a España sin haber podido ahorrar nada. Tuve la suerte de empezar a dar clases de teatro en mi pueblo.
JOSÉ LUIS: Es que tú te has venido aquí a la nada. Año y medio llevamos trabajando por semana como profes y los fines de semana, festivos y veranos con la obra. No tenemos vida social. No puedes tomarte una cerveza, no puedes quedar el fin de semana. Yo además antes viajaba mucho, ahora nada. ¡Imposible!
MARIO: ¡Estamos casados!
JOSÉ LUIS: No podemos hacer nada. Esto es una apuesta muy grande. Es una apuesta de vida.
MARIO: Todo tu tiempo libre es para esto. ¡Y en Navidad ya nos hemos buscado para irnos a hacer un curso a no sé dónde!
JOSÉ LUIS: Que también hay que hacerlo. Porque hay que seguir formándose.

¿Nuevos proyectos?
MARIO: ¡Si! Ahora queremos montar otro narrador-mimador, pero esta vez estaremos los tres, con David también en escena. Queremos hacer una de indios y vaqueros.
JOSÉ LUIS: Siglo XIX, Toro Sentado… Aquí queríamos hacer algo que tuviera una profundidad con algún personaje ya relevante.
MARIO: En Big Boy era todo inventado. Todo lo que contamos tiene como mucho tinte cinematográfico porque lo hacemos desde nuestro imaginario, de tantas películas que hemos visto: de guerra, de boxeo, de mafia… El proceso de investigación ha venido después de crear la obra. Porque decíamos: “yo no sé si un avión de la Primera Guerra Mundial… ¡Ah, sí! Pues perfecto, perfecto.” Entonces eso también hizo que fuese más fácil, porque las referencias son películas que nos encantan, con muchos personajes.
Pero ahora sí tenemos una referencia textual que será el eje de todo y unos hechos históricos, todo ello como base. A partir de ahí crearemos.
Bárbara Nita.



Debe estar conectado para enviar un comentario.