LA NOCHE JUSTO ANTES DE LOS BOSQUES de Bernard-Marie Koltés en La Puerta Estrecha

José Gonçalo Pais y César Barló, de Almaviva Teatro, se atreven a poner en pie un texto complejo, un grito ahogado en la lluvia de un personaje perdido en la noche, una frase muy larga de un extranjero que busca su lugar sin saber a dónde va, como un pájaro volando en la oscuridad de un bosque. Evita encontrarse con su reflejo pero todo está lleno de espejos, descubre su rostro pero no su identidad, mantiene un diálogo consigo mismo, con su compañero, con su sombra, pero no es él, si no ese niño que necesita que lo protejan. Y al final él somos nosotros, el público, que hemos sido protagonistas en la escena en todo momento, el compañero, deformados en los esperpénticos espejos. Y es que hay bohemia y ceguera es esta noche, pero también lucidez, la lucidez de un loco que no encaja en los moldes del sistema, que rechaza ser marioneta del poder y decide cortar los hilos; que, aunque no termine de entender cuál, tiene su lucha; o quizá sólo se ha bebido alguna cerveza de más…
Y es que podría parecer que Koltés escribió estas corrosivas palabras para ser representadas en Madrid en 2014.
Todo un placer para el espectador oir la poesía de Koltés en la voz de un excelente actor que, a través de un magnífico trabajo espacial, nos guía a través de los árboles en la noche y nos enseña a bailar bajo la lluvia.
Jorge Azcona