Federico León: El arte en general es también una forma de auto-conocimiento
¿Cómo surge la obra que presentas en el Festival El lugar sin límites?…
Las ideas surgió a partir de un accidente.
Una mañana me desperté y encontré mi computadora tirada en el suelo, destrozada. Perdí todo el material que tenía: guiones, cuentos, la obra que estaba escribiendo en aquél momento… No tenía back-up de nada. Llevé a arreglar el disco rígido pero no lograron recuperar el material.
En aquel momento traté de recordar todo lo que había perdido e intenté reconstruirlo. Obviamente fue imposible.
Pensé: A alguien se le rompe la computadora y pierde todo pero el accidente es el punto de partida de una nueva idea.
Más allá de lo que uno busca y quiere está lo que sucede: una cantidad enorme de factores que uno jamás va a poder controlar ó preveer. Y si uno acepta estos «accidentes» puede entenderlos como propuestas permanentes de la realidad.
Las ideas incorporó una cantidad enorme de accidentes.
Háblanos del texto…Del proceso de escritura… De la puesta en escena…
Las obras siempre terminan de escribirse en los ensayos.
Para mi es muy importante la etapa de ensayos. Por esta razón son procesos largos: alrededor de dos años. Puedo empezar con un texto o con el deseo de trabajar con determinado actor o a veces sin texto. Cada proceso es muy diferente. Veo al teatro como algo integral. El texto, la actuación, la escenografía, las luces, el vestuario son para mí un mismo texto.
Siempre que ensayo una obra me interesa poner el foco en el proceso, en cómo voy construyendo la obra: qué decisiones tomo, por qué elijo ir por un camino y no por otro, Etc.
Creo que las obras siempre terminan mostrando cómo fueron hechas. Es como si quedaran huellas del proceso. Todas las versiones están presentes y condensadas en la versión final de la obra.
Las ideas muestra un proceso que nunca podría suceder en ese lapso de tiempo. Es como si la obra mostrara dos años de proceso en una hora.
Generalmente el público solo ve una parte de este largo proceso. Porque la obra terminada es solo una parte de un proceso mayor. Me interesa poder mostrar esta parte que generalmente queda en la intimidad de quienes construyen la obra: actores, directores, técnicos, músicos, iluminadores, asistentes…
¿De qué referentes estéticos o temáticos te has nutrido para este trabajo?…
De mis propios procesos de creación, de la relación con mis amigos y compañeros de obras, del trabajo que hago en los talleres de teatro, del cine, de la literatura, del Ping Pong, de la vida…
¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que te embarcas?¿Qué te anima a participar en ellos?…
Los puntos de partidas generalmente son múltiples. En algún momento me veo inmerso adentro de un intenso proceso sin recordar cómo empezó.
Tengo una imagen, una idea que al principio no logro entender-atrapar del todo y eso es lo que me impulsa a investigar, ensayar, intentar desentrañar esas imágenes-ideas.
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…¿Cuál ha sido tu evolución como autor-director?…
Empecé actuando en obras en las que todos nos hacíamos cargo de la dirección, de la dramaturgia, de la escenografía… Después empecé a escribir y a dirigir y dejé de actuar. Ahora en esta obra vuelvo a actuar después de más de 15 años de no hacerlo.
En mis primeras obras: Cachetazo de campo, Mil quinientos metros sobre el nivel de Jack y El adolescente el texto estaba muy relacionado al trabajo con los actores. Escribía a partir de los actores.
Cada proceso lo vivo de manera muy distinta. Creo que cada obra da cuenta de mi paradigma, de mis necesidades actuales. Esta obra de alguna manera es un auto-retrato. Es un trabajo de auto-observación. Y en ese sentido se conecta con el trabajo que hago en los talleres de teatro.
En los talleres el foco está puesto en cómo funciona cada uno de los integrantes dentro de un proceso de creación. La idea es dar con la dinámica propia de cada uno: “Auto-sacarse la ficha”. Poner en escena los prejuicios, valores, paradigmas, límites y posibilidades, inquietudes; lo que a uno le gusta actuar y lo que a uno no le gusta actuar, lo que suele mostrar y lo que jamás mostraría, lo que cree que domina y lo que no le conviene mostrar.
En esta obra creo que trabajé en esta línea.
En la obra actúo junto a Julián Tello con quien trabajo desde hace quince años. Lo conocí cuando él tenía trece años. Actuaba en «El adolescente», una obra que estrené en el 2003.
Desde entonces participó como actor, técnico, músico y asistente artístico en varias de mis obras.
Las ideas trabaja los límites entre realidad y ficción. Pone en escena la intimidad de un proceso de creación. Se trata de un proceso similar al que yo podría atravesar junto a Julián en la creación de una obra. Las ideas podrían ser nuestras ideas pero no son necesariamente nuestras ideas. Nosotros somos nosotros pero al mismo tiempo hacemos de nosotros mismos.
Por eso también elegí actuar yo en la obra.
¿Crees que se puede aprender a escribir teatro?…¿Tienes un método para escribir?…
La verdad es que solo puedo hablar de mis propios procesos. Creo que a cada uno se le da de manera muy diferente.
No sé si tengo un método. En cada obra el proceso de escritura es muy distinto.
¿Por qué haces y escribes teatro?…
Creo que el arte en general es también una forma de auto-conocimiento, de trabajo con uno. Me interesa este trabajo que dura toda la vida.
¿Cómo es la situación teatral en estos momentos en Buenos Aires?…
En Buenos Aires el arte en general está muy vivo.
Hay más de 300 teatros independientes.
Creo que Argentina es un país imprevisible. La reglas cambian todo el tiempo. Si uno está abierto a lo imprevisible puede responder de manera más creativa a cada desafío-imposibilidad-accidente que propone la vida ó la creación de una obra.
En Argentina todavía existe la idea de juntarse para hacer una obra por las ganas de hacerla. Independientemente de saber a dónde se va a estrenar y si se va a ganar dinero.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?…
Este último año estuve ensayando intensivamente.
Cuando ensayo una obra estoy muy metido en el trabajo y no veo mucho teatro.
¿Proyectos?…
La verdad es que no tengo en mente nada nuevo. Me cuesta estar en más de una cosa a la vez.








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