Curso de deconstrucción del lenguaje castellano por Fran Blanes en la Sala DT
Propuesta arriesgada donde las haya. Juguetona pero un poco torpe a la hora de precisar un discurso que quizá intenta abarcar demasiado para un formato tan reducido. Hace falta un poco más de seducción para entrar a colaborar con un personaje que si bien se hace simpático se queda un poco desmenuzado entre tanto traqueteo.
El conflicto entre palabra e imagen, lenguaje y experiencia sensorial, es eterno e irresoluble. Creo que para conseguir la distancia necesaria para extrañarse de la palabra propia hace falta un pequeño trance que nos abstraiga de lo cotidiano. Este salto es el que uno espera durante todo el espectáculo; y aunque se intuya por momentos, agazapado detrás de la pizarra, puede que necesitara atracciones más sutiles para salir de su escondite.
Da la sensación de ser la entraña de algo que podría concretarse en un montaje muy original y fresco. Muchos de los caminos que se abren llegarían a lugares muy interesantes si no se quedaran inconclusos. De toda la maraña de palabras que se vertieron yo me quedo con deconstrucción y con escritura, porque el curso me enseñó algo sobre la primera y porque la escritura volvió una y otra vez a materializarse frente a nosotros en la sala de teatro.
Javier Tirado

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