La flauta mágica en el Teatro Real
La aclamada producción de la Flauta Mágica, inspirada en el cine mudo, del director de escena Barrie Kosky, vuelve al Teatro Real afianzándose así su compromiso con los amantes de Wolfgang Amadeus Mozart. Una deliciosa fábula sobre la fraternidad, rebosante de simbología y guiños masónicos, terminaría convirtiéndose en el testamento musical de Mozart. Cuando se va a ver una ópera, el primer pensamiento que se tiene es el de asistir a un espectáculo de gran formato y espectacularidad pero hay ocasiones en las que, el ingenio y la creatividad consiguen mucho más que las grandes tramoyas. La versión de esta Flauta mágica le habría encantado al propio Mozart, habría estado riendo sonoramente durante toda la función. Proyecciones, cabaret, creación audiovisual, gran orquesta, juego y delirio en la interpretación, voces de gran altura…en definitiva, una experiencia aparentemente sencilla, usando solo la corbata del teatro y que, sin embargo, consigue grandes cotas de imaginación y belleza…un viaje por todas las corrientes artísticas contemporáneas.
Adolfo Simón


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