Marcos Morau: La cultura debería ser patrimonio fundamental de la sociedad.
¿Cómo surge el proyecto de NIPPON-KOKU para la Compañía Nacional de Danza?…
Nippon-Koku es el resultado de todo proceso de investigación en torno a la idea de poder que lleva a cabo la Compañía Nacional de Danza y desarrolla ideas anteriormente trabajadas con nuevos intereses y nuevas perspectivas, diluyendo la abstracción de la idea con la concreción de lo que sucede en escena.
¿Cómo ha sido el proceso para que los bailarines aportasen ideas en la creación?…
El proceso de implicación de cada uno de los miembros que forman parte tanto de La Veronal como de Nippon-Koku es indispensable para poder llegar a un lugar común.
Ofrecer las herramientas necesarias acerca del lenguaje de movimiento que venimos desarrollando establece un puente con las personalidades de los intérpretes y, siempre de forma personal y única, el lenguaje se personaliza en los cuerpos, se traduce, y las intenciones y las texturas hacen que la pluralidad identificativa sea el caballo de batalla tanto de este como de anteriores trabajos.
¿Cómo ha sido el diálogo creativo con los distintos artistas que han conformado la pieza?…
El equipo habitual de La Veronal se ha desplazado integramente hasta Madrid para que el proceso y el acercamiento a la idea y al modo sea lo más parecido a nuestro trabajo habitual en Barcelona.
Los caminos de forma y contenido siempre avanzan paralelos, por un lado se trabaja el lenguaje del movimiento y por otro lado el apartado argumental y secuencial. Poco a poco ambos caminos se van cruzando sin que casi nadie se de cuenta, ni nosotros. Llega un día donde, como en el montaje audiovisual, las secuencias empiezan a cobrar sentido y empiezan a dotarse de ritmo, de ambientación y la relación de las partes entra en diálogo.
Los elementos colaterales como la música, el vestuario, la iluminación y el espacio dejan de ser colaterales para pasar a ser protagonistas junto a los intérpretes (y no bailarines) y es en esta comunidad donde conviven democraticamente todos los elementos.
No siempre al principio se conocen los grados de relación de las partes implicadas, es algo que se enriquece a medida que se avanza, existiendo siempre la voluntad de dejar abiertas el mayor número de puertas posibles para no quedarnos con la primera idea.
¿Cómo ves la programación de danza en Madrid?…
Pues el hecho de no tener un espacio especializado para la danza contemporánea debilita un poco los tejidos y el desarrollo de nuevos públicos.
¿Qué espectáculo de danza has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
Me cuesta enamorarme de los espectaculos de danza que veo, no soy buen espectador porque no dejo de hacerme preguntas y me resulta complicado dejarme llevar. Últimamente encuentro más estimulante otros géneros que no tienen que ver necesariamente con la danza.
He estado recientemente en el Canal viendo a Philippe Decouflé y no he conectado con su trabajo.
¿Qué referentes internacionales tienes en la danza contemporánea?…
Intento que mis referentes no vengan exclusivamente de la danza contemporánea pero me confieso como un gran consumidor de danza.
Siempre destaco a Lloyd Newson y a William Forsythe, actualmente creo que son mis dos máximos referentes y siento un profundo respeto y admiración por su trabajo.
¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes en cultura?
Ambas medidas contribuyen a debilitar un sector que en España es ya de por sí muy fragil. El punto de vista mercantil con el que se enfoca la cultura es especialmente triste. La cultura debería ser patrimonio fundamental de la sociedad.
¿Proyectos?…
Proximamente vamos a reponer un dúo de nuestro último trabajo Siena para el Scapino Ballet de Rotterdam, crear una pieza corta para Skånes Dansteater de Suecia, seguir de gira con la Veronal y con los ojos puesto en la próxima pieza de larga duración para Carte Blanche en 2015 (Compañía Nacional de Danza de Noruega), un trabajo sobre Edvard Munch, algo que me apetece mucho.
A largo plazo nos gustaría introducirnos en otros géneros. Mi atracción por la Ópera y el Cine me persigue desde hace mucho tiempo y no descarto esa posibilidad, de hecho el próximo año tenemos prevista la realización de una película en Copenhague en colaboración con el Royal Danish Ballet…









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