Lluvia constante en Teatro Alhambra
No se me ocurre mejor forma de comenzar la temporada en el Teatro Alhambra que con el regalo de esta obra firmada por Keith Huff adaptada y dirigida por David Serrano. El texto es bueno, rotundamente bueno, completo en forma y contenido, con una forma muy inteligente de administrar la historia por parte del escritor. No en vano ha sido ya representado en medio mundo, incluido un éxito de Broadway con Daniel Craig y Hugh Jackman. Tratándose de la historia de la caída de dos policías tan duros —como vulnerables— que se desarrolla en las calles de Chicago (el texto original incluso subraya que los actores deben producir el acento del sur de Chicago), la aclimatación a nuestra realidad realizada por David Serrano es igualmente buena, pero lo que está por encima de todo elogio es la interpretación de Roberto Álamo y Sergio Peris-Mencheta, un regalo para los amantes del teatro. Ambos ofrecen una actuación muy intensa pero al mismo tiempo llena de matices, y consiguen, envueltos en una escenografía mínima, trasladar un ambiente de thriller al espectador, sustentados de manera exclusiva en su fuera interpretativa. El desarrollo emocional que nos ofrecen en las casi dos horas de espectáculo podría ser una asignatura para actores, porque entre los dos tocan todos los resortes interpretativos que hacen grande este arte.
La programación del teatro Alhambra ya ha echado a rodar, así que a los granadinos más nos conviene estar atentos, porque viendo el programa de temporada resulta fácil reconocer que viene cargada de buenos espectáculos.


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