El burlador de Sevilla de Dario Facal en el Teatro Español
Hace quince o veinte años, se hubiera ido la mitad del público que asistía el otro día a la función, pero hoy, ya no nos provocan los desnudos, ni los gritos ni la violencia más o menos explícita, o nos estamos haciendo mayores o ya nos hemos acostumbrado a lecturas alternativas a lo que debiera ser un clásico que, a saber lo que ha de ser hoy…Hay en la cartelera otros montajes mucho más indigestos por obvios y pretenciosos; a veces, parece que quieren inventar lo que ya está más hecho que el tebeo y si no, que se paren un momento y miren la hemeroteca teatral…Se sorprenderán de lo antiguos que son muchos de los signos que se usan en escena. Este burlador de Dario Facal es una obra de autor, cargada de referencias cinematográficas y alguna teatral de aquellos creadores a los que debe admirar pero no termina de aparecer la personal mirada de este director-autor, probablemente esté en camino de conseguirla. Aquí hay algunos momentos muy sugerentes y atmósferas inquietantes que generan zozobra en los que las vimos pero dos horas de espectáculo en el que parece que todo gira alrededor de una sola premisa, se hace algo largo sin momentos de pellizco que nos dejen anclados en la butaca. Los audiovisuales son muy potentes y los actores se dejan literalmente la piel en a propuesta gélida y distanciada. Hay unos pocos minutos en los que se escucha la voz de los actores sin amplificación y es una maravilla…¿Por qué se llena la escena de micros y se usan hasta para respirar?…¿Eso es la modernidad?.
Adolfo Simón

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