“Ildebrando Biribó, el último Cyrano” en El Sol de York
El Sol de York, ha presentado estos días una obra mágica, “Ildebrando Biribó, el último Cyrano” de Emmanuel Vacca, donde recrea en formato de monólogo actoral, la vida del apuntador que falleció en su concha después de la primera representación, allá por diciembre de 1897, de Cyrano de Bergerac. La Compañía de teatro El Gato Negro, de larga y exitosa trayectoria, ha puesto en manos de Iñaki Recarte la dirección de este texto y lo ha confiado para su representación a un extraordinario actor Alberto Castrillo-Ferrer. Una puesta en escena sencilla y hermosa, un boureau repleto de cajones de los que nace la magia en estado puro y un hilo de arena que nace del reloj del tiempo y que dura lo que dura la representación y marca la vida de Ildebrando. Alberto Castrillo-Ferrer, caracterizado de duendecillo/fantasma nos relata su historia desde la ternura más profunda y desde el amor más puro por el teatro, el mundo del actor y la misión primordial de entretener al público, con el que interactúa de una forma tan natural y simple que parece lo normal, y no lo es señores, es muy difícil seguir la memoria y hacer participar al público que se vuelve niño y crédulo ante tal despliegue de talento. Nos hace reir y nos emociona y nos lleva a las nubes y nos enseña a volar, nos da amor que, en los días que corren, es recibir el mejor regalo que se puede obtener, y nos enamora del apuntador, profesión para la que Ildebrando ha nacido por pura vocación. Un aplauso largo y fuerte nos deja con un buen sabor de boca que hace que la felicidad nos dure al menos tres días y eso no tiene precio.
Ángel Savín


Debe estar conectado para enviar un comentario.