«Inmaculata» en el Teatro Español
Dentro del homenaje que se está haciendo a Tomaž Pandur por el Teatro Español, hemos podido disfrutar de esta pieza que, una vez más, nos demuestra la visión estética y dramatúrgica que poseía este director y que enamoraba y extasiaba a todos los actores que pudieron disfrutar de su trabajo. Pandur comprendía y controlaba de una manera magistral la puesta en escena contemporánea, así nos lo demostró y así nos ha dejado esta herencia.
Ya conocíamos el texto «Testamento de María» de Com Tóïbín gracias a la propuesta de Agustí Villaronga que nos ofreció el año pasado en el CDN y que estaba protagonizada por Blanca Portillo, pero, aún así, nada tienen que ver una y otra en cuanto a la concepción estética y dramatúrgica que nos ofrece cada director, pero ahí está la magia del teatro, que imagina los textos desde puntos de vista completamente diferentes y ambos tienen total validez y atracción.
Todo un placer para los sentidos ha sido descubrir de nuevo los pensamientos de María, interpretada pasionalmente por Nasasa Matjasec, ante el viacrucis y crucifixión de su hijo gracias a la herencia que ha recivido Livija Pandur.
Luis Mª García


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