“Danza macabra” es el subtítulo que acompaña al ballet Tod in Venedig, una adaptación libre del coreógrafo John Neumeier de Muerte en Venecia de Thomas Mann, narración que ya había fascinado con anterioridad a creadores como Visconti y Britten. En este ballet, estrenado en la Staatsoper de Hamburgo el 7 de diciembre de 2003, el personaje de Aschenbach se reencarna en un prestigioso coreógrafo en crisis. Dividido en diez escenas, utiliza la música de Bach y Wagner para ilustrar el viaje de Aschenbach del arte a la vida… y la muerte. El montaje es sobrio y estéticamente muy bello, los bailarines crean con sus cuerpos un sin fin de espacios reales e imaginarios. Durante la crisis emocional y creativa, el personaje protagonista vive en una pesadilla donde lo que imagina se confunde con la realidad. Un espectáculo complejo, de gran factura técnica y estética.
Adolfo Simón
21 de marzo de 2015 | Categorías: CRÍTICAS, DANZA, OPINIÓN | Tags: Ballet de Hamburgo, John Neumeier, Muerte en Venecia, Teatro Real, Thomas Mann | Deja un comentario
Desde la Antigüedad clásica, con Fedro de Platón en el vértice, artistas e intelectuales han perseguido el canon de belleza ideal. En el siglo XIX, Thomas Mann plasma sus inquietudes al respecto en el relato La muerte en Venecia. Sumido en un profundo vacío creativo, el escritor Gustav Aschenbach se debate entre las fuerzas contenidas de lo apolíneo y la pasión de lo dionisíaco. El catalizador será el adolescente Tadzio, con el que coincide en su último viaje a una decadente Venecia asolada por una epidemia de cólera, presagio del derrumbamiento de un mundo que ya no volverá. En su última ópera, con un nuevo universo sonoro de colores y texturas, Benjamin Britten, el gran heredero de Purcell, refleja la crisis existencial y estética del protagonista a lo largo de diecisiete escenas en las que se desarrolla un atormentado monólogo interior. La estilizada puesta en escena de Willy Decker –quien califica la obra de “fascinante, llena de ambigüedad y equívocos”– subraya la tensión intelectual y erótica que consume al protagonista, resaltando su lado más onírico.
«Death in Venice» es una opera en dos actos con libreto de Myfanwy Piper, basado en el relato Der Tod in Venedig de Thomas Mann. Estreno en el Teatro Real en coproducción del Coliseo madrileño y el Gran Teatre del Liceu de Barcelona.
En este espectáculo prima la idea del conflicto artístico y personal del protagonista, plasmado como si de una ensoñación se tratase. En ese espacio que se crea entre la realidad y la fiebre creativa o fruto de la enfermedad, el anti héroe transita por una Venecia real y a la vez reinventada en su cabeza mientras se debate entre sus deseos y lo que su educación y experiencia le permiten vivir. La propuesta escénica y musical aporta también la plasticidad y belleza para completar el discurso que hay en la novela original. Una obra exquisita y sobria, llena de momentos intensos operísticamente hablando.
Adolfo Simón
12 de diciembre de 2014 | Categorías: ÓPERA y ZARZUELA, CRÍTICAS | Tags: Benjamin Britten, Gustav Aschenbach, Muerte en Venecia, Myfanwy Piper, Teatre del Liceu de Barcelona, Teatro Real, Thomas Mann, Willy Decker | Deja un comentario
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