PREMIOS DEL PÚBLICO AL TEATRO MUSICAL “BROADWAY WORLD SPAIN 2014”
Este último lunes 24 de noviembre tuvo lugar en el Nuevo Teatro Alcalá de Madrid la cuarta gala de los premios del público al teatro musical, bajo el nombre de “Broadway World Spain 2014”, un evento que me despertaba curiosidad debido a la unión de disciplinas que el género musical requiere, por lo cual las actuaciones programadas en la gala debían ser de cierta calidad, más allá del interés que pudieran generarme los nominados y ganadores, siendo como soy, tan poco fan de las entregas de premios, las cuales suelen hacerse densas y largas. Para mi sorpresa, una vez comenzada la gala, resultó todo bastante dinámico, ya que los premios eran recibidos en el mismo patio de butacas, ganando por goleada “Mierda de Artista”, musical que crítica el mercado y consumo del arte. Igualmente la selección de actuaciones me pareció de lo más limpia y entretenida, pasando por alto algún problema con el sonido, la calidad artística estuvo a la altura.
Cierto es que eché de menos un poco más de palabras reivindicativas, según se encuentra la situación teatral en nuestro país. Tras un par de incisos de algunos ganadores, es el ganador al premio honorífico, Nacho Artime (adaptador textual con más de 60 musicales a sus espaldas), quien envía el mensaje más rotundo, cerrándose la gala con un llamamiento a las autoridades por parte del director de la revista “Broadway World Spain”, el cual aprovechó para pedir hechos urgentes a los responsables de la cultura española, y bajo el lema “el show debe continuar”, se negó a creer que el género teatral pueda desaparecer.
Finalizo esta pequeña reseña aplaudiendo el trabajo de la organización y el de los ganadores y no ganadores, por el esfuerzo y la dedicación que requiere esta profesión sobre todo ahora, momento en el que grandes talentos no cuentan con el apoyo que merecen, y un premio puede significar un pequeño gran impulso.
Shírley Valentíne de Willy Russell en el Teatro Maravillas
Todos tenemos una Shírley Valentíne en nuestro interior…todos hemos hablado alguna vez a la pared o a una piedra cuando no encontramos interlocutor, aunque estas materias no respondan…nos escuchan, nos permiten expresar todo eso que anda amordazado por dentro. Verbalizar los deseos y los sueños es una manera de darles vida, de hacerlos posibles aunque sea en nuestra imaginación. Shírley Valentíne es una obra aparentemente sencilla y sin embargo, nos habla de todos los temas importantes para el ser humano y aunque la voz es de una mujer, es trasportable a cualquier persona. La versión de Nacho Artime es transparente, permite que la obra se cuele en la actualidad con unos pocos detalles y aunque no transcurre la acción aquí, la sentimos cercana y propia. Manuel Iborra ha dirigido con una sutileza extraordinaria esta historia de una heroína de nuestro tiempo. Pero donde hay que detenerse y quitarse el sombrero es ante el trabajo que hace Verónica Forqué…El formato monólogo es de lo más difícil de realizar en escena y de lo más aspero para el espectador. La obra dura casi dos horas y no se hace larga ni cansa…Porque si alguien que no conoce a Verónica Forqué(cosa difícil)fuese al teatro, pensaría que lo que cuenta esta mujer es su propia biografía; es tal la mímesis que ha realizado la actriz, tan profunda la conexión con todo lo que hace y dice que por momentos me parecía estar sentado delante de la mesa de la cocina, escuchando a una amiga como desglosa y matiza, deliciosa y profundamente, el descubrimiento de que la vida es para vivirla y no para mirar como la viven los demás.
Adolfo Simón



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