Yerma en la sala OFF del Teatro Lara
Es bien sabido lo arriesgado que resulta atreverse con un texto importante de la literatura dramática y más si es popular. La obra de Federico García Lorca se representa constantemente porque su simbología trasciende al tiempo y a cualquier cultura. El montaje que se representa en la sala OFF del Teatro Lara es interesante porque no es ambicioso, es sencillo, atiende más a lo que pasa que no a cómo crear un efectismo teatral con la historia que se cuenta. Es ritual y de ese modo conecta con los orígenes del teatro y de lo que significaba para Lorca el arte de Talía. Al representarse en un escenario pequeño, se podría haber caído en esas propuestas que se empastan y se vuelven angostas y no, la luna Lorquiana se cuela por la ventana y preside toda la función, menguando hasta convertirse en un eclipse negro al final. Por esa intimidad de Yerma transitan todos los fantasmas y miedos de la protagonista, haciéndonos sentir la soledad de un cuerpo seco que nunca florecerá.
Adolfo Simón
Big Boy en la Sala Off del Teatro Lara
Un escenario, dos actores, mucho arte y sudor, mucho sudor. A un ritmo necesariamente frenético, Guantuguan (José Luís Montiel Chaves, Mario Ruz Martínez – en escena – y David Roldán Espejo – técnico – ) nos ponen contra las cuerdas mientras narran-miman la historia de Michael Smith y Jimmy Olsen, dos grandes amigos irlandeses que se ven forzados a probar suerte en la América de la Ley Seca. A cuatro manos, unos tirantes, un chaleco y una gorra, José Luis Montiel y Mario Ruz nos adentran a través de un montón de atmósferas y una larga lista de personajes en el devenir de los protagonistas.
Desde los incesantes 15 minutos que les llevaron a finalistas en el Talent Madrid 2014 de los Teatros del Canal (han sido compañía invitada en la edición de este año), este trabajo ha ido ganando volumen, estructural y técnico. Es significativo indicar que, en su origen, fue un ejercicio de escuela (Escuela Internacional de Teatro Mar Navarro y Andrés Hernández) con el que, como Michael y Jimmy, quisieron probar suerte en el Madrid de la Ley del IVA, LOMCE, Mordaza, (ponga aquí su terrorismo cultural preferido).
Es de agradecer ver este tipo de trabajos en el teatro. Yo diría que es obligatorio conocer el oficio desde esta perspectiva limpia y desnuda del hacer. En un formato diferente al que se suele programar en las salas, se fabrica teatro en esencia, con lo mínimo necesario. Es más, todo lo que se ha ido sumando al Big Boy de cuerpo, voz, gorra y tirantes (¡nada más!) desde la ejemplar autosuficiencia que demostraron en el Talent 2014, en mi purista juicio, subraya la riqueza de trabajo que este portento de artistas es capaz de generar en su lugar, llenando a rebosar el tiempo y el espacio con una mirada o un gesto sin necesidad de nada más.
En tiempos difíciles, es fundamental volver a los orígenes y recordar lo realmente valioso de las cosas, en este caso, del teatro. Y pueden hacerlo gracias a este pequeño gran homenaje al teatro artesano y original, que estará todos los fines de semana de agosto en la Sala Off del Teatro Lara.


Debe estar conectado para enviar un comentario.