¡Animal! de Rubén Ochandiano en La casa de la Portera
Dentro de cada uno, en algún rincón, se esconde, al acecho…un ser peligroso, alguien que actúa por su cuenta y riesgo, cuando dormimos o cuando estamos despiertos, tiene la habilidad de existir a pesar nuestro. Somos seres civilizados, respetables y sociables pero eso solo es una capa de nuestra máscara, tras ella, cuando se desconcha, aparecen colmillos ensangrentados entre lágrimas. El texto de Rubén Ochandiano y la sencilla puesta en escena que él mismo ha hecho tiene muchos agujeros negros que atrapan al espectador que, como un investigador, ha de ir tratando de recomponer las piezas de un puzle que nunca llegaremos a terminar. La propuesta es inquietante por el latido de tensión que vivimos a un centímetro de los personajes, al no saber dónde está el límite del horror que estamos observando. Y hay una novedad al jugar con las salas del espacio teatral, nunca nos movemos de la sala verde pero oímos todo lo que está ocurriendo en la sala de al lado, siendo el efecto terrorífico mayor de este modo porque no vemos lo que pasa, lo imaginamos…como les pasa a estos duendecillos en apariencia que albergan a un animal en su interior. Tres actores al límite realizan esta peripecia… Tamar Novas, María Vázquez y Alejandro Casaseca.
Adolfo Simón


Debe estar conectado para enviar un comentario.