«El buscón» de Quevedo en el Teatro Fernán Gómez
La compañía Teatro Clásico de Sevilla, nos deja una propuesta renovada de la obra de Francisco de Quevedo, en la que se relatan las andanzas, gracias y desgracias de un joven llamado Pablos que intenta subir desde su mísera escala social y alcanzar el rango de caballero. El reto dramatúrgico consistía en trasladar las palabras de Quevedo a nuestra época y efectuar una especie de paralelismo para comprobar que casi nada ha cambiado. Y efectivamente, viendo escenas recreadas de El Buscón, descubrimos que pocas cosas han cambiado y que la picaresca sigue completamente vigente.
Para recrear todo esto se ha escrito una dramaturgia con un ritmo vertiginoso, imprimiendo adrenalina a las situaciones para que parezcan creíbles y efectuando rápidos y numerosos cambios de escena y vestuario, alternando escenas escritas por Quevedo con las nuevas escenas de esta versión libre de Alfonso Zurro. El resultado es fresco, dinámico y hace que la hora y media que dura transcurra velozmente. Este ritmo frenético ha necesitado de un gran trabajo actoral para adaptarse al cambio de vestuario y registros, a lo que ayuda una escenografía formada por maniquís vestidos con harapos y trozos de telas que inundan la escenografía y que tomarán vida escena a escena. La transformación final del personaje principal culmina como guinda a un pastel un texto rico y lleno de matices que nos hará reflexionar sobre la picaresca política que nos rodea actualmente.
Un acierto y un gusto disfrutar de un clásico renovado en estos tiempos en los que la picaresca trasciende a los telediarios
Luis Mª García Grande.


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