«Ojos que no ven» de Natalia Mateo en los Teatros del CANAL
Cuando una familia celebra unida, permanece unida. Pero hay que seguir ciertas reglas: no se puede hablar de ciertos temas, hay que mirar hacia otro lado cuando algo te duele, esquivar los cuchillos y sonreír, nada de política, no se menciona al tío Andrés ni se pregunta ¿dónde estará?… y por supuesto si dudas en una respuesta, mira a tu madre, que ella sabrá lo que tienes que decir. Desde el patio de butacas nos reconocemos en muchos de los momentos de esta obra… ¿Quién no ha asistido a una cena familiar de Navidad donde no se dice lo que se piensa o se mira para otro lado cuando se oye según qué comentario?. Las cenas familiares son, a veces, el mayor espectáculo del mundo, sobre todo emocionalmente. Aquí todo está sazonado con humor y disparate, una forma necesaria para soportar tanta hipocresía y ficción familiar. Un montaje muy apropiado para estas fechas.
Adolfo Simón
