«La vida es sueño» de Calderón de la Barca en la CNTC
Calderón fue un extraordinario traductor de las fuentes narrativas grecolatinas a las letras del barroco español. Son muchos los temas y personajes arrancados de las fuentes originales de la cultura clásica. El mito platónico de la caverna, al que se acercó en numerosas ocasiones, ocupó una significativa parte de sus preocupaciones filosóficas. La vida es sueño es una de sus más celebradas propuestas para acercarnos al problema de la predestinación de la vida humana y a nuestra capacidad para encontrar espacios de libertad en nuestra peripecia vital. La vida es sueño es uno de los mayores prodigios de la literatura escénica del Siglo de Oro por su capacidad de aunar belleza poética, conflicto dramático y profundidad filosófica.
En esta nueva versión, dirigida por Declan Donnellan, el director juega con el texto en dos planos; algo habitual en sus montajes. Por un lado, sigue la trama de Segismundo a través de la mirada de su padre, el Rey….En una fantasmagoría construida sobre los miedos y dudas que angustian al personaje y que termina trasladando, de algún modo, a su hijo, así, cada vez que vuelve a la realidad, el horror se instala en su vida. Y por otro lado, genera una propuesta coral con aires de programa de televisión sesentero, allí donde las historias melodramáticas se aligeran para placer del público. Esta mezcla de horror y frivolidad, dan matices peculiares a esta versión que el público sigue y disfruta sin problema.
Adolfo Simón

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