Muerte en Venecia, una danza de la muerte de John Neumeier para el Ballet de Hamburgo en el Teatro Real
“Danza macabra” es el subtítulo que acompaña al ballet Tod in Venedig, una adaptación libre del coreógrafo John Neumeier de Muerte en Venecia de Thomas Mann, narración que ya había fascinado con anterioridad a creadores como Visconti y Britten. En este ballet, estrenado en la Staatsoper de Hamburgo el 7 de diciembre de 2003, el personaje de Aschenbach se reencarna en un prestigioso coreógrafo en crisis. Dividido en diez escenas, utiliza la música de Bach y Wagner para ilustrar el viaje de Aschenbach del arte a la vida… y la muerte. El montaje es sobrio y estéticamente muy bello, los bailarines crean con sus cuerpos un sin fin de espacios reales e imaginarios. Durante la crisis emocional y creativa, el personaje protagonista vive en una pesadilla donde lo que imagina se confunde con la realidad. Un espectáculo complejo, de gran factura técnica y estética.
Adolfo Simón
John Neumeier: La danza es una expresión humana
¿Cómo ha sido el proceso de adaptación de la novela al ballet?…
Cuando era un chico de quince años leí la novela y me fascinó, me pareció universal. Pasó el tiempo y llegó el momento en que quise hacer un ballet con ella. Era muy importante elegir bien la música…En la película de Visconti y en la ópera se han realizado versiones muy personales y no quise inspirarme en ellas, preferí retomar la novela original. Al volver a leerla sentí un impacto importante, vi de nuevo que es un texto intelectual, para mí no es solo una historia sentimental. Creo que en ella se posiciona al artista frente al arte. Aschenbach era muy preciso…él mismo se vio en una situación similar a la que describe en la novela. Lo complicado era elegir bien la música. En el film se usa la música de Mahler y todo el mundo me preguntaba si la iba a utilizar yo, pero nunca lo pensé. Siempre imaginé a Bach por la precisión y claridad de su obra. Tras reflexionar mucho creí que no era la música apropiada pero leí que Bach había compuesto una obra para el personaje de Federico el Grande, algo que estaba también en la inspiración de la novela… El anhelo y el deseo… Descubrí también que Richard Wagner fue el modelo que también inspiró al autor. La música de Tristán e Isolda me resultaba interesante…Finalmente hice un collage con Bach y Wagner… Para mí era necesario descubrir como trasladar una obra de palabras a un mundo sin ellas…Pensé sobre qué sentiría el autor antes de que llegasen las palabras…Finalmente lo trasladé a un coreógrafo famoso en crisis…
¿Es un espectáculo autobiográfico?…
No es biográfico. Debo decir que las traslación de todos los personajes que creo en mis obras son, de algún modo, alter ego mío porque si no, no podría crearlos.
¿Hay alguna escena que haya creado y no esté en la novela?…
Hay que entender que la danza es una forma humana no realista…En el texto solo hay contacto visual entre los protagonistas pero si se piensa en el diálogo interior que hay detrás de las palabras, podemos imaginar que hay un contacto emocional que yo he intentado mostrar en el dueto en la playa. La danza va más allá de la forma natural de moverse. En el último dueto también he tratado de ir más allá de la imagen que expresa. Si miráis la foto del programa de mano puede surgir la pregunta de si este momento ocurrió o solo pasó en el alma del autor.
¿Cuánto tiempo hacía que no venía el Ballet de Hamburgo a España?..
Desde 2003 que vinimos con Niyinski al Teatro Real.
¿Qué proyectos tiene para el Ballet de Hamburgo?…
Podría escribir un libro sobre esto…Para mí, lo importante es que la Compañía sigue, pronto hará cuarenta y dos años que la dirijo…Es un río que sigue y fluye, siempre es el mismo y siempre sigue. Es un grupo de artistas que se unen porque tienen el mismo concepto del arte: La danza es una expresión humana. Cada integrante aporta su experiencia personal, no hay una idea de virtuosismo. Estamos reponiendo una pieza y en los ensayos técnicos, aunque no tendrían que estar algunos de los integrantes, todo el mundo espera hasta el final para recibir las anotaciones sobre los ensayos. Entienden que son unos privilegiados al realizar un trabajo como este…Eso es ser artista.
¿Tiene en cuenta hacer obras de diferentes estilos para el repertorio de la Compañía?…
Soy un coreógrafo de gustos variados. En España hemos presentado Cascanueces en una adaptación mía… Una Compañía tiene que introducir diferentes estilos, aunque lo más importante es mostrar la humanidad a través de la danza, independientemente del estilo, lo importante es la honradez y lo vivo que este esa obra en cada momento, da igual si son creaciones clásicas o mías.







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