«De garrulos y gays» en AZarte

¿Qué hacen dos maricones de pueblo cuando reciben la herencia de su difunto y agarrado padre? Pues irse a Chueca para convertirse en gays urbanitas y finas… Hasta aquí, todo predecible. Pero… ¿se puede ser maricón de pueblo y no acabar loco? Los prejuicios, los armarios, las incomprensiones, los rechazos, el amor, la coca, los hombres y otras sustancias apetecibles marcarán una historia tan real como la vida misma o tan irreal como una buena ciencia ficción. Una tragicomedia almodovariana y surrealista dirigida y escrita por Diego París, que a través de pequeños estereotipos va a ir creando una dramaturgia más profunda y sorprendente. Una escenografía sencilla pero creativa y plumas, bolas de espejo y dos criaturas en busca del amor de padre que nunca tuvieron crean el escenario perfecto para reflexionar sobre la vida.
Luis Mª García Grande.
Programa doble en Azarte
Antiguamente era un placer ir a ver programas dobles a los cines de barrio, ya no es posible y sin embargo, en alguna sala de teatro alternativo, se pueden visionar dos propuestas teatrales en una misma noche. En la sala Azarte, se puede disfrutar de Chapero a primera hora y de Humanadas en la segunda y después, ir a cenar a un pintoresco restaurante del barrio de Chueca. Ambas propuestas tienen un denominador común aunque sean totalmente diferentes: el ser humano como ese misterio que nunca se termina de descifrar. En Chapero nos encontramos con un juego sorpresivo sobre quién compra y quién vende, y sobre todo, qué es mercancia hoy en día: ¿Cuerpo o sentimientos?. Y en Humanadas asistimos a un múltiple caleidoscopio donde se confunden seres reales con otros que parece han surgido de una mente distorsionada, y aún así, todos conviven con total naturalidad. Estas dos piezas nos hablan del mundo deformado en el que vivimos, en ese edificio sin fin y sin comunicación posible; las dos piezas juntas se podrían llamar: Torre de Babel.
Ignacio Sánchez
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