Un cuento de Invierno de Shakespeare en Nave 73
Ocho actores dan vida casi a una veintena de personajes; intérpretes que no sólo juegan diferentes registros y estilos, sino que generan el espectáculo desde dentro, “sin trampa ni cartón”: parte importante de la luz, el sonido, el vídeo incluso, se realiza y crea en directo… y en ocasiones con la colaboración del público. ¿Qué mejor vehículo que el teatro isabelino en el que público y actores convivían imaginativamente bajo el mismo sol… o la misma lluvia, sin apenas efectos teatrales?. En Nave 73 se está presentando la versión de esta obra realizada por Carlos Martinez-Abarca. La pieza comienza áspera y liviana pero poco a poco va creando una telaraña compleja, dramatúrgicamente hablando, donde la psicología y complejidad de los personajes, en la piel y el juego escénico que crean los actores, van construyendo la trama que el autor quiere transmitirnos a través de este filosófico cuento. Una propuesta en la que se da la mano el clasicismo y la contemporaneidad.
Adolfo Simón
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16 de febrero de 2015 | Categorías: CRÍTICAS, OPINIÓN, TEATRO | Tags: Carlos Martinez-Abarca, Cuento de Invierno de Shakespeare, Nave 73 | Deja un comentario
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