Mirage Compañía de Teatro en el Matadero-Escena Contemporánea
Acudir a ver ¡Quieto todo el mundo! el 24 de febrero justo después de la marea humana que había llenado las calles de muchas ciudades de nuestro país el día anterior, me inquietaba sobre manera. Fuí esperando encontrar un espacio de reflexión profunda sobre lo que había ocurrido aquel fatídico 23-F o una conexión con nuestra realidad. Y claro que la propuesta tiene que ver con pensar sobre unos acontecimientos que hicieron temblar los cimientos de la democracia en este país, como en tantos otros ocurrió. Pero salí con la sensación de haber asistido a una animación sobre el tema, me desconcertó que un grupo de jóvenes actores tuviese un discurso tan ligero sobre algo tan terrible, sin duda, tenemos que reflexionar por qué nos cuesta tanto enfrentarnos a corazón abierto sobre los temas que pueden llegar a pudrir nuestro futuro.
Ignacio Ribes


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