La sesión final de Freud de Mark St. Germain en el Teatro Español
De la escena hacia el interior del teatro, todo es truco y mentira…con estos elementos se consigue crear, en la mente del espectador, todos los paraísos imaginables. El actor sabe que trabaja entre paredes de papel y un suelo de cartón pero es capaz de transformar esa irrealidad para que la historia sea contada, donde no puede haber mentira es en el patio de butacas, el público es necesario que no esté pintado o desconectado porque la magia de la escena se evaporará. Ayer, en la función a la que asistí, Helio Pedregal tuvo que interrumpir la función porque un espectador se dormía en la primera fila…No somos conscientes de que el teatro es un ritual entre dos, actor-espectador y que si uno falla, todo el castillo imaginario se derrumba. Aún así, pudimos ver un duelo interpretativo inquietante, el que realiza el propio Helio junto a Eleazar Ortiz, gracias a ese pulso, asistimos al debate entre C.S. Lewis, con su vitalidad y optimismo, un hombre que está en su momento profesional más álgido y Freud gravemente enfermo y desencantado que encara la recta final de su vida. Este pulso entre estas dos personalidades tan fuertes, se enmarca en un momento histórico tan dramático como el comienzo de la Segunda Guerra Mundial…Y suspendida en el aire, quedó una sensación extraña…¿Esto ocurrió hace medio siglo o ayer?.
Adolfo Simón
Le voci di dentro(Voces desde el interior) de Eduardo de Filippo en el Festival de Otoño a Primavera
En el bloque primaveral del Festival de Otoño a Primavera ha llegado a los Teatros del Canal, una exquisita pieza teatral de Eduardo de Filippo: Le voci di dentro(Voces desde el interior), un texto atemporal porque, aunque está escrito en las postrimerías de la Segunda Guerra Mundial, adquiriendo así, la posible denuncia de un crimen, un carácter delator terrible pues muestra las miserias de quién cuenta su sospecha pero también de lo que genera entre los denunciados; un mundo de miedo al otro y a las consecuencias que puede haber si se confirma que el crimen ha sido verdad. Todo transcurre entre la realidad y lo imaginado, en un espacio doble que nos muestra la cotidianeidad de estos personajes sencillos y al tiempo, un plano de fondo donde se esconden los monstruos que crea la imaginación.
Y todo con esa factura perfecta del Piccolo Teatro Di Milano bajo la dirección y protagonismo de ese excelente actor y director que es: Toni Servillo, al que acompaña un elenco genial. Todavía quedan unas funciones, si no se han agotado, no se pierdan este fantástico espectáculo.
Adolfo Simón



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