Secundario con Antonio Velasco en La Casa de la Portera
¿Qué sería de la literatura dramática, del teatro o cualquier arte audiovisual que precise de interpretes sin los actores secundarios?…Si repasamos las grandes obras de teatro, seguramente encontraremos que descubrimos las tramas o las intenciones de los protagonistas a través de comentarios o de la mirada de un personaje, mal llamado, secundario. En esta pieza farsesca que se presenta en La casa de la portera nos encontramos, gracias a un problema técnico…Ay!, cuantas obras se han escrito gracias a los «problemas de las representaciones»…con la presencia de un actor que sueña con ocupar el lugar de la estrella del espectáculo y que mientras llega ese momento, nos desvela su biografía y un puñado de anécdotas emotivas del devenir de los cómicos. Con la que está cayendo, no está mal que el mundo del teatro busque darle dignidad a su trabajo.
Adolfo Simón
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