«Rayahzone» de Ali Thabet y Hèdi Thabet en La Casa Encendida
Un espacio de paredes desnudas, en el que la coreografía nace de la interacción de tres cuerpos, cada uno movido por un impulso diferente. Se trata también de un encuentro con la música sufí, con cinco intérpretes tocando en directo. La música cumple un papel fundamental en la creación de esta pieza, siendo más que un mero acompañamiento de los pasos y los movimientos. Gracias a la interacción con los movimientos del cuerpo de los personajes, los cantos y voces dan a la pieza su necesidad más interna. Sinceramente, la inauguración de este año del Festival IDEM no podía haber sido más acertada; un montaje donde se integran cantantes, bailarines y personas con discapacidad para crear una poética especial, un universo al margen del que habitamos habitualmente. Un trabajo muy especial.
Adolfo Simón


Deja un comentario