Hacía la alegría de Olivier Py con Pedro Casablanc en La Abadía
Un hombre -interpretado por Pedro Casablanc- se levanta en mitad de la noche, movido por una especie de presentimiento que le empuja a vestirse y a correr por la ciudad. Es un arquitecto que ha perdido la energía espiritual necesaria para la creación artística. Así comienza Hacia la alegría, nuevo texto de Olivier Py, director del Festival d’Avignon, que él mismo ha dirigido. Este lúcido monólogo interior va acompañado por un sugerente juego de objetos y sombras y la música en directo de Fernando Velázquez. Hacia la alegría forma parte del proyecto europeo Cities on Stage/Ciudades en Escena, ambiciosa colaboración internacional que centra la mirada teatral sobre la ciudad. No vamos a descubrir ahora el nivel actoral que tiene Pedro Casablanc pero en este montaje, se enfrenta a un trabajo complejo del que sale absolutamente airoso. Su entrega física, rayando la animalidad, permite que construya un personaje cercano a nosotros y al tiempo entroncado con el Segismundo de La vida es sueño. Un ser que trata de discernir lo que hay en su imaginación de lo que es la realidad del día a día. Un trabajo excelente.
Adolfo Simón
Fragmente de Lars Norén en el Teatro de La Abadía
Lars Norén, uno de los dramaturgos contemporáneos más prominentes de Europa, y Sofia Jupither, destacada directora sueca, se unen en esta nueva creación enmarcada en ‘Cities on Stage/Ciudades en Escena’. Este proyecto de cooperación internacional, en el que La Abadía participa como único teatro español, pretende crear propuestas escénicas vivas y conectadas a una sociedad en constante evolución.
Fragmente, escrito expresamente para ‘Cities on Stage’, explora las consecuencias de un entorno urbano donde las diferencias entre los distintos grupos es cada vez mayor, donde el centro y la periferia se alejan cada vez más. Habla de personas que conviven, o simplemente viven sin reparar los unos en los otros. Personas que cargan con historias de traición, de abuso, de mentiras, de brutalidad. Personas que habitan en la misma ciudad, muy cerca unos de otros, pero que en muchas ocasiones son invisibles los unos para los otros. Gente invisible, en permanente espera y tratando de sobrevivir.
Pocas veces se cuela la vida en el teatro, pocas veces tiene uno la ocasión de tener la cruda realidad a un palmo y en carne viva. Fragmente es mucho más que un texto o una propuesta escénica…Es una experiencia que pocas veces se encuentra en nuestros escenarios, es verdad que, ahora, todo el mundo está huyendo de ver las cosas tal como son, todos queremos que nos entretengan y nos distancien del horror en que vivimos…pero…¿Cuál es nuestro cometido como espectadores de la vida?: Mirar para otro lado?. Este texto de Lars Norén nos habla de manera fragmentada de algunos momentos de personajes que se encuentran y desencuentran en el laberinto de la vida y Sofia Jupither lo expone literalmente en un vertedero, allí… se ama, se odia, se mata, se muere… allí, los personajes se convierten en objetos abandonados a la desidia…y como en el tobogán de una lavandería…todos terminan confluyendo en un centrifugado, descubriendo quienes son y cómo somos. El elenco de actores es sencillamente genial y preciso, hacen un trabajo de verdad vertiginosa. No lo duden, si aman el teatro no se pierdan alguna de las dos funciones que quedan de Fragmente.
Adolfo Simón


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