¿A qué sabe la luna?, teatro de sombras de Nicolás Mallo en el Montacargas
Al otro lado del río está la recoleta sala El Montacargas, allí, todos los domingos a las 12 horas se realiza un delicioso ritual de sombras chinas que maneja con precisión el veterano Nicolás Mallo. ¿A qué sabe la luna? es un cuento plástico a partir de una narración de Michael Gröejnik que hace las delicias de todos los asistentes. Y al final, hay sorpresas para los pequeños de la casa que disfrutan mucho.
Adolfo Simón

Ruth Núñez: Siempre lo que despierta en mi el interés es el texto, la historia y el personaje en cuestión.
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…
Empecé en el instituto con un professor maravilloso que despertó en mi la curiosidad por esta profesión y más adelante, en la escuela de El Montacargas, primero haciendo muestras de estudiantes y después algún espectáculo.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria en teatro?…
He tenido suerte por los proyectos en los que he podido participar, siempre con textos que me han interesado y con compañeros estupendos.
¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que te embarcas?¿Qué te anima a participar en ellos?…
Siempre lo que despierta en mi el interés es el texto, la historia y el personaje en cuestión.
Si hablamos de proyectos de Ditu, el motor es la illusion, las ganas de actuar y de hacer teatro con Alejandro Tous y poder desarrollar un proyecto como nos gusta. A partir de ahí, buscamos un texto que sea especial para nosotros por algo, una historia que queramos contar.
¿Cómo surgió tu participación en La Pausa del mediodía?…Háblanos de tu personaje…
Bueno, mi participación surje de que nosotros buscamos el texto, nos gustó y en seguida tuvimos claro quién queríamos que encarnara cada personaje.
En mi caso son tres: la ex-mujer de Juan (el protagonista de las historia), su ex-amante y una prostituta.
¿Cómo creas los personajes?¿Tienes un método?…
Sí, todos tenemos una manera de conducirnos cada vez que afrontamos un trabajo, como el que hace paredes que sabe cuál es cada paso para que le quede recta…
En este caso, además, he contado con la ayuda de mis compañeros y del director que ha sabido guiarnos a los tres en procesos muy distintos.
En mi caso, José Troncoso me ha ayudado increíblemente a diferenciar los personajes.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…
De momento sigo con La Pausa del Mediodía que requiere mucho tiempo y energía por mi parte dado que también la produzco, junto con Alejandro Tous.
El año pasado tuve la suerte de participar en la segunda temporada de Frágiles.
¿Qué proyectos tienes entre manos? De momento, La Pausa.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
Muy negativamente. La subida del I.V.A. ha sido desproporcionada y más en tiempos de crisis, cuando no puedes subir el precio de las entradas porque la gente no puede permitírselo, lo que ha supuesto que los empresario teatrales y productores tengan que asumir enteramente este I.V.A. Las posibilidades de beneficio son menores y esto hace más difícil poder emprender nuevos proyectos, tener que decantarse por unos u otros debido a su viabilidad y que se reduzcan muy notablemente los salarios de todos los involucrados.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?
La maleta de los nervios de Las Chirigóticas. Me sorprendió el punto de partida del espectáculo, me encantó el trabajo de las actrices y disfruté mucho.
Encrucujada o nihil novum sub sole de Borja Roces. Me sorprendió mucho el texto, lo que cuenta y cómo lo cuenta, me conmovió en muchas direcciones.
¿Alguna sugerencia para seguir creando y haciendo teatro en tiempos de crisis?…
Ojalá la tuviera, la compartiría encantada.
Teatro -Ciclo «OTOÑO CLOWN & HUMOR» en el Montacargas
Más info en: http://teatroelmontacargas.weebly.com/
Exposición en el Montacargas
En el Café-Teatro de la sala EL MONTACARGAS, podréis disfrutar de la EXPOSICION DE PINTURA AUMAR (Autric-Martín). Óleo sobre lienzo y técnica mixta.
Más info en: teatroelmontacargas.weebly.com
Eduardo Gilio nos habla de sus experiencias en el teatro…
Balance de tu trayectoria…
En estos 33 años de trabajo continuo, que empezó en 1980 en la época de la dictadura en Argentina, se sostuvo a pesar de ella, siguió ya en democracia y atravesó las más difíciles crisis sociales y económicas, puedo sentir que nuestro Teatro Acción ha podido mantenerse en vida, siempre trabajando y encontrando la manera más creativa de ir hacia adelante, a pesar de las vicisitudes y las dificultades de las épocas.
¿Cómo surge el proyecto que presentas en la sala El Montacargas? ¿De qué va la obra?…
Cuando Verónica Vélez, actriz y alumna mía desde 1988, estaba por cumplir 20 años en nuestro grupo, le propuse volver a hacer las escenas más contundentes de cada espectáculo en los que actuó y contar en qué piensa cuando crea y actúa. Cómo pasa de la inspiración a la acción y cómo concibió cada personaje.
La obra es un recorrido por el camino de su vida creativa, convirtiéndose en escena de un personaje a otro dejando ver el pasaje de mujer a actriz y de actriz a personaje, la relación aprendiz-maestro, actriz-director. Mientras nos presenta los fragmentos más significativos de los espectáculos que hemos hecho juntos, Verónica cambia de presencias, voces y vestuario en escena. Nos cuenta cómo crea, develando sus secretos artísticos y de su vida creativa. El resultado, en mi visión, es una historia de vida, de teatro y de arte, que invita a creer en los propios sueños y a trabajar para alcanzarlos.
¿Cómo fue el proceso dramatúrgico y de montaje del espectáculo?..
Partimos de volver a hacer y analizar cada uno de los espectáculos, aún los más lejanos en el tiempo. Elegimos cada uno las escenas que más nos interesaba volver a mostrar, lo que fue notable, porque en casi todas los dos coincidíamos. Paralelamente le pedí a Verónica que escriba sus experiencias antes, durante y después de cada obra. Lo que obtuvo fueron muchísimas páginas escritas llenas de anécdotas. El resultado fue una gran cantidad de material…demasiado, claro.
Me toca a mí, siempre como autor y director transformar todo el material en un espectáculo que funcione.
En mi libro Laberintos 1, escribí:

“Vivo el proceso creativo como la construcción de un desorden.
Un desorden que no es confusión sino una desorientación voluntaria.
Tengo que encontrar el justo lugar para los materiales sin matarlos, dándoles una vida nueva y distinta.
Tengo que quebrar las uniones obvias. Deshacer los nudos, soltar los lazos, derrumbar lo establecido. Buscar lo inesperado.
Construir y destruir son las dos acciones que se alternan dinámicamente durante el proceso creativo. Para que algo nazca algo debe morir.
También la forma de destruir debe ser un arte. Hay que hacer magia hasta para crear la destrucción, y la única magia que conozco es la de la precisión y la eficacia.
Hay continuamente en nuestro trabajo una alternancia entre azar y técnica. Entre dejarse ir y controlarse. Entre espontaneidad y estructura fija. Entre esos extremos ocurre la vida.
Los opuestos se suceden y crean la tensión necesaria para que las relaciones permanezcan vivas. De la estructura total del montaje salto a trabajar en un detalle y de éste voy a la búsqueda de un material que no había sido utilizado o que había sido desechado. Es esencial saber qué debe permanecer y qué debe ser dejado a un lado.
Como en todo el proceso creativo y aún más allá del teatro, el talento consiste en saber elegir”.
¿Que te motiva o inspira para realizar proyectos que mostrar en vivo?…
Sueño con las mismas cosas que soñaba a los diecinueve años. Y sigo haciendo teatro con y para esos jóvenes que todavía tienen la posibilidad de construir una vida distinta.
El teatro debe cambiar nuestras vidas, ese es nuestro desafío. Debemos contaminar la vida con nuestro teatro.
El teatro debe ser nuestro medio para poder incidir en la realidad que nos rodea.
Alguna idea para seguir creando en tiempos de crisis…
Algunas cosas que considero indispensables: Primero formarse, buscar siempre la excelencia.
El trabajo duro, siempre ha distinguido a nuestro grupo: el estar siempre en acción y hacer lo que se precisa hacer, nos ha ayudado y nos ayuda muchísimo. Y esencialmente la autogestión: Hacer todas las tareas posibles, desde las creativas hasta las de gestión. Trabajar con pasión y nunca bajar los brazos, aún en los momentos más adversos. Y saber profundamente cuál es el sentido de lo que hacemos.
Ester Bellver nos habla en esta entrevista de protAgonizo y Todas a la una, sus últimos trabajos para la escena.
Ester Bellver nos habla en esta entrevista de protAgonizo y Todas a la una, sus últimos trabajos para la escena.
Me gustaría que nos contaras como ha sido el viaje de tu anterior espectáculo…Desde cómo surge hasta el recorrido particular que has experimentado con él hasta la última función…
Es muy difícil relatar en pocas palabras cuatro años de una experiencia tan intensa como protAgonizo en la que no puedo diferenciar lo profesional de lo personal. El viaje no ha terminado aún, continúan saliendo funciones y disfruto mucho haciéndolas. Aunque estrene otros espectáculos no lo voy a abandonar, quedará en repertorio.
protAgonizo no fue algo previsto, un día me puse a escribir y no paré de hacerlo en seis meses. Escribía a todas horas. No lo hacía pensando en montar un espectáculo; algo pedía salir y simplemente no me opuse a ello. Le pasé el texto a algunos allegados, entre ellos a Agustín García Calvo, autor al que admiro y estimo. Él fue quién, tras la lectura, me animó a que hiciera una representación teatral con ello. Me puse a ensayar sin muchas pretensiones: si salía algo que mereciera la pena llevar a escena bien y si no, pues lo había intentado y me había servido de entrenamiento. Tras tres meses de ensayos hice un pase abierto para cotejar el trabajo con algunos amigos. Ellos me dieron el visto bueno y no solo eso: una amiga a la que le gustó mucho se ocupó de venderme un bolo en su pueblo, Aretxabaleta. Así fue que se estrenó protAgonizo. Después traté de traerlo a Madrid y fue la sala El Montacargas quien nos dio escenario. El espectáculo tuvo un éxito inesperado, se abarrotó enseguida de público y se prorrogó hasta cuatro meses. Nos llamaron después de Triángulo y posteriormente de AZarte. En ambas salas se prorrogó. También empezaron a salir bolos por el territorio nacional y finalmente, ¡sorpresa!, nos ofrecieron presentarlo en la sala de La Princesa del teatro María Guerrero, donde también se prorrogaron las funciones. ¿Quién hubiera podido imaginar esto? Aún ahora no me creo que haya sucedido. Llevamos hasta la fecha 141 representaciones que se han ajustado a muy diversos escenarios y circunstancias. Me gustaría mucho sacarlo fuera de España, especialmente tengo la ilusión de llevarlo a Argentina, pero todavía no lo he conseguido.
No puedo dejar de hablar de otro rincón muy importante que se ha venido desarrollando en este caminar sin tampoco darme mucha cuenta y que ha sido todo un descubrimiento. Se trata del terreno de la comunicación, el “marketing”, es decir, lo que es diseñar la campaña publicitaria de un espectáculo a partir de diversas acciones o performances (buzoneo de juanolas, pintar rombos -logo del espectáculo- a tiza por las calles, pintar cartones por las basuras con la información en lugar de poner carteles, intervenir otros carteles, intervenir muebles, contenedores…, y todo tipo de deshechos. Hacer fotos a todo lo que tuviera forma de rombo a mí paso y publicarlo en facebook, dar papelitos a la gente por la calle, etc). Me lo he pasado bomba inventando y realizando multitud de juegos que, además de dar muy buenos resultados, me ha proporcionado ratos muy lúdicos. Repartiendo papelitos he disfrutado de tener un contacto directo y por tanto humano con el público. Gracias a uno de estos papelitos llegamos al CDN. Estaba un día repartiendo a la puerta del Teatro Español y era Gerardo Vera –ex director de este teatro- quien extendía su mano para recogerlo.
¿Crees que vivimos tiempos en los que hay que tomar iniciativas personales si no aparecen de otro tipo?…
Como ya los ‘abuelos’ griegos decían “las cosas cambian para seguir siendo las mismas”. No creo que estos tiempos sean especialmente diferentes de otros, siempre es difícil sacar adelante proyectos ‘no comerciales’ o sometidos a modas y sin un respaldo económico un poco holgado. Pero cuando las cosas no salen por un lado salen por otro. Confío mucho en lo inesperado, no hay que desesperar. Muchas veces nos ofuscamos en algo y no vemos más allá. La vida siempre nos sorprende con caminos que no estaban contemplados en nuestro mapa. Suelen ser los más atractivos y reveladores.
¿Cuál sientes que ha sido tu trabajo en el anterior espectáculo…actriz, dramaturga, directora…?
¡Luchar contra todas ellas! ¡Intentar liberarme de ellas!
En el programa de mano pone que soy la actriz, la autora y la directora del espectáculo; hay que rellenar la ficha artística y cumplir un poco con lo acostumbrado…, pero, en cuanto a la dirección, siempre me han dado ganas de poner: un espectáculo sin dirigir, porque esa es la sensación que tengo. He marcado una partitura con algunos movimientos, eso sí, pero me siento muy libre de improvisar cada día según las reacciones del público y del propio directo sin atender rigurosamente a la propuesta de un director. Si se tercia cambiar algo sobre la marcha, o incluso darle la vuelta, lo hago. Asumo ese riesgo. Las funciones salen muy diferentes unas de otras. El texto, aunque lo he escrito yo, es como si hubiera salido solo, como si lo hubiera escrito otro y, en el trabajo como actriz, también he atentado un poco contra las normas: rompo, no la ‘cuarta pared’, la quinta. Un ejemplo: si no me acuerdo de lo que viene en el texto no pasa nada, en lugar de disimular se lo digo tranquilamente al público y saco el libreto frente a ellos para recordarlo. Comparto en el escenario mis errores y miserias, y la gente se reconoce en ellos. Por eso nos entendemos bien. Desempeño también las labores de producción, marketing y comunicación. Este trabajo requiere muchas horas y dedicación pero lo hago con mucho gusto, es un juego para mí, otro escenario.
¿Cuáles han sido las reacciones del público durante las representaciones?…
protAgonizo es un espectáculo que emociona y toca profundamente al espectador. Haciendo este espectáculo he descubierto cuán parecidos somos y que lo que consideramos tan íntimo y particular es absolutamente común. El público se reconoce en las vivencias y recuerdos de uno. Mucha gente me ha venido a decir que sentía que le estaba contando su vida; a otros les salía dar las gracias. Yo creo que sienten que algo que estaba dormido se les ha despertado. Lo que es precioso es ver cómo de repente una persona desconocida te habla como si fueras su amiga. Es así como me tratan tras la representación.
¿Cómo ves el panorama teatral actual tras los recortes en cultura?…
¿Cómo lo voy a ver? Pues que esto se derrrumba, el sistema y con él la cultura que esté sometida a él. Tarde lo que tarde, se cae. Eso es inevitable porque este mundo, tal y como está planteado, es un despropósito. El teatro de verdad sin embargo no morirá nunca, las adversidades le hacen fuerte. Sí es verdad que tengo mis miedos y me cuestiono si se podrá seguir viviendo de él, pero en esas mismas está mucha gente de otras profesiones.
Háblanos de tu nuevo trabajo…¿Cómo surge…de qué va?…
Se titula Todas a la una y se trata de una selección de textos de diversa índole (drama, poesía, canción, relato, romance, cuento…) de Agustín García Calvo. Ya os he comentado antes que es un autor al que admiro mucho. Agustín es Premio Nacional de Teatro, de Ensayo y de Traducción. Sin embargo, su extensa, rica y variada obra, inconcebiblemente está injustamente marginada de los escenarios. Con esta puesta en escena pretendo acercársela al público al menos un poco. Vaya para la muestra este botón.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
No pensar en ella, no creer mucho en esas cosas y tirar ‘pa lante’.
CICLO de OTOÑO CLOWN & HUMOR
A partir del 13 de septiembre empezará el
CICLO DE OTOÑO CLOWN & HUMOR en la SALA El MONTACARGAS.
Más información en:

























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