Fernando J. López: Los escenarios pueden crear conciencias críticas y mentes libres
¿Cómo surge la obra que acabas de estrenar en el Teatro Bellas Artes?…
De mutuo desacuerdo surge a partir de dos vías diferentes que coincidieron casualmente en el tiempo. La primera fueron mis charlas en centros escolares como novelista. En ellas comento con mis lectores adolescentes títulos como El reino de las Tres Lunas o La edad de la ira y en esos coloquios salen muchos temas que les inquietan y que abren ante mí posibles historias futuras. En más de una de esas charlas se abordó la inquietud que les provocaba verse desubicados ante sus padres, perdidos en una guerra que no era suya y convertidos en armas arrojadizas entre uno y otro. Ese tema, que me pareció que era necesario abordar en el escenario, coincidió con que acababa de estrenar Cuando fuimos dos, una historia de amor entre dos hombres en la que pretendí captar la cotidianidad de una relación gay. Por ese motivo me apetecía cambiar de registro –pasar del drama a la comedia- y, a la vez, seguir trabajando en el mundo de la pareja, pero abordando en esta ocasión el momento de la ruptura. La suma de ambos factores dio lugar a esta comedia ácida en la que bajo cada risa hay una cicatriz y un poso de amargura.
Háblanos del texto…Del proceso de escritura…
El proceso de escritura del texto fue especialmente complejo. Tenía claro que quería evitar la moralina, los juicios de valor y, sobre todo, el maniqueísmo. Necesitaba entender bien a los dos personajes y construirlos con idéntica grandeza y ruindad. Ninguno de nosotros somos, en nuestra inmensa mayoría, héroes ni villanos, así que intento que mis personajes reproduzcan esa misma realidad. Además, como el tema afecta a mucha gente –más de un espectador y espectadora suelta alguna lágrima en ciertos momentos de la función- necesitaba encontrar el modo de que la comedia funcionase y, a la vez, permitiese una reflexión a posteriori. Todo ello se materializó cuando di con la estructura que es, siempre, el primer elemento que decido tanto cuando abordo la escritura de una obra teatral como cuando me enfrento a una novela. Tenía claro que mi protagonista debía ser un personaje ausente: Sergio, el niño-mochila. Pues esta obra, en realidad, es la historia de su vida y de cómo los actos de los adultos encuentran su eco –irresponsable y peligroso- en los más menores. Si él era el protagonsita ausente, la obra tenía que estructurarse siguiendo el ritmo de su vida, es decir, como un curso escolar. De ahí que se componga de una sucesión de escenas breves que tratan de retratar, de modo impresionista, la evolución de la relación entre Sandra e Ignacio. Por último, como el curso al que se enfrentan tanto Sandra como Ignacio es el de aprender a comunicarse, la obra debía partir del yo para llegar al nosotros, de ahí que el primer acto –en nombre y en espacio- sea Ella; el segundo, Él; y el tercero, Ellos.
¿De qué referentes estéticos o temáticos te has nutrido para su escritura?…
Los referentes surgen sin que los controles, solo eres consciente de ellos cuando has acabado el texto y te das cuenta de que hay muchos elementos de obras y autores que te gustan en ellos. En realidad, no hay obra que no sea una construcción de otras tantas anteriores de las que se nutre. En este caso, confieso que resulta evidente mi pasión por autores como Woody Allen –por el tono urbano de la pieza y su búsqueda de la profundidad a partir de la trivialidad- o Neil LaBute, en especial, en una de mis escenas favoritas de la obra, la del restaurante. Una escena que requería un director tan experimentado como Quino Falero y dos actores de la talla de Toni Acosta e Iñaki Miramón. Lo que hacen ambos en escena en esta obra es prodigioso: sin ellos no habría sido posible que De mutuo desacuerdo fuera como es.
¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que te embarcas?¿Qué te anima a participar en ellos?…
A veces surgen de mis necesidades expresivas: no puedo vivir sin escribir y sin tratar de retratar el mundo en el que vivo. Este es el caso de Cuando fuimos dos, con la que intentaba ejercer el activismo y la defensa de los derechos LGTB desde una propuesta que ahondaba en cómo el amor no admite etiquetas ni estereotipos, o el caso de De mutuo desacuerdo, donde quería ofrecer un retrato de la familia del siglo XXI alejado de ese buenrollismo tradicionalista que no tiene nada que ver con el concepto de familia actual. Ahora, por suerte, hay muchos más modelos –homoparentales, monoparentales…- y todos son válidos y necesarios mientras se respeten los derechos del menor. De eso y de la identidad tras una ruptura (¿quiénes somos cuando ya no somos parte de aquel a quien queríamos?) habla esta obra.
A veces, sin embargo, los proyectos surgen a partir de personas que me proponen aventuras que me apetece compartir, como mi nuevo texto, Los amores diversos, que no habría abordado si no fuera por el estímulo de trabajar con una actriz como Los amores diversos, que no habría abordado si no fuera por el estímulo de trabajar con una actriz como Rocío Vidal y de repetir con un director al que quiero y admiro tanto como Quino Falero.
Ahora mismo, por ejemplo, ando embarcado en la escritura de nuevos textos e incluso de alguna adaptación que son encargos de gente que me inspira por su implicación y su creatividad. Estar rodeado de personas así es siempre un enorme estímulo.
¿Cuál ha sido tu evolución como autor?…
No sé si desde dentro es posible responder a esa pregunta. Creo que si tuviera que elegir un rasgo diría depuración. Cada vez busco una mayor precisión, una mayor estilización de la realidad que retrato. Prefiero sugerir a partir de situaciones y esbozos de vidas, dejando que sea el espectador quien complete el resto. Además creo que, frente a lo que debería ser más lógico, he ganado en espontaneidad: la experiencia y el rodaje me han permitido liberarme de miedos y abordar géneros y tonos muy diferentes entre sí. Esa diversidad me permite afrontar nuevos retos y, sobre todo, seguir creciendo.
¿Crees que se puede aprender a escribir teatro?…¿Tienes un método para escribir?…
Creo que se pueden aprender técnicas, sin duda, pero es necesario partir de una voluntad de comunicación dramatúrgica. No es una pulsión tan infrencuente como creemos y sí estoy convencido de que a escribir se aprende escribiendo. Los talleres o incluso los master –y yo soy actualmente profesor de Dramaturgia en el Master de la Universidad de Alcalá de Henares y la AAT- permiten pulir errores, adquirir nuevas estrategias…, pero sobre todo, son un punto de unión con otros dramaturgos y el verdadero aprendizaje sucede al confrontar textos y experiencias.
En cuanto a mi método de escritura, como comentaba antes, suelo partir del tema que me ocupa y de la estructura. Creo que la forma es esencial para contar algo: el qué puede perder o ver tergiversado su sentido sin el cómo.
¿Hay que esperar a que un texto se haya estrenado para publicarlo?…
Sin duda. Alguna vez lo he hecho a la inversa y al final he acabado arrepintiéndome. Los textos varían, evolucionan, crecen, mutan… Y esa vida hace que finalmente sufran modificaciones que los enriquecen y que es una pena que no se vean reflejadas en la obra publicada. En el caso de De mutuo desacuerdo, por ejemplo, hay una escena completa que surgió poco antes de los ensayos gracias a una conversación con Toni Acosta en la que, además de quedarme deslumbrado por el talento de quien iba a ser mi futura Sandra, di con una idea a través de esa charla que me permitía cambiar una escena que no me convencía por otra que, ahora mismo y por lo que vemos en la reacción del público, funciona perfectamente. Por eso en este caso la obra se va a editar justo a finales de este mes en Ediciones Antígona, porque ahora sí que el texto ha alcanzado su forma definitiva.
¿Has realizado otras tareas en teatro además de la escritura?…Háblanos de ello…
Hace mucho tiempo también actuaba, aunque solo en plan amateur y, por suerte para los amantes del teatro, dejé de hacerlo pronto. Creo que era el peor actor del mundo… Y aún hoy me sigo poniendo nervioso cuando, en los estrenos, me toca salir a escena a saludar.
También he dirigido muchos de mis montajes y, aunque no descarto volver a hacerlo, ahora mismo me aporta mucho más el trabajo con otros directores. Así me ha sucedido con Quino, con quien desde Cuando fuimos dos he formado un tándem que me enriquece enormemente y de quien no dejo de aprender en cada nuevo proyecto que abordamos juntos. Quizá por eso ahora no me veo dirigiendo un texto mío, sino que prefiero verlo en manos de otro para que le aporte su personal punto de vista. Ese rasgo colectivo del teatro es lo que más me gusta de este género.
¿Por qué escribes teatro?…¿Se puede vivir hoy de escribir teatro?…
Porque con quince años me enamoré de una función que vi en la Sala Triángulo gracias a una profesora de mi instituto. Se llamaba Retén y estaba escrita por Ernesto Caballero. Allí me di cuenta por primera vez del poder del teatro para poder alterar conciencias, provocar emociones y, sobre todo, llegar con fuerza a la sensibilidad del público. Por eso en mis obras, ya sean dramas o comedias, abordo temas aparentemente cotidianos que, en realidad, siempre encubren los mismos temas, dos ideas obsesivas que se repiten en todo cuanto escribo: la comunicación (¿realmente el lenguaje nos acerca? ¿y qué lenguaje: el verbal o el físico?) y la identidad (¿quiénes somos ante nosotros mismos? ¿y frente a los demás?).
¿Cómo ves la situación teatral en estos momentos en nuestra ciudad?…¿En nuestro país?…
Ahora mismo veo un combate que se libra entre la desidia gubernamental –nuestro Ministerio de Educación y Cultura es, posiblemente, el que más ha despreciado la Educación y la Cultura en mucho tiempo- y las ganas y la voluntad de crear de mucha gente que estamos dejándonos la piel en este oficio. Me quedo con los segundos, claro, con toda esa generación de nuevos autores, actores y directores que estamos peleando día a día frente a la mezquindad de quienes prefieren ahogar el teatro con medidas tan inadmisibles como la subida del IVA cultural (no olvidemos que los escenarios pueden crear conciencias críticas y mentes libres).
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?…
No es fácil elegir un solo montaje que haya visto recientemente, pues –por suerte- hay mucho y buen teatro aquí y ahora. Pero admito que tengo debilidad por la versión de Romeo y Julieta que, bajo el título de Hey boy, hey girl, ha escrito Jordi Casanovas para La Joven Compañía. El proyecto en sí me parece excepcional y muy necesario, pero el trabajo del autor sumado al talento de los actores y a la magistral dirección de José Luis Arellano ha dado como resultado un espectáculo redondo en todos los sentidos.
¿Alguna sugerencia para seguir creando y haciendo teatro en tiempos de crisis?…
¿Proyectos?…
La única sugerencia es la perserverancia. No hay crisis que no se pueda vencer con tenacidad. Aunque a veces la obstinación nos cueste cara y se nos quede media vida en ello…
En cuanto a los proyectos, ando ya trabajando en un monólogo femenino que verá la luz este año y que lleva por título Los amores diversos. Está protagonizado por Rocío Vidal y dirigido por Quino Falero, y se trata de un homenaje a la poesía a través de la historia de una mujer que, tras la muerte de su padre, se ve abocada a afrontar los recuerdos de una vida en la que no acaba de reconocerse a partir de los textos y de los versos que, desde niña, compartieron juntos. Es una obra en la que se habla del amor a la literatura, del amor ante los demás –hay una importante carga de activismo y visibilidad lésbica en el texto- y del amor a uno mismo. De nuevo, el tema que me obsesiona en todos y cada uno de mis textos: la identidad.
‘Surge Madrid’, una muestra para promocionar la creación escénica madrileña de vanguardia
Un total de 444 funciones entre el 7 y el 31 de mayo
Surge Madrid es la I Muestra de Creación Escénica Madrileña, con la que el Gobierno regional de la Comunidad de Madrid quiere promocionar la oferta de las más de 30 salas de pequeño formato y espacios alternativos que hay en Madrid, que conforman un fenómeno único y diferenciador con respecto a otras ciudades españolas y que equivale al ‘Off’ de Nueva York y de Londres. Surge Madrid será la mayor muestra dedicada a la creación escénica en salas alternativas y de pequeño formato jamás organizada en Europa y ofrecerá, con un precio único de 12 euros, estrenos de 93 creadores madrileños. Será una variada oferta de todos los géneros, con 444 funciones, entre el 7 y el 31 de mayo.
La muestra está comisariada por Alberto García y Natalia Ortega, cuyas trayectorias están vinculadas a DT Espacio Escénico y a la extinta Sala Triángulo, respectivamente.
La programación de Surge Madrid no ha sido el resultado de una selección artística, sino la orquestación de la suma de los criterios estéticos y de afinidades con los que habitualmente trabaja cada Sala.
La oferta es variada, nutrida y heterogénea, como lo es en sí misma la cartelera habitual de este tipo de espacios, ya que el acontecimiento pretende dar valor a la totalidad del conjunto de la creación escénica madrileña, desde su diversidad; abarcando un amplio espectro de géneros (71 espectáculos de teatro textual, 12 catalogados como creación contemporánea , 5 de danza, 1 performance, 2 de magia, 1 de títeres para adultos y 1 de circo), atendiendo a todo tipo de autores (desde los emblemáticos hoy consagrados hasta los emergentes).
Más info en: http://www.madrid.org/surgemadrid
Escriba su nombre aquí en la Sala Triángulo
Es bueno ver que pese a las inclemencias de los tiempos que corren, pese a recortes y demás zarandajas la gente del teatro sigue fuerte y valiente y pelean en todos los frentes, Escriba su nombre aquí, creación colectiva del grupo de actores que la representa, es una muy buena prueba de ello. Sin perder el sentido del humor y haciendo que el público se relaje y se ría, en algunos casos a carcajadas, hacen un recorrido por una serie de temas como la nacionalidad, el D.N.I., el registro de los recién nacidos a los que se les marca su destino, la xenofobia, la incomunicación, etc., desgranando todo ello en palabras y acciones coreografiadas por Rebeca Matellán y con un descaro que se agradece, ver a los actores disfrutando en escena es un parte muy grande de la propia diversión del espectador. La dirección corre a cargo de dos de los actores María Prado y Fernando de Retes, este último brillando en el escenario con luz propia, Pablo Huetos, que ya es un imprescindible de la escena, y que se siente como pez en el agua en el escenario y unas actrices que juegan sin descanso durante toda la representación Fátima Sayyad, Rebeca Matellán y la codirectora María Prado, un rato donde te olvidas por un momento de lo oscuro de la realidad para reírte de ella. Muchos aplausos al final muy bien merecidos.
Ángel Savín
CONVOCATORIA PARA EL 26º FESTIVAL “LA ALTERNATIVA”
CONVOCATORIA PARA EL 26º FESTIVAL “LA ALTERNATIVA”
Abrimos la convocatoria para recepción de proyectos para el festival “La Alternativa” de Madrid.
En la 26 Edición del Festival seguimos la misma línea de trabajo. Buscamos Estrenos con una propuestas de creación contemporánea .
Deben ser Espectáculos de Teatro, música y Danza de pequeño y mediano formato de duración mínima 50 minutos y máxima 90 minutos.
Material Requerido
– – Dossier de la obra y dossier de la compañía.
– – Fotografías.
– – Vídeo (Se aceptan teaser , tráiler o video de la obra completa)
– – Reseñas (no es imprescindible)
Las propuestas se podrán enviar desde el día 18 de Septiembre de 2013.
El festival se realizará en el mes de Febrero de 2014 en diferentes Salas de Madrid.
Pueden mandarnos vuestros proyectos por:
-Correo electrónico:
sala@teatrotriangulo.com
-Los videos y fotografías se agradece que sean enlaces para no saturar el correo electrónico.
-Con el ASUNTO específico: PROPUESTA PARA FESTIVAL LA ALTERNATIVA
-Correo postal a la Dirección :
Asunto: Propuesta para Festival La Alternativa
Sala Triángulo
c/Zurita nº20
28012 Madrid
«Chapero» en la Sala Triángulo

Si lo que ustedes esperan encontrarse en esta obra es el morbo y la tensión sexual van muy equivocados. En «Chapero» nos vamos a encontrar cosas mucho más interesantes ya que nos habla de las relaciones humanas, de los sentimientos y de la búsqueda de una identidad en nuestra vida. Podría haberse llamado «Puta» y ser igual de reveladora en su contenido, si bien es cierto que es una mejor apuesta abordar el mundo de la prostitución homosexual para dar visibilidad a temas tabú y para normalizar un hecho que existe en nuestra sociedad y del que mucha gente no tiene la menor idea… pregúntenle a su madre qué es un chapero a ver con qué sale… ni el diccionario del Word reconoce esta palabra…
El tratamiento del tema de la homosexualidad, de la prostitución y de las relaciones humanas que ha expresado Antonio Jesús González es de los más acertados que me he podido encontrar en obras de este tipo, ya que muchas veces se quiere vender el pescao a un determinado público con obras mediocres.
Una obra que esconde un final inesperado, tanto como el tratamiento, para bien, que el autor ha hecho de este tema.
Luis Mª García.
“Tres segundos” en la Sala Triángulo-La Alternativa
“Tres segundos”es un homenaje a la radio, al teatro y a las historias de ficción contadas en la radio. Desde la perspectiva del espíritu contemporáneo, actual y fresco, que proporciona el siglo XXI en la forma de describir y narrar situaciones, cinco autores Juan Carlos Rubio, Emilio Williams, Carlos Be, Carles Harillo y Jesús Ortega han prestado sus piezas para este proyecto que cuenta con una dramaturgia como hilo conductor que permite que esas cinco historias puedan ser subidas a un escenario sin perder la esencia inspiradora de la radio.
Este planteamiento de la compañía Efecto Teatro es muy loable pero, teniendo en cuenta que en los orígenes de la radio, se realizaban verdaderos espectáculos de variedades en vivo a través de las ondas y que después se han realizado muchos experimentos en programas dramáticos radiados.»Tres segundos» muestra pocos elementos de juego contemporáneo al reflejar tan solo el diálogo o monólogo en un espacio donde solo acompañan a los actores unos aparatos de radio de distintas épocas. El humor es la constante de los textos y solo, al final, hay una explosión escénica que da sentido a realizar estas lecturas en la escena.
Simón Ribes.
Hamlet Post Escriptum en La Alternativa 2013-Sala Triángulo
Dentro de La Alternativa 2013, se presenta en la Sala Triángulo de Madrid una visión desde el futuro de Hamlet, personaje interpretado por Javier Cuevas, físicamente solo en escena y acompañado en un montaje audiovisual por Maite Dono, Gertrud su madre, postmoderna y no de clase acomodada en ritos cotidianos y no tanto, como cuando se cose la palma de la mano, y a modo de presentación literaria, se anuncian enumerados y titulados los capítulos o partes en que se divide la obra. Dinamarca es una Europa Global, algo que Hamlet destruye y necesita a la vez, una Europa virtual que se convierte en el reino que nunca ha de regir. Renunciando a Ofelia se consume en sí mismo y se divide entre amores y odios hacia la misma figura su madre a quien desea tanto como odia. Toca muchos lugares, emociones e indignaciones y no llega a revelarse por su propia idiosincrasia. Escrita y dirigida por Roberto García de Mesa, crea una historia interesante pero que abarca demasiados planos, quiere contar todo y no se puede. Un estupendo trabajo de Javier Cuevas que se desenvuelve cómodo y ágil en el espacio escénico que él mismo ha creado. Un recorrido músical muy interesante con canciones desde la opera La Boheme, hasta el Dúo Dinámico, le dan un envoltorio más que interesante. Un rato entretenido, ajeno al texto shakespeariano, le viene muy bien el apellido Post Escriptum.
Ángel Savín
María Velasco a punto de estrenar La ceremonia de la confusión nos habla de su trabajo como dramaturga
¿Cómo surgió el proyecto de La Ceremonia de la confusión?…
Con la que está cayendo en España, en lo que concierne a lo político y social, hacía tiempo me propuse hablar de los albores de nuestra “democracia”. Los sueños de aquellos que eran jóvenes cuando el dictador nos dejó, el referéndum para la nueva constitución y, a comienzos de los 80, con la movida cultural. Sus aspiraciones en contraste con la realidad actual…
¿Cómo ha sido elegida para Escritos en la escena?…
Envié un dossier a la convocatoria procurando el mayor rigor. Hubo muchos candidatos, porque esta iniciativa es pionera en el Centro Dramático Nacional. En Europa y, sin ir tan lejos, en Cataluña, ya se habían llevado a cabo programas similares, pero aquí era la novedad, y no se sabía qué criterios iba a valorar el jurado. Escogieron las propuestas de cuatro dramaturgos. Conozco bien a dos: Lola Blasco y Carlos Contreras, por eso deduzco que prefirieron autores de nueva cuna y de escritura más bien postdramática. Tanto Lola como yo habíamos participado de experiencias semejantes (para la integración del dramaturgo en el proceso creativo) en la Sala Cuarta Pared.
¿De qué va tu texto?¿Has podido seguir el proceso de creación del montaje?…
Un grupo de viejos amigos se encuentran en el velatorio. Ha fallecido el que era el líder del grupo de su juventud. Hacer el duelo, implica también despedirse de una época, de un pasado mistificado. La pareja del difunto, dos décadas más joven, es testigo de las contradicciones de una generación, la de la democracia. A él le corresponde tomar el relevo. La parte más “trascendental”, por así decirlo, viene edulcorada por el ambiente frívolo de la Movida (flashbacks), así como algunas versiones musicales de temas de los 80.
He estado presente en un porcentaje de los ensayos. He escrito y reescrito, pero no más que en cualquier otro proceso. En ese sentido creo que el programa de Escritos en Escena debe de reforzar la figura del “dramaturgista”: aquella figura que vela, hasta el día del estreno, por que se cuente la historia y se cuente bien.
¿Qué lectura escénica han hecho en la puesta en escena sobre tu texto?…
Creo que la propuesta de Jesús Cracio “barroquiza” más un texto ya de por sí formalista. A veces, ir a favor del texto es ir contra… y viceversa. La propuesta ha apadrinado, en cierta forma, la estética de la Movida. Esta es muy “poderosa”, engatusa; pero el público de hoy no reaccionará igual al eclecticismo y la tentación del kitsch.
¿Qué balance haces de tus últimos proyectos como autora…
Ha habido de todo: encargos, producciones propias, trabajos de creación colectiva… El teatro hoy es un cajón de sastre y a mí, como autora, me ha proporcionado experiencias muy distintas: desde un encierro con unas monjas carmelitas para documentar una obra sobre Santa Teresa de Ávila (Tiempo de caminar) al frenesí creativo (Lorca al vacío). Creo que lo interesante es estar abierto al mundo sin perder la voz propia…
¿Cuál ha sido tu evolución como autora?…¿Estás escribiendo algún texto?…
El primer espaldarazo me lo dio Cuarta Pared. Me becaron, y coordinaron el proceso de escritura de “Günter, un destripador en Viena”, que tuvo cierta repercusión después de que José Monleón la publicara en Primer Acto. Luego llegaron otras como “Los perros en danza”, “Nómadas no amados”, “Manlet”… Ahora tengo varios proyectos en ciernes con las directoras Sonia Sebastián y Rakel Camacho. Y estoy escribiendo narrativa, para depurarme.
¿Cómo ves el panorama teatral en nuestro país?…
Gris oscuro, casi negro, mientras las autoridades competentes sigan viendo la cultura como un bien de lujo y la gestión cultural esté en manos de personas que privilegian los intereses económicos por encima del humanismo. Ahora bien, en lo creativo, se hace notar cierta ebullición. El CDN, de la mano de Ernesto Caballero, comienza a asumir la responsabilidad de pujar por la dramaturgia contemporánea española; las salas alternativas se ven abocadas a la necesidad de llegar a un público más amplio (se acabó el “todo para el pueblo pero sin el pueblo”), y la proliferación de espacios no convencionales, pese a las limitaciones técnicas, augura un renacimiento cultural. La materia prima está; en el ámbito de la escritura, que el que mejor conozco, autores como José Manuel Mora, Alberto Conejero, Pablo Iglesias, Carlos Contreras, Lola Blasco, Zo Brinviyer, José Padilla, Antonio Rojano o Sergio Martínez Vila han demostrado con su poética que si son jóvenes (lo cual, biológicamente, ya es más que dudoso), no son célibes.
¿Crees que el aumento del IVA y los recortes perjudicarán al teatro?…
Estas “políticas bárbaras” han sido como un electroshock para los gestores y los creadores. Hecha la ley, hecha la trampa… El teatro va a tener que maridarse con la desobediencia civil.
¿Qué obra has visto últimamente que te interesase?¿Por qué?…
Me impresionó mucho “Autopsia”, de Jose Manuel Mora, dirigida y protagonizada por Fernando Soto. Hubo dos únicas representaciones dentro del Festival de Escena Contemporánea en la Sala Triángulo. Desearía que fueran más. Con una modestia de medios y recursos admirable se accedía, por el llanto y por la risa, a la filosofía, el amor al saber. La palabra hablada era poesía y los actores no tenían nada más que citarla. La plástica y el espacio sonoro eran hipnóticos. Salí de la sala como si hubiera estado soñando despierta… y, con la sensación, de que había crecido unos centímetros.
¿Alguna idea para seguir creando en estos tiempos de crisis?…
En una sola expresión, robada además a Enzo Cormann, “POELÍTICA”.
Autopsia de José Manuel Mora en la Sala Triángulo-Escena Contemporánea
Autopsia es una propuesta que surge de la colaboración de tres líneas artísticas, la necesidad de reflexionar sobre el dolor por parte de Fernando Soto, la escritura sobre la búsqueda actoral de esta idea por parte de José Manuel Mora y la construcción espacial de un universo donde habiten las preguntas y respuestas del proceso y que ha diseñado Mónica Boromello. Da gusto ver como un equipo que trabaja en diferentes proyectos para la escena, se encuentra en este tipo de viaje sin saber cuál será el puerto al que llegue finalmente el barco. Hay momentos en el espectáculo muy bellos y pontentes. Hay textos profundos en boca de un actor comprometido con la escena y hay una propuesta espacial que en si misma es una instalación poética que grita constantemente el dolor sobre el que todos ellos reflexionan y por el que transitan. Tal vez, me sobró el humor, que por momentos, me parecía de otra obra.
Adolfo Simón
Grumelot y Teatro en tránsito en la Sala Triángulo-Escena Contemporánea
Pelín, The víctim(intimidación punitiva) es el resultado creativo del encuentro de energías de dos colectivos madrileños…Grumelot y Teatro en tránsito. Siempre es interesante la mezcla de varias formas de entender la escena, suele surgir un producto interesante. En este caso, hay muchos elementos en juego que mantienen interesado al espectador, siempre seduce ver una misma partida desde los ojos de diferentes jugadores. Hay muchas propuestas en juego que van desarrollándose con interés pero también las hay que redundan y no evolucionan. Tal vez hay demasiadas ideas en juego, demasiados puntos de vista para materializarse en un montaje de hora y media.
Adolfo Simón
Dos propuestas de humor para tiempos de crísis
En estos tiempos donde al ciudadano de a pie le tienen puesto contra las cuerdas, solo queda, en ocasiones que tomarse la justicia por su mano o reírse de todo. ¿Son las soluciones?, al menos evita úlceras. En dos espacios de la cartelera hay obras que parten de estas premisas: En Vamos a por Guti presentada en la Sala Triángulo, unos jóvenes deciden secuestrar al futbolista y mientras preparan el asalto, reflexionan sobre la realidad en la que viven, con mucho disparate y absurdo. En Indignados que se muestra en el Teatro Alfil, tres acampados en el 15-M enlazan chiste tras chiste para sobrellevar la situación que les llevará al desalojo, el público cómplice les acompaña en esta sesión de risoterapia.
Simón Ribes
Cuentos surrealistas para mujeres reales en la Sala Triángulo
Hay espectáculos que parecen meros divertimentos, que empiezan ligeros de equipaje aparentemente y sin embargo…conforme avanzan van dandonos pellizcos en la nuca. Es el caso de Cuentos surrealistas para mujeres reales…Un puzle de historias en clave de comedia con toques amargos sobre la idea que se tiene en la sociedad sobre la mujer, muchas veces simple y tópica.
Adolfo Simón
Habitaciones de Belén Maya en la Sala Triángulo
Es una buena metáfora desglosar la vida de una persona en habitaciones, aunque lo interesante es elegir cuáles fueron las importantes durante esa existencia. Belén Maya hace un ejercicio arriesgado al llevar el flamenco a otros niveles de lenguaje escénico pero debería mirar con lupa el resultado de ese curioso puzle habitable. La habitación que está al fondo, la de los padres es la que da sentido a este espectáculo, las previas, son como esos lugares en los que uno se entretiene por no enfrentarse a lo que hay tras la puerta cerrada con siete candados. David Montero trata de acompañarnos en el recorrido entre cada una de las estancias, pero distrae más que conducir; no por poner más entusiasmo y energía en una acción, esta será más efectiva.
Simón Ribes
…No vacía… de Enclave Danza en la Sala Triángulo
Esta pieza de danza que homenajea a Miguel Hernández y de paso a todos aquellos creadores que fueron silenciados o ignorados en el siglo pasado es un curioso triptico de atmósferas distintas, en la primera parte hay una sugerente presentación del personaje y sus circunstancias personales y creativas; aquí, los elementos escénicos y los tres bailarines componen momentos poéticos de gran calado, esta invitación provoca en el espectador una expectativa que en el ecuador de la pieza, cuando en escena aparecen dos personajes caracterizando el poder, se diluye. La danza contemporánea no debe ser un espacio para el subrayado de lo que se está sugiriendo porque el puzle dramaturgico se desenfoca. En la tercera parte se reconduce el discurso poético de la primera pero se precipita el final. No vacía…es una propuesta arriesgada que debería ser un díptico.
Simón Ribes
Carmen Mayordomo comparte con nosotros sus últimas experiencias artísticas.

Carmen Mayordomo comparte con nosotros sus últimas experiencias artísticas.
¿Cómo está resultando el encuentro creativo con Zombie Company y Carlos Be?…
Puede parecer una provocación pero estoy feliz, muy feliz con el trabajo de la Zombie Company, el tipo de trabajo que estamos haciendo, los compañeros que nos hemos juntado y con lo que escribe y dirige Carlos Be.
¿Qué balance haces de los últimos trabajos?…
El año no ha podido ser más prolijo. Estrenamos Exhumación en Enero y nos llevamos dos premios en el Indie Festival, así, nada más empezar. Pasamos por el Festival de La Alternativa, temporada en Madrid en la Sala Triángulo, el Festival de Almagro y lo que queda… sin parar con Exhumación, estrenamos Peceras, un trabajo de producción más pequeñito, para La Casa de la Portera, un espacio que también comenzaba su andadura, y que a pesar de lo controvertido del tema que propone, hemos cosechado unas críticas estupendas y lo más estupendo, las reacciones del público… abiertas, intensas como hacía tiempo no sentía.
Con Peceras estamos de gira; ya visitamos Granada, Valencia, Vitoria y nos queda Alicante, Palencia, Santander, Barcelona, Donosti… y volveremos a Madrid.
¿Cómo fue la experiencia en el Fringe de Madrid?…
En el Fringe, the Zombie estrenó Muere, Numancia, muere con la que estamos ahora en la Sala Triángulo los viernes y los sábados…Un acercamiento contemporáneo a la tragedia de El Cerco de Numancia de Cervantes.
¿Cómo estáis pudiendo realizar todas estas producciones?…
Todo esto, como puedes imaginar, con un esfuerzo titánico, sin subvenciones, cuadrando agendas y otros trabajos, con el apoyo de amigos y salas que creen en nuestro proyecto (Triángulo, La Casa de la Portera…) y un público fiel al que queremos cuidar y darle lo mejor. De hecho, pudimos empezar gracias al crowfounding, a la aportación de muchos mecenas, así nació Exhumación.
¿Qué sugerencias haces para seguir creando en tiempo de crisis?…
Hay que buscar nuevas fórmulas, se puede hacer teatro comprometido y bueno, actual, que remueva, que haga pensar, que te replantee tu mundo y sus circunstancias sin gran alarde de producción.
¿Cómo fue el encuentro con Carlos Be?…
A Carlos Be lo conocí en el Teatro de las Aguas. Haciendo Achicorias. Fue amor a primera vista, conecté con lo que escribía y cómo lo escribía. Y lo quiero a mi lado!!!.
¿Cómo fue la experiencia de crear y gestionar un espacio como El Teatro de las Aguas?…
El Teatro de las Aguas nació como necesidad de tener un espacio propio para ensayar y mostrar nuestros trabajos y poco a poco se fue convirtiendo en el Off Off de Madrid. Se ofrecía gente muy buena que hacía un teatro muy inmediato, de pequeño formato pero mucho talento. Conocí a muchos compañeros, actores, productores, escritores, compañeros con los que después he trabajado… Secun de la Rosa, Carlos Be o Manuel De, con él estoy haciendo un Eduardo II desde hace tres años…
¿Qué te anima a implicarte en un proyecto teatral?…
Tengo un espíritu inquieto, para bien y para mal, me encanta todo lo que rodea el hacer teatro, me meto en todo, y tener compañía propia te supone defender un lenguaje teatral personal y eso es genial. Poder decidir. Oye!!!… trabajo también fuera de mi compañía mucho, me lío en proyectos que me interesen o que me den dinero!!!…Disfruto mucho con los procesos, con mi trabajo, he pasado por casi todas las metodologías y creo en el reciclaje, procuro dar a los personajes una verdad mía, muy personal, que cambia, porque yo cambio…
¿Crees que va a afectar la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?…
A pesar de todo este optimismo, nadie vive ajeno a lo que nos ha tocado vivir. Situaciones tremendas, injustas, recortes durísimos que siempre afectan a los mismos, la subida del IVA en nuestro sector es un despropósito, el desprecio de la cultura y la educación por parte de los que mandan…un suicidio… El otro día me desayuné con el cierre de una sala de Madrid y con las declaraciones de un político del PP insultando a Bardem por sus críticas al gobierno!!! Esto sólo pasa aquí!!!…
Me gustaría vivir en un país donde la cultura fuera un bien patrimonial, a cuidar por todos, a proteger…Que ir al teatro fuese una experiencia vital para la gente… imprescindible!… pero…mañana iremos a la Huelga General convocada!!!.
¿Algo que añadir?…
Me gustaría finalizar diciendo que espero que la Zombie Company tenga una larga vida, tenemos muchos proyectos, un equipazo con Carlos Be escribiendo y dirigiendo, Jesús Antón, un soberbio creador de espacios de luz, los actores ideales… Ivan Ugalde, Fran Arraez, Juan Caballero, Mentxu Romero, Jose Gamo y Gabi Moreno, y la mamá de la Compañía… Sara Luesma, que además de adjunta a la dirección lo hace todo y todo bien!!!.
Gaudeamus de La Chana Teatro en la Sala Triángulo
Gaudeamus de La Chana Teatro en la Sala Triángulo
Madrid, como cualquier gran ciudad, tiene siempre mil cosas para disfrutar durante el tiempo libre, desgraciadamente, muchas de ellas pasan fugazmente por la cartelera de teatro, a penas una función o un fin de semana…si no estás atento y tratas de verlo todo, te puedes perder verdaderas joyas. Este fin de semana pasado, en la recta final de las Semanas Internacionales de Teatro para la Juventud que organiza Acción Educativa, asistí a una de las propuestas más ingeniosas, inteligentes y sencillas de teatro para niños hasta cien años. Siempre hay un problema con las propuestas para jóvenes, o no están realizadas con respecto y profesionalidad…o no captan la atención de esa franja de edad que ya empieza a elegir en que ocupar su tiempo para el ocio. Gaudeamus de La Chana Teatro es una creación de Jaime Santos, hombre orquesta que se ha enfrentado al reto de adaptar El licenciado Vidriera de Miguel de Cervantes para que interese, entretenga, eduque y haga disfrutar al respetable. La puesta en escena es muy sencilla, apenas un mostrador donde, a cara descubierta, el actor-manipulador transforma objetos ante la mirada atónita del espectador…Todos reconocemos cada elemento que entra en juego pero a través de la sensibilidad e inteligencia de este hombre de teatro, se convierten en un poema clásico lleno de magia y humor.
Adolfo Simón
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