Los cuentos de la peste de Mario Vargas Llosa
Hace años, salió publicada en la prensa una noticia en la que se informaba sobre un grupo de niños y sus profesores que habían sobrevivido, durante días, en un refugio, a los bombardeos de una de las tantas injustas guerras que pueblan nuestro mundo. Scheherezade salvó su vida contando cuento tras cuento para que el tirano no la ejecutase en las Mil y una noches. Los cuentos siempre son un vehículo para imaginar y crecer en la vida. En este maratón que está siendo la escenificación de la obra teatral del Premio Nobel Mario Vargas Llosa, le ha tocado el turno a Los cuentos de la peste, una excusa literaria para que se expusieran en escena una serie de historias burlescas o jocosas. Protegidos en un palacio, unos personajes sobreviven a la peste a través de narraciones fantásticas, la muerte acecha pero la imaginación podrá con ella. Esta idea, sobre el papel podría haber sido muy interesante, en escena, con todo el patio del teatro levantado sin una razón de peso que lo justifique, se desgranan las historias, en las que, los momentos más sugerentes son aquellos en los que la pareja de jóvenes actores dan vida y ritmo a la obra.
Adolfo Simón
El loco de los balcones de Mario Vargas Llosa en el Teatro Español
El teatro ha de ser un espacio donde podamos reconocernos todos de algún modo, en ese ritual colectivo hemos de sentir que el discurso de la escena es un cauce por el que navegamos todos. El loco de los balcones es un hermoso cuento en el que lo viejo y la belleza son animales en extinción por una sociedad depredadora que solo piensa en prosperar a partir de destruir la memoria. Es verdad que en medio de ese cuento se cuela el debate sobre si es más importante salvar las cosas o dar de comer a quién no tiene sustento. Pero…¿No es igual de importante el alimento físico que el espiritual?¿No será un problema de este mundo que habitamos que no deja espacio al sustento básico necesario para ser hombres y no animales?. La historia tiene muchos componentes literarios pero también tiene una trama que va desvelándose poco a poco ante los ojos del espectador. Todo transcurre en un espacio a medio camino entre la ensoñación y la cruda realidad, ese toque mágico ayuda mucho al desarrollo de la acción. El equipo de actores está muy bien en sus múltiples caracterizaciones gracias a la precisa dirección de Gustavo Tambascio pero, si hay una razón por encima de todas para ir a ver El loco de los balcones es por ver a ese inmenso actor que es José Sacristán. Su presencia en escena, incluso en los silencios, es emocionante, por momentos es un balcón más que se vuelve frágil ante un mundo deshumanizado y de golpe se convierte en un quijote que lucha hasta la extenuación. José Sacristán es un actor de raza, curtido a base trabajar y trabajar…Da gusto verle con tanta generosidad en escena, no se pierdan esta oportunidad, ya quedan pocos hermosos balcones de los de antes, de esos que no deberían desaparecer nunca.
Adolfo Simón
Kathie y el hipopótamo de Mario Vargas Llosa en el Matadero de Madrid
De pequeños, cuando el mundo se hace cuesta arriba nos subimos al desván para abrir el baúl de la abuela y ponernos sus trajes, imaginando que somos otros. De mayores, a veces, hay que subir a las buhardillas para reinventarnos la vida que tuvimos, los sueños y deseos que no cumplimos y ajustar cuentas con el pasado, para poder sobrellevar el presente y recibir al futuro con los brazos abiertos. Mario Vargas Llosa ha escrito un relato endiablado donde los personajes se miran en espejos deformantes para descubrir su verdadero rostro. La historia de Kathie no es lo más importante, poco importa lo que le pasa a esta señora burguesa aburrida de aburrirse, lo verdaderamente interesante es lo que propone teatralmente este texto para una mirada sensible desde la dirección y en este caso, Magüi Mira ha descifrado con ironía y delicadeza todos los signos encriptados del texto y se los ha propuesto en bandeja de plata a los actores, para que hagan de ello un juego delicioso en el que todos están en estado de gracia, jugando todas las cartas que cada secuencia propone y Ana Belén está absolutamente entregada a la propuesta, canta, baila y compone todos los personajes que se ponen en juego en la imaginación de esta Kathie inquieta y voluptuosa.
Adolfo Simón
La chunga de Mario Vargas Llosa en el Teatro Español
Escribe Mario Vargas Llosa en el programa de mano que La chunga es el texto que más se representa de sus obras teatrales en el mundo, cada dos por tres aparece una producción en algún lugar y no es de extrañar, es un texto potente. Esta obra no es la primera vez que se estrena en Madrid, hace años ya pudimos ver la que protagonizó Nati Mistral y Enma Suárez, recuerdo el montaje confuso, como si no se hubieran resuelto bien los planos temporales en los que ocurre la acción. En esta nueva producción protagonizada por Aitana Sánchez-Gijón que consigue, con este personaje un giro importante en sus trabajos teatrales; su larga carrera interpretativa se dividirá a partir de ahora en un antes y después de La chunga…Tiene un reparto de lujo, compacto… Asier Etxeandia, Jorge Calvo, Rulo Pardo, Tomás Pozzi e Irene Escolar… todos están fantásticos y han creado una simbiosis creativa que da al texto una vida extraña e inquietante. Nada más empezar, hay un signo claro desde dirección que marca lo que serán los saltos entre el presente donde todos se preguntan qué pasó «aquella noche…» y las supuestas versiones de cada personaje sobre lo ocurrido. Este montaje es una investigación criminal a ritmo de ranchera; una lástima que el teatro no estuviese lleno.
Adolfo Simón





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