«La asamblea de las mujeres» en La Latina
Imaginen una Atenas un poco a la española, en la que Lolita dirige el cotarro para dar un pequeño golpe de estado… ¿Se acuerdan de esa canción de su madre hablando de las elecciones? Pues imagínense a la hija reivindicando un poder en femenino y bastante comunista en un personaje a su medida…La verdad es que se nota que lo que se mama permanece en la sangre.
Echanove ha echado mano de sus recursos más castizos para rememorar esta obra de Aristófanes y llevarla a Mérida primero y, ahora, a La Latina, teatro de la comedia a la española por excelencia. Con actores bastante conocidos, casi una extensión del Cuéntame, nos encontramos un teatro abarrotado de público heterogéneo -no sé yo si quedarán entradas-que nos muestra que cualquier clásico puede ser actual y poner en jaque los parlamentos más enquistados (¿les suena a algo?). Y yo me pregunto, Lolita: ¿No ganarías más en la política?
Luis Mª García Grande

«Pluto» en La Latina
Magüi Mira está haciendo cosas muy interesantes como directora en los últimos tiempos y ahora nos propone, de nuevo en La Latina, después de haber pasado por Mérida, una versión musical de la obra clásica de Aristófanes.
Clásica y tan clásica porque aborda problemas contemporáneos y fue escrita hace 2.500 años. ¿Cómo es posible? Abordar una utopía -el reparto igualitario de la riqueza- consiste en eso, en que la utopía sigue existiendo con el paso de los años y seguirá siendo algo imposible de alcanzar. El montaje destaca por el coro clásico formado por los propios personajes y transformado por Mira en bambalinas movibles mediante el simple gesto de quitarse la máscara.
El reparto de actores es un lujo para estos tiempos que corren y se agradece ver ciertas caras sobre las tablas hartos de verlas hacer papeles en series de televisión y encasillados en determinados personajes. El coro de personajes acompaña al omnipresente y fabuloso Javier Gurruchaga, que lo mismo puede encarnar un papel dramático como el de Pluto, con expresión contenida y controlando sus aspavientos que hacer de su reverso: La Pobreza, un personaje hilarante y exagerado pero que suelta verdades como puños del que merece la pena disfrutar. Además, Gurruchaga ha intervenido en la creación musical junto a Marco Rasa, incorporando canciones que acompañan al texto, y que aportan agilidad y dinamismo al contenido, a veces demasiado denso y se cuenta con el acertado vestuario de Lorenzo Caprile que reinterpreta el estilo clásico adaptándolo a nuestros días.
En definitiva, esta obra nos hacer replantearnos el concepto del reparto justo de la riqueza, la pérdida del respeto a los dogmas sociales, el enfrentamiento a la corrupción y al poder desmedido de ciertas personas, la pobreza y pérdida de derechos…todo esto a través del humor y la fiesta…porque aunque no tengamos dinero siempre nos quedará un plato de lentejas y mucha LIBERTAD.
Luis Mª García Grande



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