Tristán e Isolda de Richard Wagner en el Teatro Real
De nuevo Peter Sellars dirige escénicamente una ópera en el Teatro Real, en este caso se enfrenta a un monumento wagneriano como es Tristán e Isolda, cuatro horas de maravillosa música perfectamente dirigida por Marc Piollet y ejecutada con maestría por la orquesta. Richard Wagner crea una música fascinante para acompañar la historia del amor imposible de Tristán e Isolda, un amor que trasciende al tiempo y la realidad. Es una ópera intensa y teatral, la acción es mínima, todo ocurre en la cabeza y el corazón de los personajes. Esta obra es un reto para cualquier director de escena que puede dejarse llevar por lo aparatoso y perder de vista la esencia de la pieza. Pero Sellars, de nuevo nos sorprende al elegir a un artista contemporáneo como es Bil Viola y dejar que la escenografía sea una caja negra donde aparecen las fantasmagorías que el video artista ha creado. Este ambiente mágico y crepuscular nos sumerge en las emociones de la obra y acompaña a los espléndidos cantantes en el viaje al universo de los sueños imposibles. Un obra genial.
Adolfo Simón


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