Dostoievsky va a la playa de Marco Antonio de la Parra en Iberdrama-La casa del Lector
El pasado 3 de noviembre comenzó una nueva edición del festival IBERDRAMA, que este año se dedica al vigésimo aniversario de la creación de Teatro del Astillero. De homenaje en homenaje, el ciclo comenzó con una rendición de cuentas a Marco Antonio de la Parra, autor chileno que durante los años 90 impartió talleres míticos y seminarios en Madrid mientras fue agregado de cultura de la Embajada de Chile en España. De esos talleres se alimentó toda una generación de dramaturgos, entre ellos, los autores que luego formaron el Astillero.
Dostoievsky va a la playa es una obra que Marco Antonio de la Parra estrenó en el Théâtre de la Colline de París durante esa época y que nunca fue estrenada en España. Editada en la propia colección de Teatro del Astillero, revisita un universo poblado de referencias literarias europeas y realidades podridas contemporáneas. En una playa poco concurrida, los vagabundos desaparecen a la vez que un inversor extranjero quiere industrializar el puerto. Los personajes se multiplican y entrecruzan en una trama detectivesca que nunca logra constituirse como tal y se deshace en la enfermedad de la incapacidad de construir un mito. Dostoievsky, un detective privado que investiga esas desapariciones, se enfrenta a la pesadilla de la conversión de las dictaduras, en concreto la chilena, en locuras disfrazadas de aparente legalidad, de progreso, de negocio.
Adolfo Simón, en una muestra más de sus pesquisas a la hora de poner en escena lecturas dramatizadas, se aleja de toda trama en una especie de salmodia religiosa y se zambulle en un laberinto de máscaras que ocultan otras máscaras que, a su vez, ocultan personajes que llevan otras máscaras para no ilustrar el texto con acciones que repitan lo que ya dice el propio texto. Huyendo de simples lecturas sin dramatizar, pero también de interesantes puestas en escena cercanas a los semimontados, Adolfo Simón decide poner en escena no sólo una obra, sino un formato diferente para cada obra pone en pie en forma de lectura dramatizada. De esta manera, su propuesta se aleja de cualquier idea de la posible puesta en escena del texto para, así, escuchar con mayor atención el propio texto.
En el Auditorio de la Casa del Lector, Adolfo Simón aprovecha la gran pantalla de este centro para proponer el decorado de la playa a la que cita De la Parra en el título, pero también para proponer otros discursos que no sólo conectan con el universo del creador de Crimen y castigo al que alude el autor, sino también con otros discursos que corren paralelos a la propia obra, como el de El gabinete del doctor Caligari, una película que prefiguraba una enfermedad de la Europa de la modernidad: el fascismo.
Iberdrama continúa todos los miércoles de noviembre y diciembre revisitando textos poco conocidos del colectivo Teatro del Astillero en La Casa del Lector hasta el 9 de diciembre.
Luis Miguel González Cruz



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