36 Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid: recuperando su esencia

El Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid recuperará esta temporada su formato original
- 9 espacios escénicos de referencia de la Comunidad de Madrid acogerán 21 espectáculos y 5 laboratorios de creación
- Estarán presentes imprescindibles como Teatro La Re-sentida, Simon Stone, Sergio Blanco, Kristian Lupa y Joël Pommerat
El Gobierno regional ha presentado hoy una nueva edición del Festival de Otoño de la Comunidad de Madrid, una cita escénica de referencia que regresa esta temporada a su formato original y tendrá lugar del 15 de noviembre al 2 de diciembre.
El consejero de Cultura, Turismo y Deportes, Jaime de los Santos, ha sido el encargado de desglosar hoy la programación del festival, junto con el director artístico, Carlos Aladro, en un acto que ha tenido lugar en la Sala Negra de los Teatros del Canal de la Comunidad de Madrid.
Durante su intervención, De los Santos ha explicado que “volver al otoño es darle de nuevo la identidad, el lugar y el reconocimiento de un encuentro único”. Además, el consejero ha destacado que el Festival de Otoño mantiene este año “su voluntad de seguir acercándose a todos los gustos y edades, de contar con las novedades y realidades ocultas del teatro internacional, y de apoyar la creación escénica madrileña y española”.
Y es que el cartel de esta trigésimo sexta edición apuesta por la sorpresa y el descubrimiento de nuevas miradas. En él brillarán tótems de la escena internacional como Simon Stone, Jöel Pommerat, Sergio Blanco y Krystian Lupa. Tampoco faltarán a la cita artistas y colectivos imprescindibles como Teatro La Re-sentida, Forced Entertainment, Łukasz Twarkowski, Pablo Fidalgo, El Pont Flotant, Stopgag Dance Company y Elena Córdoba.
UNA CUIDADA SELECCIÓN DE ESPECTÁCULOS
Jaime de los Santos ha continuado su intervención recordando que el Festival de Otoño “quiere ser un ágora de encuentro para artistas y espectadores”. En este sentido, ha destacado que se ha llevado a cabo “una cuidada selección de espectáculos de todas las disciplinas artísticas, con maestros de reconocida trayectoria y nuevas figuras por descubrir”.
El 36º Festival de Otoño contará con diversidad de géneros y formatos, en un
cartel que estará compuesto por un total de 21 espectáculos y 5 laboratorios de
creación de artistas y compañías procedentes de 15 nacionalidades.
Además, esta edición contará con nuevas sedes. Así, las representaciones y
actividades tendrán lugar en 9 espacios escénicos de referencia de la
Comunidad de Madrid: los Teatros del Canal, el Teatro de La Abadía, la Sala
Cuarta Pared, el Teatro Pradillo, El Pavón Teatro Kamikaze, La Casa
Encendida, el Museo Reina Sofía, la Casa de América y el Corral de Comedias
de Alcalá de Henares.
El Festival de Otoño contará con nombres imprescindibles como Simon Stone,
Joël Pommerat, Sergio Blanco, Krystian Lupa y Forced Entertainment. Su
programa ha querido visibilizar el trabajo de jóvenes artistas madrileños y
españoles (Alberto Cortés, Titzina, Pablo Fidalgo, Julia de Castro y María
Folguera); rescatar a creadores insólitos y relevantes a nivel nacional (Elena
Córdoba, Cuqui Jerez y Adolfo Simón); otorgarle una presencia estable de
Latinoamérica, como referente imprescindible de nuestra cultura (Sergio Blanco
y Marcos Layera con su Teatro La Re-sentida); y acercar a Madrid el trabajo de
grandes figuras europeas aquí desconocidas (Łukasz Twarkowski, Nassim
Soleimanpour, Bertrand Lesca y Nasi Voutsas).
Además, habrá piezas para público familiar (Il n’est pas encore minuit… y Le
Petit Chaperon Rouge); teatro accesible (con Stopgag Dance Company y El
Pont Flotant); y guiños a la mejor literatura universal (Medea, de Eurípides; Ante
la jubilación, de Thomas Bernhard; y fragmentos de textos de Santa Teresa de
Jesús).
NUEVAS MIRADAS Y UNA APUESTA POR EL DESCUBRIMIENTO
La troupe latinoamericana del momento, Teatro La Re-sentida, bautizada como
‘los punks del teatro chileno’, abrirá el festival con su espectáculo Tratando de
hacer una obra que cambie el mundo. Le seguirá Anarquismos (Por el medio de
la habitación corre un río más claro), una pieza de Pablo Fidalgo sobre la
ausencia, los sueños, el miedo y el silencio.
Simon Stone, uno de los directores europeos más cotizados de la escena
internacional, acercará el mito griego de Eurípides Medea a nuestros días bajo
un prisma contemporáneo junto al prestigioso Internationaal Theater
Amsterdam. Y el tándem de artistas emergentes británicos, Bertrand Lesca y
Nasi Voutsas, visitará por primera vez Madrid con sus creaciones Eurohouse y
Palmyra.
400 + 1 entrevistas

Vamos a empezar el año cuarto de QRLA, hasta hoy hemos publicado gran cantidad de eventos y notas informativas…Y hemos publicado 400 entrevistas a diferentes creadores artísticos para promover sus proyectos…Antes de seguir con nuestra tarea y con la entrevista 402, hemos pensando en incluir en la revista la entrevista que hace unos días publicó ABC al director de QRLA, Adolfo Simón, así conoceréis más a fondo a nuestro equipo. Esperamos que os interese.
Luis García-Grande
Co-director de QRLA
«El sentido del arte es situar a la sociedad ante los temas que ha de resolver»
Autor, actor, director y pedagogo, el nombre de Adolfo Simón está detrás de algunas de las más originales y atrevidas apuestas escénicas de nuestro teatro

JUAN IGNACIO GARCÍA GARZÓN – @ABC_Cultural Madrid 13/09/2016
Nacido en Torrent (Valencia) en 1959, Adolfo Simón ha impulsado propuestas teatrales de concienciación contra el sida y de reflexión sobre el 11-M, entre otras iniciativas de fuerte compromiso social, ha dirigido con audacia, intensidad y hondura un buen puñado de textos de autores contemporáneos, ha escrito obras que se interrogan sobre las incertidumbres del ser humano («No fue un sueño», «¿Hay alguien ahí?», «Jack», «Sebastián», «Kromlech» , «David & Goliat»…), hace teatro de objetos y teatro para bebés, y en verano activa el Centro Dramático Rural en Mira (Cuenca). Es un animal de teatro que se suele mover por los márgenes situados fuera de los focos y en territorios mestizos donde los géneros se confunden. En esta entrevista traza una cartografía de su universo creativo.
Empecemos por el final. Sus dos últimos montajes, «Books» y «Karenina Express», son delicados ejercicios de teatro de objetos. ¿Puede explicar cómo ha llegado a ese proceso de depuración no sé si minimalista?
Las crisis pueden ser una oportunidad. Desde el principio de mi carrera artística no solo ha habido crisis económicas, también las hubo creativas, pero no lo consideré un obstáculo sino una posibilidad para reflexionar o indagar en otra dirección; curiosamente, esas crisis o las trabas que han podido surgir, no han hecho más que servirme de estímulo para defender la intuición que me ha movido siempre. Durante tres décadas he desarrollado diferentes proyectos, persiguiendo siempre aquello que creía era necesario para mí como creador y para un público de este tiempo. En otros momentos he apostado por textos y autores contemporáneos, poco a poco he ido buscando lo esencial y sencillo en la escena, tras un año y pico de pausa creativa, investigando otras dinámicas y poéticas, indagué en el teatro de objetos y lo conecté con los libros de artista, me encerré un tiempo en un espacio rural de creación y ahí surgieron «Books» y «Karenina Express»: el silencio y la poesía visual como propuesta para unos tiempos llenos de dolor y desencanto existencial.
En su universo teatral, parece que le interesa o pesa más lo pequeño que lo grande.
Siempre digo en broma que cuando tenga la ocasión de hacer un espectáculo con cuatrocientos focos no sabré qué hacer con ellos. Nunca he buscado el efectismo, siempre he trabajado desde lo accesible a nivel material y humano, teniendo muy en cuenta qué quería contar para que la escena no fuese un espacio sin discurso ético, un territorio de confusión; prefiero iluminar con una vela o susurrar al oído que mover grandes plataformas y elementos en un escenario para no contar nada.
Repasando su carrera, se percibe que tiene especial interés por los proyectos teñidos de compromiso social (concienciación sobre el sida, 11-M…). ¿Por qué?
Hablaba al principio de crisis, en las múltiples que he tenido para profundizar en mi imaginario, hubo un antes y un después de los terribles atentados del 11-M. A todos nos afectó muchísimo; aquel día recuerdo que iba a un ensayo que se suspendió y cuando volvía para mi casa sentí que era un zombi perdido en la ciudad. No pude ayudar en nada aquellos días, me quedé bloqueado; pasado un tiempo, decidí que, si era un hombre de teatro, tenía que hacer algo desde la escena para aliviar aquel horror y dolor que se había instalado en nuestra ciudad. Convoqué a autores, a once, para que escribiesen un texto breve sobre los hechos y así surgió «11 voces contra la barbarie». A estas voces se sumaron otras del mundo de la escena y de la sociedad civil y aunque fue complicado, al año siguiente llenamos de teatro los escenarios de Madrid para reflexionar sobre este atentado terrible. Antes había buscado textos que hablaran sobre las desigualdades o temas que preocupasen a la sociedad en cada momento, pero el discurso directo y comprometido fue otro tras el 11-M. A partir de entonces, todos los años realizo con alumnos o profesionales acciones escénicas para seguir alertando sobre el sida, la violencia de género, la inmigración, el racismo, la pobreza o la identidad sexual. Es extraño que algo terrible como el 11-M me permitiese ver con claridad dónde tenía que poner el acento ético en mi trabajo. Después vendría… «Grita: ¡Tengo sida!», «Heridas», «Teatro x alimento»… Para mí es necesario situar a la sociedad frente a los temas que ha de resolver, ese es para mí el sentido del arte.
Tras sus comienzos en Barcelona, se trasladó a Madrid en 1983 y aquí sigue. Ha estado vinculado a la Sala Cuarta Pared. Cuéntenos ese itinerario y por qué decidió establecer en Madrid su campamento.
Aunque nací en Valencia, mi padre era de Madrid y siempre se hablaba de esta ciudad como un lugar especial, pero al que no vinimos nunca durante mi infancia y adolescencia. El paso por Barcelona fue casual, aproveché la oportunidad para desplazarme a allí a trabajar muy joven y no lo dudé, aunque siempre estuvo Madrid en el punto de mira. De nuevo, no ir directo a los lugares me permitió descubrir el teatro en la Ciudad Condal donde estaba en plena efervescencia. Ver los primeros trabajos del Teatre Lliure y el ambiente de aquella ciudad me dejó una impronta importante para el devenir de mi trabajo posterior. Pero tenía que llegar a Madrid, una vez aquí tardé en encontrar un lugar con el espíritu que había vivido en Barcelona. Aquí, en Madrid todo estaba cambiando, pero todavía había muchos lastres de las formas de hacer de otra época. Cuando descubrí Cuarta Pared en la sede original, en la calle del Olivar, sentí que había encontrado mi lugar. Ahora hay actividades para niños en todas partes, pero no puedo dejar de recordar que en los principios de los noventa fue en Cuarta Pared donde realicé los primeros talleres para niños y jóvenes en esta ciudad. Fue una experiencia hermosa en la que ya intentamos hacer algo más que divertirnos. Ha pasado un cuarto de siglo y ahora hay muchas posibilidades de ocio y aprendizaje en nuestra ciudad a las que se acude asiduamente, pero aquellos principios fueron difíciles a la hora de plantear otra poética escénica, muchos compañeros se quedaron en el camino y aun así, se construyó un circuito y formas de hacer para la escena que han nutrido mucho a otros espacios y profesionales «a posteriori» y que, esta última crisis que estamos viviendo y la mala gestión cultural de nuestras instituciones casi ha desahuciado; no solo se echa a personas de sus casas, a veces también se expulsa al teatro de los escenarios y casi nadie protesta sobre esto cuando la cultura es tan importante y necesaria como la educación o la sanidad para el desarrollo del ser humano.
«La cultura es tan importante y necesaria como la educación o la sanidad para el desarrollo del ser humano»
Ha trabajado con textos de bastantes autores españoles contemporáneos y usted mismo es también dramaturgo, ¿se atreve a aventurar un diagnóstico sobre la salud de nuestra literatura dramática?
En mi primera etapa como director, que casi duró dos décadas, tuve la suerte de llevar a la escena obras de autores como Sergi Belbel, Juan Mayorga, Rodrigo García, Angélica Liddell, Raúl Hernández Garrido, Beth Escudé i Gallés, José Ramón Fernández, Carlos Be, Francisco Nieva… Y muchos más. En aquel tiempo todos estábamos trabajando y aprendiendo, descubriendo y redescubriéndonos… Siempre me ha movido la curiosidad, encontrar nuevos discursos literarios, escénicos o formativos. Así he indagado en nuevas dramaturgias, cabaret, «clown», danza contemporánea, todas estas experiencias han ido conformando mi particular manera de entender la escena. Ahora creo que todo es demasiado inmediato y que no hay conexión entre las disciplinas. En los noventa organicé y dirigí en Cuarta Pared los cursos «Aforo de verano», allí acudían a estos talleres todo tipo de artistas o estudiantes, los bailarines hacían dramaturgia y los autores indagaban en el «clown», había mucha curiosidad y necesidad de descubrir nuevas formas que solo se podían apreciar en lo que fue un referente para todos nosotros en aquella época, el Centro Nacional de Nuevas Tendencias Escénicas. Hoy tengo la sensación de que se hace un cursillo y ya se cree que se conoce la materia y se pone en marcha y se expone frente al público de inmediato. Creo que hay mucha confusión en el panorama, habría que darle la oportunidad al público para que opinase más. Creo que habría que distinguir en la cartelera qué está en proceso, de prueba o ya es una propuesta definitiva. Si volviese a dirigir textos de autores de hoy, habría, no obstante, unos cuantos nombres sobre los que me interesaría trabajar en su poética.
Es uno de los pocos directores que ha montado una obra de Angélica Liddell, «Nubila», autora muy celosa a la hora de dirigir sus propios textos. A mí me pareció un montaje formidable. Háblenos de la experiencia.
Sumergirse en la obra de Angélica Liddell es una experiencia transformadora si lo haces sin límites y honestamente. Aún recuerdo aquel verano en el que nos encerramos todo el equipo y yo en una sala de ensayos. Allí entramos para descubrir sin pretenciosidad que se escondía tras las palabras y las imágenes de «Nubila». Angélica ha sido para mí, junto a otros dos o tres autores a los que he dirigido, una oportunidad de sentir que todo el material y el proceso es un enigma, un trayecto que no sabes cómo terminará y ni si sobrevivirás a él. Recuerdo que se escribía, durante la representación, el texto en unos paneles de papel, al revés y alguien me dijo que esa era la escritura de la muerte. Creo que Angélica escribe en trance, como una médium y si estás disponible, la experiencia de trabajar en su obra se convierte en eso, en un rito ancestral donde el tiempo se detiene y te obliga a caer en un abismo del que van surgiendo flores monstruosas de gran belleza que hablan por sí solas en la escena, creando un universo único y transformador para quien lo hace y quién lo observa desde el escenario. Seguramente, «Nubila» fue una de las experiencias en las que más crecí como director que intenta escribir en escena entre las líneas del texto del autor.
«Angélica Liddell ha sido para mí, junto a otros dos o tres autores a los que he dirigido, una oportunidad de sentir que todo el material y el proceso es un enigma»
También ha hecho talleres de teatro para bebés, un ámbito en el que habla de dramaturgia invisible. ¿Cómo es ese teatro? ¿Difiere mucho en lo esencial del teatro para adultos?
Mi curiosidad me ha llevado también a conocer a fondo el teatro para la infancia, leyendo, escribiendo, asistiendo a espectáculos, etc. Siempre digo que el teatro para niños no se hace, salvo excepciones, con el respeto que merece. Por suerte esto ha cambiado bastante en los últimos tiempos. Cuando descubrí el teatro para bebés me quedé fascinado, era un espacio donde la sensorialidad, las artes plásticas, la poesía se instalaban para crear diminutos universos con los que captar la atención de los más pequeños. Conseguí realizar algunas propuestas tanto aquí en España como en Argentina y Chile. Toda esta indagación me llevó a elaborar un taller donde la tarea fundamental era construir una dramaturgia exenta de palabras, había que «escribir» con otro tipo de lenguajes y las posibilidades que surgen entonces son maravillosas, de nuevo, un espacio diferente en el que desarrollarme como hombre de teatro. Creo que no es erróneo cuando aparece la publicidad en la que dice: «Teatro para espectadores de 0 a 100 años» porque al final, lo que se propone es un viaje poético y vivencial que a todo tipo de espectadores le puede beneficiar. Al principio era complicado que entendiesen este tipo de propuestas porque requería de otro tipo de disposición en la escena, otra relación escena-público, ahora ya se tienen más oportunidades de ser programadas estas obras, pero eso también ha llevado a que a cualquier cosa se le llama teatro para bebés y debiéramos ser más serios a la hora de elaborar o programar este tipo de propuestas porque es para el imaginario más frágil, el de los bebés y lo que ahí se siembre, generará el público del mañana.
Autor, director, actor. ¿Una esquizofrenia llevadera? ¿Cómo combina todos esos aspectos de la creación escénica?
Procuro estar atento, en los espacios de pausa o crisis que vivo, para escuchar hacia dónde he de dar el paso siguiente, a veces es un trayecto interesante y en otras ocasiones he de dar un giro porque me había metido en un paisaje creativo donde no me sentía cómodo ni útil. Si no siento que lo que hago está conectado profundamente, termino huyendo de allí. Prefiero estar en ningún lugar o viajando a ninguna parte que quedarme en un espacio cómodo y de funcionario que cumple su horario y punto. Tanto cuando gestiono, imparto talleres, escribo, dirijo o en las pocas ocasiones que he actuado, he de sentir que he de hacer eso porque va a tener sentido y utilidad para mí y para quien tenga contacto con ello, sin pensar en el éxito económico y social ni en la trascendencia; si ese hubiera sido mi objetivo, habría movido los hilos de mi carrera de otro modo. Al final, esta locura de jugar al teatro y a mil roles, es lo que me ha salvado de la locura personal, si el teatro no se hubiera cruzado en mi vida no sé qué habría sido de mí.
Mantiene asimismo una faceta pedagógica que, supongo, le exigirá un proceso de reflexión y clarificación de muchos conceptos de cara a quienes escuchen sus lecciones. Comente, por favor, esa faceta de sus actividades.
Cuando me preguntan por qué imparto clases siempre dejo claro que no es por tener unos ingresos mensuales sino porque de ese modo sigo aprendiendo yo también. Para mí, mis clases, que en estos momentos imparto dentro de la asignatura de dramaturgia en el curso regular de Cuarta Pared, me permiten seguir en contacto con todo lo que surge cada año en cualquier disciplina escénica o artística y una vez experimentado por mí, lo comparto con los alumnos. Además, he de seguir indagando en toda la documentación que tenemos desde el origen del teatro hasta hoy. Así que es una experiencia inagotable que me ayuda a seguir creciendo y descubriendo para transmitirlo en las clases, con el objetivo primordial de que los que asisten a ellas se interesen en esta profesión no como seres manipulables sino como personas con criterio e identidad. Vivimos tiempos en los que la manipulación está al pie de la calle y es muy fácil conseguir que un joven termine siendo un clon tuyo o que piense como uno. A mí lo que me interesa en ponerles en contacto vivencial con el arte en todas sus múltiples facetas y que ahí, descubran y construyan su propio ideario. Sé que no son tiempos propicios para la ética y la poética, pero mi deber es transmitirles valores y herramientas, después, ellos tendrán que elegir y moverse en esta sociedad compleja para encontrar su propio lugar, en el teatro o en la vida.
«Realizo acciones escénicas para seguir alertando sobre el sida, la violencia de género, la inmigración, el racismo, la pobreza o la identidad sexual»
Ha creado un Centro Dramático Rural en un pueblo de Cuenca, con cursos, jornadas culturales y hasta un concurso de piezas breves de teatro. ¿Cómo surgió el proyecto y se ha ido desarrollando?, ¿cómo acogen los vecinos esta experiencia singular?
De nuevo, la casualidad o la causalidad de este largo viaje me ha llevado a volver a los orígenes, a Mira, el pueblo de mi madre donde iba en ocasiones a visitar a mis padres y donde me dejaron una pequeña casa en el centro del pueblo cuando murieron. Si yo hubiera tenido que elegir un lugar donde instalar un espacio de creación seguramente no habría sido en este pueblo pero, ahí llevo varios años apuntalando un espacio donde convoco a cómplices artistas que van a vivir allí experiencias y dejan su impronta en las calles y recovecos del lugar. Sin la generosidad de todos ellos no habría sido una realidad que hoy, tras mucho esfuerzo y empeño, empieza a tener sus pequeños frutos, allí hemos llevado a cabo, gracias a los audiovisuales que ha realizado Garcygrande sobre los mayores del lugar, cuatro documentales a los que hemos llamado «Retratos de memoria». La peculiaridad del lugar hace que cada calle esté separada por un pequeño muro blanco y he convocado a jóvenes artistas de artes plásticas para que vayan llenando los muros con su arte, creando así el «Museo en los muros de Mira-Arte al aire libre», algo que cuidan los vecinos cuando no estamos allí y que me enorgullece mucho porque al final es para ellos, para que el pueblo sea cada vez más hermoso y atraiga a gente de otros lugares. También han residido allí, en estancias creativas, profesionales de la talla de Sonia Megías o Mónica Runde para poner en marcha sus nuevos proyectos. Y la otra propuesta que está teniendo cierta resonancia es el Certamen de Textos Breves de Teatro Francisco Nieva del que ya se han realizado dos ediciones en las que se han presentado y seleccionado textos de autores tan importantes como Guillermo Heras, Pedro Víllora, Chema Rodríguez-Calderón, Raúl Hernández Garrido o Rafael Ruiz Pleguezuelos. Este año se presentarán los textos de la segunda edición en el Salón Internacional del Libro Teatral de la Asociación de Autores de Teatro en Madrid. Todos estos pequeños logros sé que irán creando un eco en aquel lugar de La Mancha del que ahora sí quiero acordarme.
Por último, el futuro. ¿Qué proyectos tiene entre manos?
Pues llevar «Books» a la Casa do Marioneta dentro del Festival Muscarium #2, Festival de Artes Performativas em Agualva, Cacém, Sintra, en octubre y seguir buscando lugares donde mostrar esta pieza y «Karenina Express». El nuevo curso de Dramaturgia 2016/17 en Cuarta Pared. La preparación del programa para el año que viene en el Centro Dramático Rural, donde habrá más danza, fotografía, artes plásticas, teatro y nuevas estancias de creación; probablemente la primera con una universidad americana que nos tiene muy ilusionados. Y, sobre todo, seguiré indagando en mis últimas búsquedas escénicas sobre el teatro de objetos y libros de artista, concretamente en dos piezas que ya están en proceso: «ABC», un libro caja-teatro que espero estrenar a primeros del año próximo, y «Álbum», el teatro de sombras más pequeño del mundo. De todo esto espero hablar más cuando se presenten. Y lo más importante, seguir atento a mi discurso personal, huyendo del ruido que nos aturde en esta sociedad deshumanizada.
«Books» en La pensión de las pulgas

Seguro que alguna vez habrán experimentado la sensación de que todo fluye a su alrededor, de que sólo existe el instante en el que se encuentran, absortos por la actividad que están realizando y su concentración es máxima. Es un estado en el que se siente que su físico y su mente están en perfecta unión. Ese estado, en el que somos capaces de realizar casi cualquier cosa se llama “estado de flujo” o “estado de flow”. Por esta razón se le llama flow o fluír, porque no tienes conciencia de ti mismo, tan sólo existe la tarea que está realizando, no importa nada más, ni preocupaciones externas, ni cansancio, ni dolor… toda tu pericia se pone al servicio de la acción y das lo mejor de ti mismo por lo que al acabar sientes una inmensa satisfacción interior. Este estado es muy nombrado entre los deportistas sobre todo, cuando están en ese momento de concentración que les permite superar todos los records pero también podemos asimilarlo al estado en el que entramos cuando nos sumergimos en «Books».
Una concentración máxima no solo de la mano que ejecuta la acción a través de los objetos y libros de artista sino también de los pocos privilegiados que pueden observarlo en la sala de espejos de «La Pensión de las Pulgas». La mente se concentra en la pequeña Alice, que sale de su libro para juguetear en otras historias, para llevar su locura y ver lo que nadie ve en esos antiguos libros modificados por la mano del artista. Entrar en «Books» puede ser toda una experiencia, otra más de las muchas que ha producido la obra de Lewis Carrol, que hasta ha llegado a inspirar canciones de rock psicodélico como «White Rabbit», eso sí, a través de un LSD de aquella época… pero lo importante no es cómo se llega a ese mundo mágico en el que nuestra imaginación está en el estado único, lo importante es llegar y experimentarlo y eso lo pueden hacer tomándose un trippie o… viendo «Books»
Estará todos los sábados de abril en La Pensión de las Pulgas.
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“Books” es una propuesta de Teatro de objetos para disfrutar en la intimidad. “Books” es una experiencia sensorial que estimula la lectura y la imaginación. “Books” es un viaje de la mano de Alice que se ha escapado de su propio libro para, en vez de atravesar el espejo, abrir otros libros y viajar a través de sus historias e imágenes. “Books” hará descubrir a Alice y a los que asistan a esta singular idea, mundos sorprendentes que se verán reflejados en el imaginario propio.
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Luis Mª García Grande
«Karenina Express» los martes en Microteatro

Los tiempos modernos nos empujan al estrés, a la rapidez, al consumo inmediato… ya casi nadie se pone a leer un libro de quinientas hojas para saborear lo más profundo del pensamiento del autor, para tener sensaciones que de otra manera no se consiguen. Ya nadie lee críticas largas, ni se introduce en labores de investigación árduas a la hora de crear una dramaturgia a través de los objetos.
Buscamos vivir rápido y a tope, resumirlo todo o buscarlo en la wikipedia, ver obras de teatro en diez minutos, comerse una hamburguesa basura en otros diez y coger rápidamente el metro para llegar cuanto antes a nuestro hogar.
Pero hay personas que todavía saben sacar partido a esta vorágine y crear poesía en quince minutos con la basura que los demás desprecian, hay gente que puede darte una visión personal de lo que León Tolstói nos proponía y estimularnos para que volvamos a sentarnos en un sofá a leer Ana Karenina y si no… que disfrutemos con la propuesta express al menos. Hay mentes que pueden sacar la esencia más pura de entre la paja y trasmitirla de manera muy asequible, para todos los públicos, con sencillez y naturalidad, después de todo un proceso de investigación dramatúrgica.
Simón Ribes ha creado esta pequeña pieza de tearo de objetos que podemos disfrutar en Microteatro todos los martes de abril y que nos sumerge en el mundo de los libros-arte a través de Karenina Express. En un paisaje siberiano encontramos sepultado un ejemplar muy especial de la obra de Tolstói. Un ejemplar que guarda las sorpresas no sólo en sus letras… sino en la dramaturgia que va a desarrollar a través de los objetos que Adolfo Simón, gran experto en esta materia, manipula con precisión y armonía como si fuese el dios que elige el destino, aunque en este caso, ese destino ya está escrito por el autor y el dios se dedica a ponerlo todo en su sitio, a manipular el amor, la pasión, el odio,la muerte,… pero a su manera.
En definitiva, una micro-obra-poética-artensana-conceptual para disfrutar detenidamente, pausadamente, en otro espacio y tiempo dentro de Microteatro en el que nos sumergimos placenteramente.
Luis Mª García Grande.
Dostoievsky va a la playa de Marco Antonio de la Parra en Iberdrama-La casa del Lector
El pasado 3 de noviembre comenzó una nueva edición del festival IBERDRAMA, que este año se dedica al vigésimo aniversario de la creación de Teatro del Astillero. De homenaje en homenaje, el ciclo comenzó con una rendición de cuentas a Marco Antonio de la Parra, autor chileno que durante los años 90 impartió talleres míticos y seminarios en Madrid mientras fue agregado de cultura de la Embajada de Chile en España. De esos talleres se alimentó toda una generación de dramaturgos, entre ellos, los autores que luego formaron el Astillero.
Dostoievsky va a la playa es una obra que Marco Antonio de la Parra estrenó en el Théâtre de la Colline de París durante esa época y que nunca fue estrenada en España. Editada en la propia colección de Teatro del Astillero, revisita un universo poblado de referencias literarias europeas y realidades podridas contemporáneas. En una playa poco concurrida, los vagabundos desaparecen a la vez que un inversor extranjero quiere industrializar el puerto. Los personajes se multiplican y entrecruzan en una trama detectivesca que nunca logra constituirse como tal y se deshace en la enfermedad de la incapacidad de construir un mito. Dostoievsky, un detective privado que investiga esas desapariciones, se enfrenta a la pesadilla de la conversión de las dictaduras, en concreto la chilena, en locuras disfrazadas de aparente legalidad, de progreso, de negocio.
Adolfo Simón, en una muestra más de sus pesquisas a la hora de poner en escena lecturas dramatizadas, se aleja de toda trama en una especie de salmodia religiosa y se zambulle en un laberinto de máscaras que ocultan otras máscaras que, a su vez, ocultan personajes que llevan otras máscaras para no ilustrar el texto con acciones que repitan lo que ya dice el propio texto. Huyendo de simples lecturas sin dramatizar, pero también de interesantes puestas en escena cercanas a los semimontados, Adolfo Simón decide poner en escena no sólo una obra, sino un formato diferente para cada obra pone en pie en forma de lectura dramatizada. De esta manera, su propuesta se aleja de cualquier idea de la posible puesta en escena del texto para, así, escuchar con mayor atención el propio texto.
En el Auditorio de la Casa del Lector, Adolfo Simón aprovecha la gran pantalla de este centro para proponer el decorado de la playa a la que cita De la Parra en el título, pero también para proponer otros discursos que no sólo conectan con el universo del creador de Crimen y castigo al que alude el autor, sino también con otros discursos que corren paralelos a la propia obra, como el de El gabinete del doctor Caligari, una película que prefiguraba una enfermedad de la Europa de la modernidad: el fascismo.
Iberdrama continúa todos los miércoles de noviembre y diciembre revisitando textos poco conocidos del colectivo Teatro del Astillero en La Casa del Lector hasta el 9 de diciembre.
Luis Miguel González Cruz
Conmemorando los 5 siglos de Santa Teresa
Una pulsión de tambor rojo sangre marca territorio alrededor del árbol que habita la Plaza de Felipe II en Madrid. Los redobles apuntalan los sonidos del entorno, que queda sumido en un atento y pesado silencio. Al tiempo que una masa negra avanza en procesión, una figura blanca emerge con esfuerzo de la misma. Liberada, es médium de la extasiada Santa Teresa de Bernini. Sitiada ahora por un negro muro de contención, exclama versos de la religiosa mientras lo recorre, logrando que algunas figuras negras dejen el luto y se sumen a su peregrinación.
Surge de nuevo la masa negra, pero esta vez abandona la plaza destilando una saeta. Junto con ella, una excitada piel de tambor agita el ambiente y lo dota de una densidad emocional más propia de Sevilla en Semana Santa que de Madrid en junio. ¿Acaso importa? El espacio-tiempo se agita y la marcada teatralidad de este tesoro barroco del s.XVII viaja por un agujero de gusano hasta el hoy, donde nos sigue impactando la luminosa misiticidad del “Éxtasis de Santa Teresa” a pesar de todo lo escrito, investigado, admirado y debatido sobre el tema desde entonces.
El mármol esculpido por Bernini emana una fuerza que simplemente es, independiente del tiempo y del espacio, y perpetua su influjo reverberando en puntos de apoyo a través de los siglos. En este caso, lo ha hallado en los alumnos de 1º de Interpretación de la madrileña escuela y sala de teatro Cuarta Pared, coordinados por Adolfo Simón.
Quique Rojas
“¡Es niña! o No despiertes el camino que duerme.” de Otso Kautto
Las transgresoras réplicas entre un padre (Manuel García) y una hija (Teresa Vallejo) construyen bajo los focos de La Casa del Lector y la dirección de Adolfo Simón, un arco dramático que refugia y estimula a un artista (Blas Nusier) armado con un lienzo en blanco. Dos personajes, junto con el performer, deambulan en coche sin más rumbo que el de su conversación. Con un fuerte aroma al “Lolita” de Vladimir Nabokov, infancia, sexualidad, descaro, roles familiares, impulsos freudianos y verdades sin tapujos ni vaselina se van materializando en papel, con Blas Nusier como médium.
En esta lectura dramatizada, la historia experimenta una evolución plástica de un inocente carboncillo a un pesado y voluminoso acrílico que empapa el papel hasta trascenderlo. El virginal pliego de inicio se abre de par en par al firme y palpitante arte de Blas Nusier. Éste embraga y acelera (nunca frena) en su trance creativo hundiendo sus pies descalzos en peluches y muñecas rubio platino, desnudas y tan expectantes como nosotros, los voyeurs. Con la atención a caballo entre el trabajo performático y el dramático, esta propuesta nos recuerda que el teatro, como el agua, como las pasiones y las necesidades humanas, se abre camino por donde sea, transformando sin remedio todo aquello que su humedad conquista.
A pesar de su origen finlandés, “¡Es niña! O No despiertes el camino que duerme.”, de Otso Kautto, se mimetiza con el calor veraniego que inunda Madrid sin posibilidad de huída, como la peste. Tras probar con diferentes juguetes, una de las muñecas, tan rubia y tan desnuda, es finalmente insertada por Blas Nusier en el centro empapado del cuadro, decapado y extasiado de pintura, que aún no comprende el curso de los acontecimientos desde sus tiempos de “tabula rasa” hasta la depravación de rojos y azules en que se ha convertido.
Descender a los infiernos de la psique es cuestión de segundos. O de casi dos horas si uno se entretiene en un violento revolcón de cuneta, palabras a pelo y caricias acrílicas.
“no despiertes el camino que duerme”…
Cuando M-A-M-Á es silencio, porque el horror dejó paso a la locura…
Cuando un coro de voces bernardinas
claman “no despiertes el camino que duerme”…
una comprometida dirección escénica respirada profunda, serena-mente por Adolfo Simón, sobre un repleto texto de verdad del dramaturgo Otso Kautto, inauguraba ayer en el Matadero el Festival Eurodrama 2015 dedicado este año a Finlandia, con la lectura dramatizada ¡Es niña! en la Casa del Lector.
Sobre un blanco lienzo la infancia como juguete sexual del adulto: sin edad, sin rostro, sin condición social, con la identidad del mundo…, apisonando a una indiferente sociedad, de la suave y violenta mano de un estremecedor Blas Nusier que trazó interminables caminos de confusión, caos, negruzca culpa, roja vergüenza…
Unas sucias manos portadoras del candado de la casa-coche,
en un viaje a ninguna parte de una, dos, tres… miles de hijas
en el asiento contiguo del padre.
Hablando de lo que no puede hablarse, diciendo lo que no puede hacerse…
tal vez por ello, deba ser pintado con los colores del mundo…
A los pies… los restos de un secreto naufragio
en los inmundos mares de la vieja Europa.
Y en medio, caricias de maestro en mi corazón,
despertando un camino que nunca debió dormir.
Paloma Martín
«Territorio Danza» inaugurado en la sala Cuarta Pared con «Bailar, Volar»
Esta pieza coral, culminación del taller realizado por la coreógrafa Carmen Werner, inaugura Territorio Danza. Werner, reconocida con numerosos premios, entre ellos el Premio Nacional de Danza 2007. Los alumnos del taller llenaron el escenario de la sala con sus movimientos y energía en un intento de volar bailando, de despegarse del suelo y flotar por unos segundos, de superar la fuerza de la gravedad e imponerse a ella. Esa es la idea de Wermer, superar los retos: ya sea el reto de volar o el reto de crear arte a través de la Danza. Un espectáculo optimista que abre con buen pie este festival.
Luis Mª García Grande.
Nico Grijalba nos cuenta su experiencia en «Tres-en-una»

«Tres-en-una» dirigida por Adolfo Simón y escrita por Nico Grijalba, Carlos Be y Ángel Abascal PRORROGA sus funciones en DT espacio escénico los días 7 y 8 de marzo a las 23.00 hs.
El autor de «Espe» nos habla de cómo se fraguó la obra…
RETRATOS DE UN MUNDO NUEVOLa realidad, como decía Nabokov, está demasiado sobrevalorada. Lo mismo que opina Nicolás Grande, que pinta y repinta con savia de papel couché a sus artistas. Para Nicolás no basta con la absurda realidad, siempre hay que darle un borbotón de color, un ojo morado, la coleta azul y una dama de alta alcurnia pasada por el cálido limón de una cera de color.Nicolás Grande existe, no es ficción, es el motor y el alma por el que el proyecto escénico Tres en Una echó a andar hace unos cuantos meses. [Ahora se puedes ver en el Espacio DT: tímido, dominguero, ojeroso, no dejen de ir al teatro, es un arma cargada de saliva].Pues bien, un buen día el director y dramaturgo Adolfo Simón me citó en una whiskería de mala muerte del centro de Madrid. Putas a borbotones y botones descosidos, mucho olor a fritanga, bravas y tal. Él se pidió su cocacola con mucho limón, yo, creo que pedí un whisky con agua. A lo que vamos. “Necesito que escribas un texto sobre Esperanza Aguirre”, sentenció. Mis ojos hicieron carambola. ¿Esperanza Aguirre? Tamaño personaje, la Comunidad de Madrid en la garganta. Siguió explicando: “Tres en Una versará sobre tres personajes femeninos claves de esta España nuestra. A saber: la Duquesa de Alba, la Baronesa Thyssen y nuestra querida –retintín, retintín- Esperancita”.Llegados a este punto observé si quien se estaba bebiendo el whisky era yo o era Adolfo. Él seguía con su cocacola. Todo en orden. O más bien, bienvenidos al desorden. Por si las bravas y las putas nos parecían poco, y el camarero subiendo y bajando el Sálvame, Adolfo sacó de una carpeta una docena de retratos imposibles de clasificar.Oligofrenía Mon Amour, pensé yo para mis adentros.Los retratos representaban caras semi-conocidas, escocidas, desprendían familiaridad de espanto y de cariño, el dibujante –quienquiera que fuese- prestaba mucha atención a la bisutería, a los distintos cortes de pelo, también al tallaje y a las narices. ¿Quiénes son?, me preguntó Adolfo. Son maravillas de la naturaleza, respondí yo.Me contó que los dibujos pertenecían a Nicolás Grande, un anciano nacido en 1925, que desde su retiro en una residencia castellanoleonesa no paraba, cada día, a cada hora, de dibujar y dibujar. Su método de trabajo es puramente warholiano: con el¡Hola! como inspiración, reinterpreta a todas aquellas damas que pueblan este BOE visceral. Cientos de dibujos, de retratos – hechos con pinturas plásticas- de artistas de relumbrón, ricas y famosas, labios finos de la España finisecular. Sin quererlo, o queriendo, vete a saber, las neuronas son muy presuntuosas, Nicolás Grande en su retiro de transistor y jersey de pico, le imprime a la actualidad del ¡Hola! una cierta pose picassiana y un aleluya de Matisse. Por supuesto que Tita Cervera, Doña Cayetana y Esperanza están entre sus preferidas; él conoce a las musas de este dintel algo cochambroso llamado Spain.El whisky se acabó. Adolfo ya tenía en su telaraña a otros dos ideólogos: Carlos Be se quedaría con Tita, y Ángel Abascal con Doña Cayetana, ye-yé de Alba. La menestra teatral estaba servida.Meses después se hizo carne esta exposición-teatro. El artefacto funciona, precisamente, por su carga explosiva. La gente piensa que aquellas obras de Nicolás Grande son producto de la imaginación de algún zascandil pensador, pero no: Grande, ajeno al runrún de la ciudad y al compadreo de la cultura, sigue pintando y dibujando a sus chulas favoritas. Malena Polo se desgañita por poner en pie a estas insignes representantes de su especie, borda sin la burla del imitador las fisuras de estas tres, también de Anita, Ana Botella, tres en una, no lo olviden. Relaxing Tararí Que te Vi. El sirviente (interpretado por Luis María García) sabe que aquellos retratos que cuelgan de las ominosas paredes tienen memoria.Que sí, que ya lo dijo Nabokov que también, por cierto, estudiaba a los lepidópteros, pero hoy Nicolás Grande le ha pintado un culazo a Beyoncé que ya quisieran las de Rubens…NICO GRIJALBA
Misterio y sensibilidad en Zona188
Zona188, un nuevo espacio de encuentro cultural y teatral, inaugurado el día uno de este mes, presenta lo que se ha denominado Audio-Terror y Teatro de objetos, del primero de piezas distintas y con el denominador común de crear la desazón humana, una voz en el primero de ellos, del magnífico Javier Pérez Acebrón, que nos deja un mensaje desde una cabina y nos desgrana el horror de la destrucción del ser humano por sí mismo, una voz repleta de los miedos ancestrales nos atenaza en ese terror, la segunda voz, una consagrada dama del teatro Inés Morales, nos desgarra el alma llevándonos a la realidad cotidiana, a través de un portero automático, una mujer maltratada, con orden de alejamiento para su maltratador, se ve acosada e indefensa, en su voz el espanto, la súplica, las amenazas para al final todo ser en vano. Después como entorno al hogar, se abre un telón/persiana y nos muestra un pequeña ventana donde unos pies iluminados hacen cierta la máxima de que lo pequeño es inmensamente grande, y desde el mundo onírico, creado por los pies y sus sombras, unos pequeños focos que iluminan en el momento justo, la sal que cae como arena de la playa y compás del tiempo, un niño y sus patucos, se genera el círculo de la creación y volvemos al origen, al nacimiento y todo se vuelve verdad. Adolfo Simón, siempre experimental, demuestra otra vez su capacidad creadora y su sensibilidad artística, espero que siga así por muchos años y nos brinde siempre un trocito de cielo o de infierno que de ambos sabe.
Ángel Savín
Nico Grijalba en verano…
¿Qué balance artístico haces de este año?…
Un año muy importante. Aprendiendo, adentrándome más en el teatro. He podido estrenar mi primera obra («Pareidolia»), en La Casa de la Portera, con un equipo maravilloso y muy trabajador. Posiblemente sea la obra que yo le debía a Madrid, después de dedicarle muchos artículos y hasta una tesis -aún en construcción-. Pareidolia se forjó gracias al trabajo de Adolfo Simón, director, y unos actores en gracia, aprendiendo mucho, Ángel Savín, Roberto Martínez e Ignacio Sánchez. También David Utrilla en el atrezzo, creando el mundo-cosmos de estas dos locas que propuse en el texto.
Me gustaría que «Pareidolia» se repusiera, es una especie de homenaje al terror, y al amor, de una época. Son dos viejas locas madrileñas, con esencia de churro, que resisten en un Madrid nuevo, indómito y perplejo.
A otro nivel, también he vuelto a la interpretación. Todo el mes de junio me lo pasé interpretando al Subinspector Alcácer en «¿Quién mató a mi cuñado», de Jesús Checa, en Microteatro por Dinero. Una micro-obra de corte popular, medio comedia negra, que me ha vuelto a recordar que hacer reír es algo casi proteico, te pone las pilas.
Un buen balance.
¿Cómo estás pasando el verano?…
Dedicándomelo a mí, y a los míos, a mi pareja en especial, a mis amigos… Realmente mis vacaciones comienzan en agosto. Espero que podamos escaparnos a algún lugar lejos de lo habitual. A lo habitual, a la rutina, hay que decirla un hasta luego intenso y cortante.
Todo el cine que no he visto, todos los libros que no he leído… ahora caerán.
¿Has visto algún espectáculo interesante?…
Ya sé que hablamos de teatro, pero dejadme que recomiende una película. La vi ayer. Se llama «Laurence Anyways», del joven Xavier Dolan. Intensidad melodramática con tintes ochenteros y una pareja «rara» -así la denominarían muchos- que lo único que quieren es amarse pero no pueden…
¿Qué libro estás leyendo?…
Acabo de terminar «Manu», de Manuel Jabois. Un pequeño relato, supongo que con gran carga autobiográfica, de lo que supone ser padre. No hay mucha pretensión en el libro, más que disfrutar de una excelente prosa, rápida como el periodismo… Al mismo tiempo estoy releyendo a Baroja, y en nada me pongo con un ensayo sobre las mujeres de los dictadores. Leo sin parar, sería bueno parar y no atragantarme con tanta letra.
¿Proyectos para el otoño?…
En teatro, ando metido en un proyecto en el que tres personas estamos escribiendo cada uno sobre tres de las mujeres más fuertes -en todos los sentidos- de la sociedad española. No puedo decir mucho más, creo…
Y luego tengo un título muy sugerente, con una imagen muy potente, que quiero poner en marcha. Sentarme y escribir, no queda otra. Se llamará, posiblemente, «Uñas».
Tienda-teatro «Selectos Puraenvidia»

El domingo 23 se inauguró por todo lo alto la nueva tienda de Alberto Puraenvidia en pleno Rastro madrileño, calle Santa Ana,6.
Allí estuvimos celebrando las nuevas creaciones de este decorador-escenógrafo-ideador-inventor de estilos y, en definitiva…ARTISTA. Alberto y José Martret nos recibieron con un cóctel exótico de melón para quitarnos el calor veraniego y refrescarnos las ideas.
Una tienda que mezcla los elementos teatrales con la decoración retro-pop de todos los tiempos de una manera ecléctica pero efectiva siguiendo y ampliando la línea que Alberto diseño para La Casa de la portera.
Productos seleccionados por su calidad material y estética conviven en esta invención de Puraenvidia que lo mismo pueden hacer felices a nuestras madres que a nosotros mismos…Pasen y vean…
Teatro x Alimento
Un colectivo de actores pone en marcha el proyecto solidario Teatro x Alimento
· – La propuesta nace como espacio de intercambio, con el escenario como nexo de unión, entre dadores y receptores de alimento
· – El patio de butacas se convierte, sin que ellos lo sepan, en punto de encuentro entre quienes dan y quienes reciben víveres
· – La entrada será gratuita. Quienes asistan a la función tendrán que cumplir un único requisito. Los que puedan entregarán alimentos. Los que los necesiten los recogerán
· – El planteamiento cultural surge de la necesidad de un grupo de profesionales de reivindicar el papel del arte como alimento en tiempos de crisis
· ‘Comedia sin título’ de Lorca es la obra elegida y podrá verse los domingos 7, 21 y 28 de abril en la Sala Cuarta Pared, que ha cedido su escenario
Web: http://teatroxalimento.wix.com/dante-ac
Correo electrónico: teatroxalimento@gmail.com
asimomsimon@yahoo.es
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@teatroXalimento
Quién: Teatro x Alimento.
Qué: ‘Comedia sin título’ de Federico García Lorca.
Ficha artística:
TxA es una propuesta de Dante A.C.
Dirección: Adolfo Simón.
Intérpretes: Frantxa Arraiza, Esperanza Elipe, Manuel García, Cinta López, Rocío Osuna, Javier Pérez-Acebrón, Malena Polo, Ángel Savín, Adolfo Simón, David Utrilla.
Dónde: Sala Teatro Cuarta Pared, calle Ercilla, 17. Madrid.
Cuándo: Domingos 7, 21 y 28 de abril a las 20.30 horas.
Reserva de entradas: 915 172 317 ext.1
Para asistir a la función será necesario traer alimentos no perecederos
Pareidolia en La casa de la portera
La vida se pasa en dos días y cambia en un instante. Si a las dos hermanas churreras que nos reciben en La Casa de la Portera les hubieran dicho que Lavapiés cambiaría tanto en pocos años y ya no olería a churro sino a chop-suey, hubieran dicho: “no, no, no, no” muy decididamente y habrían seguido amasando su masa madre para hacer los mejores churros de Madrid, esos que les enseño a amasar su difunta madre. Dos hermanas, Gerónima y Alameda, que tienen miedo del mundo exterior cambiante pero que viven encantadas en su vetusta casa, antes la churrería, y que han decidido contribuir a la perdida cultura madrileña enseñando cómo se amasa un churro, con la ayudita de una subvención, claro está. Devotas y practicantes, muy practicantes, a su manera, no dejan de rezar para que este mundo en crisis encuentre su recto camino, a su manera, pero lo importante es la devoción.
Pero ¡ay!, algo está sucediendo en su casa que las tiene intranquilas: ¡Pareidolias! ¿No saben ustedes lo que es una Pareidolia? ¿Qué tienen que ver las mechas californianas y la laca Nelly en todo esto? ¿Es este el único secreto de belleza de Gerónima y Alameda o tienen más? Me temo que tendrán ustedes que visitarlas para descubrirlo.
Ángel Savín y Roberto Martínez, de la mano de su director Adolfo Simón, han sabido sacarle tanto partido al texto de Nico Grijalba, que no podemos pasar la hora que dura la obra sin sentir toda clase de sensaciones: desde la risa más desternillante al dolor, terror, asombro y emoción más extremos. Lo importante de la obra no es la historia en sí, sino todo lo que la rodea: la personalidad de dos viejas hermanas churreras puede dar para desvaríos y tomos enteros a lo Pérez Galdós, pero no se equivoquen porque aquí el realismo y naturalismo aparentes están completamente desvirtuados… De eso se trata, de recrearse en las pequeñas cosas que cada uno llevamos por dentro, en nuestras pequeñas «actuaciones» y girar la tuerca hasta que se pase de rosca…
Cuando se exprime tanto un guión para encontrar cada gesto y cada actuación y cuando se pone todo el corazón y la experiencia en una actuación suele salir una pequeña perla digna de lucir en los escenarios más grandes, pero que se ve mejor en la caja de bombones de La Portera. Una apuesta que se adapta perfectamente al maravilloso e inquietante espacio de La Casa, con una caracterización y escenografía de David Utrilla tan original como esperpéntica, y que nos deparará un montón de sorpresas.
¿Todavía están pensando en las mechas? ¿En la laca?¡Corran, llamen y reserven porque sólo les quedan tres oportunidades para verla!.
Luis Mª García
Día mundial del sida…Sidario
SIDARIO
Un año más la belleza y la emoción, que es lo mismo que decir la poesía. Una vez más, ese gran creador de imágenes que es Adolfo Simón, nos pone a latir al ritmo de lo solidario. El teatro al servicio de la lucha y la información, como debería ser siempre. Gracias, una apuesta más.
Ana Martín Puigpelat
«La mirada de Aleister Crowley» Pablo Raijenstein y Adolfo Simón. Teatro Arenal.

Madrid está lleno de propuestas escénicas y aún así siempre hay alguien que da una vuelta más a la tuerca y consigue sorprendernos. En este caso, la idea inicial de Pablo Raijenstein de dar a conocer a uno de los ocultistas más importantes de la historia del mentalismo: Sir Aleister Crowley, barón inglés, poeta notable, espía eminente y gran pontífice de la magia negra que dejó en la historia del ocultismo un hueco que nadie hasta ahora ha podido llenar.
Raijenstein, que ya ha trabajado en otros espectáculos de este carácter como «Matrimonio Chariot», se ha centrado ahora en crear algo más redondo y acabado, mostrándonos un resultado más compacto y espectacular para lo que ha convocado al director de escena Adolfo Simón.
Gracias a la colaboración de ambos, nos sumergimos en una sesión a través de la cuál, poder conocer más a fondo la figura de Crowley, gracias a ciertos «fenómenos paranormales» que irá provocando el maestro de ceremonias mediante pequeños rituales e historias en las que participa el público como vehículo para conectar con el alma del místico.
La dramaturgia Pablo Raijenstein y Adolfo Simón genera una estructura escénica para que este último arme una puesta en escena impactante, consiguiendo crear tensión sobre las percepciones del espectador, para que se enganche desde un principio y se mantenga en vilo durante toda la representación a través de elementos visuales y psicológicos. Se crea un ambiente de tensión escénica mediante elementos decorativos que nos sugestionan para creer que nos hemos cruzado de repente con un alma en tránsito y que nos va a ayudar a desvelar ciertos secretos y a entrar en la mente de los demás y saber crear esa tensión a partir de la idea de que «El Todo es Mente» y que los pensamientos se pueden transmitir de una mente a otra ha sido todo un acierto para este espectáculo.
En definitiva, Raijenstein y Simón han creado un espectáculo para curiosos, para aficionados y para todos aquellos que disfruten con la búsqueda del más allá, de la parapsicología y crean que en el Universo hay una sola Mente y TODO está comprendido dentro de esa mente…
Luis Mª García.
BERNARDA AL CURRY. TEATRO CÁ LA CELIA. MIRA (Cuenca)

Cuando empecé mi andadura en este maravilloso oficio de cómico, me preguntaron por el personaje que me gustaría encarnar como actor y me respuesta fue inmediata, Bernarda Alba y Ricardo III, pues bien este pasado mes de junio Adolfo Simón me propuso hacer Bernarda y me dijo: – Ya me conoces no sería Bernarda Alba al uso, sería una Bernarda con picante, con algo que la traiga a este momento que vivimos y que nos presente a una Bernarda, que sin olvidar a Lorca, cómo no, se metería en una salsa picante, algo especial, la aderezaríamos con un poquito de curry. Eso inmediatamente me atrajo pero la idea era, también, llevarla al mundo rural, la representaríamos en Mira, un pueblo de Cuenca con mucha carga emocional para él, su madre era de allí y su padre era un enamorado de ese pueblo y él había heredado la casa que ellos compartieron los veranos y sus padres el final de sus vidas. Crea el Centro Dramático Rural y presenta en un ambiente natural, el escenario es la entrada de una casa de pueblo con un patio y un mundo de habitaciones perdidas al final de una escalera y un patio corrala oscuro con una profundidad de pozo negro donde los personajes escogidos para este Curry serían Bernarda, Poncia, Adela y Josefa y entre escenas literales de Bernarda Alba y otras creadas por la realidad de lo cotidiano, donde los actores son ellos mismos, aparece esta salsa curry que envuelve al texto lorquiano y el precio de la entrada sería lo que la gente nos pueda dar de alimentos o de su trabajo, nosotros les damos nuestro oficio y ellos nos dan de lo que hacen, era volver al origen, se me pone la carne de gallina ahora que lo escribo. Nos embarcamos para estar una semana entera en Mira, todos juntos conviviendo y trabajando el texto de la obra y practicando improvisaciones de lo actual, con tres coplas que marcan los ángulos de esta propuesta de función, Lucila Maquieira (Josefa), Magdalena Polo (Poncia), Natalia Pablo (Adela) y el que suscribe Bernarda, junto a Simón y a Luis María García Grande (ayudante de dirección). La experiencia ha sido maravillosa, la convivencia sin roces, con lo difícil que es, todos buscando el placer de reencontrarnos con el alma de unos personajes rurales en el medio rural y el placer de estar con amigos, que luego se trasmite en escena. El pueblo ha respondido con una entrega y una generosidad que emociona, entregados en las funciones que representamos haciéndonos sentir una proximidad, que si de por sí lo era física, estaban sentados como invitados en el patio, casi espiritual, unas funciones donde hemos dado y recibido amor del bueno, del que queda en el corazón para toda la vida. Mi deseo y creo que el de todos, volver, regresar a Mira con cuestas hermosas que te meten en la montaña y gentes hermosas que te miran a la cara con honestidad que nos ha dado su aplauso y sus frutos, que más puede pedir un actor.
Ángel Savín (actor).
Carlos Be, autor y director que está realizando en los últimos tiempos la presentación de bastantes trabajos en Madrid, nos cuenta su visión del teatro en estos momentos de crisis…

¿Cuál es el balance de tu experiencia en Madrid con los últimos trabajos?
A finales de agosto se cumplirá un año de mi llegada a Madrid. En este año hemos estrenado con la Zombie Company tres espectáculos, “Exhumación”, “Peceras” y “Muere, Numancia, muere”, lo cual nos ha permitido consolidarnos en el panorama teatral de la capital como compañía independiente con estilo propio y reconocible tanto por la crítica como por el público. También ha sido un año muy prolífico como autor y docente, he concluido un texto nuevo, “¡Feliz cumpleaños, Phoebe Zeit-geist!”, que se estrenará la próxima temporada en Praga, directamente en checo y con un elenco de doce actores, y he impartido dos cursos de escritura teatral en ese enclave cultural y de encuentro de artistas que es, de siempre, el Café del Cosaco. Así pues, el balance es más que positivo: es enardecedor, y lo digo a sabiendas de la situación actual, y es que algunos de nosotros, ante las dificultades, nos crecemos y nos salen
alas en la espalda y no de ángel, sino de águila.
¿Cómo ves la profesión teatral de Madrid en estos momentos?
El teatro refleja el estado de la sociedad y, como en ésta,
actualmente, existe una brecha que rotura, divide y separa la
estructura que mantenía a los extremos en equilibrio relativo. Así pues, el teatro regido por el stablishment se atrincherará en su corpulencia y el teatro independiente, aquél que permanece atento a los tiempos que corren y quiere influir en ellos, alardeará como nunca de inventiva. El Talmud nos diría que ha llegado el momento de ser flexible como un junco. Por otra parte, cada vez se vislumbra con mayor claridad la aparición
de un papel propio del artista cuasi insólito en la sociedad española, el de líder moral. En la República Checa, donde el teatro ocupa el lugar que le corresponde en la sociedad, encontramos el caso más irrefutable en la figura de Václav Havel, dramaturgo y presidente de gobierno tras la Revolución del Terciopelo. Václav Havel falleció el año pasado, pero existen muchos otros sabios e intelectuales, como la cantante Marta Kubišová, a los que en España se les ningunearía sin
ninguna consideración, lo cual dice mucho de nuestro gobierno, en concreto de su escasez de valores.
¿Cómo has trabajado dramatúrgicamente el material de Numancia para tu nuevo texto?
Empecé a escribir la obra en primavera del año pasado. Me encontraba en Praga y de repente empezaron a llegar noticias sorprendentes desde España. En Puerta del Sol, veintidós siglos después de su destrucción, estaba conjurándose una nueva Numancia. Nacía el movimiento 15-M. En el momento de la escritura, aún no sabía si esos nuevos numantinos se saldrían con la suya o se extinguirían como los antiguos, lo que sí tenía claro era que su mensaje debía perdurar. De eso trata “Muere, Numancia, muere”: de lo que nos merecemos y no podemos olvidar. El
texto contiene más claves de los manifiestos del 15-M que de la obra de Miguel de Cervantes, del que sólo recuerdo rescatar al personaje del Hombre Muerto y poco más. Me importaba más la traslación de un hecho histórico devastador de nuestro pasado a los hechos actuales vividos en Puerta del Sol.
Háblanos del proceso de la puesta en escena de Numancia.
Presentamos el proyecto a la primera edición del festival Fringe. El 22 de junio nos comunicaron que lo habían aceptado y nos dieron como fecha de estreno el 23 de julio. A partir de ahí, nos sentimos como “Los locos de Cannonball”. Contábamos con un mes para, en definitiva,
todo. Hubo que buscar un actor nuevo y logramos al maravilloso Juan Caballero; Sara Luesma, la ayudante de dirección, fue un regalo del cielo. La Sala Triángulo no dudó en aliarse con nosotros. El proyecto crecía al borde del precipicio coreado de ángeles. Como no podía ser de otra manera, llegamos más que airosos al estreno con un espectáculo con un lenguaje poético muy singular que bebe, salvando las distancias, de muchas referencias escénicas entre las que destacaría al belga Jan Fabre y los checos Vladimír Morávek y Jiří Havelka. Por el momento, tengo entendido que nos hemos convertido en la compañía teatral con mejor taquilla del festival, algo que nos llena de satisfacción y que dice mucho de la necesidad del público por un teatro de compromiso. Valió mucho la pena ese tránsito al borde del precipicio. Además, en el festival hemos tenido la suerte de encontrar un equipo
humano muy cercano, atento a todas nuestras necesidades, y en un
entorno técnico muy favorable. ¡Con ganas de repetir!
¿Cuál ha sido tu última experiencia teatral en Praga? ¿Cómo se ve España a nivel cultural desde Praga?
Estuve esta primavera pasada en Praga con ocasión del estreno de un texto mío, “Valentýn”, por parte de la compañía Antena. Sus artífices, la directora Apolena Vanišová y el actor Petr Krušelnický, son dos grandes valores de la nueva escena checa. En Praga, el riesgo difícilmente se desentiende de la calidad. Por desgracia, el teatro y el resto de la cultura que España importa a través de los agentes institucionales se excede en lo folclórico. Muchos artistas españoles y latinoamericanos residentes en Praga no nos vemos reflejados en esa imagen oficial estereotipada.
¿Qué opinión te merecen las últimas medidas políticas que van a
afectar tanto a la cultura de este país?
No me merecen ningún respeto. Sin resquemor, simplemente correspondo al trato recibido con la ley del Talión. Se nos obliga a seguir unas medidas anticonstitucionales en nombre de
una constitución que ellos mismos no respetan. Ya lo decía Leo
Tolstoi: “El gobierno es esa asociación de hombres que ejerce la
violencia sobre el resto”. De todas formas, más que preocuparme por tales medidas, me estimula y espero que me lleven, en cuestión de tiempo, a enorgullecerme de mis decisiones y, en extensión, de mí mismo como ciudadano y como artista.
Alguna propuesta para seguir creando en estos tiempos de crisis…
Un artista siempre debe estar en continuo estado de crisis. Sin la crisis no hay compromiso y sin compromiso no hay mensaje: nada que decir. Si nada te conmueve ni te irrita, dedícate a otra cosa. Yo pongo a trabajar la imaginación del público para que la obra de teatro la creemos entre todos. Ahórrate aborrecer al público con tu adocenamiento. Odiaría que alguien me tratara con semejante condescendencia.
¿Estás escribiendo algún texto nuevo? ¿De qué va?
Estoy a punto. Es una sensación que hacía tiempo que no recuperaba, con tanto montaje enlazado uno tras otro. De repente, la cabeza se convierte en una maraca preñada de semillas. Sólo hay que escoger una y mantener las otras en hibernación. Crece sola en tu mano.
Entrevista a Marco Calvani. Autor y director Italiano


Soy, entre otras cosas totalmente solidario con las voces de protesta que se han alzado estos días contra la política del gobierno español para la cultura. He participado físicamente en las manifestaciones y también después de irme de Madrid continuaré participando de lejos.
FETAL. Festival de Teatro Alternativo de Urones de Castroponce. Del 19 al 26 de agosto.
Toda la programación pinchando sobre la foto
Hoy en Fringe Madrid: «Cosas de este mundo / Miel en los labios» de Marco Calvani y Neil Labute

Cosas de este mundo
Roba di questo mondo de Marco Calvani. Dirección Neil LaBute.
Hoy en día. Interior de una casa. Una señora madura y logorroide y su ya no joven mayordomo se preparan al extraño ritual de “cena” de las misteriosas invitadas de los miércoles. Entre los pedidos, el arrepentimiento, la crueldad y la ternura, la relación entre los dos en la escena de repente se desgasta.
Traducción: Marina Espasa. Ayudante de direccion: Iván Rojas. Actores: Kiti Mànver y Chema Coloma.
Miel en los labios
Lovely Head de Neil LaBute. Dirección de Marco Calvani.
Una Lolita acaba de florecer. Un hombre, cuya identidad sigue siendo un misterio hasta el último. Unos cuantos minutos de tiempo para estar juntos. Tres elementos se combinan para crear una obra que desafía sin miedo, lo que podríamos llamar un cliché, para aterrizar en una isla donde el lenguaje está detrás de las palabras, cuando ello no es lo que parece.
Traducción: Bel Olid. Ayudante dirección: María Mendizábal. Actores: Adolfo Simón y Marta Rubio.
Proyecto AdA (Author directing Author)
La atención a los problemas contemporáneos más urgentes puede constituir el denominador común de LaBute y Calvani, dos autores que en los últimos años se han establecido como jueces implacables del lado oscuro de la naturaleza humana en la sociedad estadounidense y europea. Con el AdA proyecto, LaBute y Calvani resaltan diferentes enfoques para escribir y dirigir teatro. Los dos autores y directores estuvieron de acuerdo en un tema común -FAMILIA- para la escritura de dos obras cortas de un solo acto para luego compartir la dirección de piezas (cada uno de ellos dirige la obra que ha escrito el otro), en italiano y en inglés, en Italia, luego en EUA y ahora en España.
Una produccion Mixò (Italia), Titania Produzioni (Italia) en colaboracion con Spoleto55 Festival dei 2Mondi (Italia), Fringe Madrid (España), La MaMa E.T.C. New York (USA), Indipendent English Theatre (UK), MTM (Italia/USA), Fondazione Carla Fendi (Italia).
Miel en los labios.Fringe Madrid.Marco Calvani

FESTIVAL FRINGE – Veranos de la Villa de Madrid
Sala Auditorio – Conde Duque
“Miel en los labios”
Autor: Neil Labute
Director: Marco Calvani
10 y 11 de Julio de 2012
Dentro del sugerente marco del nuevo Festival Fringe Madrid, entre todas las propuestas presentadas para todo tipo de público, hemos podido disfrutar de trabajos work-in progres. Marco Calvani conoció hace dos años a Neil Labute en Barcelona, cuando ambos impartían talleres en la Sala Beckett, allí descubrieron que su trabajo tenía muchos puntos en común y decidieron poner en marcha un proyecto conjunto: ADA…Autor-Director-Autor; ambos son autores y directores, así que escribirían y dirigirían. El punto de partida consistía en que escribirían un texto de un acto sobre un tema común, en este caso: La familia. Y cuando lo tuviesen escrito, platearían a algún festival la posibilidad de tener un espacio de trabajo con actores para realizar un boceto de ese material dramático, con la peculiaridad de que cada uno dirigiría el texto del otro. El Festival de Spoleto acogió con entusiasmo la iniciativa donde se presentó por primera vez y a continuación, Fringe Madrid, quiso que fuese una de las propuestas estrellas del festival, dejando constancia de la filosofía de este nuevo marco escénico en nuestra ciudad. Dos mañanas intensas de trabajo fueron suficientes para que Marco Calvani y los dos actores elegidos para esta ocasión…Adolfo Simón y Marta Rubio consiguieran que el texto de Miel en los labios de Neil Labute tuviese movimiento e intenciones y aunque con libreto en mano, los intérpretes consiguieron transmitir los secretos de familia de la pieza de Labute.
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