A puerta cerrada de Jean Paul Sartre en La pensión de las pulgas
Este texto con traducción de Alfonso Sastre ya se ha convertido en un clásico del siglo XX, una obra atemporal por el tema que trata y el tratamiento dramatúrgico tan moderno que tiene; podría situarse en cualquier época y sociedad. La obra nos sitúa en un espacio mental y filosófico para reflexionar sobre la conducta humana. En ese lugar sin tiempo ni ubicación real, los seres, como animales enjaulados tendrán que buscar la salida o devorarse entre ellos. La pensión es uno de los espacios más idóneos donde he visto representado este texto, allí, no solo los personajes están en un callejón sin salida, los espectadores asistimos como testigos mudos a ese encierro del que también formamos parte. Ernesto Arias dirige con aplomo a los actores para que se manejen con tensión y soltura entre estas cuatro paredes sin salida.
Adolfo Simón
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