Edgar Chías, autor de Ternura suite, nos habla de Dramaturgos mexicanos aprovechando su presencia en Escena Contemporánea
Balance de vuestra trayectoria…
Dramaturgos Mexicanos es una asociación de artistas que lidera Beatriz Luna. Desde ahí, hemos producido dos espectáculos: Historias de una hiena vacía bajo la dirección de Alberto Villarreal en 2007 y Ternura suite bajo la dirección de Richard Viqueira en 2011, dos emisiones de un festival de semi montados (o lecturas en espacio) de obras de autores dramáticos mexicanos de última generación (2005 y 2006) y hemos traducido un volumen de obras del autor brasileño Samir Yazbek (Libros de Godot, 2012) y Nuevos territorios del diálogo (Paso de Gato, 2013) del investigador francés Jean-Pierre Ryngaert. La intención de este grupo es lanzar espectáculos poderosos asociando algunos de los creadores mexicanos más interesantes (nacional e internacionalmente) y realizar actividades que fomenten el desarrollo de la dramaturgia mexicana, estableciendo diálogos con el mundo.
Kraken teatro es una compañía liderada por Richard Viqueira, quien es uno de los directores de escena mexicanos más destacados de su generación. Sus espectáculos han sido de alto impacto en el país. Se caracterizan por el riesgo físico (en el sentido deportivo, incluso de alto riesgo) que asumen los actores. Destacan, en su repertorio Vencer al sensei (2007), El evangelio según Clark Kent (2009), Por favor no mande riñones por correspondencia (2010) y Ternura suite (2011). Recientemente han incursionado en los circuitos internacionales con El evangelio (EU, 2010) y Ternura suite (ahora, aquí).
Yo soy autor dramático, tengo una cátedra en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y también traduzco, actúo, dirijo y hago gestión cultural (desde 2003 realizo un festival de nuevas escrituras en México). Mi obra ha sido traducida y publicada en griego, francés, italiano, alemán e inglés. He dado a conocer algunas de mis obras en el Piccolo Teatro de Milán, la Schaübhune de Berlín, el Centro Dramático Nacional de Madrid y el Royal Court Theater de Londres (entre otros). Actualmente tengo en cartelera en la Ciudad de México la obra Disertaciones sobre un charco.
¿Cómo surge el proyecto que presentáis en Escena Contemporánea?…¿De qué va la obra?…
Este fue un proyecto que diseñó Dramaturgos Mexicanos. Teníamos muchas ganas de entablar una colaboración con Kraken Teatro, así es que comenzamos a planearlo desde 2010. Ternura Suite es una obra que escribí en 2006 con la intención de discutir de forma directa y práctica la violencia sistemática que se adueña de todos los ámbitos y gestos de la comunidad en mi país. Con la obra me propuse un acontecimiento que debía suceder en un recinto no teatral. La idea es poner en crisis el sistema de representación estatal. En todos sentidos. Su representación política lleva colapsando más de 18 años y promete ponerse peor. Pero la forma en que las instituciones del estado conciben al teatro es algo que debe quebrarse también. Por eso pensamos en todo lo que no es políticamente correcto y lo efectuamos, pero con un sentido. El de reflexionar sobre la corrupción del tejido social. De paso, quisimos abrir un boquete para que por él escaparan de la demasiada quietud nuestro espectáculo y sus actores. La obra se hizo en sótanos y bodegas aledaños a los edificios teatrales. La institución se puso en jaque, con lo que logramos muchas cosas, creo yo. En principio, que les quede claro que es la comunidad organizada la que dicta las reglas, no la institución, porque la institución está para garantizar los intereses de la comunidad y no viceversa, cosa que parecen haber olvidado los funcionarios culturales (y en todos los niveles). El teatro, su práctica, dicta la norma y los caminos, no los recintos ni las programaciones que pretenden que todo suceda sin sobresaltos, sin desajustes. Lo que pasa es que las instituciones (en todos niveles) quieren ciudadanos obedientes. Nosotros queremos ciudadanos disidentes, vivos, reflexionando, e instituciones a su altura, a la altura de una comunidad que se mueve, que se transforma. Ternura suite ha sido un escándalo en México. Ha puesto en crisis todo. Los límites de la teatralidad, de los permisos sobre lo que debe hacerse, la relación del espectador con el espacio público, la ética del actor y del director, la idea del riesgo en la escena. Todo lo ha cimbrado. Tuvimos varias pequeñas temporadas en la Ciudad de México desde 2011. Nos presentamos en un par de ciudades antes de llegar en 2012 a la Muestra Nacional de Teatro que organiza la Coordinación Nacional de Teatro. Y ahora estamos aquí, en Escena Contemporánea. La obra, a nivel de historia, es muy sencilla: Un intruso abusa de su anfitrión obligado (lo fuerza a recibirlo, en todos sentidos). Esta línea fabular simple nos da pretexto para reflexionar un poco sobre la desigualdad y la violencia a que obliga.
¿Cómo fue el proceso dramatúrgico y de montaje de la obra?…
Como te decía, la obra se escribió en 2006. En 2010 hice una revisión y llegué a la versión que se ha publicado, que es cercana a la que se puso en escena. Digo que es cercana porque Richard Viqueira quiso usar una de las versiones primarias de la obra, y desde luego que hubo algunos ajustes sobre la puesta en escena. El montaje partió de la idea de reducir al máximo la simulación y el simulacro. Partió de la idea de realizar en escena acciones reales. Partió de la idea de evidenciar el «montaje» de la violencia. Una especie de paradoja: las acciones que se ejecutan en la performance son reales, pero se evidencia que tal violencia está «producida», que es intencional. Un poco para señalar la intención del estado, su indiferencia intencionada en torno a la desigualdad, al derecho al no derecho.
¿Conoces la obra de otros creadores contemporáneos en España?…
Me interesan Angélica Lidell, Juan Mayorga, Sergi Belbel, Paco Bezerra, Pau Miró. Me interesa lo que crea en España Rodrigo García. Quiero conocer a La Tristura y a Animalario.
¿Qué opinas de la programación de Escena Contemporánea XIII?…
Se mira muy interesante. Me habría encantado poder ver toda la programación. Lo interesante de eventos como este es la reunión de creaciones que se desarrollan desde la divergencia, la pluralidad, lo anómalo. Te hacen sentir menos solo. A mí me toca mirar una parte reducida de la programación general.
¿Qué función crees que ha de tener hoy la creación contemporánea para la sociedad en la que vivimos?…
En México, en donde todo está perdido o por perderse, la creación contemporánea ha de servir para restablecer el tejido social que la política contemporánea y las economías delincuentes están desgarrando. Creo que el teatro contemporáneo en México debe recuperar las antiguas misiones del teatro: la educación y la civilización de las comunidades, porque a nadie le importan. La creación contemporánea en México puede prestarle estructuras de orden a la realidad que se ha derrumbado. Puede ser una actividad que garantice la participación de las personas en algo constructivo, que le de sentido a las asociaciones, a las reglas, a las personas. Que demuestre el valor de las acciones. La creación contemporánea puede ser el espacio de reflexión en un país desastrado.
¿Qué te motiva o inspira para realizar proyectos que mostrar en vivo?…
La acción transformadora. Saber que luego de hacer algo, ya nada puede ser lo mismo. Ya no puedes ser el mismo luego de actuar. Eso me pasa. Estoy convencido que ese es el sentido de las artes escénicas -para mí-. Hacer, transformar. Mirar y vivir el cambio. En todos los sentidos.
¿Crees que afectará mucho la subida del I.V.A. y los recortes al teatro para la escena alternativa?…
En México hay un gesto muy poderoso hacia la cultura en general y hacia el teatro en particular. Todo se vende. Todo lo que vende demuestra su sentido y utilidad, en la lógica de los pobres demonios que tenemos en los puestos políticos que administran nuestra desgracia. Esos pobres bufones no entienden de cultura. Para ellos el arte es lo que ven en la televisión. Tenemos un presidente que difícilmente sabe leer. Así es que la cultura no solo no les interesa sino que los asusta porque los desafía, es un espacio que los amenaza, así es que atentan decididamente contra él. El teatro independiente está bajo amenaza. El estado dedica recursos para el teatro, pero para el privado (porque en él reconocen a los actores de la televisión). Del otro saben lo mismo que de astrofísica. Nosotros comenzamos el año con el anuncio de un recorte presupuestal importante a la cultura. Cuando se enteren de que eventualmente se usan libros en el teatro, quizá los prohiban. Te digo que las letras y las ideas no se le dan a nuestros dirigentes. ¿Es parecido por acá?.
¿Qué obra de teatro, danza o performance has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
Hasta hoy no he podido ver cosas en España. Trataré de ponerme al corriente en los pocos días que dura mi estancia.
¿Cómo ves la creación contemporánea en el lugar donde trabajas?…
Con fuerza. Mucha fuerza de parte de los creadores. A pesar de la torpeza, la indiferencia, y a veces la decidida idiotez de los funcionarios de cultura, en México estamos viviendo un momento muy brillante para las artes escénicas. El año pasado estuvo en Escena Contemporánea Lagartijas tiradas al sol, una estupenda compañía mexicana. Así como ellos, hay una importante cantidad de compañías, de creadores, de autores y actores que no se veía en muchos años, no con este brillo ni con esta abundancia.
¿Alguna idea para seguir creando en tiempos de crisis?…
Estamos un poco acostumbrados. Así lo hemos hecho desde hace años y así seguiremos bastantes más. Creo que la estrategia es la obstinación y la táctica la asociación hormiga.
¿Proyectos?…
Muchos:
-Una obra concierto. Es una historia de familia casi griega de tan negra. Lo tiene todo. Todos los excesos. Pero, han de contarla tres actrices y un músico en escena. Con canciones y todo, pero no es un musical en el sentido que conocemos.
-Una instalación en recintos de museos. Diseñaremos un dispositivo que se pueda operar varias veces a la semana, a ciertas horas, pero que quede a solas y que se baste a sí misma cuando los asistentes lo experimenten sin la intervención de los performers. No es teatro, no es concierto, no es una instalación con audiovisuales. Es todo eso, pero con chatarra y Bertolt Brecht. Los procedimiento son el azar y el reciclaje.
-Un texto sobre la desaparición de las lenguas originales.
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