Iván Morales nos habla de su trayectoria en la escena
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…¿Realizaste otras facetas además de la dirección y la escritura?
Mi debut en el teatro fue, con doce años, haciendo Caricies de Sergi Belbel en el Teatre Romea. Desde entonces he ido trabajando como actor en proyectos teatrales de diversa índole, con directores como Marc Martínez, Carme Portacelli, Alicia Gorina, Francesc Nel.lo, Nao Albet & Marcel Borras…
«Sé de un lugar» es la primera obra que escribí y dirigí, aunque llevaba casi veinte años haciendo teatro como actor y escribiendo guiones de largos («Mi dulce», «El truco del manco») y dirigiendo cortometrajes la escritura teatral me infundía demasiado respeto y tardé mucho en atreverme. Una vez levantamos la companyia Prisamata los miembros nos ponemos manos a la obra y nos encargamos de casi todo, así que tocamos todos los palos de la producción teatral, desde construir la escenografía(cuando hay) hasta hacer de director de promoción.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria?…
Como actor he hecho de todo, la verdad, desde doblaje hasta animaciones publicitarias, he rodado con actores de Oscar en producciones internacionales y he hecho teatro alternativo, como mucha gente, vaya. Así que he podido aprender en todo tipo de escenarios, eso me ha ayudado a saber qué me gusta y qué no por experiencia y no por teoría. Además, desde muy joven he participado en fanzines, radios libres, cultura alternativa, vaya, y ahí he cogido callo en eso de hacer uno mismo las cosas sin pedir mucha ayuda a instituciones, y teniendo claro que la cultura no es sólo un pasatiempo cómodo, sino que hay que tener la idea, por muy naïf que sea, de que estás intentando cambiar las cosas. Ese es el punto de partida a la hora de enfrentarme a proyectos propios con Prisamata, aplicar todo lo aprendido desde esa ética de curro y buscar la máxima libertad posible para hacer el trabajo que queremos hacer. Nos ha tocado vivir esta época de crisis económica o estafa social, como prefieras llamarlo, y hemos decidido usar todos esos problemas a nuestro favor. Hemos tenido suerte con que algunos de nuestros espectáculos han tenido una buena respuesta de público y crítica, y eso nos ha dado más impulso para poner en práctica nuestras quimeras. Tan solo hemos levantado tres espectáculos largos, siento que estamos aún en pañales, pero lo mejor de nuestra ignorancia es que nos ha llevado a hacer realidad proyectos y a poner en práctica ideas que, mirando atrás, sobre el papel, parecen imposibles, quijotescas. Hemos trabajado muchísimo estos tres últimos años, hasta la extenuación: Tres obras de teatro, varios cortometrajes, varias piezas teatrales cortas, giras por Catalunya, España, América… Ahora toca trabajar desde un poco más de serenidad, pero el músculo que hemos cogido nos hace sentir fuertes como para enfrentarnos a nuevas quijotadas. Tengo la sensación de que no hemos hecho aún nada de lo que somos capaces, de que hasta hoy todo ha sido un esbozo, un ensayo. Me huelo que ahora viene lo bueno.
¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que te embarcas?¿Qué te anima a participar en ellos?…
Los proyectos surgen, primero, de la necesidad. Nudos, dolores, frustraciones, apegos, euforias. De las ganas de compartir, con el equipo, con el público. De las ganas de romper con ideas demasiado confortables. De enamoramientos, con personas, con ideas. De la ebriedad. De la soledad. Del deseo. Me gusta el teatro porque obliga a compartir y a vivir el presente. En escena todo parece posible. El teatro parece una posibilidad de salvación, hay que aprovecharla. Parece un buen lugar donde romper las cadenas, las que nos ponemos y las que nos ponen. A partir de ahí, desde esa raíz, todo vale y debe valer. Si no nos sorprendemos y nos imponemos retos imposibles no tiene sentido empezar nada.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…
Este último año hemos estado moviendo «Sé de un lugar». Soy director, regidor, promotor y lo que haga falta, así que eso chupa mucho tiempo. También hemos estrenado y movido «Jo mai» (www.jo-mai.com). Hemos rodado varios videos relacionados con ambos proyectos(cortos, videoclips, fotonovelas, se pueden ver en nuestra web: ciaprisamata.com), ya que intentamos darle vida a nuestros proyectos más allá de la propia obra. He escrito unas cuantas cosas que no voy a levantar aún. Y hemos empezado a ensayar el nuevo espectáculo, que no pensamos estrenar hasta de aquí un año.
Háblanos del estreno en Cuarta Pared …¿Cómo surgió este proyecto?… ¿Cómo ha sido el proceso?…
«Sé de un lugar» es una obra que empezamos a hacer para amigos y conocidos en el bar de La Caldera hace unos años, y que desde entonces no ha parado de caminar y de hacernos crecer. Es algo que empezó como un acto de amor y que nos lo devuelve cada día con creces. No dejamos de ensayar, de rascar, de descubrir nuevas capas. Llevamos tres años así y parece que no tiene fin. Es una sensación rarísima, algo tan efímero como una función teatral, que se convierte en un eterno retorno que nunca es igual, que siempre va más lejos y que nos pide un compromiso y un mimo extenuante. La hemos representado en todo tipo de teatros de todas las maneras posibles. Sí, nos han dado premios y nos ganamos la vida con ella, pero sobre todo nos ha cambiado la vida y cada día nos enseña un poco más. Estamos enganchados a esta obra, somos un poco yonkis.
¿Qué proyectos tienes entre manos?…
Estamos preparando una nueva obra con la compañía, la primera vez que hacemos un texto ajeno. No queremos decir mucho aún, pero vamos soltando pistas en este blog: http://novaaventuraprisamata.blogspot . También me han encargado un texto para el año que viene y estoy en ello ahora mismo, escribiendo y dándole forma al croquis aún. Todo está muy en paños menores aún. Mientras tanto, seguimos dándole vida a «Sé de un lugar» y «Jo mai», somos una compañía de bolos, y las obras son muy delicadas y piden mucho cuidado y presencia mientras siguen vivas.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
Obviamente, los recortes, el IVA… son una jodienda, un ataque más de los muchos que recibe el 90% de la ciudadanía. Como en muchos otros, cada dia es más difícil sostenerse en este oficio. Y está claro que la tendencia neoliberal de que las cosas valen el beneficio económico que producen está ganando cada vez más terreno y eso es muy peligroso. Sobre todo si nos lo Acabamos creyendo. Hacer teatro ahora, aquí, no es solamente el reto de crear algo que valga la pena y sea lo más útil y genuino posible, además hay que inventar fórmulas para hacerlo sostenible en un entorno que lo pone todo en contra, y ganarse el respeto de un público que a veces no acaba de confiar en nosotros. Tenemos la responsabilidad de hacer cierta pedagogía, en ese sentido, y de mantenernos a la altura de los acontecimientos para demostrar con nuestro trabajo que somos parte de la solución y no del problema.
¿Cómo es la realidad teatral ahora en Barcelona?…
En Barcelona están pasando cosas muy interesantes a nivel teatral. Cuando estrenamos «Sé de un lugar» éramos unos pocos locos los que hacíamos teatro en compañía sin un duro y pasábamos de los circuitos convencionales y de los peajes aparentemente obligatorios. En los tres años que han pasado desde entonces el paisaje escénico ha dado un vuelco. Por un lado parece que la tendencia dominante de los «nuevos dramaturgos» es un ciclo que está terminando y está dando paso a un resurgir de las compañías, entre otras Muchas razones porque es mucho más fácil, tal y como está el patio, levantar un proyecto desde el colectivo que desde lo individual. Para mi eso es muy positivo, porque poner el foco de la creación teatral en un rol en singular (sea el dramaturgo como el actor o el director) no creo que nos ayudara mucho, para empezar porque no es Realmente honesto con la naturaleza de la creación teatral. La gente se está organizando y el virus de hacer teatro en espacios no convencionales, de compartir las responsabilidades entre todos y de hacer de la experiencia teatral algo menos institucional se ha extendido muy rápidamente en un tiempo record. Eso es maravillloso, teniendo en cuenta la tradición catalana de compañías teatrales que parecíamos haber olvidado. Está en nuestra raíz. A ver qué resulta de todo esto. Creo que aún tenemos todos que entender Realmente que significa hacer «teatro de crisis» y no limitarnos a hacer lo mismo sin dinero: Plantearnos desde la base los procesos creativos y de producción y encontrar un teatro propio, necesario al momento que vivimos. En la parte de lo mejorable, creo que en Catalunya aún arrastramos, los jóvenes también, la idea de que el teatro debe de ser un lugar confortable, que nos complazca(incluso si toca temas políticos o sociales); seguimos pidiéndole a la experiencia teatral que nos permita salir de la sala satisfechos con el mundo, con la idea de que nosotros, al menos, somos de los que estamos «bien». Por lo que veo estos días en Madrid hay una tendencia más marcada entre compañías jóvenes a hacer un teatro más comprometido con remover el aquí y ahora a riesgo de molestar. En Catalunya siento que nos falta romper aún unos cuantos prejuicios al respecto.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?…
Me ha gustado mucho «La pols» de la Arcàdia, escrita y dirigida por Llatzer Garcia. He leído dos tebeos recientemente que me han puesto las pilas como escritor: «No os indigneis tanto» de Manel Fontdevila y «Dream team» de Mario Torrecillas y Laperla. Aquí en Madrid en cuanto tenga un momento voy loco por ver «Perdidos en Nunca Jamás» y «La cena del Rey Baltasar».
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
No tengo ninguna sugerencia para crear en tiempos de crisis, y si la tuviera desconfiaría de quien me hiciera caso.
Nieve de Medina: El arte es fundamental para el ser humano
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?… Yo venía de la danza de haber sido bailarina y sin darme cuenta empecé con un grupo de amigos a hacer performance en bares de Madrid allá por los años 80. De ahí pasé inmediatamente al laboratorio Teatral de William Layton y todo comenzó ahí. Al terminar la escuela ayudada por un compañero montamos un monólogo de Mario Fratti que se llamaba “La Hungara” y desde entonces.
¿Realizaste otras facetas además de la actuación?… Si. Di clases de gimnasia de mantenimiento en Centros Culturales, he hecho zancos, malabares, me he metido en el muñeco mascota del Parque de Atracciones, he hecho pasacalles, he dado clases de teatro y por supuesto al empezar estuve casi diez años de camarera trabajando los fines de semana. Lo peor que he hecho, se robó la luz de mi cara y mucha de mi voz, fue un infierno, ni me drogaba, ni bebía, ni fumaba y odio la música a todo volumen.
¿Qué es el teatro para ti?…Es arte. Aunque a veces uno no llega a hacer arte.. en sí lo es. Una manifestación artística un lujo poder incluirse ahí dentro mientras estemos vivos.
¿Por qué haces teatro?… Creo que es lo más apropiado que puedo hacer en este sistema que nos hemos inventado para vivir con mis emociones, mis pasiones, mi gusto estético y mi forma de ver la existencia, es el único refugio donde poder estar en plenitud. Quizá podría hacer otras cosas, sí es cierto pero no quiero porque mis condiciones son favorables para esto y no debo tirarlas.
¿Qué balance harías sobre trayectoria?… Puf no me atrevo todavía; soy mayor pero no tanto. Javier Angulo director del por entonces Fotogramas cuando todo el follón que supuso Los Lunes al Sol en mi carrera, dijo de mi, que yo era una flor rara. Puede que tenga razón. Me gusta mi trabajo y hay cosas que aún no teniendo para comer no las he cogido no porque no fuesen dignas, simplemente no quería estar ahí, no quería eso en ese momento, creo que estos pasos han condicionado mi carrera mucho, sobre todo en cine que no perdona. Además de una manera muy personal de hacer y de un físico no muy comercial y singular. Pero estoy tranquila conmigo y con mi trabajo, es muy importante ser fiel a uno mismo y más si te dedicas a esto. Hay demasiado ruido, demasiado alboroto en esta profesión, uno no debe perder su meta, su norte. Hay que permanecer firme. Uno tiene el deber de amarse, si no nada funcionará.
¿Qué función crees que ha de tener el teatro para la sociedad de hoy?… La de siempre, ser un espejo, para todos, un lugar al que asomarse cualquiera de nosotros para descubrir que la realidad no es como creemos; que puede ser otra. El teatro debe ser un lugar de arte. Un lugar donde preguntarse cosas, un lugar por supuesto para soñar, para escuchar el sonido y el aire de la poesía. Un arma política un lugar de catarsis… de cambios… de crisis.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…
Este año empecé en Enero terminando unos bolos de Atlas de Geografía Humana función sobre una novela de Almudena Grandes de la que me quedaban varios funciones por provincia. Inmediatamente empecé los ensayos de La Punta del Iceberg, función que estoy representando en La Abadía de Madrid hasta el 30 de Marzo. Por otro lado en cine se estrena este año, el 27 de Marzo, la segunda parte de una película que hice hace 10 años (1 Franco 14 pesetas) que se titula 2Francos 40 pesetas dirigida por Carlos Iglesias y rodada en Agosto de 2012. Por mi cuenta he rodado un documental sobre un personaje anónimo de la movida madrileña, una persona que se malogró y no llegó a realizar lo que quería, espero estrenarlo en breve en Madrid. Estoy en busca de sala para proyectarlo.
Háblanos de estos trabajos…
Puf… De Atlas de Geografía Humana tengo poco que contar, fue un montaje duro para mí, hacía un personaje de comedia muy divertido y muy loco, me lo pasaba bien, pero estuvimos dos temporadas en el María Guerrero y en la primera, durante las representaciones murió mi padre y en la segunda murió mi hermana del alma todo eso y más cosas que no vienen a cuento hace que me aleje con amor pero sin pausa de aquel montaje.
De La Punta del Iceberg podría hablar horas, es el proyecto que me tiene atrapada en este momento, me hace muy feliz, es la primera vez que una casa como La Abadía confía tanto en esta “flor rara”. Ha sido una bendición, es un lujo, mis compañeros son adorables, estoy en el estado ese de los primeros seis meses de relación con alguien, es decir en la fase del enamoramiento y la pasión. Estar a las órdenes de Sergi Belbel ha sido algo delicioso. Todos los días empiezo con ese miedo que impone la responsabilidad de llevar todo el peso de una función pero en cuanto me veo a mí misma en la penúltima escena lo único que quiero es detener el tiempo, que no se acabe, que no acabe nunca. Me invento (porque yo escribo también) escenas continuamente en mi cabeza para continuar la función para poder prolongarla… Necesito una segunda parte de La Punta del Iceberg… Es hasta ahora el proyecto de teatro que más me ha reconfortado y que más he amado.
De la película de Carlos… Se me escapa; la rodé hace dos años es una segunda parte… Esto no me había pasado nunca, me ha parecido muy divertido… Esta vez en comedia, al cien por cien, con guiños (respetando a los genios) a Berlanga y Azcona… y es estupendo estar en ese tipo de pelis porque yo que vengo de una carrera en la que se me ha identificado mucho con el drama, es muy bueno descolocar al espectador con mi trabajo. Estoy contenta de mi trabajo en “2Francos 40 Pesetas” se estrena el 28 de Marzo, id a verla, vais a pasar un buen rato, es una película honesta, consigue lo que se pretende… Que el espectador pase un rato muy muy agradable. Eso hoy en día me parece un logro importante.
Y de mí documental(“Por si te vas te quedas”) sólo tengo que guardar silencio, es mi primera apuesta fuerte, está dedicado a mi hermano pequeño que es esquizofrénico y al que amo más de lo que yo creía. Ha sido un viaje duro y apasionante a la vez, un reconocimiento a su persona a su talento malogrado. Rodarlo y estar con él, fue una lección para mí en todos los sentidos. Ahora sólo me queda estrenar y ver qué puede pasar. Pero sobre todo no perder el objetivo: que le sirva a él para algo. Reforzar su autoestima y su amor propio. No lo he hecho para nada más.
¿Cómo surgió tu participación en La punta del iceberg?..
Yo conocía a Ronald Bower (Coordinador Artístico de La Abadia); le había ofrecido un texto para la Abadía hacíe años, pero no pudo ser, también había trabajado con María Ruiz hace veinte años cuando Ronald trabajaba con ella, además Ronald me había ido a ver al Teatro Lara cuando yo monté un texto mío hace tres años: “Ni con el pétalo de una rosa” y finalmente un día vino al María Guerrero a ver Atlas de Geografía Humana y se quedó a saludarme, me felicitó por el trabajo y me dijo que había perdido mi teléfono, se lo di, no se quedó ni a tomar un café… al verle marchar me pareció un poco raro. Dos días más tarde me llamó y me propuso; en palabras suyas, “ser la protagonista del nuevo montaje de La Abadía”… Me dejó clavada en el suelo, yo estaba paseando a mi perra por el parque, creo recordar que le dije: “cuando cuelgues recuerda que esta mañana has hecho feliz a una mujer”.
Háblanos de tu personaje…
Soy Sofía Cuevas, una Ejecutiva de una Multinacional con sede en Londres que viene a Madrid a investigar por qué ha habido tres casos de suicidio en cinco meses… Para averiguarlo se va a ir entrevistando con diferentes personajes de esta empresa y de la conversación con ellos no sólo irá atando cabos para solucionar el enigma como si de un puzle o un thriler se tratase, si no que ella se irá transformando, redescubriendo. Es un viaje apasionante una autentica montaña rusa de emociones, pasiones, frustraciones, deseos, anhelos… puf… increíble. Ella es fuerte y frágil es seductora pero fría y calculadora a la vez, muy inteligente, muy preparada, con un toque masculino, pero es elegante y algo sofisticada… además de que es un personaje que necesita urgentemente una caricia… YA!, una pizca de amor antes que su soledad la devore totalmente.
¿Cómo creas los personajes?… No tenéis espacio suficiente para esta pregunta… Ja, ja, ja, ja… No, de veras es complicado contestar. Hay personajes que los lees y sabes que no tienes nada más que hacer que estudiarte el texto, estar en situación, elegir muy bien un vestuario que te ayude a que el espectador lo vea… y ser. Sobre todo jugar a ser… como un niño pequeño cuando coge un palo de escoba, se lo mente entre las piernas y grita ¡¡Soy el jefe Indio Jerónimo!!. Otras veces resulta que se te escapa y tienes que andar no sólo documentándote si no haciendo preguntas importantes al texto o a los personajes para que te lleven a dónde está la clave del drama personal, del personaje o de su extremada ligereza, del conflicto… O trabajar de forma corporal porque la mente no ayuda en algunos casos. También a veces uno necesita algo que le ayude a situarse en un contexto o época que desconoce… Es una pregunta que se puede extender mucho.
¿Tienes algún método?… Todo el mundo tiene un método hasta aquel que dice… yo no hago nada… Salgo y lo digo. Bien pues ese es su método… porque salir y decirlo no es moco de pavo. El mío es un método que cambia con las necesidades de cada proyecto. Pero tengo un abc que siempre me funciona. Primero leerme el texto (no todo el mundo empieza así), no es una obviedad; hay gente que empieza jugando y a partir de improvisaciones de las situaciones y de los conflictos encuentra la manera de llegar al texto. Lo segundo ver si reconozco en mí todo lo que me toca de lo que voy a tener que ocuparme y después ponerme a ello, memorizar, buscar emociones, conflictos, imaginar mucho, inventármelo todo en mi cabeza y pasarlo por el cuerpo, por lo que yo soy, que generalmente es el cuerpo, porque lo que uno es en materia y de forma tangible es el cuerpo. Aunque luego se vaya a lo mejor todo fuera, en cuanto entra la figura del director… pero no importa… nunca está de más, imaginar mucho, hay que soñar… La realidad está bien pero a veces se queda corta.
¿Cómo ha sido el trabajo con el director?… Maravilloso. Dos semanas de lectura de texto para dejar claro lo que el quería ver y lo que podíamos dar. Otras dos semanas a toda velocidad dibujando un montaje a brochazos y después el resto del tiempo lo dedicamos a hilar fino a rellenar y a pasar constantemente las escenas para pulirlas y renegociar en algunos casos cosas con tiempo para investigar algunos puntos. Sergi Belbel no sé si es más sabio que mago o al revés. Además de una persona muy agradable y cercana. Un lujo de verdad. El es autor además de director y ayuda mucho al actor con pequeños trucos que vienen de toda una vida dedicada con pasión pero sobre todo con mucho amor a este oficio.
¿Qué proyectos tienes entre manos?… Me han ofrecido hacer de Catalina de Rusia en una Zarzuela muy especial que se va a montar en Madrid para Junio. La función se llama Catalina. No voy a cantar ni a bailar (qué más quisiera) es una propuesta diferente. Viene de la mano de un dramaturgo y director de escena, Álvaro del Amo, pero esto aún no lo he cerrado así que… pasa palabra.
Y por supuesto la gira: La gira de La Punta del Iceberg, ojalá podamos viajar por toda España y por fuera… Otro sueño… No importa, no pasa nada… esperaré.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…Poco que decir, las cifras hablan por si mismas. No ha servido para nada, más que para que se vacíen los teatros, se nos castigue a los cómicos y se redondee una política penosa y desastrosa en lo cultural de este gobierno. Pero como no me gustan los que gobiernan y no se merecen que les hagamos publicidad de su deplorable gestión y gobierno, lo dejo aquí. A esta gentuza no les dedico ni una línea más.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?… Soy muy mala espectadora de teatro, no es que no me guste el trabajo de mis compañeros no, no soy la típica actriz resabiada que sólo le gusta lo que hace ella. No, es que me parece que en general me acerco al teatro a ver poesía y no la encuentro. Supongo que porque soy una espectadora ávida de lo lírico… Ahora mismo no me acuerdo más que del último que vi en la Abadía, antes justo de estrenar nosotros, “Las Ratas” de Alex Rigola…
¿Por qué?… El texto entraba como una caricia y los actores eran impecables, para mí fue un regalo. Se apagan las luces y soy una espectadora, empecé a escuchar y el texto tan hermoso se ocupó de mí.
¿Alguna sugerencia para seguir creando y haciendo teatro en tiempos de crisis?… La de siempre; el amor a lo que hacemos y la certeza de que es necesario: la sociedad necesita a personas como nosotros para que el teatro, el cine, las ficciones televisivas continúen. El arte es fundamental para el ser humano.
Paco Bezerra nos habla de sus proyectos.
¿Cómo surge el proyecto AHORA EMPIEZAN LAS VACACIONES?…¿De qué va la obra?…¿Cómo ha sido el viaje dramatúrgico de El Pelícano a tu propuesta textual?…
Luis Luque había pensado montarla, ya tenía los actores y todo, de hecho hasta había hablado con ellos y se lo había propuesto, así que me pidió hacer la versión y yo acepté. Podríamos decir que se trata de un encargo, como la obra anterior que hice con él, La escuela de la desobediencia. La obra va de una madre desnaturalizada que tiene muertos de hambre y de frío a sus hijos desde el día en que nacieron, y esto lo utilizo para hablar de nuestro presente. El viaje dramaúrgico ha partido de los personajes y conflictos del original, pero podría decirse que he reescrito la obra. He metido elementos nuevos y he eliminado a uno de los personajes. También me he inventado alguna escena que otra, la del final, por ejemplo, en la que creo que no hay ni una sola palabra escrita por Strindberg.
¿Hiciste algún tipo de documentación sobre el tema antes de realizar tu texto final?…
Partí de las lecturas del original, vi varias veces el Estudio Uno que interpretó en su día Irene Gutiérrez Caba y Tina Sáinz, y, a partir de lo que todo esto me sugirió, empecé a investigar sobre el hambre y el apetito. Entonces, descubrí una isla en la que nadie jamás había pasado nunca hambre, en el Pacífico Sur, Vanuatu se llama, el lugar con mayor calidad de vida de todo el planeta Tierra. Y eché la imaginación a volar a partir de ahí.
¿Cómo surge llevarlo a La Casa de la Portera?
Ya estaba en la propuesta de Luis, venía con el encargo, todo en el mismo paquete. Si yo no hubiese hecho la versión, él la hubiese estrenado igualmente en La casa de la portera.
Eres un autor premiado…¿Sirven los premios para que tus textos se visibilicen?…
Sí, pero para que se visibilicen los textos que no han sido premiados. Curiosamente, los textos que han ganado premios importantes no se han hecho, esos no se representan, se representan otros que me encargan, pero las obras que han ganado más premios aún no se han hecho.
¿Opinas como algunos autores, que no hay que publicar un texto hasta verlo estrenado?…
No, si yo pensara así ahora no tendría más que tres textos publicados, y dos de ellos versiones o dramaturgias de otras obras que no son mías, originales, entonces, habría publicado sólo Grooming. Además, si no se publican antes de estrenarse… ¿cómo llega el texto a manos de un director de escena? ¿Cómo puede montar alguien un texto si no está publicado? ¿O cuántas obras hubiésemos leído de Don Ramón del Valle-Inclán? Imagino que habrá dramaturgos que tengan contactos y que conzcan a productores y directores de teatros, pero si no conoces a nadie publicar es la única manera de que tu trabajo tenga cierta difusión. No, qué barbaridad, yo no pienso así, yo soy dramaturgo, escribo para la Literatura Dramática, no para la escena. Si mis obras se hacen, fenomenal, pero si no se hacen yo las voy a seguir escribiendo igualmente. ¿Por qué no iba a poder tener la gente acceso a leerlas?
¿Qué balances haces de tus últimos trabajos como autor?…
El balance ha sido positivo. He estrenado tres obras en el último año y medio, así que no me puedo quejar.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
La de siempre: la de plantearle preguntas al lector/espectador, no ofrecerle respuestas, la de hacerle dudar de lo que piensa, la de cuestionarle y ponerle en un dilema moral ante una situación determinada… Viene siendo así desde antes de que naciera Jesucristo. El teatro ha cambiado mucho, pero sólo en su forma, en el fondo, el teatro sigue siendo muy parecido al de hace más de dos mil años.
¿Qué te motiva o inspira para escribir teatro?…
El paisaje desértico de Almería, mi padre y mi madre, mi abuela, mi hermana, mi tía, mis vecinas y todo lo que sale por boca de estas personas que acabo de enumerar. Un pozo sin fondo.
¿Crees que afectará mucho la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?…
¿Y no está afectando ya?
¿Qué obra de teatro has visto últimamente? ¿Qué te pareció?…
Vi Alma de Dios, de Carlos Arniches y Enrique García Álvarez, con Cristina Marcos, Tomás Pozzi y Manuela Velasco, dirigida por Jesús Castejón, en el Teatro de la Zarzuela. Una maravilla. Me encantó. De hecho, creo que voy a escribir una Zarzuela, que es algo que los dramaturgos españoles no deberían haber dejado de hacer. La Zarzuela es lo más.
¿Cómo ves la autoría teatral en estos momentos en nuestro país?…
Pues muy bien, mejor que nunca, la veo tal que así: Alfredo Sanzol, Manuel Calzada Pérez, Sergi Belbel, María Velasco, Lluisa Cunillé, José Manuel Mora, Guillem Clua, Angélica Liddell, Carlos Be, Josep María Miró, Miguel del Arco, Juan Mayorga, Guillermo Heras, Jordi Galcerán, Luis García-Araus, Pau Miró, José Ramón Fernández, Marta Buchaca, Alberto Conejero, Lucía Vilanova, Antonio Rojano, Eva Hibernia, Gracia Morales, Zo Brinviyer, José Cruz, Jordi Casanovas, Juan Carlos Rubio, David Desola, Laila Ripoll… y se me olvidarán por lo menos ciento cincuenta más.
¿Proyectos?…
Me acaba de conceder el INAEM una beca para el Desarrollo de las Dramaturgias Actuales, creo que se llama, así que es la primera vez que me ayudan económicamente antes de escribir una obra y eso me alegra porque creo que han empezado a confiar en mí. Voy a escribir una obra que se llama El rescate del dragón.
Edgar Chías, autor de Ternura suite, nos habla de Dramaturgos mexicanos aprovechando su presencia en Escena Contemporánea
Balance de vuestra trayectoria…
Dramaturgos Mexicanos es una asociación de artistas que lidera Beatriz Luna. Desde ahí, hemos producido dos espectáculos: Historias de una hiena vacía bajo la dirección de Alberto Villarreal en 2007 y Ternura suite bajo la dirección de Richard Viqueira en 2011, dos emisiones de un festival de semi montados (o lecturas en espacio) de obras de autores dramáticos mexicanos de última generación (2005 y 2006) y hemos traducido un volumen de obras del autor brasileño Samir Yazbek (Libros de Godot, 2012) y Nuevos territorios del diálogo (Paso de Gato, 2013) del investigador francés Jean-Pierre Ryngaert. La intención de este grupo es lanzar espectáculos poderosos asociando algunos de los creadores mexicanos más interesantes (nacional e internacionalmente) y realizar actividades que fomenten el desarrollo de la dramaturgia mexicana, estableciendo diálogos con el mundo.
Kraken teatro es una compañía liderada por Richard Viqueira, quien es uno de los directores de escena mexicanos más destacados de su generación. Sus espectáculos han sido de alto impacto en el país. Se caracterizan por el riesgo físico (en el sentido deportivo, incluso de alto riesgo) que asumen los actores. Destacan, en su repertorio Vencer al sensei (2007), El evangelio según Clark Kent (2009), Por favor no mande riñones por correspondencia (2010) y Ternura suite (2011). Recientemente han incursionado en los circuitos internacionales con El evangelio (EU, 2010) y Ternura suite (ahora, aquí).
Yo soy autor dramático, tengo una cátedra en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y también traduzco, actúo, dirijo y hago gestión cultural (desde 2003 realizo un festival de nuevas escrituras en México). Mi obra ha sido traducida y publicada en griego, francés, italiano, alemán e inglés. He dado a conocer algunas de mis obras en el Piccolo Teatro de Milán, la Schaübhune de Berlín, el Centro Dramático Nacional de Madrid y el Royal Court Theater de Londres (entre otros). Actualmente tengo en cartelera en la Ciudad de México la obra Disertaciones sobre un charco.
¿Cómo surge el proyecto que presentáis en Escena Contemporánea?…¿De qué va la obra?…
Este fue un proyecto que diseñó Dramaturgos Mexicanos. Teníamos muchas ganas de entablar una colaboración con Kraken Teatro, así es que comenzamos a planearlo desde 2010. Ternura Suite es una obra que escribí en 2006 con la intención de discutir de forma directa y práctica la violencia sistemática que se adueña de todos los ámbitos y gestos de la comunidad en mi país. Con la obra me propuse un acontecimiento que debía suceder en un recinto no teatral. La idea es poner en crisis el sistema de representación estatal. En todos sentidos. Su representación política lleva colapsando más de 18 años y promete ponerse peor. Pero la forma en que las instituciones del estado conciben al teatro es algo que debe quebrarse también. Por eso pensamos en todo lo que no es políticamente correcto y lo efectuamos, pero con un sentido. El de reflexionar sobre la corrupción del tejido social. De paso, quisimos abrir un boquete para que por él escaparan de la demasiada quietud nuestro espectáculo y sus actores. La obra se hizo en sótanos y bodegas aledaños a los edificios teatrales. La institución se puso en jaque, con lo que logramos muchas cosas, creo yo. En principio, que les quede claro que es la comunidad organizada la que dicta las reglas, no la institución, porque la institución está para garantizar los intereses de la comunidad y no viceversa, cosa que parecen haber olvidado los funcionarios culturales (y en todos los niveles). El teatro, su práctica, dicta la norma y los caminos, no los recintos ni las programaciones que pretenden que todo suceda sin sobresaltos, sin desajustes. Lo que pasa es que las instituciones (en todos niveles) quieren ciudadanos obedientes. Nosotros queremos ciudadanos disidentes, vivos, reflexionando, e instituciones a su altura, a la altura de una comunidad que se mueve, que se transforma. Ternura suite ha sido un escándalo en México. Ha puesto en crisis todo. Los límites de la teatralidad, de los permisos sobre lo que debe hacerse, la relación del espectador con el espacio público, la ética del actor y del director, la idea del riesgo en la escena. Todo lo ha cimbrado. Tuvimos varias pequeñas temporadas en la Ciudad de México desde 2011. Nos presentamos en un par de ciudades antes de llegar en 2012 a la Muestra Nacional de Teatro que organiza la Coordinación Nacional de Teatro. Y ahora estamos aquí, en Escena Contemporánea. La obra, a nivel de historia, es muy sencilla: Un intruso abusa de su anfitrión obligado (lo fuerza a recibirlo, en todos sentidos). Esta línea fabular simple nos da pretexto para reflexionar un poco sobre la desigualdad y la violencia a que obliga.
¿Cómo fue el proceso dramatúrgico y de montaje de la obra?…
Como te decía, la obra se escribió en 2006. En 2010 hice una revisión y llegué a la versión que se ha publicado, que es cercana a la que se puso en escena. Digo que es cercana porque Richard Viqueira quiso usar una de las versiones primarias de la obra, y desde luego que hubo algunos ajustes sobre la puesta en escena. El montaje partió de la idea de reducir al máximo la simulación y el simulacro. Partió de la idea de realizar en escena acciones reales. Partió de la idea de evidenciar el «montaje» de la violencia. Una especie de paradoja: las acciones que se ejecutan en la performance son reales, pero se evidencia que tal violencia está «producida», que es intencional. Un poco para señalar la intención del estado, su indiferencia intencionada en torno a la desigualdad, al derecho al no derecho.
¿Conoces la obra de otros creadores contemporáneos en España?…
Me interesan Angélica Lidell, Juan Mayorga, Sergi Belbel, Paco Bezerra, Pau Miró. Me interesa lo que crea en España Rodrigo García. Quiero conocer a La Tristura y a Animalario.
¿Qué opinas de la programación de Escena Contemporánea XIII?…
Se mira muy interesante. Me habría encantado poder ver toda la programación. Lo interesante de eventos como este es la reunión de creaciones que se desarrollan desde la divergencia, la pluralidad, lo anómalo. Te hacen sentir menos solo. A mí me toca mirar una parte reducida de la programación general.
¿Qué función crees que ha de tener hoy la creación contemporánea para la sociedad en la que vivimos?…
En México, en donde todo está perdido o por perderse, la creación contemporánea ha de servir para restablecer el tejido social que la política contemporánea y las economías delincuentes están desgarrando. Creo que el teatro contemporáneo en México debe recuperar las antiguas misiones del teatro: la educación y la civilización de las comunidades, porque a nadie le importan. La creación contemporánea en México puede prestarle estructuras de orden a la realidad que se ha derrumbado. Puede ser una actividad que garantice la participación de las personas en algo constructivo, que le de sentido a las asociaciones, a las reglas, a las personas. Que demuestre el valor de las acciones. La creación contemporánea puede ser el espacio de reflexión en un país desastrado.
¿Qué te motiva o inspira para realizar proyectos que mostrar en vivo?…
La acción transformadora. Saber que luego de hacer algo, ya nada puede ser lo mismo. Ya no puedes ser el mismo luego de actuar. Eso me pasa. Estoy convencido que ese es el sentido de las artes escénicas -para mí-. Hacer, transformar. Mirar y vivir el cambio. En todos los sentidos.
¿Crees que afectará mucho la subida del I.V.A. y los recortes al teatro para la escena alternativa?…
En México hay un gesto muy poderoso hacia la cultura en general y hacia el teatro en particular. Todo se vende. Todo lo que vende demuestra su sentido y utilidad, en la lógica de los pobres demonios que tenemos en los puestos políticos que administran nuestra desgracia. Esos pobres bufones no entienden de cultura. Para ellos el arte es lo que ven en la televisión. Tenemos un presidente que difícilmente sabe leer. Así es que la cultura no solo no les interesa sino que los asusta porque los desafía, es un espacio que los amenaza, así es que atentan decididamente contra él. El teatro independiente está bajo amenaza. El estado dedica recursos para el teatro, pero para el privado (porque en él reconocen a los actores de la televisión). Del otro saben lo mismo que de astrofísica. Nosotros comenzamos el año con el anuncio de un recorte presupuestal importante a la cultura. Cuando se enteren de que eventualmente se usan libros en el teatro, quizá los prohiban. Te digo que las letras y las ideas no se le dan a nuestros dirigentes. ¿Es parecido por acá?.
¿Qué obra de teatro, danza o performance has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
Hasta hoy no he podido ver cosas en España. Trataré de ponerme al corriente en los pocos días que dura mi estancia.
¿Cómo ves la creación contemporánea en el lugar donde trabajas?…
Con fuerza. Mucha fuerza de parte de los creadores. A pesar de la torpeza, la indiferencia, y a veces la decidida idiotez de los funcionarios de cultura, en México estamos viviendo un momento muy brillante para las artes escénicas. El año pasado estuvo en Escena Contemporánea Lagartijas tiradas al sol, una estupenda compañía mexicana. Así como ellos, hay una importante cantidad de compañías, de creadores, de autores y actores que no se veía en muchos años, no con este brillo ni con esta abundancia.
¿Alguna idea para seguir creando en tiempos de crisis?…
Estamos un poco acostumbrados. Así lo hemos hecho desde hace años y así seguiremos bastantes más. Creo que la estrategia es la obstinación y la táctica la asociación hormiga.
¿Proyectos?…
Muchos:
-Una obra concierto. Es una historia de familia casi griega de tan negra. Lo tiene todo. Todos los excesos. Pero, han de contarla tres actrices y un músico en escena. Con canciones y todo, pero no es un musical en el sentido que conocemos.
-Una instalación en recintos de museos. Diseñaremos un dispositivo que se pueda operar varias veces a la semana, a ciertas horas, pero que quede a solas y que se baste a sí misma cuando los asistentes lo experimenten sin la intervención de los performers. No es teatro, no es concierto, no es una instalación con audiovisuales. Es todo eso, pero con chatarra y Bertolt Brecht. Los procedimiento son el azar y el reciclaje.
-Un texto sobre la desaparición de las lenguas originales.
Ana Garay, escenógrafa y diseñadora de vestuario

Ana Garay ha realizado más de noventa trabajos diseñando escenografías o vestuario…Nos responde a unas preguntas en un momento de intensa actividad creativa…
¿Que proyectos has estado realizando en Quito?
Viaje por primera vez en febrero del pasado año invitada por el director asturiano Jesús Cracio para realizar la escenografía de la obra La casa de Bernarda Alba de Federico Garcia Lorca. La Compañía compuesta en su mayoría por antiguas integrantes del grupo de teatro Malayerba consiguió estrenar en el Teatro Nacionál Sucre de Quito.Allí conocí a Chia Patiño, su directora, quien me ha invitado a colaborar en proyectos posteriores producidos por el Sucre como Il Dipttico de Puccini…Sour Angelica y Gianni Schicchi y este último viaje para una nueva producción de West side story.
¿Como esta teatralmente aquel país?
Quito, se muestra como el centro neurálgico de producción del país. Ecuador ha estado de espaldas a la producción de teatro clásico durante mucho tiempo. Un siglo después el teatro ecuatoriano parece vivir un complejo proceso de transformación coherente al proceso de desarrollo que sufrió la sociedad durante el pasado siglo XX. De todas las voces y corrientes que se muestran cabe destacar la herencia del grupo Malayerba que se configuro a principios de los 80. Con este grupo, la espectacularidad y la militancia ideológica de las agrupaciones anteriores, ha sido sustituida por la necesidad de experimentar con nuevos lenguajes. El teatro de grupo experimental es la forma que mejor sintetiza la experiencia del teatro ecuatoriano. El actor ha incorporado a la palabra nuevos lenguajes que provienen de la danza, la pantomima y el circo.
¿Viste alguna propuesta interesante?
Tengo que decir que en está ocasión únicamente me he podido organizar escapadas a conciertos y espectáculos de danza programados por la propia Fundación Sucre. En su mayoría productos de importación latina: Bolivia, Colombia, Brasil, Chile…Ahí es donde radica la riqueza cultural de estos países. Lo permeable de su cultura les ha permitido en los últimos tiempos rutas de distribución abiertas.
¿Has conocido el trabajo de otros escenógrafos allí?
Tengo que decir que escenógrafos tal y como estamos denominados en España, no. Con quien si he podido contactar es con artistas plásticos que cultivan otras disciplinas y que se han mostrado con una curiosidad máxima en conocer el oficio. Hablo de Grafiteros, hay una asociación importantísima…escultores, pintores clásicos…y un largo etcétera de personas que cultivan la artesanía de los oficios vinculados a las artes.
¿Como se veía la realidad teatral española desde allí?
A penas hay conocimiento directo de la producción española. Coincidí en el Sucre con la programación de Pagagnini, espectáculo de Yllana y Desaparecido de Poe, pero creo que fue pura coincidencia.Todos somos conscientes del movimiento migratorio ecuatoriano de los últimos años a España y de que hay una vuelta de nuevo al país de origen debido a la crisis sin precedentes que estamos viviendo aquí. Esa es la información que ellos tienen… «No lo estáis pasando nada bien en España, no?…claro nosotros llevamos así desde hace lustros…» Ese es el comentario del pueblo en general. Hay que decir que una pequeña minoria tiene una cultura amplia de nuestro teatro que ya la quisiera yo para mi, tienen conocimiento de autores españoles que va desde los clásicos del siglo de oro hasta David Desola o Sergi Belbel, por ejemplo.
¿Que balance haces de tu trabajo en el último año?
Para mí el cambio de perspectiva laboral comenzó a finales del dos mil ocho. Desde entonces hasta ahora me he visto obligada a rediseñar mi sistema de trabajo intentando mantener los valores fundamentales de la creación y adaptarme a la economía de guerra, en fin…MENOS ES MÁS.
¿Que proyectos tienes para la próxima temporada?
La temporada se presenta llena de ilusiones depositadas en pequeños pero grandes proyectos. Vuelvo en un mes a Ecuador para estrenar una Lisistrata co-producida por las mujeres de la Bernarda y dirigida por un tipo increíble, Diego Aramburo, director boliviano muy, muy interesante. Con Daniel Veronese tomaré contacto para su adaptación de La gaviota de Chejov a Los hijos se han dormido en octubre, en el Matadero. En noviembre voy para México DF para realizar el diseño de escenografía del concierto de Reyli Barba: Bien acompañado. Concierto único lleno de cantantes latinos de primer orden. Tengo que decir que estoy muy nerviosa por tratarse de un género diferente a los que me he enfrentado hasta ahora. Al volver a España colaboraré con Suripanta, grupo extremeño muy querido, en su próximo proyecto De vacaciones de Miguel Murillo. Para principios del próximo año, un texto de Desola con dirección de Roberto Cerda producido por Mutis Escena. Y con el equipo del musical Pegados, Ferran Gonzalez y Victor Conde haremos una comedia…Fisterra.
¿Crees que va a cambiar el sistema de producción tras los recortes que se han hecho en cultura en nuestro país?
Obviamente ya ha cambiado. Tengo que decir que estoy hasta el mismísimo de ver a todo el mundo alojado en la pena. Necesitamos continuar y a mí me resulta muy difícil levantarme cada mañana mirando la cara de los que nos gobiernan. Si hay que ir a las barricadas, vayamos… YA !!!! pero dejemos de quejarnos y no desaprovechemos las oportunidades que nos da nuestro oficio de hacer teatro activo y no pasemos de puntillas por los textos y las propuestas.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en estos tiempos de crisis?
Dejar de mirarnos el ombligo y viajar para contrastar.
Debe estar conectado para enviar un comentario.