Hamlet de Alfonso Zurro en el Centro de Arte Fernán Gómez
¿Queda algo más que contar con Hamlet?…Como toda obra maestra textual es inagotable!…Así que siempre se puede mirar desde un ángulo nuevo. El Teatro Clásico de Sevilla, de la mano de Alfonso Zurro trae una lectura curiosa, una óptica desde el reflejo en espejos deformantes, algo que nos conecta con el esperpento; tal vez la mejor forma de observar el pasado para conectarlo con nuestro hoy. Aquí nos encontramos con un Hamlet/Shakespeare que va anotando y reescribiendo su propio destino, su tragedia inevitable para, al final, entregar la libreta de notas a su mejor amigo, para que este, siga transmitiendo el caos moral y emocional del ser humano, abocado a un precipicio sin sentido. El espacio aquí es un personaje más que se funde con los actores en ese desvelar la tierra que pisan, ahora niebla…más tarde sangre. Resulta curioso ver cómo, un proyecto que viene de fuera de los grandes focos del teatro, tiene una solidez como esta propuesta diferente sobre el clásico del bardo.
En la sala pequeña de este centro, hay una función deliciosa para los diminutos de la casa, Oceanos…es el espectáculo de teatro para bebés que no hay que perderse en este puente festivo.
Adolfo Simón
«El buscón» de Quevedo en el Teatro Fernán Gómez
La compañía Teatro Clásico de Sevilla, nos deja una propuesta renovada de la obra de Francisco de Quevedo, en la que se relatan las andanzas, gracias y desgracias de un joven llamado Pablos que intenta subir desde su mísera escala social y alcanzar el rango de caballero. El reto dramatúrgico consistía en trasladar las palabras de Quevedo a nuestra época y efectuar una especie de paralelismo para comprobar que casi nada ha cambiado. Y efectivamente, viendo escenas recreadas de El Buscón, descubrimos que pocas cosas han cambiado y que la picaresca sigue completamente vigente.
Para recrear todo esto se ha escrito una dramaturgia con un ritmo vertiginoso, imprimiendo adrenalina a las situaciones para que parezcan creíbles y efectuando rápidos y numerosos cambios de escena y vestuario, alternando escenas escritas por Quevedo con las nuevas escenas de esta versión libre de Alfonso Zurro. El resultado es fresco, dinámico y hace que la hora y media que dura transcurra velozmente. Este ritmo frenético ha necesitado de un gran trabajo actoral para adaptarse al cambio de vestuario y registros, a lo que ayuda una escenografía formada por maniquís vestidos con harapos y trozos de telas que inundan la escenografía y que tomarán vida escena a escena. La transformación final del personaje principal culmina como guinda a un pastel un texto rico y lleno de matices que nos hará reflexionar sobre la picaresca política que nos rodea actualmente.
Un acierto y un gusto disfrutar de un clásico renovado en estos tiempos en los que la picaresca trasciende a los telediarios
Luis Mª García Grande.
Mari Paz Sayago: Los profesionales estamos como el hombre orquesta; tocando todos los palos para sobrevivir…
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…
Empecé a interesarme por el teatro cuando tenía 17 años más o menos, entré en un taller de teatro y hasta la fecha, aquí sigo. Me formé como actriz en el desaparecido Instituto del Teatro de Sevilla, completé mis estudios en París en la escuela de Jacques Lecoq y aunque en seguida comencé a trabajar como actriz, no he dejado de formarme con maestros muy diferentes entre sí; desde el Colombaioni, a David Perry o Andrés Lima…
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria en la interpretación?…
Podría decirte que el balance es bueno, positivo y no te mentiría, y también podría contarte que ha sido duro y difícil y tampoco faltaría a la verdad. Depende del día te diría una cosa u otra…
Si te refieres a lo puramente técnico, desde los inicios me interesé por la comedia más que por otra disciplina; esto es debido a que he tenido la suerte de coincidir con grandes maestros payasos y cómicos. A lo largo de mi experiencia profesional se han abierto otras ventanas para explorar otras técnicas y en ello estoy…
¿Qué sentido ha de tener el teatro para la sociedad en la que vivimos?..
Qué pregunta más difícil…el teatro siempre ha acompañado a la sociedad a lo largo de su historia, a veces con más presencia y otras con menos presencia en la vida de la gente. Para mí el teatro es una especie de “conciencia latente”.
Hoy día la realidad es tan brutal, vivimos un tiempo tan convulso y contradictorio, todo pasa tan rápido y a pesar de ello tengo la impresión de andar hacia atrás en el tiempo, de involucionar de manera inevitable…
¿Qué papel puede tener el teatro en esta realidad?…
Creo que quizá pueda recordar la parte más humana de una sociedad que se ha convertido en caníbal para sí misma.
¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que te embarcas?¿Qué te anima a participar en ellos?…
Cada proyecto es diferente, la chispa que prende el motor de cada espectáculo es distinto. A veces es el equipo que forma parte del proyecto lo que me atrae, otras el proyecto en sí…otras es la necesidad de ganar dinero (aunque en esta profesión los cómicos de la legua somos más obreras que reinas)…
¿Cómo surgió tu participación en El buscón?…Háblanos de este proyecto y tu trabajo en él…
El Teatro Clásico de Sevilla abrió casting para un espectáculo que proyectaba en colaboración con el Centro Andaluz de Artes Escénicas y La Jácara, me llamaron para hacerlo y Alfonso Zurro (autor y director del espectáculo) me escogió para participar en el montaje.
Éste ha sido uno de los proyectos más gustosos en los que he tenido ocasión de participar últimamente. El texto de Zurro es magnífico, es un auténtico placer sumergirse en un texto que tiene vida propia, es como degustar un jamón de pata negra…
Zurro es un director generoso y respetuoso, él tiene muy claro qué es lo que no quiere, y lo que quiere se construye entre su texto y el actor que da vida a ese texto. Me gustaría destacar la producción de este proyecto, que corría a cargo del Teatro Clásico de Sevilla, con Juan Motilla y Noelia Díaz, que hicieron un trabajo extraordinario. Y también la escenografía y el vestuario de Curt Allen, un crack.
Por otro lado están los compañeros de reparto con los que he compartido un proceso muy especial; todos y cada uno de ellos son excelentes actores, de lo mejor que hay en el mercado, entre todos rondamos lo 70 personajes y entre todos hemos creado una maquinaria de relojería para construir un espectáculo trepidante, dando lo mejor que podíamos.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…
En teatro he participado en el espectáculo “Lear” de Abao teatro, que se estrenó en el Festival de Almagro del pasado año, es un espectáculo muy especial, donde he tenido ocasión de dar vida a una de las malvadas hijas del Rey Lear.
En cine formo parte del elenco de “Carmina y Amén” de Paco León, un gustazo.
También he rodado un par de cortos y lo que ha ido surgiendo…
¿Qué proyectos tienes entre manos?…
Estoy en mitad de los ensayos de un espectáculo producido por Histrión teatro ( una de las compañías más interesantes a día de hoy en Andalucía) llamado “Desmontando a Isabel”, sobre Isabel la Católica. Con los estupendos textos de Luis Felipe Blasco y la magnífica dirección de Julio Fraga. Todo ello bien arropado por una música emocionante (de Depipió y Viana), escenografía y demás elementos cuidados hasta el detalle.
Es la primera vez que estoy sola en escena y me impone el hecho, aunque me siento muy bien acompañada por el resto de compañeros del proyecto. Está siendo toda una experiencia, hay mucha ilusión en el equipo y esperamos lograr que esta ilusión se traduzca en calidad para el espectáculo.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
Si hace unos años me hubieran contado que un gobierno tomaría una medida de este tipo para la cultura de su país, no lo habría creído. No tiene sentido ni desde el punto de vista práctico (la cultura en España representa casi el 4% del PIB) ni moral, ya que condenas al sector en una época de profunda crisis.
Hay pocos ayuntamientos que se atreven a programar si no eres alguien muy conocido. Prefieren gastarse el presupuesto para cultura de un año entero en un espectáculo o concierto de alguien famoso, antes que hacer la programación con muchos espectáculos de teatro independiente de gente que no conoce ni Perry.
El mercado se ha hundido y lo que nos queda es la imaginación; teatro mínimo, micro-teatro, actuaciones en el salón de casas particulares, pay after-show…lo bueno de esto es que la inventiva se ha disparado, la parte negativa es que este tipo de economía sumergida tiene un futuro incierto, sobre todo para los artistas…
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?…
De danza he visto un espectáculo llamado “Hora de cierre” de Isabel Vázquez, dirigido por Paloma Díaz que me pareció precioso. Me interesó por el tema que toca; la madurez de una bailarina que ha dedicado su vida a la danza y como a pesar de su experiencia y talento tiene que echarse a un lado. Está contado de manera muy directa y bella.
¿Alguna sugerencia para seguir creando y haciendo teatro en tiempos de crisis?…
Se me da fatal dar consejos, no los tengo ni para mi misma. Creo que cada cual es conocedor en mayor o menor medida del medio en el que se mueve…lo que yo hago es sumergirme en cada proyecto al 100%, no sabría hacerlo de otra manera….pero ya te digo que para cada cual será de una forma diferente…
¿Cómo es la realidad teatral en Sevilla?…
Hace veinte años Sevilla era un hervidero de compañías independientes, nuevas y potentes, que se vieron apoyadas por la administración y que tejieron una red teatral de la que muchos nos hemos nutrido. Hoy en día han desaparecido la mayor parte de los apoyos y con ellos muchas de esas compañías. El problema está en que no se creó un mercado real, con público motivado y acostumbrado al teatro independiente, se han intentado varias estrategias para conseguirlo, pero de momento no hay grandes resultados. De todas maneras, la cultura debe ser apoyada desde las instituciones siempre, somos un sector muy vulnerable y que sin embargo aporta mucho a la sociedad.
En la actualidad, entre la crisis, el IVA y la falta de apoyos, es la imaginación la que nos mueve. Hay muchos buenos profesionales buscándose la vida como pueden. Pero sin un apoyo institucional más fuerte es difícil sostener nuestra industria.
Es cierto que el cine ha encontrado en nuestra ciudad un lugar estupendo para rodar películas en un marco ”incomparable”, con un clima estupendo, con muchos profesionales disponibles para lo que haga falta y muy asequible a nivel económico…
Sin embargo el teatro independiente está machacado en esta ciudad, se han eliminado la mayor parte de las ayudas a nuestro sector, se promueven concursos en los que se busca talentos ocultos entre los aficionados a las artes, mientras se niega el apoyo a los profesionales de la ciudad…
Así que esto es una guerra de guerrillas donde los profesionales estamos como el hombre orquesta; tocando todos los palos para sobrevivir…
El buscón con dirección y versión libre de Alfonso Zurro para el Teatro Clásico de Sevilla
Llevar a escena una gran novela y más si es de dominio popular, es un gran riesgo. Siempre habrá quien piense que es demasiado corta la adaptación o demasiado larga…O que tiene pasajes flojos y se omiten los interesantes, etc, etc, etc… Si tuviéramos en cuenta esta premisa, nunca se habrían visto escenificados algunos relatos o historias que no nacieron para el teatro. Dicho esto, en el programa de mano no se engaña a nadie, se deja bien claro que es una versión libre del también director de la pieza escénica, Alfonso Zurro; un hombre de teatro con muchos textos escritos y muchas puestas en escena realizadas…Últimamente se ha publicado un delicioso volumen que contiene cien mini piezas escénicas para ascensor. Hago este preámbulo porque lo que está claro es que no le falta oficio ni a él ni a los colaboradores e intérpretes de la función. La escenografía evoca una tienda de ropa de segunda mano que permite que los actores se pierdan en el laberinto de casacas y chaquetas para surgir de nuevo de él convertidos en otro personaje. Son siete actores que se multiplican en un buen número de seres que deambulan por el escenario, solo el buscón es interpretado todo el tiempo por el mismo actor aunque cambia de aspecto según esté situada la acción en una época u otra. Alfonso Zurro plantea un tránsito vertiginoso entre uno y otro relato, todo ocurre a ritmo ágil y a vista del público. Pero el gran hallazgo está en el juego temporal que se establece, a veces la peripecia ocurre en el pasado, otras en el presente y en algunas ocasiones, vemos a personajes de otro tiempo dialogando con gente de hoy; sin duda, un guiño dramático con el que nos hacen pensar que, desgraciadamente, poco ha cambiado en la manera de ser de los pobladores de este país…A fin de cuentas…O pisas o te pisan.
Las representaciones se llevan a cabo en un espacio singular: Espacio Santa Clara de Sevilla donde un bello patio acoge la función, tal vez hubiera sido interesante que la dotación técnica del lugar fuese más potente. En el hall se puede disfrutar de una estupenda exposición: Todas las circunstancias son el marco de Julio López Hernández, a partir de los trabajos previos para el monumento a Antonio Machado.
Adolfo Simón






















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