Cervantes en chandall y auriculares
Que gusto da descubrir, en medio de los grandes fastos de la celebración sobre Cervantes, piezas escénicas que se enfrentan al monstruo de la literatura con bisturí y cincel. Desde la dramaturgia de Alberto Conejero con Rinconete y cortadillo que los Sexpeare defienden de manera personal y moderna bajo la dirección de Salva Bolta que se ha presentado en la sala Negra de los Teatros del Canal a la adaptación ingeniosa de María Velasco con la que quita polvo y paja a La gitanilla y que, Sonia Sebastián ha sabido dirigir jugando con los rincones y espacios singulares de la Sociedad Cervantina. No digo que no se tenga que conmemorar de manera respetuosa una figura como Cervantes, pero, el público inquieto de hoy, seguro que agradece el aire fresco que estos equipos atrevidos hacen con la literatura clásica. No podemos quedarnos atascados en el lenguaje de otra época, hay que evolucionar y mezclar estéticas para que surjan nuevos referentes en el arte.
Adolfo Simón


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