Revista digital de Artes escénicas -Año 12º-

Entradas etiquetadas como “Alejandro Saá

EL CASTIGO SIN VENGANZA en los TEATROS DEL CANAL

Ernesto Arias dirige este conocido y hermoso Lope de Vega trágico, con montaje acertado que se resuelve con una espléndida escenografía original de Almudena López Villalba, una hermosa iluminación de Chaine Yavroyan y un movimiento de actores en escena que crea unas realidades continuas, superpuestas y oníricas que llenan de belleza los ojos. Propuesta actual de la Fundación Siglo de Oro (RAKATá), en la que el verso está muy bien dicho en general, lo que hace comprensible toda la historia, algo que se agradece desde el público, con un efectista final que se queda en la retina como un cuadro barroco, hermoso y trágico. Destacar cómo no a Julio Hidalgo, siempre creíble. Alejandro Saá que se dobla en narrador y criado y que juega tan bien las intenciones del verso. Jesús Fuente, un Duque que transmite seguridad y experiencia. Elena González como Lucrecia, una madrastra dulce y generosa que termina amando con toda la pasión del amor y Pablo Gómez Pando, que defiende con mucha dignidad el personaje de Federico. El resto muy bien. Un grupo compenetrado y compensado. El público abarrotaba la Sala Verde de los Teatros del Canal y la ovación fue grande y merecidísima, así sale uno del teatro encantado de pasar dos horas entretenido y feliz.
Ángel Savín

El castigo sin venganzahttp://www.teatroscanal.com/espectaculo/el-castigo-sin-venganza-teatro/


EL PERRO DEL HORTELANO EN EL TEATRO DEL CANAL

La Sala Verde de los teatros del Canal presenta estos días El Perro del Hortelano, una pieza imprescindible del teatro del Siglo de Oro, un texto maravilloso y divertido de Lope de Vega. El vestuario clásico y espléndido, diseño de Lorenzo Caprile, una escenografía interesante y sencilla, de Fundación Siglo de Oro (RAKATá) crean un marco muy bien iluminado por Chaine Yavroyan y todo ello bajo la dirección de Laurence Boswell y Rafael Díaz-Labín, una pieza bien conocida que define el amor y los celos y el no comer y no dejar comer. Que pone de manifiesto que el amor entre clases distintas es una afrenta al honor y que coloca a cada oveja con su pareja, cuando Teodoro se hace conde, genera un laberinto de intrigas ameno y divertido, quizás en ese afán de divertir es donde encuentro un pero, hay tres maneras de interpretar que se simultanean; la aparente naturalidad de Diana y Teodoro, por un lado; el histrionismo de los pretendientes, por otro y el torbellino de gestos y rapidez con que Tristán se muestra, esto quizás merma las posibilidades pues confunde y hace que la verdad de lo que se cuenta quede tapada y hace difícil percibir las emociones del amor. A destacar pese a todo la labor de Julio Hidalgo como un espléndido Marqués Ricardo y Alejandro Saá, que se deja la piel en un Tristán divertido y dinámico. El teatro estaba abarrotado y el público aplaudió generoso, puede ser que yo llevara unas expectativas muy altas, seguro que sí…
Ángel Savín

perro_hortelanohttp://www.teatroscanal.com/espectaculo/el-perro-del-hortelano-teatro/


Cuerdas en el Sol de York

Fefa Noia dirige Cuerdas de Bárbara Colio en esta preciosa sala que es El Sol de York con una acertadísima escenografía de Silvia de Marta y vestuario de Alejandro Andújar y Ana López con los que se definen muy bien los caracteres de los personajes. De este modo seguimos a tres hermanos en un viaje de recuerdos, anhelos y reproches; huérfanos en busca de un padre artista que los abandonó. El amor siempre está presente a pesar de las diferencias, a lo insalvable de las relaciones familiares y palabras que no se dicen, conduciéndonos a la búsqueda de un equilibrio que cuesta alcanzar; lo que parece no es, lo que se da por hecho no es cierto…un drama salpicado de muchas risas…confieso haber reído y haber sentido aparecer las lágrimas en mis ojos. Tres actores estupendos, un gran David Luque cuya presencia y contención transmite emociones a raudales, Alejandro Saá que juega al descaro y a hacerse notar por ser el hermano invisible y una sorpresa muy agradable ver por primera vez a Óscar de la Fuente que derrocha espontaneidad y naturalidad, emocionándonos en silencio en la escena final que no desvelo para que la vean, vale la pena. Una función grande en una sala de las llamadas alternativas.
Ángel Savín

fefa3