La estrella de Sevilla de la compañía de Teatro Clásico de Sevilla en Teatro Alhambra de Granada
Revisando sus producciones, resulta fácil reconocer que a Alfonso Zurro parecen atraerle de manera especial las obras en las que se encuentra presente una tensión entre la política y el ciudadano. Cuando escribe o dirige, es hábil a la hora de representar las diferencias sociales y cómo éstas influyen en la vida de los menos favorecidos. Por eso La estrella de Sevilla, atribuida habitualmente –aunque con no pocas reservas según qué filólogos- a Lope de Vega, viene al veterano director como anillo al dedo. La obra tiene una concepción de tragedia clásica, tan bien plasmada que puede perfectamente utilizarse para enseñar los patrones y recursos habituales del género. Ambientada en el siglo XIII, recoge las intrigas maquinadas por Sancho IV de Castilla al llegar a la capital andaluza para conseguir el favor de Estrella, una bella habitante de la ciudad. Ciego ante la belleza de la joven, hará todo lo que esté en su mano para acercarse a ella. Sus actos de abuso de poder constituirán el motor de la tragedia, que en el texto original están contados de una manera directa, cruda, sin filtros. En el desarrollo de esas intrigas ejerce el director el subrayado social al que yo aludía al principio. A quien, como a mí, le gusten estas obras que basan su tensión en las diferencias de poder, recomiendo un artículo que se puede encontrar fácilmente en la red: “La responsabilidad política en La Estrella de Sevilla”, de Miguel Ángel Auladell Pérez.
El montaje que se pudo ver esta semana en el Teatro Alhambra ha sido nominado en los premios Max como mejor escenografía y vestuario, y como espectador lo considero más que merecido. Curt Allen Wilmer consigue una escenografía bella en su simplicidad, efectiva en su sencillez. Esta Estrella de Sevilla de la compañía de Teatro Clásico de Sevilla es una recomendación, sin duda.
Rafael Ruiz Pleguezuelos
José Luis Mosquera: Soy autodidacta, no tengo un método concreto y si lo fuera sería el “Caos que ordena”
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?… ¿Realizaste otras facetas además de la actuación?…
Después de tomar algunas clases, empecé como profesional a los 13 años en una obra infantil con entremeses de Lope de Rueda y Lope de Vega titulada “La Tierra de Jauja”, lo curioso es que entré en un teatro profesional antes como actor que como espectador.
Siempre me gustó la danza y con 17 años hice algunas coreografías para un montaje amateur de Jesucristo Superstar y he repetido la experiencia en algunas ocasiones, incluidas mis clases de cabaret y alguno de mis espectáculos.
¿Qué es el teatro para ti?…
La mejor y más completa forma de entender, sentir y comunicar el hecho de estar vivo.
¿Por qué haces teatro?…
Por la necesidad vital de disfrutar, compartir, aprender y comunicar.
¿Qué balance harías sobre tu larga trayectoria?…
Teniendo en cuenta una cierta irregularidad en la calidad de los proyectos, los parones y los aprietos económicos, emocionales y existenciales que conllevan, me siento absolutamente afortunado y agradecido, porque después de casi cuarenta años trabajando, he conseguido “vivir” de esta profesión sin tener que salir de ella, y aún siendo muy dura, me ha dado muchísimos de los mejores momentos y experiencias de mi vida.
¿Qué función crees que ha de tener el teatro para la sociedad de hoy?…
Hoy y siempre, de espejo y maestro, donde poder reflejar desde cualquier género, lo mejor y lo peor de las relaciones humanas, aprendiendo de la experiencia compartida entre los dos mundos… que son uno.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…Háblanos de ellos…
En el año pasado hice una pequeña colaboración en el cortometraje “Por alcanzarte” de Natalia Ruiz con un trabajo interesante de miradas y dejé “La cena de los idiotas” para incorporarme a “Priscilla, el musical”, de “La cena..” me llevo casi un máster en los ritmos de comedia, gracias a Josema Yuste, Agustín Jiménez, David Fernández y Felisuco.
¿Cómo surgió tu participación en el montaje de Priscilla?…Háblanos de este trabajo…
Estando de gira con “La cena…” me envió la convocatoria mi mejor amiga, después de pensarlo decidí presentarme y tras cuatro pruebas, fui seleccionado para uno de los personajes protagonistas. Bernadette es un transxesual con mucha fortaleza, fue pionera artística y socialmente por su condición sexual, divertida, dura, maternal…un personaje muy rico en matices dentro de un espectáculo impresionante, donde la alegría, el humor, la amistad y la solidaridad se mezclan con una explosión de música, imposible de no bailar.
Cómo creas tus personajes?…¿Tienes un método?…
Soy autodidacta, no tengo un método concreto y si lo fuera sería el “Caos que ordena”. Siempre me he sentido como una esponja, he aprendido de tod@s y cada un@ de mis compañer@s …y de algunos talleres puntuales. A partir de todo ello escucho lo que dice y hace el personaje, lo que dicen y hacen con respecto a él y buscamos…
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¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
Demoledor en muchos aspectos, desde la puesta en pie de nuevos proyectos, hasta la rentabilidad en las recaudaciones, destrozando un, ya antes incluso, débil tejido industrial. Resulta vergonzante como ciudadano, que la Cultura en este país tribute más que muchos artículos de lujo.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?…
Me impactó mucho el montaje de “El Misántropo” de Miguel del Arco como espectador y profesional, un trabajo redondo artística y socialmente. Y “Cuando deje de llover” de Andrew Bovell dirigido por J. Fuentes Reta, un texto laberíntico y conmovedor, acompañado de una interpretación y dirección muy precisa.
¿Proyectos?…
Seguir disfrutando con “Priscilla…” y en cartera a medio y largo plazo, un estupendo monólogo que llevo tiempo con ganas de poner en pie y otro posible musical.
Karmele Aranburu: «El arte es libertad»
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…
Desde los 14 años siempre me llamó mucho la atención el escenario y a los 18 cuando comencé a estudiar interpretación, confirmé que aquello no era un capricho sino una vocación que dura más de treinta años. Estudié en Donostia y Barcelona y posteriormente me vine para Madrid.
¿Por qué haces teatro?…Para mí el teatro, la interpretación, no es simplemente un trabajo, es una manera de entender la vida. Es lo que más me seduce y me hace disfrutar. Poder experimentar emociones, sentimientos y vivencias a través de grandes textos es una de las actividades o sensaciones que más satisfacción me provoca. Me permite adentrarme en ámbitos en los que en mi vida cotidiana no tendría posibilidad. Me fascina el valor de la palabra y poder jugar con ella me divierte, me cautiva, me satisface enormemente. Además me permite conocer gente maravillosa.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria en la interpretación?…
En treinta años de carrera ha habido de todo. He trabajado en muchas obras de teatro(a parte del cine y la televisión) al lado de gente grande de la que he aprendido mucho y con los que he disfrutado. Pero aún me queda mucho por hacer.
¿Qué sentido ha de tener el teatro para la sociedad que vivimos?…
La cultura en general y el teatro en particular son elementos de primera necesidad y como tal han de ser tomados. Puede que para alguno suene un poco exagerado pero no sólo podemos estar ocupados de la pura supervivencia, así siempre seremos seres humanos manipulables, vulnerables, aburridos y empobrecidos. Hay que atender al alma. Como decía Nietzsche: “la vida sin música sería un error” y yo añado: y sin teatro, sin poesía, sin pintura…sin arte en general. El arte es libertad.
¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que te embarcas?…
De mil maneras diferentes.Pueden ser proyectos propios u ofertas ajenas. En cuanto a proyectos propios últimamente estoy muy comprometida con el teatro clásico del Siglo de Oro, una época de nuestro teatro que me atrae mucho y junto con el director Juan Polanco estamos profundizando mucho en este campo. En los últimos años, entre otros, hemos montado “Los empeños de una casa» de Sor Juan Inés de la Cruz, “La discreta enamorada” y “Los locos de Valencia” de Lope de Vega. Y en cuanto a ofertas pueden surgir o bien por el ofrecimiento de un director o un productor o de una audición, esta fórmula sobre todo en el campo del teatro musical, otra faceta del teatro con lo que disfruto como una loca.
¿Qué te anima a participar en ellos?…Diferentes motivos. Puede ser el personaje, el director, el proyecto en sí y no nos engañemos muchas veces el simple hecho de trabajar. Vivimos de esto y no siempre lo que te ofrecen es eso que tú elegirías pero la necesidad obliga. De todas formas de todas las experiencias artísticas en las que he participado, aun cuando el motivo de embarcarme en ellas fuera meramente económico, he sacado algo positivo.
¿Cómo surgió la propuesta de La Venganza de Don Mendo?…
Conozco a Jesús Castejón, el director de “La Venganza de don Mendo”, desde hace más de veinte años. Y un día hablando con él me contó el proyecto. Me dijo: “como tú eres vasca, ¿qué te parecería hacer de Marquesa de Tarrasa?” Jajaja y así fue. La verdad es que yo hablo catalán y me resulta muy divertido poder hacerlo. Nos lo pasamos genial y la compañía es fantástica. Jesús ha hecho un reparto de lujo; ÁngelRuiz, José Pedro Carrión, Ramón Langa, MaríaJosé Goyanes, Jesús Cabrero, Berta Ojea… y así hasta 27. En los tiempos que corren es un privilegio estar haciendo esta función y además con un gran éxito.
¿En qué proyectos has participado en este último año?…
Como actriz en dos proyectos. “Alquilo” un texto de Álvaro Lizarrondo, dirigido por Didier Otaola junto a Elena González y Rosalía Castro para la sala La puerta de al lado. Un texto trepidante, loco, surrealista con unos personajes muy extremos en donde tuve que hacer una composición muy divertida. Estuvimos un mes y posiblemente lo retomemos más adelante. Por otro lado tomé parte junto a Nieve de Medina en la zarzuela “Catalina” para el Teatro de la Zarzuela, rodeadas de maravillosos cantantes dentro del programa “La trilogía de los Fundadores” dirigida por Álvaro del Amo. Trabajar en el Teatro de la Zarzuela siempre es un placer. Y luego he tomado parte en otros proyectos dentro mi otra gran pasión que es el teatro en verso, como directora de verso en tres montajes diferentes. “Pankreas” de Patxo Telleria con la compañía Tartean de Bilbao. Un texto en verso escrito en euskera, una auténtica joya. “El Mágico Prodigioso” de Calderón con la Cía. Primas de Riesgo. Una compañía compuesta exclusivamente por mujeres dirigida por Karina Garantivá. Y “Al filo de Lope” un montaje creado y dirigido por Juan Polanco. El texto está compuesto por cuatro escenas de otras tantas obras de Lope de Vega con la particularidad de que en cada una de ellas hay una pelea de esgrima.
¿Qué proyectos tienes entre manos?…
En septiembre comienzo a grabar una serie en euskera para ETB, la televisión vasca. Con esto estaré hasta febrero del año que viene. Así que empezando ya a estudiar guiones como una loca.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
De una manera sangrante, salas de teatro que tienen que cerrar, compañías que ya no montan espectáculos, nos vemos obligados a rebajar nuestro salario a la mitad o bien trabajar sin un salario establecido y repartir lo que entra por taquilla… es algo, indignante y tercermundista. Con una clase política que vive de espaldas a la cultura, que no entiende su valor y sobre todo que se niegan a entenderlo estamos en una situación crítica.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado? ¿Por qué?…
«El Buscón» de Quevedo interpretado por Jacobo Dicenta y acompañado por Dulcinea Juárez en la música. Un monólogo magistralmente interpretado por uno de los actores más dúctiles y artísticamente generosos y brillantes del panorama teatral actual.
¿Alguna sugerencia para seguir creando y haciendo teatro en tiempos de crisis?…
De entrada, seguir creando sí o sí, esto no puede parar. El público lo necesita y nosotros lo necesitamos. Hay que agudizar el ingenio, que es algo que ya se está haciendo. Con actores y un buen texto no hacen falta más artificios, espacios desnudos y mucho compromiso para estos tiempos. Hay que desarrollar la generosidad al máximo para poder aunar esfuerzo y energía, cosa que también se está haciendo. Y al mal tiempo buena cara.
Las dos bandoleras de Lope de Vega en la Compañía Nacional de Teatro Clásico
Se ha hecho a menudo un retrato de las serranas como mujeres matahombres y salteadoras para desfigurarlas, pero en realidad el bandolerismo ha sido siempre un fenómeno sociológico universal, producto de factores relacionados con la miseria y la injusticia en algunos momentos determinados, que propiciaron una rebeldía como única respuesta a una sociedad que sólo defendía los intereses de unos cuantos y, en este caso, de los hombres. Creo que una de las funciones de un centro de producción teatral es mantener vivo el repertorio de la gran literatura dramática y al tiempo, descubrir textos y dramaturgias poco conocidas o representadas, la CNTC, en esta nueva etapa, lo ha entendido muy bien y está posibilitando un equilibro entre los autores y obra conocidos y los no tanto. Aunque Lope de Vega es uno de los grandes nombres del Siglo de Oro, Las dos bandoleras no es uno de sus textos más conocidos. Para placer de los aficionados al verso, se ha llevado a la escena con una dramaturgia de Marc Rosich y Carme Portacelli, dirigida también por esta última. Un montaje que combina elementos referenciales de la época en un espacio escénico contemporáneo.
Adolfo Simón
Presentación del texto inédito de Lope de Vega, recién descubierto: «Mujeres y Criados»
El Jueves 22 a las 19:00 en la Biblioteca Nacional se presenta el texto inédito de Lope de Vega recién descubierto «Mujeres y Criados», a través de una conferencia del descubridor Alejandro García Reidy. Actores de la Fundación Siglo de Oro leerán algunos pasajes.
Más info en:
http://www.bne.es/es/Actividades/2014/Mayo/LopeDeVega.html?pagina=0
La cortesía de España de Lope de Vega en el Matadero de Madrid
La Compañía Nacional de Teatro Clásico se ha trasladado en esta ocasión al espacio de la Sala I del Matadero de Madrid, un espacio en el que se muestra con holgura y belleza la producción de La cortesía de España de Lope de Vega. Hay tantas joyas textuales de nuestro Siglo de Oro por descubrir que es un acontecimiento cada vez que una de estas obras ve la luz. En este caso, el texto está defendido por la Compañía Joven, dirigida por Josep María Mestres. El resultado es espectacular y preciosista, algo que ha hecho disfrutar en gran medida al público a fin al verso.
Adolfo Simón
EL PERRO DEL HORTELANO EN EL TEATRO DEL CANAL
La Sala Verde de los teatros del Canal presenta estos días El Perro del Hortelano, una pieza imprescindible del teatro del Siglo de Oro, un texto maravilloso y divertido de Lope de Vega. El vestuario clásico y espléndido, diseño de Lorenzo Caprile, una escenografía interesante y sencilla, de Fundación Siglo de Oro (RAKATá) crean un marco muy bien iluminado por Chaine Yavroyan y todo ello bajo la dirección de Laurence Boswell y Rafael Díaz-Labín, una pieza bien conocida que define el amor y los celos y el no comer y no dejar comer. Que pone de manifiesto que el amor entre clases distintas es una afrenta al honor y que coloca a cada oveja con su pareja, cuando Teodoro se hace conde, genera un laberinto de intrigas ameno y divertido, quizás en ese afán de divertir es donde encuentro un pero, hay tres maneras de interpretar que se simultanean; la aparente naturalidad de Diana y Teodoro, por un lado; el histrionismo de los pretendientes, por otro y el torbellino de gestos y rapidez con que Tristán se muestra, esto quizás merma las posibilidades pues confunde y hace que la verdad de lo que se cuenta quede tapada y hace difícil percibir las emociones del amor. A destacar pese a todo la labor de Julio Hidalgo como un espléndido Marqués Ricardo y Alejandro Saá, que se deja la piel en un Tristán divertido y dinámico. El teatro estaba abarrotado y el público aplaudió generoso, puede ser que yo llevara unas expectativas muy altas, seguro que sí…
Ángel Savín
http://www.teatroscanal.com/espectaculo/el-perro-del-hortelano-teatro/
El caballero de Olmedo dirigida por Lluís Pascual en la Compañía Nacional de Teatro Clásico
El genio de Lope de Vega nos legó una de las más hermosas tragedias de nuestro siglo de oro y ahora Lluis Pascual lleva a escena la versión de Francisco Rico dirigiendo a la Joven Compañía Nacional de Teatro Clásico-La Kompanya con la que nos presenta “El Caballero de Olmedo” de forma magistral, una puesta en escena sugerente y atractiva, con una escenografía de Paco Azorín sencilla y aparentemente simple; sillas que van conformando las distintas zonas de la escena, augurando un triste velatorio y una pantalla que muestra el devenir de los días. Los versos deliciosos se desgranan en la voz de tantos personajes; qué placer oír el verso como debe ser, como se llenan el cuerpo y el alma con su cadencia y su armonía, como todo se entiende y todo parece natural. Un elenco encabezado por la siempre brillante Carmen Machi, que está como en su casa y unos actores jóvenes que, si bien deben seguir creciendo por poner un pero, se ganan al público por su entrega y bien hacer, destacar a Pol López, ágil y simpático donde los haya, Javier Beltrán, un apasionado don Alonso, Laura Aubert, hermosa y enamorada y unos músicos Pepe Motos y Antonio Sánchez que enmarcan perfectamente con su música la propia música del texto de Lope, Una representación magnífica, con risas y emociones que me llenaron los ojos de lágrimas. El público abarrotando la sala aplaudió a rabiar y el cartel de no hay localidades para el resto de funciones… y en el oído el quejío de una voz que canta la gala de medina, la flor de Olmedo.
Ángel Savín
Entre Marta y Lope en la sala II del Teatro Español
La Sala Pequeña del Español presenta un espléndido texto de Santiago Miralles y Gerardo Malla titulado “Entre Marta y Lope”, que recrea una conversación entre Lope de Vega y su última amante o barragana, el era ya sacerdote, Marta de Nevares. Un diálogo vivo, desaforado, vibrante que nos hace pensar en lo poco que han cambiado muchas cosas en casi quinientos años. Un Lope, ya viejo, enamorado y una Marta celosa por los fantasmas de amores pasados y en ellos la vida del Madrid de entonces, de dimes y diretes, de los personajes que fueron coetáneos, Cervantes, Góngora, Quevedo, un joven Calderón y su lucha por el reconocimiento, sólo prospera el que tiene amigos y sabe venderse dice Marta a un Lope que solo sabe de su arte. El genio que aparece hombre y como tal simple y complejo a la vez y que ama el teatro sobre todas las cosas, es puro teatro y por eso Marta le adora y le aborrece. Gerardo Malla, que dirige esta pieza, recrea a Lope con una actuación naturalista, sencilla, llena de emoción y Montse Díez lo hace con Marta desde una técnica de declamación teatral que nos llena de musicalidad los oídos, tanto en el amor como en el reproche, en la locura como en su vibrante cordura, con que admiración le mira y le mima. Lope el mujeriego esta entregado al amor de esta hermosa y brava mujer. Les acompaña Cesar Diéguez, que nos regala unos momentos cómicos dando vida a Felipe IV, al Conde-Duque de Olivares y al Ayudante de Lope. El genio no se destaca nada más que por su obra, puede estar sentado a tu lado y no ser precisamente atractivo, pero su obra permanecerá siempre. Así sus versos también permanecen eternos y eso es amor, quien lo probó lo sabe.
Ángel Savín
Manuel Canseco nos habla de su extensa carrera teatral
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…
Como muchos otros de mi generación comencé con el gusanillo del teatro durante mi tiempo de estudiante en la universidad. El TEU de aeronáuticos y luego el TEU del Distrito Universitario de Madrid fueron mis primeros puntos de enganche. Con este último se puso en marcha mi primera versión de los clásicos: “La Celestina”, que no llegó a ver la luz. Luego me inscribí en el TEM, que entonces estaba en la calle Barquillo. Allí me dieron clases: Maruja López, Ítalo Ricardi, William Layton y Miguel Narros, entre otros. Coincidimos en las clases profesionales Jose Carlos Plaza, Juan Francisco Margallo, Paca Ojea, etc.
Más tarde apareció la oportunidad de ser ayudante de dirección con José Luis Alonso Mañes y eso marcó definitivamente mi carrera. Fue una etapa maravillosa en el Teatro Nacional María Guerrero que duró más de siete años.
¿Realizaste otras facetas además de la dirección?…
Me dediqué desde el primer momento a la dirección, aunque participara como actor en diferentes ocasiones e incluso como extra en diferentes películas.
¿Tu labor en el teatro lo has compatibilizado con otros trabajos?…
Tan sólo al principio, luego, desde que salí del María Guerrero me dediqué exclusivamente a las Artes Escénicas como director y productor, con un dilatado periodo de paso por TVE en las labores de dirección y realización, que dejé para dedicarme únicamente al teatro.
¿Qué balance harías sobre tu larga trayectoria?…
Cuando miro hacia atrás, que lo hago pocas veces, suelo estar satisfecho de la labor realizada. Fueron tiempos difíciles, en los que creamos la primera compañía privada dedicada exclusivamente a los clásicos y en los que la falta de medios originaba tu principal censura artística. Algunos de aquellos montajes, hoy posiblemente caídos en el olvido al que tan proclive es nuestra profesión, tuvieron una gran repercusión y marcaron una línea de la que estoy satisfecho: La Paz, celebración grotesca sobre Aristófanes, de Francisco Nieva; El Cerco de Numancia, de Cervantes; La Orestiada, Medea, Troyanas, Casa con dos puertas mala es de guardar, Miau…
¿Qué diferencia hay para ti del teatro que se hacía en tus principios al que se hace hoy en día?…
Una diferencia abismal en cuanto a la forma de producción. Entonces el productor o las compañías privadas eran el sostén del teatro que se veía en el país, nombres propios que de año en año producían y giraban. Los teatros estaban también en manos privadas, habían de ser rentables y eso hacía que si tenías un buen producto te mejoraran fechas para la siguiente temporada. Esa forma de producción ya queda reducida a unos cuantos productores o empresas y gran parte de los empeños teatrales surgen de iniciativas grupales o esfuerzos cooperativos. Pero seguramente la mayor diferencia estribe en la falta de continuidad de esas compañías o grupos, la escasez de representaciones que obtienen la mayoría de los proyectos. Hoy nos conformamos, en el mejor de los casos, con los bolos de fin de semana. Recuerdo haber tenido que preparar maletas para dos meses porque no pasábamos por casa en ese tiempo. Ello también influía en la preparación de los actores. Los jóvenes que entraban en esas compañías tenían la oportunidad de observar día tras día a primeras figuras y de tener la posibilidad de dar el salto a papeles mayores dentro del elenco. El teatro era también escuela de práctica. Eso, desgraciadamente, se nota hoy día. En cuanto a la importancia de los montajes que se hacían creo andamos más o menos, pues si entonces había directores y empresarios con gran ambición artística también éramos sufrientes de los más burdos vodeviles. Hoy es de alabar, sin duda, el esfuerzo de esos pequeños teatros que han dado en proliferar acogiendo compañías jóvenes de gran talento.
¿Cómo surgen las ideas de los proyectos que pones en marcha personalmente?…¿Cuántos proyectos te han llegado como propuestas de otros productores?…
Uno se enamora de un texto que cae en tus manos y que te pide a gritos que lo pongas en pie, que le des vida a tu manera y te empeñas, a veces en el sentido económico de la palabra, hasta que lo sacas adelante. Creo que es una cuestión de amor… de amor y de necesidad de comunicación.
Me han llegado proyectos de otros productores, siempre privados, que eran como un gran descanso pues te permitían olvidar por un tiempo al hombre orquesta que era en mis propias producciones (productor, director, diseñador, iluminador, etc) para concentrarte sólo en el montaje escénico, en la dirección. Emilio Romero, Enrique Cornejo, Pedro Osinaga y Laura Cepeda han sido algunos de ellos. Al margen de mis direcciones en el Centro Dramático de Extremadura.
¿Ha sido importante tener unos colaboradores habituales en los equipos artísticos y técnicos?…
Nunca pude tener un equipo fijo de trabajo hasta que estuvimos en el teatro Galileo, pero siempre procuré trabajar con un reducido número de actores a los que a fuerza de coincidir ibas conociendo y por tanto formando un amplio equipo. Es verdad que lo echas de menos porque te facilitan las cosas y saben lo que quieres, pero también es verdad que la variedad enriquece. Ahora ya me rodeo de la gente con la que me entiendo bien.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…
Jubilado ya de la práctica activa me dediqué a escribir. Estrené una versión, por encargo, de la novela de Calvo Poyatos, El manuscrito de Calderón, y estoy embarcado en una pieza original sobre María Estuardo e Isabel de Inglaterra. Pero como la práctica escénica no se puede dejar, me lió mi querido amigo Antonio Serrano para que pusiéramos en pie una dramatización suya sobre el Libro de Buen Amor y, en unión de dos maravillosos actores y dos músicos no menos maravillosos nos embarcamos en esa aventura que ha resultado una joya escénica que está teniendo un gran éxito bajo el nombre de Coplas de Buen Amor.
Háblanos de la experiencia de Fuenteovejuna…
Apenas acabado el trabajo de las Coplas me propuso la alcaldesa de Fuente Obejuna que hiciera el montaje de la Fuenteovejuna de Lope de Vega con gente del pueblo, un montaje que se hace periódicamente con diferentes directores; me ilusionó la idea y he dedicado a ello estos tres últimos meses.
Ha sido una experiencia humana y artística maravillosa y, seguramente, el trabajo más difícil de toda mi carrera, no tanto por no ser profesionales los actores (que algunos de ellos no los cambiaría si tuviera que hacerlo en Madrid) como por las dificultades que planteaba hacerlo en el mismo lugar donde se produjeron los hechos y en una enorme plaza en la que había que ubicar escenarios múltiples y dar continuidad y espectacularidad al importantísimo texto de Lope. La grandiosidad del espectáculo ha colmado con creces las expectativas, y las modificaciones aportadas para conseguir esa plasmación de la herencia que consideran como suya los vecinos dieron un magnífico resultado. Allí quedan un montón de amigos.
¿Qué proyectos tienes entre manos?…
Si las cosas no se tuercen tal como están los tiempos, una coproducción con el CDN y el Festival de Mérida para remontar un espectáculo emblemático en mi carrera: La Paz, en homenaje a Francisco Nieva y también, desgraciadamente, a Julia Trujillo, que acaba de abandonarnos y tuvo un gran éxito junto a Carlos Lemos con esa obra.
¿Hay algún proyecto que nunca pudiste realizar y te gustaría?…
Siempre los hay, pero de forma especial dos: Electra Jonda, un texto de Juan Guerrero Zamora que está conformado no solo por la palabra sino también por el cante y el baile, es decir, un espectáculo total y para el que estamos buscando patrocinio o financiación, y un texto clásico, La gallega Mari Hernández, de Tirso de Molina, amén de un musical sobre el Tenorio en el que trabajé durante años. Son empeños caros y arriesgados…
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
Muy negativamente. La cultura no ha de ser por necesidad económicamente rentable; ha de serlo socialmente. En una sociedad en la que la preparación cultural se va debilitando y el teatro no ha calado en los hábitos de ocio de los ciudadanos como en otros países, cualquier traba de tipo económico que nos afecte sólo puede empeorar la situación. Es difícil entender que el precio de la butaca se grave mucho más que una localidad de un evento deportivo de masas. Cuando esto sucede algo va mal en los políticos y dice mucho por su falta de interés hacia la cultura.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado? ¿Por qué?…
No es uno solo, y muchas veces en teatros pequeños, pero tal vez el que recuerdo ahora con más gusto es Follies, el último montaje de Mario Gas en el Teatro Español, por ver ese plantel de actores desenvolverse con soltura en escena cantando y bailando, y como lo consiguió Mario de manera tan “natural”.
¿Alguna sugerencia para seguir creando y haciendo teatro en tiempos de crisis?…
Si alguien la tiene, por favor, que nos la diga…
I Festival Internacional de Teatro Clásico de Madrid
Lope de Vega se erige como el protagonista del Primer Festival de Teatro Clásico que organiza la sala Nave 73.
Más info en: nave73.es/about-us/
¿HACEMOS UNA ENTREVISTA EN TRÍO?…A Natalia Millán, Marta Valverde y Alberto Vázquez
¿Qué es el teatro para vosotros?.
Natalia: La única posibilidad placentera de cierta maldición bíblica…
Marta… Es el motor de mi vida profesional.
Alberto: Para mi el teatro es la auténtica prueba de fuego para el actor. El espacio en el que te mides contigo mismo y que te permite desarrollar el personaje a fondo y sin complejos. El vértigo del teatro es irrepetible…
¿Por qué hacéis teatro?…
Natalia: La culpa es de Bob Fosse.
Marta: Porque me fascina tener al público en directo.
Alberto:
Por la emoción del aquí y el ahora. El toro de salvar la situación y olvidarte de ti mismo.
¿Qué balance hacéis de vuestra trayectoria como actores?…
Natalia: No puede ser mejor.
Marta: Muy positiva.
Alberto: Soy muy afortunado, llevo 25 años viviendo de esto. He hecho de todo, he sido protagonista, secundario, he hecho teatro de texto, musical, he producido, si me quejo estoy loco.
¿Cómo surge el proyecto de Hacemos un trío?…
Natalia: Del amor que compartimos por nuestro oficio, en especial por el Teatro Musical, en donde se fraguó nuestra amistad allá por los 80.
Marta: Surge por las ganas de contar la historia de tres amigos y en agradecimiento al público.
Alberto: De la necesidad de hacer algo por nosotros mismos. De desarrollar un proyecto sin esperar a que te llamen y contar lo que tu quieres con quien tu quieres.
Háblanos de tu personaje(cada uno del suyo)…
Natalia: Somos nosotros mismos, recreamos nuestras propias experiencias y se las contamos directamente al público, sin cuarta pared, con humor, ternura y un pellizco de picardía.
Marta: En realidad es el de cada uno…un poco desnudo emociónal.
Alberto: En esta obra somos nosotros mismos, contamos nuestras vidas dentro y fuera de los escenarios, pero surge una ficción muy entrañable en la que me toca ser el contrapunto de ambas, el punto neutro, el eterno caballero, es un placer.
¿Cómo fue el proceso de creación?…
Natalia: Yo diría que en dos fases, una menos consciente, cada vez que rememorábamos juntos los capítulos más entrañables y divertidos de nuestra vida profesional, y que siempre acababa con un «AVERCUANDOHACEMOSALGOLOSTRES», y la definitiva a partir de nuestra primera reunion con Zenón Recalde, donde empezamos a poner en orden todas aquellas ideas que finalmente conforman, junto con el repertorio exquisitamente preparado por César Belda, HACEMOS UN TRÍO.
Marta: Hemos invertido muuuuchas horas hasta llegar a cerrar el guión incluso tenemos en reserva mucho material para ir variando el show.
Alberto: Nos encontramos muchisimas veces con el director Zenon Recalde y con el maestro Cesar Belda, hablabamos de nuestras trayectorias, recuerdos, anécdotas y lo que queriamos contar y cantar, ellos le fueron dando forma dramática y partitura musical. Ha sido
una maravilla.
¿Hay algún referente técnico o artístico del que habéis partido para crear la obra y vuestro personaje?.
Natalia: El mundo de los Musicales con cierto aroma cabaretero.
Marta: Es totalmente personal y genuino.
Alberto: Del off de Broadway y los espectaculos de los grandes music hall que ahora mismo estan bastante desaparecidos…
¿Qué balances hacéis de vuestros últimos trabajos como actores en teatro?…
Natalia: No puede ser mejor: el sueño cumplido en CHICAGO y la obra que ni siquiera me había atrevido a soñar, 5 HORAS CON MARIO…o hacer el amor con JÚPITER sobre las piedras sagradas del Teatro de Mérida, convertido en la casa de ANFITRION por obra y gracia de PLAUTO…
Marta: Yo me siento muy satisfecha de mi trabajo y sobre todo de los musicales que es lo que más me gusta.
Alberto: Yo he estado todo el año haciendo una version moderna de La Regenta, hemos recorrido toda España, ha sido muy bonita la experiencia de acercar el mito a la gente desde la sorpresa de un reallity de tv.
¿Cómo preparáis los personajes?…
Natalia: Yo creo que son los personajes los que se hacen contigo, se te cuelan como cuando se te cuela la forma de hablar de alguien, o de moverse, un tic, una emoción que reconoces, eso que podrías haber pensado tú mismo, eso que jamás harías pero que la máscara te permite experimentar con perfecta impunidad… cada personaje te entra a su manera, y hay que ser generoso con él. Dejar que te habite. Y, muy importante, nunca juzgarle…claro que eso es más fácil cuanto mejor es el texto… Esto, traducido a una metodología, sería algo así como que unas veces ataco por lo físico, otras por lo emocional, otras por lo racional… pero de una manera intuitiva, sin premeditación. Aunque sí puedo puntualmente echar mano de algún ejercicio para superar una dificultad o cuando falla el instinto, no soy muy metódica. Al menos conscientemente…
Marta: Estudio, estudio y estudio .
Alberto: Yo procuro meterme en su linea de pensamiento y de accion, y comprenderle y defenderle…acercarle lo maximo posible a mi.
¿Cuál es vuestro método?…
Natalia: Unas veces ataco por lo físico, otras por lo emocional, otras por lo racional… pero de una manera intuitiva, sin premeditación. Aunque sí puedo puntualmente echar mano de algún ejercicio para superar una dificultad o cuando falla el instinto, no soy muy metódica. Al menos conscientemente…
Marta: Depende del género empleó distintas técnicas.
Alberto: Confio mucho en el método de las acciones fisicas…el “hacer” para llegar a la verdad.
¿Qué función creéis que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
Natalia: El Teatro comprometido siempre es necesario, más en los tiempos que vivimos. Pero ahora más que nunca también necesitamos grandes dosis de optimismo para ver, más allá de nubes hostiles, la luz de aquello que nos apasiona, que nos hace felices. Y es que SEGUIMOS TENIENDO DERECHO A SER FELICES, pase lo que pase. Ese es nuestro canto, porque (y cito textualmente) «…hoy por hoy, es lo que hay…» y, además, » …si hoy en día trabajar ya es un lujo, hacer lo que te gusta y encima con la gente que quieres, esto es… ¡UN TRIO!»
Marta: Creo que es muy importante cuidar con mimo la cultura en general y en particular el teatro, en nuestra sociedad.
Alberto: Cuando hay crisis el teatro siempre repunta, eso demuestra la necesidad de la gente de ver historias en la cercania y la oscuridad de una sala de teatro. Concienciar, enseñar y emtretener se dan la mano.
¿Creéis que afectará mucho la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?.
Natalia: Es una auténtica masacre cultural. Después de unos años de esplendor del Teatro, hoy los espectáculos necesitan completar los aforos de sus salas todas las funciones para poder hacer frente a los costes de producción, disparados -¡disparatados!- por la subida del IVA. Pero si cada vez más españoles tienen dificultades para llegar a final de mes, raro es que los teatros se llenen. Una sola gigantesca excepción: el fenómeno de EL REY LEON, abarrotado en todas las funciones y de lo cual nos congratulamos porque es un gran espectáculo que sin duda lo merece, si bien es cierto que este rotundo éxito está provocando una falsa impresión de prosperidad en el sector al aumentar la recaudación, hasta el punto de que se oyen voces partidarias de nuevas subidas, cuando la realidad es que más allá del LOPE DE VEGA hay ya más cadáveres y cenizas que en el reino de SCAR y las hienas… Pero el Teatro es una Fuerza de la Naturaleza Humana y, mientras haya un espectador, habrá espectáculo…
Marta: Esta influyendo muy negativamente.
Alberto: ¿Acaso no lo han hecho ya?.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
Natalia: Los deseos no sufren ni recortes ni subidas de IVA. ATRÉVETE CON ELLOS.
Marta: La creatividad se agudiza en tiempos de crisis y hay que aprovechar esos momentos.
Alberto: No perder nunca las ganas de contar sin necesidad de grandes medios
¿Qué obra de teatro habéis visto últimamente?…
Natalia: Los Iluminados, en la sala pequeña del Español, un texto inquietante, unos actores que provocan todo menos indiferencia y un director por el que te dejarías llevar…
Marta: Sonrisas y lágrimas y me pareció un musical clásico precioso, muy recomendable para toda la familia.
Alberto: El Pelicano en La casa de la portera. Me encanto…Justo de lo que hablaba antes, lo tenia todo.
¿Proyectos?…
Natalia: 5 HORAS CON MARIO en el Teatro GOYA de Barcelona, del 4 de Septiembre al 11 de Octubre.
Y el resto del tiempo…¿HACEMOS UN TRÍO? Algo más que un Cabaret…»
Marta: Aparte de Hacemos un trío me encuentro inmersa en el rodaje de la película Autoréplica.
Alberto: Estoy rodando la pelicula Autoréplica a las órdenes de Daniel Cabrero, un thriller sicologico muy interesante y seguir llevando nuestra Historia por toda España. ¿HACEMOS UN TRIO?.
Mariano de Paco nos habla de sus proyectos como director de escena
¿Cómo surge el proyecto de Hombres de 40?…
El proyecto surge de mi colaboración con el dramaturgo Eduardo Galán. Eduardo tenía en mente escribir una obra actual, que tratase conflictos y temas contemporáneos (suele hacerlo en todo su teatro) y que además entretuviera e hiciese disfrutar al público. Estaba el precedente de “La curva de la felicidad”, pero no quería una segunda parte de la curva sino un nuevo texto que, quizá, si pudiera mantener el estilo del anterior. Luego, como suele pasar en estos casos, “Hombres de 40” tomó carne y vida propia y se convirtió en una comedia autónoma sobre la superación, la esperanza y el espíritu positivo.
¿Hubo ocasión, durante el proceso, para que los actores aportasen ideas en la dramaturgia y la puesta en escena?…
Tanto Eduardo como autor como yo como director tenemos una forma de trabajo que siempre admite y recibe con interés las ideas de todos los integrantes del equipo. La dirección marca un camino a través del texto que posteriormente los actores engrandecerán con su buen hacer y su talento. Somos creadores extremadamente dialogantes y creo que eso es muy positivo para el resultado final del espectáculo. Eso sí, con las ideas y los criterios claros y definidos. En este caso hemos contado con un excepcional elenco de actores encabezado por Roberto Álvarez que pronto exprimieron hasta la última de las posibilidades del trabajo. Los ensayos con Roberto, Diana Lázaro, Santiago Nogués y Francesc Galcerán han sido en esta puesta en escena una experiencia creativa altamente gratificante.
¿Hay algún referente técnico o estético del que has partido para esta puesta en escena?… Háblanos de ello…
Me ha influido mucho el mundo y la estética del boxeo. La obra se desarrolla en un antiguo gimnasio de barrio. La luz, las texturas, los colores y los ambientes de este tipo de lugares crean un género en sí mismo. Desde un punto de vista más emocional, el afán de superación, la mirada positiva de la vida que supone levantarse tras recibir el golpe, la lucha y el combate como deporte han estado en todo momento en la base referencial que ha conformado la puesta en escena de esta comedia.
¿Cómo ha sido el proceso de creación?…¿Qué has querido contar desde la dirección?…
Ha sido un proceso intenso, atractivo y divertido en el que he intentado huir de estereotipos y crear personajes de carne y hueso a partir del texto de Eduardo Galán. El objetivo era que el espectador pudiese contemplar con una sonrisa a los personajes, sus aciertos y desmanes, pero también (esto era importante) que pudiera identificarse con determinadas facetas de todos y cada uno de ellos. Todos son reales. Con la dirección intento contar que no hay verdades absolutas, que no todo es negro ni blanco, que de nada sirve tirar la toalla y lamentarse. Y que cuando hay un verdadero problema, los pequeños conflictos con los que vivimos y damos sentido a nuestra vida se desvanecen de inmediato. Hoy más que nunca tenemos que luchar por nuestros objetivos e intentar alcanzarlos. No perdamos los ideales ni los sueños porque también (o quizá sólo) a través de ellos alcanzaremos la felicidad.
¿Qué balances haces de tus últimos trabajos como director?…
Cada trabajo me enfrenta a nuevas dificultades de cuya resolución suelo aprender. Tropiezo mucho, tanto en la vida como en el trabajo, (y quiero seguir haciéndolo porque crezco con ello) pero no suelo tropezar en dos ocasiones con lo mismo. Creo que este es mi mejor trabajo hasta el siguiente y lo creeré del siguiente hasta que llegue el próximo (estoy muy feliz de poder trabajar con pasión en lo que me apasiona).
¿Qué espectáculo has visto últimamente? ¿Qué te pareció?…
Me han gustado mucho los dos últimos trabajos de Sergio Péris-Mencheta. “La Tempestad” y “Un trozo invisible de este mundo”.
¿Crees que afectará mucho la subida del I.V.A. y los recortes a la escena?…
Creo que están afectando dramáticamente y confío en que pronto se busque una solución a este grave problema para todos los que trabajamos en este sector.
¿Proyectos?…
Muchos. No puedo quejarme. Acabo de estrenar “El Caballero de Olmedo” de Lope de Vega, con adaptación de Eduardo Galán en Santander. Un espectáculo coproducido por el Teatro Fernán Gómez con la colaboración del Teatro Español y el Palacio de Festivales de Cantabria. Para 2014 voy a seguir colaborando con Eduardo Galán. Si todo va bien dirigiré una Comedia de Lorenzo Píriz-Carbonell y otra de Daniel Pérez. Ernesto Caballero ha tenido la amabilidad de llamarme para dirigir un espectáculo en CDN y voy a codirigir un espectáculo con Albert Boadella en el Canal. Estoy absolutamente encantado.
Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis…
Pues como se dice en “Hombres de 40”: Pelear, pelear y levantarnos cuando nos tiran. Vivir, tirar para adelante… “Ale hop”.
El despertar de la escritura femenina en lengua castellana en la Biblioteca Nacional
En El despertar de la escritura femenina en lengua castellana, exposición comisariada por Clara Janés, vemos florecer la literatura en los conventos, tanto en la prosa (Teresa de Ávila), y la poesía (Sor María de la Antigua), como en el teatro (Sor Marcela de San Félix), pero también, damas que concurren a certámenes y suman sus escritos a libros colectivos realizados con motivo de un homenaje o una celebración. Vemos cómo la fama hace que, desde muy pronto, algunas de estas escritoras conozcan traducciones, réplicas e incluso usurpación de su nombre (Luisa Sigea); vemos que una mujer es depositaria y difusora de obras de los grandes doctos (Sor Ana de Jesús de San Juan de la Cruz y Fray Luis de León); que otra, sin querer tomar hábito, se hace misionera y su labor es reconocida en distintos países (Luisa de Carvajal); vemos a la que se dedica al teatro (Ana Caro); a la que, a pesar de su gloria, guarda celosamente su verdadera identidad (María de Zayas); a la que, interesada en la ciencia, descubre un elemento del cuerpo y lo comunica (Oliva Sabuco); a aquella que se hace famosa por sus traducciones (Isabel Rebeca Correa); a la aguda pensadora (Juliana Morella); a la ganadora de numerosos certámenes (Cristobalina Fernández de Alarcón); a la que, desde tierras de ultramar, movida por el talento de Lope de Vega, le escribe una epístola en verso (Amarilis); y, en fin, a la que, también al otro lado del Atlántico, tiene su celda poblada de aparatos científicos y libros de literatura y de pensamiento de todo tipo hasta que la Inquisición la obliga a retractarse de sus ideas, renunciar a sus posesiones y declararse “la peor de todas” (Sor Juana Inés de la Cruz).
Más info en: http://www.bne.es
Poemas a pie de calle
Madrid tiene una barrio que se llama de las Letras, unas calles llenas de portales que esconden mil y una historias…Tras uno de esos portales, la semana pasada, Lope de Vega cumplía 450 años en plenas facultades…Este fin de semana último…Las calles se llenaron de acciones y poesía…Si Mahoma no va a la montaña, esta tendrá que arrastrarse hasta él…Al público hay que seguir sorprendiéndole, hay que atraer le a los teatros, a las galerías y a las librerías…y en un pequeño bajo de paredes forradas de libros, dos poetas…Ana Martín Puigpelat y Sebastián Fiorilli nos deleitaron con retazos de memoria y poemas comestibles…Afuera hacía frío y un sofá dialogaba con revistas y libros de bolsillo.
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