Nacho Sevilla nos habla de su estreno «Trinidad» en La Casa de la portera
¿Cómo surge el proyecto de Trinidad?…¿De qué va la obra?…
Este proyecto nace atendiendo a dos condicionantes:
-Estrenarlo en un espacio no convencional, como La casa de la portera.
-Trabajar con dos estupendas actrices: Lorena Toré y Cristina Bernal.
Soy un lector voraz desde muy jovencito, y con 15 años, y mucho antes de saber que me dedicaría a las artes escénicas, llegaron a mis manos textos de autores que me impactaron. Uno de ellos fue el venezolano Isaac Chocrón, autor maldito e injustamente tratado en nuestro país. Zurdo, judío, homosexual y escritor, así se definió a sí mismo demostrando un gran sentido del humor, y asumiendo una disidencia quizás impuesta.
El primer texto suyo que leí fue Okey, donde, al igual que en el resto de su obra, transgrede doblemente los modelos familiares heredados a través de una pareja de mujer madura y amante joven, a los que se une una tercera mujer en la formación de un trío.
Encargué una adaptación a Ana F. Valbuena, con quien tracé las pautas que marcaron su reescritura: España en los años 60. Ana además propuso un trío de mujeres, doblemente transgresor en la España del momento.
La obra plantea temas aún por resolver como el precio del ser humano, la necesidad de reconciliación entre vencedores y vencidos, o el debate entre los condicionantes sociales y económicos como factores destructores de las relaciones.
¿Hiciste algún tipo de búsqueda o documentación sobre el tema antes de empezar a dirigirla?…
Como egresado y actual profesor de la RESAD en la especialidad de Dirección de Escena, siempre realizo un escrupuloso trabajo de información y documentación relativo al proyecto, previo a toda la labor dramatúrgica y de propuesta de puesta en escena. Soy discípulo de Juan Antonio Hormigón.
¿Cómo ha sido el proceso de puesta en escena?…¿Con los actores?…
Es éste un trabajo fundamentalmente basado en la interpretación actoral. A Lorena y a Cristina ya las conocía de trabajos anteriores. A Marta Guerras siempre la tuve en mente para interpretar a la joven Trinidad. Tres actrices egresadas por la RESAD, con una disciplina de trabajo común, y con distintas peculiaridades técnicas.
El resto de la propuesta se apoya en una escenografía de finas líneas, artesanal y cercana, firmada por David Orrico, y en ingredientes como la radio, o la música de Rita Pavone quien ha marcado nuestro espacio sonoro no sólo por sus temas, sino como modelo de mujer que destacó en la música de una manera muy peculiar e inspiradora para nuestro trabajo.
¿Qué balance haces de tus últimos trabajos como director?…
Mis cinco años en la directiva de la RESAD me han impedido llevar a cabo más proyectos deseados. Destacaría mi trabajo con La Bernalina, cupletista interpretada por Cristina Bernal, con textos de Alberto Conejero, con quien he realizado dos puestas en escena que aún siguen girando, Sicalipsis now! y La chica del XVII o El corral de los cuplés. El musical es uno de mis géneros.También Migraciones internas, de Ana F. Valbuena, estrenado en el Piccolo de Milán, con profesores, egresados y alumnos de la RESAD, en una experiencia maravillosa.
Echando la vista atrás veo que he montado textos de autores emergentes: Paco Bezerra, Alberto Conejero, Nacho de Diego, Ana F. Valbuena.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
El que siempre tuvo: señalar con el dedo. Sea cual sea el género.
Si además tenemos en cuenta las especiales circunstancias de nuestra realidad, y que los políticos se están dedicando a hacer teatro (del malo), el teatro debe hacer política, más que nunca.
El circo en el congreso, el debate político en el escenario.
Los cómicos nunca tuvieron tanta competencia. Ni el poder tanta desvergüenza.
¿Qué te motiva para llevar a cabo un proyecto teatral?…
Un director siempre tiene muchos proyectos a la espera de que llegue su momento (tú lo sabes, como director). Okey ha tardado 30 años. Ahora se llama Trinidad.
Mi maestro Bielski decía que lo importante es tener un buen texto y unos buenos actores. Lo suscribo.
¿Cómo está afectando la subida del I.V.A. y los recortes en las ayudas al teatro?…
Mientras tengamos un ministerio donde ya no caben más competencias, todo bajo el mismo presupuesto, seguiremos viendo mermados los derechos básicos del ciudadano.
El teatro debe ser un servicio público, como la educación y la sanidad. ¿Quién ha dicho que no debe subvencionarse? No es una limosna, es un presupuesto que sale de los impuestos de los ciudadanos y a él debe volver.
Pero no nos engañemos, la crisis económica evidencia una crisis de pensamiento, y la imposición de una ideología.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
¿Hablas en singular? Veo mucho teatro. Acudo al teatro con el respeto que merece un trabajo que se hace con tanta entrega y disciplina y con tantos inconvenientes.
¿Cómo ves el teatro en nuestro país, en Madrid?…
Buscando nuevas fórmulas de supervivencia, rompiendo espacios convencionales y nuevos medios de autogestión, como Hilvanando Producciones, de total autofinanciación y capitaneado por la gestión de Eva Campillo, una productora creativa, resolutiva y con nuevas fórmulas de producción.
¿Proyectos?…
Si nos dejan… Desgraciadamente tenemos más proyectos que realidades.







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