David González en verano…
¿Qué balance artístico haces de este año?
Muy positivo… He estado haciendo teatro que me hace muy feliz en proyectos muy diferentes… “Iván-off” de José Martret, “Historias del chiscón” de Diego Sabanés y “La antesala” de Margarita Sánchez, tres propuestas teatrales que no tienen nada que ver entre sí, pero que han tenido como nexo de unión el espacio donde las he hecho “La casa de la portera”, mi talismán este año desde luego…
Combinándolo todo esto con mis proyectos de teatro para bebés.
¿Cómo estás pasando el verano?
Por suerte trabajando. En La casa de la portera, en “La antesala» con dos compañeras de lujo Juana Cordero y Carmen Navarro.
¿Has visto algún espectáculo interesante?
Pues en las dos últimas semanas he visto tres espectáculos que me han encantado por diferentes motivos y que recomiendo sin duda, “La visita” de Antonio Muñoz Mesa en La casa de la portera, “Alegrías las justas” de Quino Falero y “Sexpearemente” de Rulo Pardo y Santiago Molero en el Teatro Alfil
¿Qué libro estás leyendo?
Una antología de obras de Chejov y “Los caracoles no saben que son caracoles” de Núria Roca
¿Proyectos para el otoño?
Tengo varios proyectos de teatro, entre ellos probablemente estar en otra obra de Chejov… pero hasta Septiembre que se concrete todo no puedo confirmar nada.
La Antesala de Margarita Sánchez en La casa de la Portera
Cuando el corazón del fuelle del acordeón empieza a acelerarse, hay que utilizar el último ticket de las atracciones para continuar el viaje hacia no se sabe dónde. Margarita Sánchez escribe sobre la muerte como si fuese un espacio de vida, un lugar donde divertirse, un territorio lleno de memoria y juego. Su texto emociona y divierte a partes iguales, es una obra escrita con tinta extraída del corazón, con saber a algodón de azúcar. Dos mujeres hilvanan recuerdos y experiencias vividas mientras cantan el bolero de la caja, observadas, de cerca por David González, el hombre orquesta que va marcando el ritmo del viaje. Inés Piñole ha leído con sutileza el texto y le ha dado forma y emoción en el siempre sorprendente espacio de la casa de la portera. Las dos actrices, Juana Cordero y Carmen Navarro se escuchan más allá de las palabras, algo tan difícil en escena. No se pierdan esta atracción en la feria de la vida, se lo pasarán de muerte.
Adolfo Simón



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