En algún momento habrá que recoger en un libro el trabajo constante y arriesgado de algunas compañías de teatro madrileñas que han conseguido sobrevivir a una época donde los que deciden sobre cultura no han hecho más que mirar hacia otro lado. Estas compañías, a diferencia de las que se han formado en otros lugares de este país, han tenido que mantener la coherencia y la pelea por ser honestos con el teatro que hay que hacer y no con el que el respetable pide en un territorio lleno de confusión ideológica. Laila Ripoll y Mariano Llorente son dos profesionales de larga trayectoria en diferentes ámbitos de la escena. Aquí, al frente de un equipo espléndido, han escrito a cuatro manos una obra en la que, de nuevo, recuperan eso tan importante para el hombre moderno que es: La memoria. Porque sin memoria, sin saber cuáles son nuestros orígenes, no podemos «ser»: Sin pasado no existe el futuro. La obra es sencillamente necesaria en nuestros escenarios. Se propicia por fin esa labor que ha de tener el teatro, conseguir que la ciudadanía se encuentre y dialogue. Aunque es ficción, hay mucho de realidad porque sin mirar la vida no se puede imaginar un mundo mejor. Está hecha con amor y desde el amor, a la vida y al teatro. Una obra que debiera estar subvencionada para que se hiciese en todos las salas a puertas abiertas, para que nos reencontremos con el teatro y con el sentido profundo que este tiene. Y además, no lo hacen de manera maniquea ni fácil, juegan a la comicidad delirante de un cabaret de la muerte que permite distanciar el dolor para sentirlo de manera más profunda. Todas las piezas de esta propuesta encajan perfectamente, nada es casual ni gratuito. Si quieren ir al TEATRO, vayan a ver esta función.
Adolfo Simón

14 de mayo de 2014 | Categorías: CRÍTICAS, TEATRO, TEATRO MUSICAL | Tags: centro dramatico nacional, El triángulo azul, Laila Ripoll, mariano llorente | Deja un comentario
¿Qué es el teatro para ti?…¿Por qué haces teatro?…
Me es difícil resumir lo que es el teatro para mi. Un juego exigente y divertido, una forma artística de comunicación, un lugar de encuentro con los otros y con uno mismo, un acto simultáneo de vanidad y generosidad…
Empecé en el grupo de teatro del instituto, después en el de la facultad y cuando llevaba dos años en la universidad me presenté a las pruebas de ingreso para la RESAD. Me cogieron y estando en el primer curso empecé a trabajar en la Compañía Nacional de Teatro Clásico, primero como figurante y enseguida haciendo pequeños papeles… Hago teatro porque la vida me ha llevado por este camino y porque siempre he sentido que éste era mi camino.

¿Qué balance haces de tu trayectoria como actor?…Háblanos de tus últimos trabajos…
El balance que puedo hacer de mi trayectoria es muy positiva: He tenido la fortuna de haber estado en espectáculos estupendos y haber hecho personajes muy interesantes y muy variados. Gracias a este oficio he podido conocer gentes y sitios inolvidables, a mis amigos, (casi todos) a mi mujer… Llevo más de 25 años haciendo teatro, viviendo con pasión esta profesión y siento que mi condición de actor es mi gran tesoro (algunas veces también mi maldición).
En los últimos meses antes de «EL Triángulo Azul» he estado interpretando a Tomás Moro en «Tomás Moro, una utopía», bajo la dirección de Tamsin Towsand. Una función muy curiosa escrita por varios autores isabelinos,( Shakespeare entre otros).Se estrenó en el último Festival de Almagro y hemos girado con ella hasta el mes de abril, con temporadas en Madrid (teatro Fernando Fernan Gomez) y Barcelona (Teatro Barts). Ha sido un trabajo muy intenso y muy agradable, con un equipo fantástico.

¿Cómo surge tu participación en el proyecto de El Triángulo azul?…Háblanos de tu personaje…
«El Triángulo Azul» es un proyecto muy personal de Mariano Llorente y Laila Ripoll que el CDN ha acogido como producción propia. Laila y Mariano son unos de mis mejores amigos, con los que, junto a Juanjo Artero, fundamos en 1991 la compañía Producciones Micomicón. Desde entonces hemos compartido muchas cosas. Mi participación en este espectáculo, como la de varios actores más, habituales en los espectáculos de Micomicón,(Manuel Agredano, Marcos León) viene de esa trayectoria de grupo.
Mi personaje en la obra es Toni (Antonio García en la realidad), uno de los miles de republicanos españoles que después de haber tenido que huir de España tras la guerra civil, acabaron en el campo de concentración de Mathausen.
Toni y Paco (Francisco Boix en la realidad) fueron asignados al laboratorio fotográfico del campo y consiguieron salvar miles de fotografías,(que los nazis intentaron destruir al final de la guerra), en los que quedaba exhaustivamente documentado todo el horror al que fueron sometidos aquellos seres humanos.
Aparte de este personaje también participo en los números musicales del espectáculo.

¿Cómo ha sido el proceso creativo?…
«EL Triángulo Azul» es un espectáculo complejo y muy exigente. El proceso ha sido muy intenso con la sensación en algunos momentos de que no había tiempo suficiente. Entre la mayoría de las personas del equipo ya había de entrada una gran complicidad por haber trabajado juntas muchas veces, y «las nuevas incorporaciones» gente maja,como Paco Obregón, enseguida fueron como compañeros de toda la vida y, especialmente los más jóvenes (Elisabet Altube y Jorge Varandela) nos han puesto las pilas a los más talluditos. Laila Ripoll es una directora que quiere a los actores, confía en ellos y que, teniendo muy claro el espectáculo, escucha.

¿Hay algún referente técnico o artístico del que has partido para crear el personaje?…
En este caso los referentes son básicamente históricos. Nos hemos documentado sobre la peripecia que pasaron estos hombres, leyendo, viendo imágenes reales y también alguna película que aunque no tratara directamente el tema, nos alumbrara sobre la vida en los campos.

¿Cómo preparas los personajes?…¿Cuál es tu método?…
En general, mi manera de prepararme los personajes parte de la lectura del texto. Esto puede parecer una perogrullada pero creo que a veces no se le otorga la importancia que tiene. Una lectura atenta del texto puede darte las claves fundamentales para crear el personaje. Lo siguiente es descubrir cómo anda, escuchar y por último ponerte la ropa.

¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
Creo que el teatro tiene una función maravillosa de entretenimiento, ese mecanismo por el cual el espectador te concede el permiso para llevártelo a «otro lado» con la única condición de que no le aburras, en sí mismo es fascinante y nos conecta con algo muy básico, muy primitivo que todavía llevamos dentro. Pero es que además desde ahí podemos encontrarnos y hacer reflexionar sobre aspectos profundos del ser humano con una intensidad,creo,mayor que en ninguna otra manifestación artística.

¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?…
Es evidente que entre la subida del IVA y los recortes en los presupuestos dedicados al teatro, tanto para la producción como las partidas destinadas a la contratación por parte de los teatros de titularidad pública, han dejado al sector sumido en una auténtica depresión de la que no sé como y cuando saldremos.

¿Cómo ves el teatro en estos momentos en Madrid?…
Creo que esta ciudad, a pesar de la crisis y de unos políticos municipales que no nos merecemos, tiene una vitalidad y una creatividad potentísima y creo que en los últimos años mucha gente joven encuentra en el teatro su forma de expresión. Teatralmente esto es lo más interesante de Madrid ahora mismo.

¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
No rendirse.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
Dionisio Ridruejo, una pasión española. interesante, buena dirección, buenos actores, factura impecable.

¿Proyectos?…
Tengo la sensación de que «El triángulo Azul» nos va a dar sorpresas agradables, tenemos funciones de «Tomás Moro» para el otoño y también hemos remontado un espectáculo histórico de Micomicón: «Atra Bilis». También hay algún proyecto con UNIR (la productora de «Tomás Moro»).
10 de mayo de 2014 | Categorías: NOTICIAS | Tags: Antonio García, atra bilis, cdn, Centro de Arte Fernán Gómez, COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO, El triángulo azul, Elisabet Altube, Festival de Almagro, Francisco Boix, Jorge Varandela, José Luis Patiño, Juanjo Artero, Laila Ripoll, manuel agredano, marcos león, mariano llorente, Paco Obregón, Producciones Micomicón, RESAD, Tamsin Towsand, Teatro Barts, Tomás Moro, una utopía | Deja un comentario
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