Entrevista a CHÉVERE aprovechando su presencia en Escena Contemporánea
Balance de vuestra trayectoria…
Chévere lleva 25 anos como compañía y solo el hecho de haber llegado hasta aquí manteniendo la independencia creativa y profesional es un balance suficientemente positivo. Hemos hecho siempre lo que hemos querido, hemos hecho de todo, no nos hemos conformado con nada y hemos sobrevivido a nuestros errores y aciertos con dignidad.
¿Cómo surge el proyecto que presentáis en Escena Contemporánea?…¿De qué va la obra?…
Citizen surge en un momento de madurez creativa y estabilidad profesional como una experiencia de produción que debía ligar el funcionamiento de la compañía a una sala estable, la Nasa. Un proyecto de creación en proceso que se presentó al público a lo largo de toda una temporada. Citizen es una historia de ficción basada en un personaje real llamado Amancio Ortega, que ha construído un imperio llamado Inditex, más conocido como Zara. Esta ha sido una buena disculpa para hablar, ironizar y cuestionar los efectos de la globalización en relación con nuestras identidades individuales y colectivas.
¿Cómo fue el proceso dramatúrgico y de montaje de la obra?…
La obra se ha ido montando por partes, por episodios. Cada uno trataba un tema y se ubicaba en un momento concreto y en cada uno nos proponíamos usar un lenguaje y un tono distintos: el texto, la palabra, la imagen proyectada, el cuerpo, el humor, el melodrama, lo documental, la economía… A lo largo de una temporada se hicieron y estrenaron por separado tres episodios y al final los juntamos en una pieza completa, que es la que se presenta en Madrid.
¿Conoces la obra de otros creadores contemporáneos en España?…
Si, conocemos de primera mano el trabajo de muchos creadores contemporáneos españoles, sobre todo por nuestra actividad como anfitriones en la sala Nasa, por donde han pasado autores y compañías muy representativas de la escena más contemporánea durante casi veinte años, gente como Carlos Marquerie, Sergi Faustino, Sonia Gómez, Angélica Liddell, Rodrigo García, Legaleón-T, Olga Mesa, Colectivo 96, General Electrica, Elena Córdoba, Marcel.lí Antúnez, Konic thtr, Esteve y Ponce, F.T.I., Hnos. Oligor, Iker Gómez, La República, Cambaleo, Playground, Conservas, La Tristura… (escribiendo de memoria)
¿Qué opinas de la programación de Escena Contemporánea XIII?…
Creo que mantiene la pluralidad de propuestas, de lenguajes, miradas y procedencias que se le pide a un festival que trata la escena de creación contemporánea. Ofrece una panorámica interesante y personal de lo que se está haciendo, en la que caben con naturalidad la fría exactitud de La Veronal, el teatro juguetón del Pont Flotant, la mirada poética de La Tristura o la cruda exposición de David Espinosa, por poner sólo algunos ejemplos.
¿Qué función crees que ha de tener hoy la creación contemporánea para la sociedad en la que vivimos?…
La de ser una invitación a participar en los debates del presente ampliando la zona de juego más allá de la pura realidad de los hechos.
¿Qué os motiva o inspira para realizar proyectos que mostrar en vivo?…
Para nosotros el teatro es una manera de participar activamente en la sociedad en la que vivimos. Cada proyecto es la posibilidad de iniciar una conversación. A veces son cosas que oyes en un bar o en la calle, que lees en un periódico, en un libro o en un blog y que quieres oír en voz más alta. Otras veces son cosas tuyas que no te puedes callar. Pero siempre está la necesidad de oir a la otra parte, aquello que no solo eres tu ni los tuyos, aquello que es el público.
¿Crees que afectará mucho la subida del I.V.A. y los recortes al teatro para la escena alternativa?…
Sí. No de una manera definitiva, porque no estamos hablando de una escena que mueva mucho público en términos cuantitativos, pero si es una forma de debilitar aún más una red con mucha precariedad. Y más allá de los números, este IVA refleja la incomprensión de la clase política hacia la cultura y la injusticia con la que se trata a la creación artística en España.
¿Qué obra de teatro, danza o performance has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
He visto dos trabajos recientes muy interesantes de dos compañías de Galicia como Berrobambán y Voadora, y uno menos interesante de la compañía madrileña Animalario.
¿Cómo ves la creación contemporánea en el lugar donde trabajas?…
En Santiago de Compostela practicamente ha desaparecido de la cartelera y es sin duda la parte más precarizada de nuestro teatro. En cuanto a programación y creación se ha pasado de una situación envidiable a un panorama desalentador, consecuencia tanto de la debilidad estructural de los agentes creativos como de una política cultural de pura rapiña. Aún nos estamos preguntando como se puede destruir tanto en tan poco tiempo, y como no pudimos defender todo lo que habíamos conseguido.
¿Alguna idea para seguir creando en tiempos de crisis?…
Crear en tiempos de crisis mola más. Todo está más cerca de uno. Por ejemplo, en nuestro caso, la crisis ha convertido en necesaria la posibilidad de hacer teatro en escaparates o en las casas de la gente, nos ha ayudado a que otros vean lo bueno que es el teatro para transformar a las mujeres en hombres por un día, o para tratar los conflictos y abiciones de un grupo de adolescentes.
¿Proyectos?…
El más inmediato es el estreno de una nueva obra, que se titula Eurozone, el próximo 22 de febrero. Será en Teo, un pequeño ayuntamiento cercano a Santiago de Compostela, que ha acogido a Chévere como compañía residente. Allí además seguimos haciendo las Ultranoites, un cabaré político sobre la actualidad, que este año girará por otras ciudades gallegas. Y entre marzo y abril seguiremos desarrollando un proyecto de teatro en escaparates que se podrá ver en Pontevedra.
Pilar Gómez nos habla sus experiencias como actriz
¿Cómo surge el proyecto Mejorcita de lo mío?…¿Qué evolución ha tenido durante el tiempo que lo llevas representando?…
El proyecto surge de una inquietud personal, de una pregunta que me hacía a mí misma sobre mi profesión. Ya me sentía capaz de ponerme al servicio de lo que un director quería contar con un determinado texto, pero tenía ganas de descubrir qué contaría si fuera yo la que contara y con qué lenguaje. Yo me formé en una escuela (Instituto de Teatro de Sevilla. CAT) donde se potenciaba mucho el actor como creador y después de unos años trabajando profesionalmente, tenía ganas de investigar un poco en esta línea. Y Tenía también una necesidad de contar cosas, aunque lo que tenía era un batuburrillo sin mucha forma. De ahí que el encuentro con Fernando fuese fundamental, tanto como motor, como en la aportación de ideas, como para darles forma, como para compartir y descubrir desde donde queríamos hablar.
La evolución del espectáculo ha sido la natural de asentarse y coger firmeza. A base de hacer, cada vez he encontrado más comodidad en algunas zonas del show, otras han crecido y han mejorado y otras van y vienen, las encuentro y las desencuentro. Lo mejor de este espéctaculo es que la estructura funciona tan bien (y eso es labor de direccion sin duda) que incluso cuando estoy más “desencontrada” funciona.
¿Hubo ocasión durante el proceso para que aportases ideas en la dramaturgia y la puesta en escena?…
Claaaaaaaro!! El proceso entero fue aportar ideas y traducirlas a lenguaje del escenario. Este es un proceso en el que se escribe desde el escenario. El actor improvisa sobre una idea y de ahí se rescata lo más interesante y se sigue trabajando, así poco a poco se va creando el texto y la estructura. Y con la puesta en escena igual, un intercambio de ideas entre Fernando y yo. Por eso subtitulamos el espectáculo como “una conversación de Fernando Soto y Pilar Gómez”, porque el proceso lo fue. Y ha sido uno de los procesos más fluidos y bonitos hasta ahora en mi trayectoria profesional.
¿Hay algún referente técnico o artístico del que has partido para crear este trabajo?…
Muchos. Recuerdo que tuve un momento en que no paraba de ver monólogos. Me sirvieron como referentes un monólogo que hizo Marta Belenguer que no recuerdo el título, por su forma de estar en el escenario y lo directo y sencillo de su lenguaje. También recuerdo a Esteve y Ponce por el ingenio y la plasticidad, a Cristina Medina y su Solala como clown, que para mí es un lenguaje fundamental del actor… y me ayudaron mucho cursos como el de Guillermo Weickert y el de Will Keen, donde descubrí perlitas que se incluyeron en Mejorcita.
¿Cómo fue el proceso de creación durante los ensayos?…¿Ha habido cambios durante las funciones?…
Creo que te lo he contestado entre la primera y la segunda pregunta. Ha habido cambios en las funciones en cuanto a que la obra ha rodado mucho y ha ganado y crecido, pero en general es el texto con el que empezamos y es un texto fijo que admite alguna zona de improvisación puntual, pero es simempre el mismo texto y estructura.
¿Qué balance haces de tus últimos trabajos como actriz en teatro?…
Con Mejorcita llevamos seis años y para mí ha supuesto, sobre todo mi madurez profesional, que no es poco. Durante estos seis años sólo ha parado un año y medio por mi maternidad. En estos seis años me he enfrentado a otros proyectos como María Estuardo dirigida por Pedro Alvárez Ossorio y Nuestra Señora de las Nubes dirigida por Balbino Lacosta. En general, me gustaría trabajar con más fluidez en otros proyectos y conocer más formas de trabajo con otros directores pero el tiempo dirá.
¿Cómo preparas los personajes?…¿Usas algún método?…
Pues cada trabajo requiere de algo distinto. Yo no aspiro a tener un método cerrado que resuelva mi forma trabajar o de enfrentar un personaje, no lo necesito, prefiero estar abierta e ir sumando lo que sienta que voy encontarndo y que me vale. En general podría decir que para mí el 90% de esta profesión se resuelve teniendo ganas de jugar a eso que se propone en el escenario. Pero jugar DE VERDAD. No soy muy usuaria de los métodos psicologistas, me parecen poco útiles en escena, prefiero estar atenta y con muchas ganas de comunicar aunque sí considero que un actor debe conocerse y saber poner en uso sus recursos puesto que somos nuestro propio instrumento.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
Pues no sé si tiene una sola. Creo que tiene muchas. Para mí cumple la función de compartir y comunicar experiencias o historias, la de conmover (mover en algún sentido) al espectador, la de encontrarnos en directo para CONTAR. Pero creo que también tiene una función muy necesaria de entretenimiento y evasión, y de ser capaz de remover y hacer reflexionar a la gente (desde lo más personal a lo más político). Creo que todo cabe en el teatro y eso lo hace grande.
¿Crees que afectará mucho la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?…
Ya ha afectado. Una pena y un dolor. Supondrá un desastre para el teatro de pequeño formato, ese que no puede cobrar una entrada de 25 euros. Se seguirá haciendo porque esta profesión es una pasión pero no podremos comer de nuestro trabajo que es lo que dignifica nuestra profesión, entre otras cosas. Pero es un tipo de teatro donde los políticos obtiene pocos titulares y se pueden poner pocas medallas así que… interesa poco. Pero vivo seguirá. Sólo que con más hambre.
¿Qué obra has visto últimamente que te haya interesado?¿Por qué?…
No veo demasiado teatro últimamente porque o lo estoy haciendo yo, o esa hora es un lío para mí con una hija pequeña. Me interesa mucho Alfrezo Sanzol y lo que cuenta y cómo lo cuenta, su sentido de la estética en el escenario y su poética. Me interesó especialmente “Delicades” que dirigió para una compañía catalana y “Sí, pero no lo soy”. Hace ya un tiempo…“La Omisión de la familia Coleman” me fascinó.
¿Proyectos?…
Ahí estamos, intentando sacar algo nuevo con Ignacio Mateos y dirigido por Chiqui Carabante, pero estamos tan en el principio que no sé si mejor ni nombrarlo para que salga.









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