Daniel Albaladejo: El teatro forma parte del tejido social y cultural de un país
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?
Mis inicios en el teatro fueron más casuales que vocacionales. Frecuentaba ambientes culturales en el lugar de donde soy, Murcia, me ofrecieron un papelito en una representación de “Lisístrata” en el Festival de Teatro, Música y Danza de San Javier en verano del 90 y tras la experiencia abandoné la carrera de Biología, que era lo que estudiaba y me matriculé en la Esad de Murcia. Me atrapó el “veneno” del Teatro.
¿Por qué haces teatro?
Para volar. Por necesidad de libertad. Para no estar atado. Para soñar y hacer soñar. Para morir y resucitar.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria en la interpretación?
Echando la vista atrás y evaluando mi trayectoria, de momento, estoy muy satisfecho, tanto por la cantidad como por la calidad de los trabajos realizados. Esto es una larga carrera de fondo y de aprendizaje tanto personal como profesional.
¿Qué sentido ha de tener el teatro para la sociedad en la que vivimos?
El teatro forma parte del tejido social y cultural de un país. Es una seña de identidad de lo que somos como ciudadanos y como seres humanos. Es un arte donde descubrimos nuestros aciertos y nuestras miserias. Nos hace reflexionar sobre lo que queremos como sociedad, hacia donde vamos y de donde venimos. Es ocio, es cultura y es la identidad de un pueblo.
¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que te embarcas?¿Qué te anima a participar en ellos?
Surge de querer contar un historia. De profundizar en ella y sacar la lectura más comprometida que podamos. Eduardo Vasco y su compañía Noviembre nos ofrece la posibilidad de formar parte de un grupo comprometido con una idea de compañía a la antigua usanza, crear un repertorio donde cada miembro aporta lo mejor a los personajes, independientemente del papel que desempeñe. Esta idea de compañía es la que me anima a participar en los proyectos que surgen y nos propone Eduardo.
¿Cómo surgió tu participación en Otelo?. Háblanos de este proyecto y tu trabajo en él.
Una vez terminado el proyecto anterior ,“Noche de Reyes”, Eduardo me contó la posibilidad de montar “Otelo”. Disponía del elenco apropiado y capacitado para hacerlo, y no lo dudé mucho. Era una oportunidad única de representar a uno de los grandes personajes del teatro y además con una versión magnífica de Yolanda Pallín. No se podía pedir más.
El trabajo se dividió en dos partes. Una primera durante el verano, donde investigamos sobre el texto, los personajes, sus relaciones y donde bocetamos una primera idea de espectáculo y otra segunda, en otoño, donde se le dio forma a todo ese boceto y se erigió la estructura de espectáculo que se puede ver actualmente. En esta parte se integraron los elementos de vestuario, Lorenzo Caprile, escenografía, Carolina González e iluminación, Miguel Ángel Camacho.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?
En este último año he tenido la suerte de participar en “Ay, Carmela” con dirección de José Bornás y con Elisa Matilla como compañera de reparto y en “La Lengua en Pedazos” con dirección de Juan Mayorga y con Clara Sanchis, con la que actualmente seguimos de gira.
¿Qué proyectos tienes entre manos?
Pues de momento continuo con “Otelo” y “La Lengua en Pedazos” y próximamente iniciaremos los preparativos para ensayar en Diciembre “El Mercader de Venecia” con dirección de Eduardo Vasco en Noviembre Teatro.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
Evidentemente se está haciendo muy cuesta arriba poder desarrollar proyectos teatrales en estas condiciones. En ese concepto de compañía que te comentaba anteriormente es muy difícil asumir ciertos costes ya que hablamos de repartos extensos, diez u once actores, más técnicos en gira y unidad de producción. Pero aún así es una idea que tenemos y la llevaremos hasta las últimas consecuencias. Creemos en esta forma de hacer teatro. Sería necesario una reflexión por parte del Gobierno en cuanto a una rectificación del IVA cultural. El 21% de cero es cero. Y podría pasar.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?.
Me sorprendió y me encanto “Los 4 de Düsseldorf” de José Padilla y dirigido por él mismo en la tristemente cerrada (hablando de los estragos del IVA cultural) sala “El Sol de York”. Un espectáculo diferente, fresco, brillantemente interpretado y dirigido y con un mensaje clarificador el “sincerismo”. Que pasaría si todos decimos lo que pensamos de verdad. Me encantó.
¿Alguna sugerencia para seguir creando y haciendo teatro en tiempos de crisis?.
Paciencia hermano que de todo se sale. Seguir apostando por espectáculos que queremos contar y enamorar al público con ello. Sin público, esto del Teatro, no sería nada.
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