«Ricardo III» en el Teatro Español

Eduardo Vasco lo tiene muy claro: «El mundo está vuelto del revés, tiene la cabeza donde tiene que tener los pies». Así es. Este montaje en el que se nos muestra la condición humana a través del mismísimo diablo encarnado en Ricardo III gracias a Arturo Querejeta, es una pequeña joya que necesita de un público que la arrope y la admire. Vasco ya tiene experiencia tras cinco montajes de Shakespeare en recrear el mundo de las intrigas, emociones y contradicciones que se nos propone en las obras de El Bardo de Avon.
Un montaje brillante con escenografía sencilla, a base de mostrar y ocultar maletas y baules y de telas nos sumerge en la sanguinolenta mente del duque de Gloucester, que aspira a ser rey de Inglaterra, y lo consigue tras ir dejando a su paso los cadáveres ensangrentados, no solo de sus enemigos, son también de amigos y parientes traicionados. Todo tiene sentido en el montaje, hasta regalar un reino por un caballo dentro de una batalla naval… porque el sinsentido, el mundo del revés es el producto de la maldad producida por la mente humana…y aquí se demuestra que hay mucha.
Y hablando de sinsentidos… ¿Cómo puede ser que el teatro no se llene, no se regale, no se comparta y las calles estén llenas de Ricardos en busca del regalo navideño perfecto?
Luis Mª García Grande
«El mercader de Venecia» en Matadero Madrid

¿Qué es lo importante para disfrutar de un buen Shakespeare? Yo pienso que una buena interpretación por parte de los actores y una atención por parte del espectador para impregnarse de cada palabra encadenada sabiamente en frases sabias. Todo lo demás es accesorio: la escenografía, el vestuario, la iluminación…
Pero si todo esto se mezcla si altas pretensiones por un experto como Eduardo Vasco, si la palabra va unida a una escenografía sencilla pero eficaz de Carolina González, a un vestuario lujoso, bien pensado y que no deslumbra al espectador a pesar de la maestría con la que está hecho por Caprile, pues el resultado es magnífico.
En el Teatro Español, Naves del Matadero podemos disfrutar de esa esencia del teatro gracias también a buenas interpretaciones de todos los que intervienen en «El mercader de Venecia» y sobresaliendo la de Arturo Querejeta.
Acérquense a darle su libra de carne al teatro.
Luis Mª García Grande
Hedda Gabler de Henrik Ibsen en el CDN
Hedda Gabler es una de las obras más atemporales de Henrik Ibsen, nos muestra un mundo que podría corresponder a otra época pero que es de rabiosa actualidad: La necesidad de no quedar atrapado en una tela de araña asfixiante donde no puedes elegir tu destino. La versión que ha realizado Yolanda Pallín propone un universo en el que todos están observándose en una jaula de oro y Eduardo Vasco dirige la propuesta y a los actores acentuando este laberinto obsesivo y perverso donde Hedda tomará la decisión final para abrir su vida al mundo aunque el precio que ha de pagar es caro. Cayetana Guillén Cuervo es Hedda y transita por el escenario como alguien que ve como su trayecto se acerca al abismo, el elenco se completa con la presencia de Ernesto Arias, Jacobo Dicenta y Verónika Moral y Charo Amador.
Adolfo Simón

«Hedda Gabler» de Henrik Ibsen
Dirección: Eduardo Vasco
Reparto: José Luis Alcobendas, Charo Amador, Ernesto Arias, Jacobo Dicenta, Cayetana Guillén Cuervo, Verónika MoralEduardo Vasco.
Yolanda Pallín (Versión), Carolina González (Escenografía), Miguel Ángel Camacho (Iluminación), Lorenzo Caprile (Vestuario), Ángel Galán (Música), Eduardo Vasco (Espacio sonoro y vídeo), Isidro Ferrer (Cartel), marcosGpunto (Fotos), Paz Producciones (Vídeo)
Otelo de William Shakespeare en el Teatro Bellas Artes
Nadie duda de la modernidad de William Shakespeare por eso se sigue representando una y otra vez sus obras en todos los teatros del mundo. Y siempre sobrevive a cualquier lectura y a menudo descubrimos una visión novedosa sobre sus tramas. Otelo siempre se ha llevado a escena como la historia de ese moro celoso que mataba de forma brutal a Desdémona. Pero como en toda gran obra, si se lee entre líneas, podemos descubrir muchos matices y capas que nos mostrarán la complejidad de los seres que habitan esa ficción que no es más que un reflejo de la realidad. La propuesta desde la adaptación de Yolanda Pallín y la dirección de Eduardo Vasco, crea un pulso de poder y locura entre Yago y Otelo que resulta muy interesante, creando una situación donde hay más coralidad en la obra que en otros montajes que ahora mismo recuerde. Y además, se hace hincapié en que la mujer es una víctima de los excesos de ambición y poder de los hombres; si un hombre mira todo lo que hay a su alrededor como objetos, no será feliz y hará desgraciado a su entorno. El espacio es sencillo y simbólico y por él transitan los actores en un trabajo ensamblado donde todos forman el puzle perfecto para contar este drama histórico con gran eco actual.
Adolfo Simón
Daniel Albaladejo: El teatro forma parte del tejido social y cultural de un país
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?
Mis inicios en el teatro fueron más casuales que vocacionales. Frecuentaba ambientes culturales en el lugar de donde soy, Murcia, me ofrecieron un papelito en una representación de “Lisístrata” en el Festival de Teatro, Música y Danza de San Javier en verano del 90 y tras la experiencia abandoné la carrera de Biología, que era lo que estudiaba y me matriculé en la Esad de Murcia. Me atrapó el “veneno” del Teatro.
¿Por qué haces teatro?
Para volar. Por necesidad de libertad. Para no estar atado. Para soñar y hacer soñar. Para morir y resucitar.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria en la interpretación?
Echando la vista atrás y evaluando mi trayectoria, de momento, estoy muy satisfecho, tanto por la cantidad como por la calidad de los trabajos realizados. Esto es una larga carrera de fondo y de aprendizaje tanto personal como profesional.
¿Qué sentido ha de tener el teatro para la sociedad en la que vivimos?
El teatro forma parte del tejido social y cultural de un país. Es una seña de identidad de lo que somos como ciudadanos y como seres humanos. Es un arte donde descubrimos nuestros aciertos y nuestras miserias. Nos hace reflexionar sobre lo que queremos como sociedad, hacia donde vamos y de donde venimos. Es ocio, es cultura y es la identidad de un pueblo.
¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que te embarcas?¿Qué te anima a participar en ellos?
Surge de querer contar un historia. De profundizar en ella y sacar la lectura más comprometida que podamos. Eduardo Vasco y su compañía Noviembre nos ofrece la posibilidad de formar parte de un grupo comprometido con una idea de compañía a la antigua usanza, crear un repertorio donde cada miembro aporta lo mejor a los personajes, independientemente del papel que desempeñe. Esta idea de compañía es la que me anima a participar en los proyectos que surgen y nos propone Eduardo.
¿Cómo surgió tu participación en Otelo?. Háblanos de este proyecto y tu trabajo en él.
Una vez terminado el proyecto anterior ,“Noche de Reyes”, Eduardo me contó la posibilidad de montar “Otelo”. Disponía del elenco apropiado y capacitado para hacerlo, y no lo dudé mucho. Era una oportunidad única de representar a uno de los grandes personajes del teatro y además con una versión magnífica de Yolanda Pallín. No se podía pedir más.
El trabajo se dividió en dos partes. Una primera durante el verano, donde investigamos sobre el texto, los personajes, sus relaciones y donde bocetamos una primera idea de espectáculo y otra segunda, en otoño, donde se le dio forma a todo ese boceto y se erigió la estructura de espectáculo que se puede ver actualmente. En esta parte se integraron los elementos de vestuario, Lorenzo Caprile, escenografía, Carolina González e iluminación, Miguel Ángel Camacho.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?
En este último año he tenido la suerte de participar en “Ay, Carmela” con dirección de José Bornás y con Elisa Matilla como compañera de reparto y en “La Lengua en Pedazos” con dirección de Juan Mayorga y con Clara Sanchis, con la que actualmente seguimos de gira.
¿Qué proyectos tienes entre manos?
Pues de momento continuo con “Otelo” y “La Lengua en Pedazos” y próximamente iniciaremos los preparativos para ensayar en Diciembre “El Mercader de Venecia” con dirección de Eduardo Vasco en Noviembre Teatro.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
Evidentemente se está haciendo muy cuesta arriba poder desarrollar proyectos teatrales en estas condiciones. En ese concepto de compañía que te comentaba anteriormente es muy difícil asumir ciertos costes ya que hablamos de repartos extensos, diez u once actores, más técnicos en gira y unidad de producción. Pero aún así es una idea que tenemos y la llevaremos hasta las últimas consecuencias. Creemos en esta forma de hacer teatro. Sería necesario una reflexión por parte del Gobierno en cuanto a una rectificación del IVA cultural. El 21% de cero es cero. Y podría pasar.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?.
Me sorprendió y me encanto “Los 4 de Düsseldorf” de José Padilla y dirigido por él mismo en la tristemente cerrada (hablando de los estragos del IVA cultural) sala “El Sol de York”. Un espectáculo diferente, fresco, brillantemente interpretado y dirigido y con un mensaje clarificador el “sincerismo”. Que pasaría si todos decimos lo que pensamos de verdad. Me encantó.
¿Alguna sugerencia para seguir creando y haciendo teatro en tiempos de crisis?.
Paciencia hermano que de todo se sale. Seguir apostando por espectáculos que queremos contar y enamorar al público con ello. Sin público, esto del Teatro, no sería nada.
Beatríz Argüello nos habla de sus experiencias para la escena
¿Qué es el teatro para ti?…
El teatro para mí es la forma de expresividad más completa que existe. Incorpora la palabra, la música, la danza, arquitectura, escultura…E incluso las nuevas tecnologías. Es totalmente permeable y se adapta a cualquier época, por eso jamás morirá.
¿Por qué haces teatro?…
Porque es mi profesión. Es mi responsabilidad.
¿Qué balance haces de tu trayectoria como actriz?…Háblanos de tus últimos trabajos…
Mi trayectoria como actriz comenzó muy pronto, pues mi primer trabajo profesional fue a los veinte años en la Abadía. Después he tenido la suerte de trabajar con muchos y distintos directores en distintas instituciones y teatros privados o salas alternativas. Y cuando me he separado de mi carrera, ha sido por una elección personal así que estoy relativamente satisfecha.
Mis últimos trabajos han sido » Noche de Reyes» de Shakespeare dirigida por Eduardo Vasco en el que interpretaba a Viola, y el monólogo «4.48 Psicosis» de Sarah Kane dirigido por Carlos Aladro. Este último muy especial, pues creo que conseguimos hacer de un texto absolutamente demoledor, una pieza llena de poesía.
¿Por qué no has hecho más cine o televisión?…
Eso mismo me pregunto yo.
¿Cómo surge el proyecto de Kafka Enamorado?…Háblanos de tu personaje…
El director José Pascual, (con quien trabajé en «El caballero de Olmedo» en la Compañía Nacional de Teatro Clásico), me ofreció este proyecto el cual me pareció muy interesante desde el primer momento, pues recrear la vida de alguien que ha existido, siempre resulta algo fascinante. Así es como llego a Felice Bauer, mujer de la cual Franz Kafka se enamora y que viven una relación durante cinco años. Felice es una mujer adelantada para su época (principios del siglo XX), independiente, trabajadora, una mujer de negocios que viaja por las ciudades europeas; y que conquista a Kafka por su capacidad de decisión y seguridad. A esto se suma su visión de la pareja como un compromiso, donde casarse y formar una familia es lo más normal y lógico. Y es en este punto donde encuentra la resistencia de Kafka, el cual es incapaz de asumir este tipo de vida.
¿Hubo ocasión durante el proceso para que los actores aportaseis ideas en la puesta en escena?… ¿Cómo ha sido el proceso creativo?…
Por supuesto. Ha sido un trabajo de equipo donde todos han estado muy presentes en el proceso de ensayos aportando ideas y donde los actores hemos estado muy arropados. La historia que contábamos estaba especialmente viva, pues el autor Luis Araújo estaba allí, enriqueciendo y ofreciéndonos mucha información valiosa para el proceso creativo.
¿Hay algún referente técnico o artístico del que has partido para crear tu personaje?…
Bueno, hablamos mucho sobre el papel de la mujer en aquella época. Para el personaje de Grete ( la amiga de Felice y amante de Kafka), me serví de la idea de la “femme fatale”, la mujer como perversión y devoradora del hombre. Pero en Felice, me centré en el texto y en las distintas situaciones y eso fue creando su carácter y su fisicidad.
¿Cómo preparas los personajes?…¿Cuál es tu método?…
No parto de una idea preconcebida del personaje. Llego a los ensayos lo más vacía posible y juego las situaciones a fondo. Poco a poco se irá manifestando un carácter determinado que se comporta y reacciona de una manera concreta.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
El teatro es fundamental. Tiene una importancia vital en nuestra sociedad, aunque intenten hacernos creer que es prescindible. El ser humano necesita el arte para evolucionar , es el pan para nuestra alma, como decía Isadora Duncan. Una sociedad sin arte, sin teatro, está condenada a la pobreza espiritual y eso es muy peligroso.
¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?…
Es realmente triste que el poder, en vez de proteger su cultura como lo más valioso que tiene un pueblo, ponga dificultades y trabas para que no se desarrolle. Estamos en un momento muy complicado, donde se fomenta la alineación del ser humano, y eso es totalmente contrario a la cultura y a la educación.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
Pues por todo lo anterior, es cuando hay que estar más despiertos y con actitudes de valentía y riesgo. La crisis trae un cambio, y casi todo cambio es bueno, pues eso significa que hay movimiento, transformación.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
Ví no hace mucho unas “Bodas de sangre” de Lorca dirigido por Irina Kouberskaya en la sala Tribueñe. El trabajo que hace esta directora es espléndido, su intrepretación del texto da una nueva dimensión al texto de Lorca.
¿Proyectos?…
Estoy en un proyecto de investigación sobre la danza y el teatro. Espero que se pueda concretar en breve.
Ernesto Arias nos habla de sus últimos trabajos como actor y director
¿Cómo surge el proyecto Enrique VIII?…
Rakatá/Fundación Siglo de Oro fue seleccionada para representar a España en las llamadas «Olimpiadas Culturales» en Londres donde en el Globe Theatre se representarían las 37 obras de Shakespeare por compañías de 37 países y en 37 idiomas diferentes; se asignó por parte de la organización Enrique VIII y tuve la enorme suerte de que la compañía me propusiese dirigirlo. Era una tarea difícil por la complejidad del material, pero ha sido muy gratificante y enriquecedora.
¿Hubo ocasión, durante el proceso, para que los actores aportasen ideas en la dramaturgia y la puesta en escena?…
Sí, por supuesto. La puesta en escena nos obligaba a realizar una adaptación del texto, y comenzamos los ensayos con una primera dramaturgia que realizamos José Padilla, Rafa Labín y yo mismo, y esta ha ido enriqueciéndose en el proceso de ensayos, y algunas de las sugerencias vinieron por parte de algunos actores; por ejemplo Fernando Gil, que interpreta el rey Enrique hizo aportaciones en sus parlamentos que fueron fundamentales. En cuanto a la puesta en escena lo cierto es que no hubo mucho tiempo de ensayos con lo que no había demasiadas posibilidades de exploración y se comenzaron los ensayos con una propuesta muy clara.
¿Hay algún referente técnico o estético del que has partido para esta puesta en escena?… Háblanos de ello…
La función era un encargo muy determinado, era un texto asignado para realizar en un marco muy concreto y con unas posibilidades de producción muy limitadas; con lo que tengo que reconocer que lo fundamental ha sido ajustarnos a todas las premisas que la realidad imponía de antemano. El Globe Theatre es un espacio muy particular que requiere unos recursos teatrales muy concretos, dados por la naturaleza del espacio; allí no puede ponerse una escenografía, las funciones son a la luz del día -con lo que no existe la posibilidad de recursos de iluminación-, ochocientos de los mil trescientos espectadores están de pie viendo la función -con lo que los tiempos de la función son muy concretos y venían impuestos por la organización-. Para pensar la puesta en escena estudiamos mucho el espacio y sus posibilidades. Enrique VIII es una de las llamadas «obras históricas», y nosotros, humilde compañía madrileña íbamos a acometer la «osadía» de ir a Londres a representar un texto de su gran autor inglés que cuenta un episodio muy importante de la historia de Inglaterra, en el «templo del teatro londinense»; pues ese fue el punto de partida de la puesta en escena, que comienza con unos actores que se suben al escenario saludan a los presentes para luego perderse entre cajas y -tras un prólogo que anuncia el juego teatral y justifica la humildad de la producción- aparecen a modo de personajes para contar esa «historia» que, aunque seguramente los hechos no ocurrieron tal y como se cuentan podrían haber sucedido así.
¿Cómo ha sido el proceso de creación?…¿Qué has querido contar desde la dirección?…
Todas las decisiones creativas que tomáramos debían ajustarse al equilibrio entre lo que nos interesaba del material original y las limitaciones, y ese ha sido un proceso muy enriquecedor, que oscilaba entre la frustración por no poder hacer exactamente lo que imaginábamos y la ilusión y alegría cuando dábamos con algún hallazgo interesante. Empezamos por la dramaturgia que debía posibilitar poder realizar una función que en su original tiene casi cuarenta personajes con catorce actores, con lo que fundimos personajes, anulamos otros, quitamos alguna escena, reordenamos la estructura de la obra, todo ello con la finalidad de crear un material lo más interesante posible de un original que en mi humilde opinión no lo es tanto. Yo creo que el original de Shakespeare no es ni una obra dramática, es un «guión» para un acto conmemorativo, fue un encargo para una celebración, y pensó una función que permitiera la espectacularidad, la pompa, el lujo, las mascaradas, bailes y fuegos artificiales. A nosotros eso, aparte de que no nos interesaba, se escapaba de nuestras posibilidades. Lo realmente interesante era el episodio histórico en el que se enmarcaba la obra, y los personajes. El texto original cuenta muy por encima el conocimiento de Enrique de Ana Bolena, y el proceso de anulación del matrimonio con la Reina Catalina y ahí fue donde nos centramos; en las motivaciones y conflictos de los personajes, en la lucha del Rey (del poder) por conseguir lo que quiere aunque para ello tenga que cambiar incluso hasta la religión del estado; en la ambición desmedida de Wolsey que precisamente es lo que le lleva a su caída; en el tesón y firmeza de la Reina Catalina para no renunciar a seguir siendo la reina legítima de Inglaterra, en las artimañas de los condes de Norfolk y Suffolk para acabar con la influencia de Wolsey y conseguir ellos esa influencia, en la ingenua hipocresía de Ana Bolena que manifiesta que no querría ser reina, etc…
¿Qué balances haces de tus trabajos como director y actor?…
Pues hago un balance muy positivo, porque disfruto enormemente con mi trabajo y por suerte hasta ahora no me ha faltado. Yo soy fundamentalmente actor, actuar es lo que más disfruto, y lo de dirigir ha sido circunstancial, no ha sido producto de una inquietud o una necesidad personal, simplemente me lo han propuesto y después de valorarlo he decidido arrojarme a hacerlo. Tanto como de actor como de director hay trabajos de los que me siento más orgullosos que otros, pero de todos he disfrutado y aprendido.
¿Qué es el teatro para ti?…¿Por qué haces teatro?…
El teatro es una dedicación de la que disfruto enormemente, como ninguna otra, y es la manera de ganarme la vida. El que sea esas dos cosas me hace enormemente afortunado feliz; y siendo así ¿cómo no lo voy a hacer?
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
Cada uno que le aplique la función que crea. El teatro es algo muy grande para tener una única función, el teatro es para muchas cosas: para entretener, para pensar, para emocionar, para cuestionar, para reflexionar, para movilizar, para enseñar, para divertir, para descubrir, para ayudar a desahogarse, para soñar e imaginar, para no olvidar, para advertir y alertar, para criticar, para formar, para compartir, estremecer, provocar, incomodar, empatizar, fantasear, vaticinar, para conocer, conocerse y conocernos, para sorprender, y un larguísimo etc… El teatro ofrece todo eso, hay muchas propuestas muy diferentes; sólo basta con elegir la que uno como espectador desee. Es tanto y tan grande lo que puede ofrecer el teatro que hay que cuidar mucho el hecho teatral, cuidarlo y mimarlo mucho por parte de todos.
¿Qué espectáculo has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
En la casa de la portera he visto Sagrado Corazón, algo impresionante. Muchas veces me preguntan si en el teatro me gusta más dirigir o actuar, y lo que realmente más me gusta es ser espectador sobre todo si son funciones como esta, me gustó muchísimo.
¿Crees que afectará mucho la subida del I.V.A. y los recortes a la escena?…
Ya está afectando enormemente. Con políticas teatrales así no sólo no se cuida el teatro, se le ataca y atenta. La subida del iva al 21 % es una barbaridad. No se recauda más, no contribuye a nada, no tiene ningún sentido.
¿Proyectos?…
Estoy a punto de estrenar «Chamaco» de Abel González Melo un autor cubano, y dirigida por Carlos Celdrán también cubano, es un proyecto con el que estoy encantado porque creo que el texto es muy bueno, es una especie de «tragedia urbana a modo de thriller», y el equipo es maravilloso. Se presenta en Madrid el 31 de Mayo, 1 y 2 de Junio en el Teatro Fernando de Rojas del Círculo de Bellas Artes. Y a partir del verano continúo con la gira de «El Malentendido» de Albert Camus, que dirigió Eduardo Vasco, y que estoy junto a Cayetana Guillén Cuervo, Julieta Serrano, Lara Grube, etc.. estoy deseando volver a hacerla.
Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis…
Amor, ilusión, esfuerzo, trabajo, ánimo, humor, dedicación, determinación, confianza… todas esas cosas.
Fernando Cayo nos habla de sus experiencias en el teatro
El teatro para mi es sobre todo un camino de enriquecimiento personal, una manera de ponerse en contacto con la íntima creatividad y emocionalidad y proyectarla en un trabajo en equipo destinado a compartirlo con la sociedad con la que vives. Una estupenda manera de disfrutar de la literatura de una forma viva y vibrante y de conocerte a través de la proyección en las historias y personajes.
¿Por qué haces teatro?
Surge en mi desde muy pequeño, quizá por ser el pequeño de una familia en la que mis hermanos mayores eran bastante más mayores que yo, jugué mucho solo de niño, me inventaba universos, historias. Ya en el colegio hice mis pinitos en las representaciones de Navidad creando mis propios espectáculos. Recuerdo que hice un pequeño performance uniendo varios monólogos de Segismundo…
¿Qué balance haces de tu trayectoria como actor?
Tengo la sensación de haber pasado por un jardín muy rico y variado, probando distintos tipos de frutas, muy distintas. He aprendido mucho de grandes maestros, y sigo aprendiendo, estudiando y entrenando. He trabajado mucho y duro pero he disfrutado muchísimo con ello. Me encantaría que siguiera así, con continuidad y con cada vez más libertad e independencia creativa.
¿Cómo surge el proyecto de Terapia definitiva?
Llevaba desde el 99 interpretando, en los huecos entre trabajos, mi anterior trabajo en solitario ”Salvaje!!!” y cayó en mis manos un texto de Jacopo Fo “Cerebros verdes fritos”, un ensayo sobre la estupidez humana y sus partes adyacentes, que me pareció revelador y divertido. Y en seguida sentí la necesidad de compartirlo.
Háblanos de la obra…
Es un divertidísimo, acido y clarividente recorrido por la estupidez humana, en la historia, en las relaciones de pareja, en la política. De donde procede y sus posibles soluciones …
¿Cómo fue el proceso de creación?
Empecé trabajando sobre el texto, haciéndolo propio y añadiendo aspectos que me apetecía desarrollar, luego fui trabajando con una cámara de video, haciendo un acercamiento a la puesta en escena, desde un presupuesto muy físico que es como me gusta trabajar cuando hago cosas por mi cuenta. Posteriormente se unió el resto del equipo creativo, Jorge Muñoz y Eugenia Manzanera para ayudarme a la puesta en escena, Gloria San Vicente como asesora gestual, Vicente Fuentes con el texto, Eugenio Uñon con la música…
¿Hay algún referente técnico o artístico del que has partido para crear Terapia definitiva?
Desde luego, mis referentes básicos son Dario Fo y su sentido de juglaría, de hecho yo me formé en Italia con Antonio Fava, discípulo de Lecoq y del propio Fo, Pepe Rubianes y su empatía y desparpajo, la precisión y la potencia de Steven Berckof…
¿Qué balances haces de tus últimos trabajos como actor en teatro?
He tenido mucha suerte con trabajos que me han hecho crecer y me han dado la posibilidad de mostrar otras facetas y salir de posibles encasillamientos. Estoy muy agradecido a Eduardo Vasco y Ana Zamora por darme mi primer protagonista con enjundia en el teatro madrileño “Don Duardos”, un trabajo muy complejo y que recuerdo con especial cariño, a Perez de la Fuente por Segismundo, poder interpretar a Segismundo en la Volksbüne de Berlín y en el Piccolo de Milán son algunos de los regalos que me deparó este trabajo, Tomaz Pandur “En la Caida de los dioses”,Andrés Lima en “Tito Andrónico” y Adolfo Fernandez en “19,30” son grandes directores de los que he aprendido y con los que he disfrutado mucho. Y por supuesto el encuentro con Miguel del Arco en “De ratones y hombres”, él me ha dado la oportunidad de sumergirme en un personaje con una complejidad y arco emocional y empatía increíbles, una joya, y la relación en escena que hemos vivido Roberto Álamo y yo es otro de mis grandes hitos personales y profesionales de mis últimos años.
¿Cómo preparas los personajes?
Primero doy mucha importancia al proceso de investigación, busco muchas referencias, cinematográficas, literarias, plásticas. Trabajo mucho la entidad psicológica del personaje a través de los eneatipos e intento descubrirlo dentro de mi. Luego suelo trabajar con Jorge Muñoz haciendo un análisis exhaustivo y empezando a transitar las escenas, buscando el arco emocional, sumergiéndome en detalles físicos, de vestuario etc. Con Vicente Fuentes suelo profundizar en el trabajo de texto y personaje. Intento llegar a los ensayos cargado a tope para poder ofrecer material a los compañeros y al director. Y luego a volar….
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?
Como decía el poeta, hacer sentir, hacer soñar, arrancar las almas del fango de la rutina… La sociedad necesita ser conmovida, se necesita la catarsis más que nunca.
¿Crees que afectará mucho la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?
Ya lo ha hecho, entre otras cosas el teatro independiente, excepto heróicas iniciativas, ha sido barrido. Una pena, porque era la base del tejido cultural-teatral de este país.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?
Seguir luchando con amor e ilusión ofreciendo a la gente lo mejor que tengamos. Disfrutar con lo que hacemos. Y buscar nuevas vías, las hay. Lo bueno de todo esto es que estamos viviendo un momento creativo electrizante. Estamos por encima de las realidades económicas, somos mucho más que eso…
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?
“Deseo” de Miguel del Arco, una demostración de que el teatro puede ser comercial y de calidad.
¿Proyectos?
Seguiré de gira con “La terapia definitiva” y compaginando distintos proyectos televisivos.
Estoy trabajando en un nuevo espectáculo unipersonal sobre mitología griega. Un espectáculo divertido y políticamente cañero sobre los dioses antiguos y los nuevos, esos que suben y bajan la prima cuando les sale de las narices. Estoy disfrutando de un equipo creativo estupendo, Jorge Muñoz, Alberto Iglesias, Pep Molina…
En otoño estaré con Pepe Viyuela en una versión estupenda de Bernardo Sánchez de “El baile” de Neville dirigida por Luis Olmos.
Un abrazo enorme con todo mi amor y energía!!!
El malentendido de Albert Camus en el Centro Dramático Nacional
En ocasiones, la mejor manera de entender el presente es mirando al pasado. Albert Camus ya es un clásico de la literatura universal. Gracias a su pasión por el teatro nos dejó en herencia algunas piezas dramáticas esenciales para entender al ser humano. El malentendido es una obra esencial que partió de un acontecimiento real que impactó al autor. En ella, con un enfoque filosófico y trágico, se nos muestra como el ser humano, escondido en la caverna, luchará por la protección de la tribu. Pero, y ahí está el salto dramático que plantea el autor, el error del hombre puede llevarle a dar pasos en falso cuando más firme quiere pisar la tierra que hay bajo sus pies. La propuesta de Eduardo Vasco es sobria, en un espacio inmenso que deja en mayor soledad y fragilidad a los intérpretes-personajes. Todo el elenco se entrega para desvelar lo que Camus dejó escrito entre líneas en su texto.
Adolfo Simón
Isabel Ordaz nos habla de sus proyectos artísticos.
¿Cómo surge el proyecto de Lúcido?…¿De qué va la obra?…¿Y tu personaje?…
La obra me llega a través de Amelia Ochandiano que me propone el personaje de Teté. Cuando la leo quedo fascinada, tanto por la estructura de la que se sirve Rafael Spregelburd para contar esta obra, como de la historia y de los personajes. Lúcido está llena de secretos y no se puede desvelar demasiado la historia, pero diré que se trata de una madre (Teté) que trata de no perder a sus hijos (Lucrecia y Lucas) y también de un amante, un camarero, un riñón trasplantado, risas y lágrimas y una sorpresa final que conmueve enormemente.
¿Cómo ha sido el proceso de creación del montaje con la directora y el resto de actores?…
El proceso de creación ha sido diríamos que intenso, es mi segundo trabajo con Amelia Ochandiano y ella no se conforma nada más que con lo perfecto. En este caso lo más difícil era encontrar el tono de la obra, pues Lúcido podría ser una tragicomedia pero también mucho más, un crisol de géneros. Una vez que dimos con ello, con el tono, nos quedamos más tranquilos. El resto del equipo es estupendo, Tomas, Itziar y Alberto, estupendos. Y por supuesto la escenografía, de Ricardo Sánchez Cuerda, un acierto.
¿Qué balances haces de tus últimos trabajos como actriz en teatro?…
Para no alargarme hablaré de los 3 últimos. Mi apuesta para montar Los Días Felices de Beckett, en la que entré en la co-producción, fue todo un desafío y un empeño, hacía años que quería saber de que estaba compuesta Winnie debajo de su duna, al final creo que lo descubrí y fue hermosísimo. Me parece que debajo de sí Winnie guarda todo el siglo XX, que no es poco, sus dos terribles guerras, el principio del fin del sueño europeo, etc., en fin sería muy largo. Para el Nacional hacer a Madame Collete en el montaje de Lluis Homar de Luces de Bohemia fue un lujo, Lluis es un gran hombre de teatro y siempre se aprende con él. Y Ahora Spregelburd, donde Amelia me ha hecho un extraordinario regalo: a Teté, inmensa, y a la que todavía estoy conociendo.
¿Preparas de forma distinta un personaje para tv, cine o teatro?…¿Cuál es tu método de trabajo?…
El entusiasmo es el mismo, el medio impone sus reglas, eso es todo.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
El teatro, hoy y siempre, es el espejo donde se mira una sociedad, es el status de civilización de una sociedad. Hoy en día, al competir con tanta oferta en este parque del entretenimiento en el que estamos inmersos, lo que el teatro creo que aportaría es el concepto noble de FICCIÓN, en el sentido de la creación (literaria, dramática, plástica) como instrumento para el conocimiento de nosotros mismos, y no la verdad en sí como parecen querer vendernos los apólogos de las telerealidades, etc.
¿Crees que está afectando mucho la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?…
Sí, está afectando, como al resto de las áreas, la cultura o el arte no es una marcianada que no se sabe de dónde viene ni a dónde va, sino aquello, junto con la educación, que nos hace ser mejores. El Rey Lear dice: “Quítale al hombre lo superfluo y no le distinguirás de un animal”. Así que, cuidadito con lo superfluo.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
La última que he podido ver ha sido Noche de Reyes de Shakespeare, montada por Eduardo Vasco, en La Abadía. Una delicia.
¿Proyectos?…
Spregelburd, Lúcido, Teté, haremos gira, y espero que dure. También estoy preparando un libro de cuentos. Y por favor que se acaben los privilegios y los desmanes de los bancos.
Noche de Reyes de William Shakespeare en el Teatro de la Abadía
Noche de Reyes de William Shakespeare dirigida por Eduardo Vasco en el Teatro de la Abadía
A menudo se nos olvida a los espectadores y a los que hacemos teatro que el escenario ha de ser un lugar de juego y placer…A menudo se nos olvida que si no se hace teatro con pasión y entrega, no vale la pena subirse a la escena. William Shakespeare escribió unas tragedias inmortales pero también escribió unas comedias deliciosas y a través de todas sus obras nos hace reflexionar sobre la condición del ser humano…Con lágrimas o risas consigue que entendamos un poco mejor el absurdo de nuestro tránsito por el mundo. En Noche de Reyes, hay mucho enredo y juego de identidades: La esencia del teatro…Esto se puede hacer desde un planteamiento denso o se puede hacer desde el divertimento y no por ello dejar de profundizar en lo que el autor nos plantea. Eduardo Vasco vuelve a ponerse al frente de su Compañía Noviembre Teatro tras la época en que dirigió la Compañía Nacional de Teatro Clásico y lo hace acompañado de un grupo de cómplices…Yolanda Pallín, Miguel Ángel Camacho, Lorenzo Caprile y un grupo de actores de larga trayectoria escénica. Todos juntos han asumido la misma consigna…Vamos a disfrutar al máximo…y se nota, hay una complicidad en escena, una escucha y un respeto profundo por la comedia shakespeariana que la convierte en una delicia para todos los que asistimos a la misma desde el patio de butacas, haciéndonos disfrutar del maravilloso juego del teatro.
Adolfo Simón
Eduardo Vasco nos habla de sus proyectos tras su etapa al frente de la Compañía Nacional de Teatro Clásico

Eduardo Vasco nos habla de sus proyectos tras su etapa al frente de la Compañía Nacional de Teatro Clásico
¿Qué balance haces de tu etapa como director de la Compañía Nacional de Teatro Clásico?
Mi balance es positivo. Muy positivo. Cuando llegamos a la Compañía nos propusimos recuperar una serie de cuestiones relativas al funcionamiento interno (la formación de dos elencos que se complementaran, la creación de la Joven Compañía Nacional, los proyectos de medio formato, la formación continua, etc) y otras relativas a su actividad externa (recuperación de las giras, la proyección internacional, ampliación de repertorio, apoyo y difusión por los festivales, etc.) y conseguimos todas, de una u otra manera. Creo que la Compañía es una institución que uno acaba sintiendo cerca y que tiene un objetivo tan concreto que resulta precioso desarrollarlo junto a sus miembros, los festivales, teatros, universidades y el público, que es un valor que acompaña a esa casa maravillosa.
¿Cómo surge el proyecto que vas a estrenar en La Abadía?
Queríamos volver a reunir Noviembre Compañía de Teatro como era en el momento que lo dejamos. Acabamos aquella etapa con Hamlet y queríamos volver con Shakespeare, y esta vez con una comedia. De entre todas las que barajábamos la que más nos interesaba por temática y contenidos, y mejor se ajustaba a nuestro elenco era Noche de reyes. Noviembre funciona con la complicidad de sus miembros como gasolina principal, así que nos juntamos y nos pareció una buena cosa volver a la arena teatral con esa obra tan positiva, ten bella. Teníamos muchas ideas que se fueron concretando según avanzaba el tiempo a partir de estímulos muy variopintos.
¿Cómo ha sido el proceso?…
Lo hemos disfrutado enormemente. Cada ensayo. Tenemos la suerte de conocernos desde hace mucho tiempo y de haber trabajado juntos en tantas ocasiones que nuestro nivel de confianza y de capacidad para probar y equivocarnos es muy alto. Exploramos la vía del music-hall para poder desarrollar todo el ambiente musical que está propuesto en el texto, que es mucho, y decidimos que debía ser un elemento fundamental. A partir de ahí todo apareció de una manera muy natural.
Creo que también estrenas otro montaje en Valencia…Háblanos de él…
Se trata de La gaviota de Chejov, una producción de Teatres de la Generalitat Valenciana que se estrenó en el Teatro Talía de Valencia en castellano el pasado octubre y se ha remontado en esta ocasión en valenciano. Ha sido un encuentro con un grupo extraordinario de actores y me ha dado la oportunidad de conocer parte de la profesión valenciana, que me parece un entorno con un potencial teatral tremendo. Y montar a Chejov es algo que deseaba desde hace mucho tiempo.
¿Qué proyectos tienes entre manos?…
Estreno en el CDN El malentendido de Camus a finales de enero, con un lujo de reparto: Cayetana Guillén Cuervo, Julieta Serrano, Ernesto Arias, Lara Grube… Después me tomaré un tiempo antes de comenzar el siguiente Shakespeare de Noviembre. Mi siguiente proyecto tiene que ver con la música…
¿Han cambiado tus planteamientos de trabajo y tu manera de enfocar los proyectos tras tu paso por la Compañía Nacional de Teatro Clásico?…
Seguro. Me he pasado siete años entre los clásicos, trabajando monográficamente un tipo de dramaturgia muy concreta que constituye la base de casi todo lo que se escribe hoy. Ha sido una experiencia tan enriquecedora que ya no soy la misma persona de teatro que era antes, creo que ha cambiado hasta mi manera de hacer y entender el teatro contemporáneo. Confío más en el actor y en el texto, trabajo de manera más sobria cada vez y, seguramente, de una manera más lúdica; disfruto cada vez más.
¿Has visto algún montaje de teatro últimamente?¿Qué te pareció?…
Lo último que he visto, hace unos días en Valencia, han sido siete montajes del festival Ruzafa Escénica y me ha parecido fantástico. Una iniciativa de gentes de la profesión hacia su barrio, relacionando artistas plásticos con gentes de teatro y músicos que actuaban en lugares atípicos. Mucha imaginación, calidad y rigor. Y sin ayuda pública. Es como un pulmón cultural para la ciudad. Un acto bello y valioso.
¿Crees que va a afectar la subida del I.V.A. y los recortes en el teatro?…
Sí, definitivamente. Va a cambiar nuestra manera de hacer teatro, ya lo está haciendo. Están desapareciendo compañías, cada vez es más complicado volver a los usos que han sido habituales para producir espectáculos. Hay mucha gente en la profesión que lo está pasando muy mal. Nosotros apostamos por una producción grande (11 actores) y no nos ha ido mal dadas las circunstancias, pero cada vez es más complicado.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?
Complicidad. Reunir equipos de gente con pasiones e intereses comunes, apostar por proyectos diferentes que merezcan la pena. Hacer teatro contra esta marea de pensamiento conformista amedrentado por la economía.
Teatro de la Abadía presenta la nueva programación para este año

El Teatro de la Abadía ha presentado hoy lo que será su nueva programación anual apostando por el inconformismo y vitalidad. La presentación ha tenido lugar en sus instalaciones con una novedosa y sorprendente puesta en escena a medio camino entre una gala y una representación. A ella han asistido numerosas personalidades y colaboradores y entre ellos su director José Luis Gómez.
Para la misma han utilizado un sistema de audiovisual que se integraba en la original arquitectura de esta sala que está ubicada dentro dela antigua iglesia de La Sagrada Familia. En ella se nos ha desvelado la historia del edificio y sus anexos y algunos de los secretos que guarda entre sus paredes.
Todo esto lo podrá ver cualquiera que se apunte a sus nuevas «visitas guiadas». Además se ha invitado a los asistentes a subir a su escenario y a hacer esta visita guiada a través de sus camerinos decorados, en esta ocasión, con vestuario y utensilios utilizados en las obras que han pasado por allí a lo largo de su andadura.
Una puesta en escena muy original que se abre a todo el mundo durante este fin de semana de manera gratuita y que pretende acercar el teatro, y esta sala en concreto, a todos los madrileños.
Entre las novedades de la temporada se encuentran cuatro nuevas producciones propias: «El principito», «El diccionario»,» Maridos y Mujeres» y «El Café».
Además vuelven grandes nombres a La Abadía como Eduardo Vasco, Enrique Cabrera, Àlex Rigola, Dan Jemmett o Miguel del Arco y otros grandes que debutan en la sala como Roberto Ciulli, José Carlos Plaza o Sofia Jupither. Todos ellos nos han enviado un mensaje en forma de video-presentación de sus obras.
Completan la programación del año en La Abadía todo el programa de actividades correspondientes a festivales escénicos de la Comunidad de Madrid (Madrid en Danza, Festival de Otoño a Primaver, Teatralia, Suma Flamenca o Clásicos en Verano), a través de las que volverán a albergar interesantes propuestas para públicos muy variados a lo largo de la temporada.
Nos ofrecen además «Abadía Abierta»,un programa que busca la implicación y la experimentación de los amantes del teatro. Nuevos talleres de formación, encuentros y coloquis que irán complementando las exhibiciones.
Una propuesta interesante serán las Visitas Guiadas y un renovado ciclo de «Espectadores en Acción».
Podéis visitar su página en la que informan de todo esto en www.teatroabadía.com
Debe estar conectado para enviar un comentario.