«SEDOM. UN PUEBLO LLAMADO PECADO»en Nave 73
Nave 73 estrena esta propuesta de Julio Vargas en la que se analiza de manera amplia la naturaleza de la condición humana a partir de una idea de Lorca sobre Sodoma y Gomorra que podrá verse los viernes y sábados de febrero.
El montaje parte de un trabajo en equipo sobre la maternidad/paternidad a través de un padre/madre, según el día que asistan se encontrarán con uno u otra, que mantiene aisladas en una burbuja a sus hijas en casa a causa de una extraña enfermedad que les obliga a no puedan tener contacto con productos químicos, incluso en el aire. La visita de un extraño será el detonante para ver las reacciones de ese padre/madre y de todo lo que les rodea.
La propuesta escenográfica se reduce al mínimo, creando un hogar alrededor de una mesa con sillas y delimitando el espacio con un suelo, fuera del cual transitan como fantasmas los personajes que irán invadiendo ese espacio. El trabajo de dirección y actoral es firme y nos conduce a ese fin a través de la creación del extrañamiento ambiental que quiere llevarnos a que nos hagamos preguntas universales sobre el comportamiento, naturaleza y al fin, el alma humana.
Luis Mª García
«Mauthausen» en Nave 73

Existen muchas maneras de reflejar lo que el holocausto nazi provocó, pero hay propuestas teatrales, como ésta de Nave73, que no pueden dejar indiferente a nadie que las presencie. Manuel Díaz, superviviente del campo de concentración que da título a esta obra y abuelo de la actriz Inma González, dejó un testimonio grabado sobre sus recuerdos. Inma, dirigida por Pilar G. Almansa, genera un personaje dinámico, muy vivo, trabajado y que transmite una fuerza de vivir particular.
Sin caer en dramatismos, humildemente, tal y como lo vivió Manuel, con optimismo vital, se va relatando una vivencia a través de un trabajo teatral muy cuidado, manejando unos elementos escénicos simples pero llenos de significado y que cobran aún más cuando son manejados por la actriz.
En definitiva, Nos encontramos ante una pieza en la que se refleja una herencia transmitida oralmente que nos deja una pequeña joya teatral, muchas veces mejor que otras cosas heredadas.
Luis Mª García Grande
«Valle Intrap» en Nave 73

No es nada fácil ponerse delante de «Luces de Bohemia» y actualizarlo, reinventarlo y darle un estilo contemporáneo basado en el Madrid de hoy, un Madrid aún tan sórdido y sucio como en tiempos de Valle Inclán a pesar de tanta medida protocolaria por parte del Ayuntamiento, los mendigos con sus carros siguen las calles buscando una dicha dentro de un contenedor.
Kees Harmsen suelta las inquietudes que le asolan a través de la herramienta del esperpento, las va colando una por una: la crítica teatral, la situación con Cataluña, el dinero como motor de la desigualdad,… Para ello se abriga con la compañía Panyvino y con unos actores que apuestan por un formato teatral rompedor y atrevido, donde «lo establecido» no aparece en escena. Se pueden romper los tiempos escénicos como el Trap rompe los ritmos, se pueden romper las costuras del teatro en busca de otras sensaciones, sí por supuesto, y esa es la sensación que me ha dado en este montaje, que hay que relajarse y sumergirse en él, disfrutar sin tiempos, ya que a veces la gente transitando por una sala, perdidos desvariando y saliéndose de un ritmo escénico puede generar el ambiente adecuado para llegar a lo que nos quería contar Valle Inclán.
En definitiva, creo que es un montaje divertido, impactante, que refleja y actualiza el espíritu de su autor y que muchos adolescentes que ahora se plantean sumergirse en la vida y los últimos días de Max Estrella deberían ir a visitar a Nave73.
Luis Mª García Grande.
«Insolventes» en Nave73

El teatro debería rascar un poquito en nuestra conciencia, al menos hacer un rasguño que nos deje marca. Felix Estaire ha concentrado en un texto parte de la mezquindad humana que sale a flote en situaciones límite, situaciones que, brotando del cerebro, van taladrando el cráneo hasta que producen esa erosión necesaria para que se escape el odio generado dentro.
Bajo un hilo argumental sencillo que no es determinante, Insolventes nos va poniendo en tensión poco a poco, entre risas y bromas, y nos sumerge en la situación de tres personas excluidas por la sociedad debido a su situación económica. Lo importante es lo que no se cuenta, lo que se debe transmitir por el actor gracias a una buena dirección, en esta ocasión de Pablo Martínez Bravo, y esta parte está bien conseguida, aunque a un ritmo algo lento, que quizás pretende buscar la tensión interior del espectador… o, quizás es el cepo para esperar a que pique y caiga en la trampa cual inocente cobaya.
Luis Mª García Grande
«Historia de España en 70 minutos» en Nave73

Los domingos por la mañana podemos hacer un breve repaso de nuestros conocimientos históricos en Nave 73 a través de una comedia que aglutina a los personajes más conocidos de nuestra historia…desde Atapuerca hasta Felipe VI con la compañía Dramákina.
Una idea fresca de Ernesto Filardi que repasa a través de pequeños sketch las anécdotas y personalidad de nuestros habitantes solamente con tres actores que se encargan de transformarse a un ritmo endiablado en personajes tan conocidos como los Reyes Católicos, Fernando VII o Franco… y nos van contando anécdotas y poniéndole su imaginada personalidad, todo muy políticamente correcto, como ellos pretenden, y muy divertido.
Luis Mª García
«La Piel» en Nave73

“La piel de no rozarla con la piel, se va agrietando. Los labios de no tocarlos con los labios, se van secando. Los ojos de no cruzarlos con los ojos, se van cerrando. El cuerpo de no sentirlo con el cuerpo, se va olvidando. El alma de no entregarla con el alma, se va muriendo”, Bertolt Brecht.
Con esta gran declaración de intenciones se nos presenta «La Piel» en Nave73. Vivimos en una sociedad postmoderna, llena de imágenes impactantes y artilugios que comunican a los otros todo lo que vemos o sentimos. Expresamos nuestros sentimientos en no más de 140 caracteres a través de un tuit… Nos retocamos las fotos con el instagram para parecer más perfectos, para no mostrar los granos, las arrugas, las manchas, las heridas de nuestra piel: nuestras imperfecciones, en definitiva. ¿Nos hemos parado a pensar lo que hacemos?
Tenemos que reflexionar sobre nuestro cuerpo y lo que hacemos con él, sentirlo y experimentar sensaciones a través de nuestra piel para comprender que cada vez nos tocamos menos, a nosotros mismos y a los demás y… la piel se agrieta si no la tocas. Es nuestra capa más superficial y la tenemos abandonada. Preferimos tocar antes nuestro móvil, nuestra tablet, nuestro teclado, … preferimos comunicarnos antes con los demás a través de palabras vacuas que a través de una simple caricia. Si no apreciamos nuestra capa más visible y accesible… qué no haremos con nuestro interior.
Valeria Alonso, gran experimentada ya en hacernos llegar a lo más hondo de nuestro ser, ha creado un trabajo dramatúrgico y escénico magnífico, profundo y que da mucho que pensar y que a través de la piel de Teresa Rivera, que interpreta con seguridad, aplomo y provocación un personaje en el abismo hacia la incertidumbre de su vida, nos muestra que todavía somos humanos y que tenemos una piel que nos comunica y trasmite sensaciones…aunque sea simplemente tocando una pantalla táctil.
Luis Mª García Grande.
«Cliff (Acantilado)» de Alberto Conejero en Nave 73

La vida nos coloca al borde del precipicio en numerosas ocasiones y,… ya puedes tener una de las caras más bonitas de Hollywood que nadie te va a librar de pasar la prueba. Montgomery Clift bebió los placeres de la fama y acabó bebiendo demasiado alcohol y eso le pasó factura. La obra refleja la decadencia del actor, debida al alcoholismo y a una homosexualidad que debía esconder, de una manera biográfica y también poética.
Alejandro Tantanian dio la oportunidad a Alberto Conejero de llevar este texto a escena y ahora es Alberto Velasco el que se atreve con una historia tan dura y real como la vida y que se repone en Nave73. Y, claro, no es casualidad que este año le hayan llovido los premios al autor como el Ceres 2015 o el de la Asociación de Autores de Teatro por «Todas las noches de un día» y que podamos disfrutar también de «La Piedra Oscura» en el CDN, porque Conejero ya estaba despuntando con este texto inmenso y conmovedor hace unos años.
Carlos Lorenzo se ha metido en la piel y el alma de Clift para desgranar con buena fortuna un recorrido hacia la muerte tensando cada hilo del hecho interpretativo. La dramaturgia sitúa al actor en los entresijos del alma de otro actor que tuvo que luchar contra su propia máscara y defender que una cara desfigurada puede tener la misma dignidad a la hora de crear una buena interpretación. Ésta es la lucha diaria de cada actor: dar relevancia, calidad y dignidad su
interpretación a pesar de su físico. Una lucha reflejada a través de un intenso monólogo que nos hace empatizar con el alma de cada intérprete y emocionarnos con una vida marcada por las apariencias y por esas máscaras que debemos construir y manejar de la manera más adecuada.
Luis Mª García.
«Deseada» en Nave 73

La compañía Artes Verbénicas está revolucionando el mundo del teatro costumbrista, folclorista y tradicional, ése que tanto gusta al pueblo y a la corte, ése que podemos ver en cualquier función de fin de curso de colegio de monjas revestido de visón de todo a cien, ése que apestaba a naftalina y agua de rosas, dándole un toque de contemporaneidad y sarcasmo escenográfico que, al igual que la gaseosa, refresca el ambiente y le imprime gas al vino más peleón para poder tragarlo, al menos, con algo de placer.
En «Deseada», una producción en conjunto con Tío Venancio, se mezcla el costumbrismo de Marquina con el de los Chunguitos… sí señores, si el señor Marquina levantara la cabeza, se acicalaría y se uniría a la verbena, sin duda. Pero además de una buena dramaturgia y dirección de ese verso declamado y desmembrado por frases dignas de la mejor choni televisiva, hay que destacar una escenografía y vestuarios sencillos a la par que elegantes, muy estudiados para navegar entre la lana gorda y la lycra.
Una apuesta que seguro no va a dejar indiferente a nadie, ni a la maruja del quinto ni al hipster del tercero.
Luis Mª García
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