Cine en el Festival de Otoño a Primavera en los Teatros del Canal
La tristura regresa de nuevo a los escenarios madrileños con una pieza donde el teatro se sumerge en el ritmo y atmósfera del cine, de esos recintos de programación doble donde el patio de butacas casi era una prolongación de la pantalla. Ese parece haber sido el objetivo que han perseguido, conseguir que la teatralidad de la escena se diluya ante una pantalla por la que transitan recuerdos y deseos. Mientras, el niño que hay en nosotros escucha las voces en sus oídos y come palomitas a través de los pequeños que pululan por detrás de la proyección…Y mientras, un cantante perdido busca su identidad entre canciones y fogonazos estéticos.
Adolfo Simón
El sur de Europa/Días de amor difíciles de La Tristura en Cuarta Pared-Escena Contemporánea
El teatro no morirá nunca…o si, no se…Un deseo constante es…Que se de relevo en el testigo para seguir usando esa caja negra que es la escena como un espacio para el compromiso de una sociedad con su tiempo y seguir elevando la poética teatral, adaptada a nuestra época. Si el teatro que se considera joven y promesa para el futuro tiene que sumergirnos en el desconcierto mientras estamos en el patio de butacas, pues no se si llegarán tiempos mejores o este discurso es el que corresponde a este tiempo incierto que vivimos. Uno puede subir a un escenario y más si le dan la ocasión, a contar lo que quiera y como quiera. Otra cosa es que se convierta en el acontecimiento de la temporada y que todo el mundo de el beneplácito por no llevar la contraria a la masa. Las tres escenas que ha presentado La Tristura en Escena Contemporánea son un diálogo en la niebla de dos jóvenes que estuvieron enamorados tiempo atrás…Un karaoke desafinado en el que si hubiera aparecido Chabela Vargas con su pistola cargada no habría disparado a los globos y una copia ligera de La voz humana de Cocteau; la primera y la tercera hemos de oírla a través de unos auriculares…¿La razón?…Si este es el teatro que corresponde a las nuevas generaciones…¿?.
Adolfo Simón
Entrevista a CHÉVERE aprovechando su presencia en Escena Contemporánea
Balance de vuestra trayectoria…
Chévere lleva 25 anos como compañía y solo el hecho de haber llegado hasta aquí manteniendo la independencia creativa y profesional es un balance suficientemente positivo. Hemos hecho siempre lo que hemos querido, hemos hecho de todo, no nos hemos conformado con nada y hemos sobrevivido a nuestros errores y aciertos con dignidad.
¿Cómo surge el proyecto que presentáis en Escena Contemporánea?…¿De qué va la obra?…
Citizen surge en un momento de madurez creativa y estabilidad profesional como una experiencia de produción que debía ligar el funcionamiento de la compañía a una sala estable, la Nasa. Un proyecto de creación en proceso que se presentó al público a lo largo de toda una temporada. Citizen es una historia de ficción basada en un personaje real llamado Amancio Ortega, que ha construído un imperio llamado Inditex, más conocido como Zara. Esta ha sido una buena disculpa para hablar, ironizar y cuestionar los efectos de la globalización en relación con nuestras identidades individuales y colectivas.
¿Cómo fue el proceso dramatúrgico y de montaje de la obra?…
La obra se ha ido montando por partes, por episodios. Cada uno trataba un tema y se ubicaba en un momento concreto y en cada uno nos proponíamos usar un lenguaje y un tono distintos: el texto, la palabra, la imagen proyectada, el cuerpo, el humor, el melodrama, lo documental, la economía… A lo largo de una temporada se hicieron y estrenaron por separado tres episodios y al final los juntamos en una pieza completa, que es la que se presenta en Madrid.
¿Conoces la obra de otros creadores contemporáneos en España?…
Si, conocemos de primera mano el trabajo de muchos creadores contemporáneos españoles, sobre todo por nuestra actividad como anfitriones en la sala Nasa, por donde han pasado autores y compañías muy representativas de la escena más contemporánea durante casi veinte años, gente como Carlos Marquerie, Sergi Faustino, Sonia Gómez, Angélica Liddell, Rodrigo García, Legaleón-T, Olga Mesa, Colectivo 96, General Electrica, Elena Córdoba, Marcel.lí Antúnez, Konic thtr, Esteve y Ponce, F.T.I., Hnos. Oligor, Iker Gómez, La República, Cambaleo, Playground, Conservas, La Tristura… (escribiendo de memoria)
¿Qué opinas de la programación de Escena Contemporánea XIII?…
Creo que mantiene la pluralidad de propuestas, de lenguajes, miradas y procedencias que se le pide a un festival que trata la escena de creación contemporánea. Ofrece una panorámica interesante y personal de lo que se está haciendo, en la que caben con naturalidad la fría exactitud de La Veronal, el teatro juguetón del Pont Flotant, la mirada poética de La Tristura o la cruda exposición de David Espinosa, por poner sólo algunos ejemplos.
¿Qué función crees que ha de tener hoy la creación contemporánea para la sociedad en la que vivimos?…
La de ser una invitación a participar en los debates del presente ampliando la zona de juego más allá de la pura realidad de los hechos.
¿Qué os motiva o inspira para realizar proyectos que mostrar en vivo?…
Para nosotros el teatro es una manera de participar activamente en la sociedad en la que vivimos. Cada proyecto es la posibilidad de iniciar una conversación. A veces son cosas que oyes en un bar o en la calle, que lees en un periódico, en un libro o en un blog y que quieres oír en voz más alta. Otras veces son cosas tuyas que no te puedes callar. Pero siempre está la necesidad de oir a la otra parte, aquello que no solo eres tu ni los tuyos, aquello que es el público.
¿Crees que afectará mucho la subida del I.V.A. y los recortes al teatro para la escena alternativa?…
Sí. No de una manera definitiva, porque no estamos hablando de una escena que mueva mucho público en términos cuantitativos, pero si es una forma de debilitar aún más una red con mucha precariedad. Y más allá de los números, este IVA refleja la incomprensión de la clase política hacia la cultura y la injusticia con la que se trata a la creación artística en España.
¿Qué obra de teatro, danza o performance has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
He visto dos trabajos recientes muy interesantes de dos compañías de Galicia como Berrobambán y Voadora, y uno menos interesante de la compañía madrileña Animalario.
¿Cómo ves la creación contemporánea en el lugar donde trabajas?…
En Santiago de Compostela practicamente ha desaparecido de la cartelera y es sin duda la parte más precarizada de nuestro teatro. En cuanto a programación y creación se ha pasado de una situación envidiable a un panorama desalentador, consecuencia tanto de la debilidad estructural de los agentes creativos como de una política cultural de pura rapiña. Aún nos estamos preguntando como se puede destruir tanto en tan poco tiempo, y como no pudimos defender todo lo que habíamos conseguido.
¿Alguna idea para seguir creando en tiempos de crisis?…
Crear en tiempos de crisis mola más. Todo está más cerca de uno. Por ejemplo, en nuestro caso, la crisis ha convertido en necesaria la posibilidad de hacer teatro en escaparates o en las casas de la gente, nos ha ayudado a que otros vean lo bueno que es el teatro para transformar a las mujeres en hombres por un día, o para tratar los conflictos y abiciones de un grupo de adolescentes.
¿Proyectos?…
El más inmediato es el estreno de una nueva obra, que se titula Eurozone, el próximo 22 de febrero. Será en Teo, un pequeño ayuntamiento cercano a Santiago de Compostela, que ha acogido a Chévere como compañía residente. Allí además seguimos haciendo las Ultranoites, un cabaré político sobre la actualidad, que este año girará por otras ciudades gallegas. Y entre marzo y abril seguiremos desarrollando un proyecto de teatro en escaparates que se podrá ver en Pontevedra.
Edgar Chías, autor de Ternura suite, nos habla de Dramaturgos mexicanos aprovechando su presencia en Escena Contemporánea
Balance de vuestra trayectoria…
Dramaturgos Mexicanos es una asociación de artistas que lidera Beatriz Luna. Desde ahí, hemos producido dos espectáculos: Historias de una hiena vacía bajo la dirección de Alberto Villarreal en 2007 y Ternura suite bajo la dirección de Richard Viqueira en 2011, dos emisiones de un festival de semi montados (o lecturas en espacio) de obras de autores dramáticos mexicanos de última generación (2005 y 2006) y hemos traducido un volumen de obras del autor brasileño Samir Yazbek (Libros de Godot, 2012) y Nuevos territorios del diálogo (Paso de Gato, 2013) del investigador francés Jean-Pierre Ryngaert. La intención de este grupo es lanzar espectáculos poderosos asociando algunos de los creadores mexicanos más interesantes (nacional e internacionalmente) y realizar actividades que fomenten el desarrollo de la dramaturgia mexicana, estableciendo diálogos con el mundo.
Kraken teatro es una compañía liderada por Richard Viqueira, quien es uno de los directores de escena mexicanos más destacados de su generación. Sus espectáculos han sido de alto impacto en el país. Se caracterizan por el riesgo físico (en el sentido deportivo, incluso de alto riesgo) que asumen los actores. Destacan, en su repertorio Vencer al sensei (2007), El evangelio según Clark Kent (2009), Por favor no mande riñones por correspondencia (2010) y Ternura suite (2011). Recientemente han incursionado en los circuitos internacionales con El evangelio (EU, 2010) y Ternura suite (ahora, aquí).
Yo soy autor dramático, tengo una cátedra en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y también traduzco, actúo, dirijo y hago gestión cultural (desde 2003 realizo un festival de nuevas escrituras en México). Mi obra ha sido traducida y publicada en griego, francés, italiano, alemán e inglés. He dado a conocer algunas de mis obras en el Piccolo Teatro de Milán, la Schaübhune de Berlín, el Centro Dramático Nacional de Madrid y el Royal Court Theater de Londres (entre otros). Actualmente tengo en cartelera en la Ciudad de México la obra Disertaciones sobre un charco.
¿Cómo surge el proyecto que presentáis en Escena Contemporánea?…¿De qué va la obra?…
Este fue un proyecto que diseñó Dramaturgos Mexicanos. Teníamos muchas ganas de entablar una colaboración con Kraken Teatro, así es que comenzamos a planearlo desde 2010. Ternura Suite es una obra que escribí en 2006 con la intención de discutir de forma directa y práctica la violencia sistemática que se adueña de todos los ámbitos y gestos de la comunidad en mi país. Con la obra me propuse un acontecimiento que debía suceder en un recinto no teatral. La idea es poner en crisis el sistema de representación estatal. En todos sentidos. Su representación política lleva colapsando más de 18 años y promete ponerse peor. Pero la forma en que las instituciones del estado conciben al teatro es algo que debe quebrarse también. Por eso pensamos en todo lo que no es políticamente correcto y lo efectuamos, pero con un sentido. El de reflexionar sobre la corrupción del tejido social. De paso, quisimos abrir un boquete para que por él escaparan de la demasiada quietud nuestro espectáculo y sus actores. La obra se hizo en sótanos y bodegas aledaños a los edificios teatrales. La institución se puso en jaque, con lo que logramos muchas cosas, creo yo. En principio, que les quede claro que es la comunidad organizada la que dicta las reglas, no la institución, porque la institución está para garantizar los intereses de la comunidad y no viceversa, cosa que parecen haber olvidado los funcionarios culturales (y en todos los niveles). El teatro, su práctica, dicta la norma y los caminos, no los recintos ni las programaciones que pretenden que todo suceda sin sobresaltos, sin desajustes. Lo que pasa es que las instituciones (en todos niveles) quieren ciudadanos obedientes. Nosotros queremos ciudadanos disidentes, vivos, reflexionando, e instituciones a su altura, a la altura de una comunidad que se mueve, que se transforma. Ternura suite ha sido un escándalo en México. Ha puesto en crisis todo. Los límites de la teatralidad, de los permisos sobre lo que debe hacerse, la relación del espectador con el espacio público, la ética del actor y del director, la idea del riesgo en la escena. Todo lo ha cimbrado. Tuvimos varias pequeñas temporadas en la Ciudad de México desde 2011. Nos presentamos en un par de ciudades antes de llegar en 2012 a la Muestra Nacional de Teatro que organiza la Coordinación Nacional de Teatro. Y ahora estamos aquí, en Escena Contemporánea. La obra, a nivel de historia, es muy sencilla: Un intruso abusa de su anfitrión obligado (lo fuerza a recibirlo, en todos sentidos). Esta línea fabular simple nos da pretexto para reflexionar un poco sobre la desigualdad y la violencia a que obliga.
¿Cómo fue el proceso dramatúrgico y de montaje de la obra?…
Como te decía, la obra se escribió en 2006. En 2010 hice una revisión y llegué a la versión que se ha publicado, que es cercana a la que se puso en escena. Digo que es cercana porque Richard Viqueira quiso usar una de las versiones primarias de la obra, y desde luego que hubo algunos ajustes sobre la puesta en escena. El montaje partió de la idea de reducir al máximo la simulación y el simulacro. Partió de la idea de realizar en escena acciones reales. Partió de la idea de evidenciar el «montaje» de la violencia. Una especie de paradoja: las acciones que se ejecutan en la performance son reales, pero se evidencia que tal violencia está «producida», que es intencional. Un poco para señalar la intención del estado, su indiferencia intencionada en torno a la desigualdad, al derecho al no derecho.
¿Conoces la obra de otros creadores contemporáneos en España?…
Me interesan Angélica Lidell, Juan Mayorga, Sergi Belbel, Paco Bezerra, Pau Miró. Me interesa lo que crea en España Rodrigo García. Quiero conocer a La Tristura y a Animalario.
¿Qué opinas de la programación de Escena Contemporánea XIII?…
Se mira muy interesante. Me habría encantado poder ver toda la programación. Lo interesante de eventos como este es la reunión de creaciones que se desarrollan desde la divergencia, la pluralidad, lo anómalo. Te hacen sentir menos solo. A mí me toca mirar una parte reducida de la programación general.
¿Qué función crees que ha de tener hoy la creación contemporánea para la sociedad en la que vivimos?…
En México, en donde todo está perdido o por perderse, la creación contemporánea ha de servir para restablecer el tejido social que la política contemporánea y las economías delincuentes están desgarrando. Creo que el teatro contemporáneo en México debe recuperar las antiguas misiones del teatro: la educación y la civilización de las comunidades, porque a nadie le importan. La creación contemporánea en México puede prestarle estructuras de orden a la realidad que se ha derrumbado. Puede ser una actividad que garantice la participación de las personas en algo constructivo, que le de sentido a las asociaciones, a las reglas, a las personas. Que demuestre el valor de las acciones. La creación contemporánea puede ser el espacio de reflexión en un país desastrado.
¿Qué te motiva o inspira para realizar proyectos que mostrar en vivo?…
La acción transformadora. Saber que luego de hacer algo, ya nada puede ser lo mismo. Ya no puedes ser el mismo luego de actuar. Eso me pasa. Estoy convencido que ese es el sentido de las artes escénicas -para mí-. Hacer, transformar. Mirar y vivir el cambio. En todos los sentidos.
¿Crees que afectará mucho la subida del I.V.A. y los recortes al teatro para la escena alternativa?…
En México hay un gesto muy poderoso hacia la cultura en general y hacia el teatro en particular. Todo se vende. Todo lo que vende demuestra su sentido y utilidad, en la lógica de los pobres demonios que tenemos en los puestos políticos que administran nuestra desgracia. Esos pobres bufones no entienden de cultura. Para ellos el arte es lo que ven en la televisión. Tenemos un presidente que difícilmente sabe leer. Así es que la cultura no solo no les interesa sino que los asusta porque los desafía, es un espacio que los amenaza, así es que atentan decididamente contra él. El teatro independiente está bajo amenaza. El estado dedica recursos para el teatro, pero para el privado (porque en él reconocen a los actores de la televisión). Del otro saben lo mismo que de astrofísica. Nosotros comenzamos el año con el anuncio de un recorte presupuestal importante a la cultura. Cuando se enteren de que eventualmente se usan libros en el teatro, quizá los prohiban. Te digo que las letras y las ideas no se le dan a nuestros dirigentes. ¿Es parecido por acá?.
¿Qué obra de teatro, danza o performance has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
Hasta hoy no he podido ver cosas en España. Trataré de ponerme al corriente en los pocos días que dura mi estancia.
¿Cómo ves la creación contemporánea en el lugar donde trabajas?…
Con fuerza. Mucha fuerza de parte de los creadores. A pesar de la torpeza, la indiferencia, y a veces la decidida idiotez de los funcionarios de cultura, en México estamos viviendo un momento muy brillante para las artes escénicas. El año pasado estuvo en Escena Contemporánea Lagartijas tiradas al sol, una estupenda compañía mexicana. Así como ellos, hay una importante cantidad de compañías, de creadores, de autores y actores que no se veía en muchos años, no con este brillo ni con esta abundancia.
¿Alguna idea para seguir creando en tiempos de crisis?…
Estamos un poco acostumbrados. Así lo hemos hecho desde hace años y así seguiremos bastantes más. Creo que la estrategia es la obstinación y la táctica la asociación hormiga.
¿Proyectos?…
Muchos:
-Una obra concierto. Es una historia de familia casi griega de tan negra. Lo tiene todo. Todos los excesos. Pero, han de contarla tres actrices y un músico en escena. Con canciones y todo, pero no es un musical en el sentido que conocemos.
-Una instalación en recintos de museos. Diseñaremos un dispositivo que se pueda operar varias veces a la semana, a ciertas horas, pero que quede a solas y que se baste a sí misma cuando los asistentes lo experimenten sin la intervención de los performers. No es teatro, no es concierto, no es una instalación con audiovisuales. Es todo eso, pero con chatarra y Bertolt Brecht. Los procedimiento son el azar y el reciclaje.
-Un texto sobre la desaparición de las lenguas originales.
SALVA BOLTA nos habla de la nueva edición del Festival Escena Contemporánea
¿Qué evolución crees que ha experimentado Escena Contemporánea desde sus inicios hasta hoy?…
En sus trece años de existencia y gracias al trabajo de los anteriores directores, en sus 13 ediciones, el Festival Escena Contemporánea se ha convertido en una realidad cultural que ha dado plataforma a expresiones artísticas de creación escénica contemporánea. Escena ha ampliando los límites que en otros espacios de las artes escénicas se encuentran codificados en formas y modos convencionales, enriqueciendo con ello tanto a creadores como a espectadores. Este Festival ha ido apostando año tras año por las expresiones de naturaleza escénica de calidad, por la colaboración, por la educación y la generación de nuevos públicos, por la captación de nuevos espectadores, por la apertura a los circuitos internacionales, por el talento y por la creatividad.
¿La crisis te ha obligado a pensar en otras estrategias a la hora de diseñar la programación de este año?…¿Cuáles?…
La principal estrategia ha sido el intentar establecer redes de colaboración entre instituciones públicas y privadas con el fin de enriquecer su delicada financiación. Por otro lado, he intentado reunir el mayor número posible de compañías/creadores con trabajos de mediano y pequeño formato, que con unas necesidades de producción y exhibición austeras y a pesar de ello, atrapen al público por su talento artístico, poder escénico, poética y belleza.
El Festival como tal no dispone de espacio propio donde poder dar residencias artísticas. Pero lo que si ha hecho, de nuevo trabajando en red, ha sido vincular a compañías e instituciones que si que disponen de estos espacios. En este sentido agradezco al CC de Humanidades Sierra Norte de La Cabrera el haber puesto su teatro a disposición de la Tristura para que en muy buenas condiciones artísticas y técnicas y durante dos semanas, pueda terminar su espectáculo.
Lo que también hemos hecho este año, ha sido impulsar proyectos mediante la fórmula de la coproducción: el Festival ha seleccionado en la medida de sus posibilidades, proyectos en su fase embrionaria de artistas en los que ha confiado, asegurándoles la programación en el festival y contribuyendo con esta parte de financiación a que los mismos se pudieran llevar a cabo. De esta manera ha protegido a las compañías permitiendo realizar su trabajo en condiciones de mayor estabilidad. Los proyectos que en esta pequeña medida coproducimos son los de cuatro compañías de Madrid:
LOS LUNES / LA TRISTURA / GRUMELOT-TEATRO EN TRÁNSITO / FERNANDO SOTO &DRAFT.INN
¿Qué líneas base hay en el programa de este año?.
La XIII edición propone un catálogo nada dogmático de múltiples experiencias de naturaleza escénica, que recoge la pluralidad de ángulos de la creación contemporánea. Podemos hablar de que, una parte muy importante de la programación, recoge trabajos de creadores que con fuerte conciencia social, apuntan nuestras miradas hacia la realidad que nos atraviesa. Trabajos de observación exterior y respuesta. Encuentro entre pensamiento crítico y acción política. Una reacción activa al sufrimiento, que no impide pensar y actuar. Un reconocimiento del teatro como el lugar donde se encuentran arte y vida y de la acción escénica como encuentro activo entre la mirada del creador y la del espectador.
Por otro lado, he intentado en esta 13ª edición el Festival hacer una clara apuesta por lo emergente, proponiendo una mirada sobre una capa generacional jóven, que bajo mi punto de vista reúne el suficiente talento, potencia muscular y poder escénico como para suponerles eso que llamaríamos una “larga carrera de éxitos”. Creadores y compañías en sus primeros trabajos y que en tiempos de demasiado dolor, pérdida y duelo como los que estamos viviendo, tienen la ventaja en mi opinión de tener menos pasado que futuro.
¿Cómo ves el panorama de la creación contemporánea en nuestra Comunidad?…¿Hay relevo generacional?…
En buena parte, la respuesta a esta pregunta está incluida en la propia programación: hay una presencia importante de compañías / creadores de Madrid. Y en esta selección, puedo asegurarte que he tenido que lamentar no tener “una mesa más grande” para poder invitar a más gente a participar. Te pongo un ejemplo: el Festival lanzó una convocatoria de proyectos para espacios no convencionales, en la cual recibimos aproximadamente ciento cincuenta propuestas. De ellas, más de la mitad fueron de compañías, artistas, colectivos de la Comunidad de Madrid. Y verdaderamente fue doloroso tener que descartar tanto número; me impresionó la cantidad de propuestas llenas de planteamientos, ideas, recursos, desde cualquiera de las disciplinas que te puedas imaginar. Sin lugar a dudas, lo que acaba asomando a la superficie es solamente lo que consigue superar estas circunstancias tan poco favorables para la creación que estamos atravesando. Pero ahí debajo, hay un filón de oro, lo suficientemente rico para alimentar presente y futuro.
¿Afectará la subida del I.V.A. para que acuda el público a las salas en la edición de este año?…
No, podéis estar tranquilos!!! En esta 13ª edición y a pesar de las estrecheces y de la tremenda subida del IVA, sosteniendo la política de entradas de las anteriores ediciones: el precio de los espectáculos es de seis euros, permitiéndole de esta manera el acceso a, esperamos, un grandísimo número de espectadores.
Más info en: www.escenacontemporanea.com













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