¿Qué es el teatro para ti?…
El teatro es mi forma de vida. Y no hablo de pagar las facturas o de trabajar más o menos o con mayor o menor salario. Hablo de que para mí el teatro es imprescindible. Es una necesidad vital: escribir, actuar, dirigir y asistir a una obra de teatro es para mí algo de lo que no puedo prescindir.
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…
He pasado por todas las etapas de esta profesión; teatro aficionado, alternativo, de pequeño, mediano y gran formato. Comencé a hacer teatro a los quince años de edad y formé parte del elenco de dos compañías de teatro aficionado con las que estrené diez montajes entre 1989 y 1998. Ya estudiando en la Escuela de Cristina Rota trabajé en La Katarsis del Tomatazo durante cuatro temporadas. Nada más terminar la escuela formé mi propia compañía de teatro, Martelache, en 2002. La verdad es que no he parado y he trabajado ya en más de 50 montajes de teatro desde que me subí a un escenario por primera vez hace veinticinco años.

¿Cómo surgió que escribieses y dirigieses teatro?…
Surgió de una manera muy natural; comencé a escribir textos teatrales para montarlos con mi compañía de teatro. Con Martelache estrené en 2002 Idioteces profundas contadas por imbéciles inteligentes, la primera parte de la Trilogía idiota, con este montaje nos recorrimos toda España en más de 170 representaciones, incluso la representamos en Latinoamérica. Para nosotros, que empezábamos en el terreno profesional con una compañía propia, fue como un sueño. Diez años después, en 2013, estrenábamos al fin la tercera parte de la trilogía Somos idiotas porque es lo más inteligente que estamos representando ahora en La Escalera de Jacob.

¿Cómo surge el texto que se está representando en La Escalera de Jacob?…Háblanos de la propuesta escénica…
Tenía muchas ganas de escribir un texto sobre el mundo de la pareja. Hace tiempo leí una crítica teatral en la que se decía algo parecido a esto: “…otro montaje más sobre el mundo de la pareja, algo que está ya más que superado…”. Me pareció un comentario tan peregrino. ¿Cuándo hemos superado la fase de la pareja? Seguimos teniendo los mismos problemas de incomunicación, de falta de compromiso, inestabilidad, sinceridad, infidelidad… nunca superaremos la fase de la pareja y eso es de lo que quería hablar en el texto.
La propuesta escénica tenía que ser como en todos los montajes de la Trilogía idiota, nada de música, sólo texto de principio a fin, sin cuarta pared, los actores frente al público, sin artificio. Blanca Baltés ha dirigido el texto potenciando muchísimo el trabajo del actor, y eso es lo que más me gusta de su trabajo.

¿Hiciste algún tipo de búsqueda o documentación sobre el tema antes de empezar a escribirla?…
Hice una búsqueda retrospectiva basada en mi propia experiencia y en la de la gente que me rodea basada en qué cosas afectan nuestra vida en pareja de manera más directa, qué es lo que afecta nuestro día a día. Y así fui configurando a los personajes y sus circunstancias laborales, familiares, sus deseos, sus neurosis, todo su mundo.

¿Cómo ha sido el proceso de escritura del texto? ¿Ha cambiado tu visión del texto a partir de la puesta en escena?…
Sin duda. Según iban avanzando los ensayos cambié algunos textos y me fui dando cuenta de las cosas que faltaban o sobraban. Incluso ahora, después de 50 representaciones, creo que sería capaz de cambiar algún texto. Creo que algo que me ha hecho crecer mucho como autor es tener la posibilidad de crecer los textos con las representaciones.
¿Qué balances haces de tus últimos trabajos para el teatro?…
Ha habido varios trabajos que me han aportado mucho últimamente y cada uno de una manera muy distinta. Cerrar la Trilogía idiota me ha dado muchas cosas, primero cerrar una etapa de investigación en comedia de más de diez años y segundo tener la ocasión de publicar por primera vez. Encontrarme con el maravilloso equipo de Ediciones Irreverentes ha sido para mí todo un descubrimiento. La experiencia de volver a revisar textos escritos hace una década ha sido muy interesante y la aceptación que ha tenido el libro para mí ha sido un regalo maravilloso. Formar parte del reparto de Tomás Moro. Una utopía bajo la dirección de Tamzin Townsend ha sido para mí una experiencia excepcional. No son tantos los proyectos de gran formato en los que he trabajado y disfrutar de seis meses de gira por los mejores teatros de España ha sido muy gratificante. También mi experiencia con Venezia teatro en La Hostería de la Posta ha sido para mí un trabajo muy especial.

¿Cómo ves la creación teatral en estos momentos?…
Yo voy muchísimo al teatro y creo que sigue habiendo muchísima creatividad y muchos trabajos interesantes. Desgraciadamente ahora es muy difícil exhibir, distribuir y promocionar teatro, estamos en un momento muy difícil. Pero creo que sigue habiendo profesionales que merece la pena tener en cuenta.
¿Qué sentido ha de tener el teatro hoy?…
Yo creo que el teatro debe demostrar que siempre está ahí, que sigue siendo y que siempre será una forma de representar la realidad y el momento actual. Ese es el sentido que ha tenido durante siglos y que creo que tiene hoy todavía: un espejo social, cultural y artístico que nos hace ver y sentir cómo somos.

¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?…
Ha sido demoledor. Las salas de teatro decidieron no subir los precios y asumir la reducción en los ingresos. Ha sido un auténtico revés para un negocio que ya era complicado de defender. Y es bastante fácil ver la repercusión que ha tenido: más de 970 empresas culturales han cerrado en cuatro años. Es una cifra terrible. Para mí ha sido bastante triste ver cómo gente muy interesante que llevaba batallando mucho tiempo ha dejado de luchar por cansancio, por desgaste.

Alguna sugerencia para crear en tiempos de crisis…
Creo que sólo mirando a nuestro alrededor tenemos un material más que valioso para seguir creando. Tenemos que seguir ideando propuestas interesantes para que el público no deje de llenar las salas de teatro. La crisis nos puede quitar cosas pero jamás la capacidad de inventar, crear e imaginar.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente? ¿Qué te pareció?…
Una de las últimas obras que he visto es La última sesión de Freud, me ha parecido un montaje maravilloso, con dos actores que se comen la escena a cada palabra, a cada paso, con cada expresión. La recomiendo completamente.

¿Proyectos?…
Tengo varios proyectos: pronto se estrenará en México D.F. una de mis piezas de microteatro Histerias de amor. Acabo de terminar un montaje unipersonal para la actriz Carmen Ruiz que se titula Lo que cuesta la vida y que espero que vea la luz el año próximo y también en México se estrenará mi primer drama Nubes frente a un espejo, eso será ya en la primavera de 2016.

24 de julio de 2015 | Categorías: AUTORES, DIRECTORES, ENTREVISTAS | Tags: Blanca Baltés, Carmen Ruiz, Chema Rodríguez-Calderón, Cristina Rota, Ediciones Irreverentes, Idioteces profundas contadas por imbéciles inteligentes, La última sesión de Freud, La escalera de Jacob, La hostería de la posta, La Katarsis del Tomatazo, Lo que cuesta la vida, Martelache, Nubes frente a un espejo, Tamzin Townsend, Tomás Moro, Trilogía idiota, venezia teatro | Deja un comentario
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…No encajaba en ninguna actividad extraescolar en el cole. En fútbol era muy mala, corría hacía mi propia portería. Me echaron. La gimnasia rítmica me parecía un rollo. Le supliqué a mi madre que me sacara de allí. Un día de sexto de E.G.B. anunciaron que empezaba un curso de teatro y pensé: «mmm esto puede ser divertido», me apunté y flipé en la primera clase, me acuerdo que llegué a casa y le conté a mi madre: «mamá, no te lo vas a creer, pero es posible hablar con la tripa» y me envenené. Tenía 11 años.

¿Realizaste otras facetas además de la actuación?…
¿Que si puse copas? Sí, claro. Un buen actor que se precie debe hacerlo. Jajajajaja. Sí, además de actuar, también dirijo de vez en cuando. Me encanta y me divierte mucho.
¿Qué es el teatro para ti?…Es un lugar donde todo es posible. Es magia.

¿Por qué haces teatro?…Porque me alimenta y me hace muy feliz .
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria?…Un balance muy positivo. He sido coherente casi siempre, he trabajado mucho, he disfrutado y sufrido mucho también, me ha hecho mejor persona, y desde hace 12 años (llevo 18) sólo como de mi vocación, así que sí, un balance muy positivo.

¿Qué función crees que ha de tener el teatro para la sociedad de hoy?…La misma de ayer, la misma de siempre. Es muy básica. Es el alimento del alma y del espíritu y como tal, lo necesitamos para sobrevivir. Es una cuestión de vida o muerte.

¿En qué proyectos has participado durante el último año?…Háblanos de ellos…
La mayor parte del 2014 he estado con «Verónica» una obra de miedo, escrita y codirigida por mi admirado Carlos Molinero, que talento tiene este hombre! El otro director es el incombustible Gabriel Olivares con el que trabajo en otros proyectos. Estrenamos en el Lara y luego estuvimos hasta Noviembre en el Maravillas. Una experiencia muy interesante, la verdad, no hay obras de teatro de miedo. Yo quise hacer una hace 15 años y fue muy complicado. Este proyecto me ha brindado la oportunidad de explorar ese género tan inusual en el teatro y además acompañada de un lujo de actrices/amigas/compañeras, Ana Villa, Cecilia Solaguren y Lorena Berdún. Tenerlas al lado ha sido un regalo cada día.
Paralelamente a «Verónica» estuve con funciones de «Los Menudillos del Sol de York» dirigido por un hombre de teatro y amigo desde hace 18 años (empezamos juntos en esto, en Zaragoza) Alberto Castrillo Ferrer. Una propuesta teatral interesantísima. Varias piezas de 45 minutos escritas por Daniel Dalmaroni (vino a vernos desde Argentina) con un enrome sentido del humor, negro y ácido y de una inteligencia desbordante. Y acompañada de unos seres entrañables (si es que soy una afortunada!!!), Nacho Rubio, Antonia Paso, Julián Ortega, Laura Gómez Lacueva, Carlos Urrutia, Elena de Frutos, Javier Ortiz y Patricia Estremera. Lo retomamos ahora, a partir de Marzo estaremos todos los martes en el Teatro Fígaro.
También he tenido funciones este año y temporada en Barcelona de «Tomás Moro, una utopía» obra dirigida por Tamzin Townsend (es un divertimento trabajar con ella y un placer que no hay que perderse) y con la que hicimos temporada en Noviembre del 2013 en el Fernán Gomez con grandes compañeros también (que le voy a hacer si tengo suerte con los compis!) Jordi Aguilar, Lola Velacoracho, Chema Rodriguez, Dani Ortiz, Paco Déniz, César Sánchez, Ricardo Cristóbal, Sandra Arpa, Jose Luis Patiño, Angel Ruiz, Richard Collins Moore, Manu Hernández.
También un par de Microteatros escritos por José I. Tofé, el autor de «El Tesorero» y dirigidos por mí: «Menuda Mañanita» con Joan Carles Suau, Mario Tardón y Ricardo Cristóbal y «Pesadilla en el Microteatro» con Antonio Ponce y Mario Tardón. Con este plantel de casting, una experiencia deliciosa, como no podía ser de otra manera.
Después, a finales de Octubre, se solaparon dos proyectos, «En el baño» con Olivares y «Perdona si te mato, amor» dirigida por Castrillo-Ferrer y con ésta he terminado y he empezado el año y no se me ocurre otro modo de empezarlo mejor. Colgando cartel de localidades agotadas, el público aplaudiendo a rabiar, riendo sin parar, diciendo en alto «esto es teatro!!».Que dos meses más maravillosos!!! Ha sido un proyecto PERFECTO a todos los niveles. Pocas veces pasa y ésta es una de esas veces. Y con un equipo de quitarse el sombrero y hacer genuflexiones. No puedo nombrar a todo el mundo pero todos y cada uno de ellos profesionales como la copa de un pino y buena gente, gente buena, incluido el equipo del Matadero. En el escenario vivía un sueño cada día de función al lado de Nacho Rubio, Antonia Paso, Rafa Blanca, Julián Ortega y Javi Coll. Y por supuesto, Encarni Corrales. Amigos para siempre ya.
Creo que la cosa no termina aquí…no debería, desde luego, sería un gran error………….Veranos de la Villa…es muy probable…

¿Cómo surgió tu participación en la obra que estrenáis en el Teatro Arlequín…?…Háblanos de este trabajo…
Más bien en la cocina! En el entrenamiento/investigación con Gabriel Olivares. Ya estaba con él en otro proyecto que empezó en Septiembre «El Debut», una peli experimental, y me invitó a formar parte de «En el Baño» que ya venían cocinándolo desde hacía unos meses.
Esta obra ya la estrenaron mis queridas compañeras, Ana Villa, Marian Aguilera, María Kaltembacher, Eva Higueras, Roser Pujol y Mónica Vic en Noviembre del 2014. La que se estrenó el 31 de Enero con el personaje de Coco, soy yo.

¿Cómo ha sido el trabajo con el director?…Gabriel es la búsqueda, la investigación y el inconformismo. Valores muy buenos para un director, bajo mi punto de vista. Hemos explorado mucho con «puntos de vista» (Anne Bogart) y «suzuki». Un proceso enriquecedor, muy creativo y agotador, pero ya aprendí con mi maestra Mar Navarro que hay que sudar la camiseta, así que ha sido muy estimulante. Este método de trabajo de Gabriel te obliga a ser directora además de actriz en el escenario, a tener más responsabilidad, por lo tanto, a ser consciente de todo lo que es el acto teatral, a responder en el momento, en definitiva a que la cosa esté viva pero ¿acaso no se trata de eso? Yo soy exigente con mi trabajo y me gusta que mi director lo sea también.

¿Cómo creas tus personajes?…Aquí tengo una contradicción, no creo en el «personaje», aunque luego pienso: «que bonita es Coco» o «como quiero a Madeleine». Ves! es contradictorio!.
¿Tienes un método?…Parto siempre de mí en «esa situación» y digo las palabras que están escritas en el texto con la sensación de que no podría decir otras, de que son las perfectas, las necesarias. A esto le sumo el intentar no chocarme con los muebles (no es tan sencillo como parece, sobre todo cuando trabajas en un espacio de 2X2) y, a veces, da buenos resultados, a veces, cobra vida durante un rato algo parecido a un «personaje». Casi siempre los hallazgos más alucinantes los encuentro en mis compañeros, en cómo me hablan, en cómo me miran. A veces, sólo hay que mantener los ojos y las orejas bien abiertos.

¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
O lo asume la compañía o lo asume el público que compra esa entrada. Insostenible en muchos casos. Han cerrado salas de teatro, compañías y muchos proyectos interesantes y necesarios no han llegado ni a nacer. Es una locura se mire por donde se mire, en fin…

¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?…
He visto muchos montajes este año pasado y algunos muy buenos, pero me viene una y otra vez a la cabeza «El triángulo azul» de Laila Ripoll y Mariano Llorente, dirigido por Laila. Debería ser Patrimonio Nacional este espectáculo, no entiendo que sólo estuviera un mes en cartel. Me parece absurdo y me cabrea. No tiene sentido.
Me conmovió, me sacudió, me enseñó, me hizo reflexionar y está claro que me ha marcado. Recuerdo que estuve llorando, con hipo, todo el camino, desde la plaza de Lavapies hasta Callao. Catarsis, también. Una catarsis en toda regla.

¿Proyectos?…
Estoy dirigiendo una pieza corta para microteatro que se estrena el 10 de febrero. Se llama «Intelecplastia» un texto muy ingenioso de Maria Eugenia Rodriguez. Las actrices son Ana Belén Serrano y Laura Salido, una combinación muy interesante. Nos estamos divirtiendo mucho montándola, así que yo creo que va a salir algo bueno de aquí, seguro.
Como comentaba antes volvemos con «Los menudillos» o mejor dicho «Crímenes de andar por casa» que es su nombre ahora. Estaremos en el Fígaro los martes, a partir de Marzo.
Ensayando ya «Our Town» dirigido por Gabriel Olivares que se estrena el próximo 23 de abril en el Fernán Gómez y estaremos hasta el 17 de Mayo.
Remontaré (por tercera vez, siempre diferente) y retomaré en Junio «Pudor», un espectáculo de literatura erótica, con mi amigo y compañero Jose Carrillo.
Y un secreto, un secreto muy bonito y personal del que no voy a contar nada pero que espero parir antes de que acabe el 2015.

¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
Como dice mi padre: «el que come, escapa!».

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11 de febrero de 2015 | Categorías: ACTORES, ENTREVISTAS | Tags: "Crímenes de andar por casa", "El Debut", "El triángulo azul" de Laila Ripoll y Mariano Llorente, "En el baño", "Intelecplastia", "Los Menudillos del Sol de York", "Menuda Mañanita", "Our Town", "Perdona si te mato, "Pesadilla en el Microteatro", Alberto Castrillo-Ferrer, Amor, Ana Belén Serrano, Ana Villa, Antonia Paso, Antonio Ponce, Ángel Ruiz, Carlos Molinero, Carlos Urrutia, César Sánchez, Cecilia Solaguren, Chema Rodriguez, Dani Ortiz, Daniel Dalmaroni, El tesorero, Elena de Frutos, Encarni Corrales, Eva Higueras, Fernán Gómez, GABRIEL OLIVARES, Javi Coll, Javier Ortiz, Joan Carles Suau, Jordi Aguilar, José I. Tofé, José Luis Patiño, Julián Ortega, Laura Gómez Lacueva, Laura Salido, Lola Velacoracho, Lorena Berdún, Manu Hernández, Mar Navarro, María Kaltembacher, Maria Eugenia Rodriguez, Marian Aguilera, Mario Tardón, Mónica Vic, Nacho Rubio, Paco Déniz, Patricia Estremera, Rafa Blanca, Ricardo Cristóbal, Richard Collins Moore, ROSER PUJOL, Sandra Arpa, Silvia de Pé, Tamzin Townsend, TEATRO ARLEQUÍN, Teatro Figaro, Tomás Moro, una utopía, veranos de la villa, Verónica | Deja un comentario
¿Qué es el teatro para ti?…¿Por qué haces teatro?…
Me es difícil resumir lo que es el teatro para mi. Un juego exigente y divertido, una forma artística de comunicación, un lugar de encuentro con los otros y con uno mismo, un acto simultáneo de vanidad y generosidad…
Empecé en el grupo de teatro del instituto, después en el de la facultad y cuando llevaba dos años en la universidad me presenté a las pruebas de ingreso para la RESAD. Me cogieron y estando en el primer curso empecé a trabajar en la Compañía Nacional de Teatro Clásico, primero como figurante y enseguida haciendo pequeños papeles… Hago teatro porque la vida me ha llevado por este camino y porque siempre he sentido que éste era mi camino.

¿Qué balance haces de tu trayectoria como actor?…Háblanos de tus últimos trabajos…
El balance que puedo hacer de mi trayectoria es muy positiva: He tenido la fortuna de haber estado en espectáculos estupendos y haber hecho personajes muy interesantes y muy variados. Gracias a este oficio he podido conocer gentes y sitios inolvidables, a mis amigos, (casi todos) a mi mujer… Llevo más de 25 años haciendo teatro, viviendo con pasión esta profesión y siento que mi condición de actor es mi gran tesoro (algunas veces también mi maldición).
En los últimos meses antes de «EL Triángulo Azul» he estado interpretando a Tomás Moro en «Tomás Moro, una utopía», bajo la dirección de Tamsin Towsand. Una función muy curiosa escrita por varios autores isabelinos,( Shakespeare entre otros).Se estrenó en el último Festival de Almagro y hemos girado con ella hasta el mes de abril, con temporadas en Madrid (teatro Fernando Fernan Gomez) y Barcelona (Teatro Barts). Ha sido un trabajo muy intenso y muy agradable, con un equipo fantástico.

¿Cómo surge tu participación en el proyecto de El Triángulo azul?…Háblanos de tu personaje…
«El Triángulo Azul» es un proyecto muy personal de Mariano Llorente y Laila Ripoll que el CDN ha acogido como producción propia. Laila y Mariano son unos de mis mejores amigos, con los que, junto a Juanjo Artero, fundamos en 1991 la compañía Producciones Micomicón. Desde entonces hemos compartido muchas cosas. Mi participación en este espectáculo, como la de varios actores más, habituales en los espectáculos de Micomicón,(Manuel Agredano, Marcos León) viene de esa trayectoria de grupo.
Mi personaje en la obra es Toni (Antonio García en la realidad), uno de los miles de republicanos españoles que después de haber tenido que huir de España tras la guerra civil, acabaron en el campo de concentración de Mathausen.
Toni y Paco (Francisco Boix en la realidad) fueron asignados al laboratorio fotográfico del campo y consiguieron salvar miles de fotografías,(que los nazis intentaron destruir al final de la guerra), en los que quedaba exhaustivamente documentado todo el horror al que fueron sometidos aquellos seres humanos.
Aparte de este personaje también participo en los números musicales del espectáculo.

¿Cómo ha sido el proceso creativo?…
«EL Triángulo Azul» es un espectáculo complejo y muy exigente. El proceso ha sido muy intenso con la sensación en algunos momentos de que no había tiempo suficiente. Entre la mayoría de las personas del equipo ya había de entrada una gran complicidad por haber trabajado juntas muchas veces, y «las nuevas incorporaciones» gente maja,como Paco Obregón, enseguida fueron como compañeros de toda la vida y, especialmente los más jóvenes (Elisabet Altube y Jorge Varandela) nos han puesto las pilas a los más talluditos. Laila Ripoll es una directora que quiere a los actores, confía en ellos y que, teniendo muy claro el espectáculo, escucha.

¿Hay algún referente técnico o artístico del que has partido para crear el personaje?…
En este caso los referentes son básicamente históricos. Nos hemos documentado sobre la peripecia que pasaron estos hombres, leyendo, viendo imágenes reales y también alguna película que aunque no tratara directamente el tema, nos alumbrara sobre la vida en los campos.

¿Cómo preparas los personajes?…¿Cuál es tu método?…
En general, mi manera de prepararme los personajes parte de la lectura del texto. Esto puede parecer una perogrullada pero creo que a veces no se le otorga la importancia que tiene. Una lectura atenta del texto puede darte las claves fundamentales para crear el personaje. Lo siguiente es descubrir cómo anda, escuchar y por último ponerte la ropa.

¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
Creo que el teatro tiene una función maravillosa de entretenimiento, ese mecanismo por el cual el espectador te concede el permiso para llevártelo a «otro lado» con la única condición de que no le aburras, en sí mismo es fascinante y nos conecta con algo muy básico, muy primitivo que todavía llevamos dentro. Pero es que además desde ahí podemos encontrarnos y hacer reflexionar sobre aspectos profundos del ser humano con una intensidad,creo,mayor que en ninguna otra manifestación artística.

¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?…
Es evidente que entre la subida del IVA y los recortes en los presupuestos dedicados al teatro, tanto para la producción como las partidas destinadas a la contratación por parte de los teatros de titularidad pública, han dejado al sector sumido en una auténtica depresión de la que no sé como y cuando saldremos.

¿Cómo ves el teatro en estos momentos en Madrid?…
Creo que esta ciudad, a pesar de la crisis y de unos políticos municipales que no nos merecemos, tiene una vitalidad y una creatividad potentísima y creo que en los últimos años mucha gente joven encuentra en el teatro su forma de expresión. Teatralmente esto es lo más interesante de Madrid ahora mismo.

¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
No rendirse.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
Dionisio Ridruejo, una pasión española. interesante, buena dirección, buenos actores, factura impecable.

¿Proyectos?…
Tengo la sensación de que «El triángulo Azul» nos va a dar sorpresas agradables, tenemos funciones de «Tomás Moro» para el otoño y también hemos remontado un espectáculo histórico de Micomicón: «Atra Bilis». También hay algún proyecto con UNIR (la productora de «Tomás Moro»).
10 de mayo de 2014 | Categorías: NOTICIAS | Tags: Antonio García, atra bilis, cdn, Centro de Arte Fernán Gómez, COMPAÑÍA NACIONAL DE TEATRO CLÁSICO, El triángulo azul, Elisabet Altube, Festival de Almagro, Francisco Boix, Jorge Varandela, José Luis Patiño, Juanjo Artero, Laila Ripoll, manuel agredano, marcos león, mariano llorente, Paco Obregón, Producciones Micomicón, RESAD, Tamsin Towsand, Teatro Barts, Tomás Moro, una utopía | Deja un comentario
El Centro de Arte Fernán Gómez, presenta estos días la obra de Shakespeare y otro autores Tomás Moro, una utopía, bajo la dirección de Tamzin Townsed, un personaje como Moro bien conocido por su vida y su obra, ejemplo de quien de la nada llega a todo y por su coherencia cae en desgracia y es decapitado, nunca es fácil llevarlo a las tablas, Townsend nos presenta un estupendo texto adaptado magníficamente por Ignacio García May, con escenografía de Ricardo Sánchez Cuesta, aparentemente simple, que alcanza algunos momentos de brillante dramatismo, el vestuario de Gabriela Salaverri nos traslada a la época y los audiovisuales de Joan Rodón nos deja memoria de las películas de esa época y de los lugares por donde transitan los personajes, y el fuego, la escena del incendio es espléndida. Una propuesta que hace un mix anacrónico y resulta creíble. Ángel Ruiz, experto narrador, José Luis Patiño, nos llega a conmover, Manu Hernández que transita perfectamente por sus personajes y una fuerza de la naturaleza que brilla per se, Silvia de Pé, convincente, fuerte y valiente, con la rebeldía asomándose por todos sus poros, el resto del elenco estupendo, una función que merece ser vista por mucha gente, aunque no sea más que por llenarse los ojos de ese colorido y por descubrir que la coherencia siempre termina condenada, hace quinientos años y ahora, prueba de ello lo que estamos viviendo.
Ángel Savín.

20 de noviembre de 2013 | Categorías: CRÍTICAS, TEATRO | Tags: Ángel Ruiz, Centro de Arte Fernán Gómez, Gabriela Salaverri, Ignacio García May, José Luis Patiño, Manu Hernández, Ricardo Sánchez Cuesta, Silvia de Pé, Tamzin Townsed, Tomás Moro, una utopía | Deja un comentario
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