Luis Crespo: El Teatro ha de ser ese espacio para compartir
¿Cómo surge el proyecto de La Marquesa de Vadillo?…Háblanos del texto y del montaje…
A lo largo de estos 20 años de compañía la representación de Pequeñas Historias de asesinatos (cluedos) han sido una manera de mantener la estructura y al equipo, pero tambien ha sido un laboratorio de ideas y personajes. Asi, tras infinitas versiones y adaptaciones decidimos hacer un Homenaje a todos esos actores y actrices que habían pasado por la función. A partir de ahí surgen situaciones y anécdotas que son el embrión del texto. Con la ayuda de Felix Estaire afrontamos la dramaturgia sin complejos ni miedos.
¿Hubo ocasión durante el proceso para que los actores aportasen ideas en el texto o en la puesta en escena?…¿Cómo ha sido el trabajo con ellos?…
Intenso. Grato. Duro. Sorprendente. Si es verdad que cuando escribíamos era para un elenco ya confeccionado. Y eso ha ayudado mucho. Son 9 en escena. El trabajo se afrontó desde el texto, pero abierto durante el proceso a cosas que surjan en el ensayo o aportaciones de los actores. Este trabajo no se podria afrontar de no tener un equipo artístico estable que ha favorecido mucho el resultado de la obra.
¿Hay algún referente técnico o artístico del que has partido para crear esta obra?…
Si. De teatro : El Espíritu Burlón o Viaje a ninguna parte, otros como: La princesa prometida , Noviembre , Ser o no ser…sobre todo para tener referentes en cuanto a una estructura dramática.
¿Por qué haces teatro?…
Porque es una necesidad.
¿Qué balances haces de tus trabajos como director-autor de teatro?…
Siempre es difícil hacer balance….partir de un folio en blanco y que eso termine llenando un teatro, es un subidón. Satisfecho pero ganas de más.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?… ¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes al teatro en España?…
El Teatro ha de ser ese espacio para compartir. Para probar la vida. Para disfrutar de emociones y energías. Para volar. Para ver mecanismos. Para observar actitudes. Sin moralinas.
Sobre el Iva, pues me parece que ha arruinado parte del sector de una manera irreversible. Hay compañías, teatros, actores o actrices o regidores…que no han de volver.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
No voy a decir las 2 ultimas. Si la antepenúltima que es «Un Hombre con gafas de Pasta», que me fascinó.
¿Proyectos?…
Preparando gira de El Extraño caso de la Marquesa de Vadillo y El Minuto del Payaso .
En agosto dirijo una obra para una compañía gallega.
¿Cómo ves la situación teatral en nuestro país?…¿Se pueden hacer propuestas combativas hoy en día?…
La situación es muy confusa. También creo que hemos tocado fondo. Confío que las compañías, y el Teatro, vuelva a tener la presencia y la inversión que se merece.
Pues claro que si se pueden hacer propuestas combativas. La cuestión es el matiz con el que se encara.
Carmen Ruíz nos habla de su trayectoría como actriz
¿Qué es el teatro para ti?…¿Por qué haces teatro?…
El teatro es una parte muy importante de mi vida. Contar historias, el aquí y ahora, el trabajo en equipo… son algunas de las muchas cosas que me motivan y llenan de ilusión para hacer teatro. El teatro te hace estar con los pies en la tierra. Siempre alerta ya que es un arte que se crea y desarrolla a cada instante.
¿Qué balance haces de tu trayectoria como actriz?…Háblanos de tus últimos trabajos…
He tenido la oportunidad y la suerte de formar parte de proyectos muy diferentes tanto en cine, televisión y teatro que me han aportado muchas satisfacciones como actriz, aunque aún me queda mucho por aprender y hacer.
Actualmente se está emitiendo la tercera temporada de «Con el culo al aire» en la que participo. También se estrenó en cine «La vida inesperada» una preciosa película de la que me siento muy orgullosa de formar parte. Y ahora estar en «Las dos Bandoleras» en el Teatro Pavón es para mi muy importante y satisfactorio.
¿Cómo surge tu participación en el proyecto de Las Bandoleras?…
Surge de una llamada de Carme Portaceli, la directora, proponiéndome el personaje de Doña Inés. Me encantó la dramaturgia que habían hecho Carme y Marc Rosich y el proyecto me pareció un estupendo reto profesional.
Háblanos de tu personaje…
Inés es una mujer sensible, valiente y muy inteligente. Va siempre por delante de los acontecimientos. Es la mayor de las dos hermanas y la que pone el punto de cordura.
¿Cómo ha sido el proceso creativo?…Háblanos del trabajo con la directora de escena…
Ha sido un proceso estupendo tanto con el verso como con el trabajo físico. Carme es una gran directora, sensible, generosa, clara y muy concreta a la hora de dirigir.
Hemos contado con Gabriel Garbisu como asesor de verso con el que hemos hecho un trabajo muy meticuloso.
Además hemos tenido que trabajar varias coreografías de esgrima. Ha sido extraordinario y hemos tenido la gran suerte de contar con Jesús Esperanza y Kike Inchausti como maestros.
¿Cómo preparas los personajes?…¿Cuál es tu método?…
Eso depende mucho del tipo de personaje y del proyecto. Lo primero siempre es hacer un buen análisis del texto. Pero no tengo el mismo método para todo y voy siempre muy abierta para poder hacer con libertad todo lo que el director me proponga y todo lo que vaya surgiendo con los compañeros. Me gusta sorprenderme y que me sorprendan.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
Creo que el teatro debe hacer pensar, soñar, divertir, conmover e intentar no dejar indiferente al espectador.
¿Cómo crees que está afectando la subida del I.V.A. y los recortes al teatro?…
Es tremendo. Entre la subida de impuestos y el recorte en las subvenciones hacer una obra de teatro es una heroicidad. Aunque creo que a nivel artístico en estos momentos hay muy buenas ideas y muchos profesionales extraordinarios, la situación no acompaña.
Todo esto aleja al público que se piensa mucho qué ir a ver porque no se lo puede permitir.
Distanciar a la sociedad de la cultura es una tragedia y es lo que está pasando.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
Sería muy osado por mi parte hacer ningún tipo de sugerencia. Lo que pienso es que hay que seguir adelante, confiar en las historias que queremos contar, en el talento de tantos buenos profesionales que tenemos y seguir luchando por un teatro de calidad. Seguir teniendo hambre de llegar al público. Seguir. No tirar la toalla.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
El minuto del Payaso un fantástico espectáculo dirigido por Fernando Soto con un brillante Luis Bermejo.
«La cortesía de España» dirigido por Josep María Mestres de la Joven Compañía de CNTC que también me gustó mucho.
Ahora no puedo ver mucho más porque estoy con funciones de martes a domingos. En cuanto terminemos en el Pavón me pondré al día.
¿Proyectos?…
De momento «Las dos bandoleras»
Alfredo Sanzol nos habla de sus proyectos como autor y director.
¿Cómo surge el proyecto de Aventura!?…¿De qué va la obra?…
El proyecto surge de las ganas de contar una historia muy situada en el presente, pero muy conectada con problemas de siempre. A veces la actualidad no nos deja tomar perspectiva y esta obra intenta ayudar a ampliar la visión. La historia va de seis socios que reciben una oferta de compra por parte de una empresa, y de cómo las cosas se complican hasta el punto de plantearse la venta de una de las socias.
¿Hiciste algún tipo de búsqueda o documentación sobre el tema antes de empezar a escribirla?…
Sí, la historia surge de una anécdota real que me contó una amiga, los periódicos me han acompañado durante toda la escritura, las conversaciones con los amigos, y el libro de Marina Pequeño tratado de los grandes vicios.
¿Cómo fue el proceso de escritura?…
Arranqué pensando que iba a escribir una obra de sketches, pero la primera historia fue cogiendo fuerza y los personajes querían más espacio y más protagonismo hasta el punto de que se acabaron quedando con toda la historia. Fue un motín de personajes en toda regla.
¿Cómo llevas a cabo el trabajo de puesta en escena al ser autor-director?…
La puesta en escena es una continuación de la escritura, porque el trabajo de los actores es lo que cierra el sentido de las situaciones, y de las reacciones. Además creo que en esta obra con más importancia que en otras.
¿Opinas, como algunos autores, que no hay que publicar un texto hasta verlo estrenado?…
Bueno, sí, es una opción inteligente. Los ensayos son los que dan la forma definitiva.
¿Qué balances haces de tus últimos trabajos como autor-director?…
Estoy buscando una voz, un estilo, y sigo con la búsqueda, no veo cada obra como un resultado si no como una parte de una obra, es como si cada una de ellas complementara a la otra, tengo la sensación de estar escribiendo una obra que se compone de muchas otras.
¿Qué función crees que ha de tener hoy el teatro para la sociedad en la que vivimos?…
Creo que el teatro tiene la función de satisfacer la necesidad del público de ver otros mundos, de ver otras historias y de hacerlo en directo.
¿Qué te motiva o inspira para escribir teatro?…
Intentar entender la vida.
¿Crees que está afectando mucho la subida del I.V.A. y los recortes en las ayudas para el Teatro?…
Por un lado nos han subido los impuestos, por el otro bajan las subvenciones, y por otro no se aprueba la ley de mecenazgo. Es difícil hacerlo peor.
¿Qué obra de teatro has visto últimamente?¿Qué te pareció?…
El minuto del payaso, Misántropo, Los Mácbez y Un hombre con gafas de pasta. Cuatro espectáculos buenísimos muy diferentes y que son un ejemplo de la variedad y la calidad que tenemos.
¿Cómo ves la autoría teatral en nuestro país en estos momentos?…
Estamos en un momento muy bueno que es el resultado del esfuerzo que se viene haciendo desde los años ochenta por poner al teatro en el lugar que la sociedad merece. No es algo que haya surgido de una casualidad, es algo muy difícil de conseguir y debemos cuidarlo entre todos.
¿Proyectos?…
La calma mágica. La produce Tanttaka y el CDN y se estrenará en octubre en la Sala Nieva del Teatro Valle Inclán.
De payasos y funcionarios
Cuando alguien quiere insultar a otro, le dice…¡Eres un payaso!…y no sabe que en realidad, está diciéndole que pertenece a uno de los oficios más hermosos del mundo. Los payasos no tienen vida más allá de su nariz, lloran en los camerinos y gritan en las azoteas pero cuando salen a escena, entregan su corazón de papel secante para provocar una sonrisa al espectador que ha venido al teatro para olvidar su realidad…¿Su realidad?…¿Y si la realidad fuese lo que soñamos?…¿Y si en realidad nuestra vida fuese un sueño?…¿Qué habrá cuando despertemos y dejemos de hablar a solas reflejados en un espejo que se ha quedado dormido dentro de una maleta?. El minuto del payaso que por suerte se ha prorrogado unos jueves en Kubik es la oportunidad que tenemos para entrar en la privacidad del payaso y sus miedos, sus recuerdos, sus deseos, sus fracasos…y podamos ver la vida de otro modo, viva… la vida viva encarnada en la piel de un actor espléndido como es Luis Bermejo. Por suerte, los artistas no siempre son pasto de los desalmados funcionarios que tienen como cometido contabilizar el arte por puntos y a partir de aquí, sellar la carpeta del proyecto o creador…y dejarle en un sótano que huele a podrido y cerrado. Vitalicios en la Sala Mirador nos sienta ante el ritual rutinario de tres seres absurdos que ahogan su mediocridad y su falta de creatividad en la tarea de anular o eliminar a los que realmente se juegan la vida en el arte, dentro o fuera de un escenario…Son tan crueles verdugos que a veces, ejecutan de manera simbólica a los que basan su vida en imaginar otros mundos. Pero está claro, en tiempos de crisis, lo primero que hay que hacer desaparecer del mapa es a los artistas y a los viejos, ambos no valen para nada.
Adolfo Simón
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