«Sé de un lugar…» de Iván Morales se repone en Cuarta Pared
Aquí os dejamos la entrada que escribimos acerca de esta obra y una entrevista a su director Ivan Morales
Sé de un lugar en Cuarta Pared
La experiencia de crecer es dolorosa. De niño, uno mira alrededor y hacia arriba y no entiende la mitad de las cosas que ve, todo tiene un tamaño y textura difícil de comprender. El tiempo va poniendo las cosas en su sitio o no. Cuando llegamos a la edad adulta y hay que coger las riendas de la propia vida, uno no sabe bien que coche de caballos está dirigiendo ni a dónde le llevan. En algún momento necesitamos bajarnos de la noria a la que nos subieron en este parque de atracciones enloquecido en el que vivimos, amamos y morimos. Porque al final, casi todo se reduce a eso, a saber o no amar. A veces uno cree tener certezas y solo tiene incertidumbres. Y así van pasando los días, los años…la vida. De todo esto se habla en Sé de un lugar, la obra que ha escrito y dirigido Iván Morales. Y los dos actores, entre el público, con cercanía y complicidad, consiguen que la distancia entre realidad y ficción se rompa para que veamos un poco más allá, tal vez…la luz al fondo del túnel.
Adolfo Simón
Iván Morales nos habla de su trayectoria en la escena
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…¿Realizaste otras facetas además de la dirección y la escritura?
Mi debut en el teatro fue, con doce años, haciendo Caricies de Sergi Belbel en el Teatre Romea. Desde entonces he ido trabajando como actor en proyectos teatrales de diversa índole, con directores como Marc Martínez, Carme Portacelli, Alicia Gorina, Francesc Nel.lo, Nao Albet & Marcel Borras…
“Sé de un lugar” es la primera obra que escribí y dirigí, aunque llevaba casi veinte años haciendo teatro como actor y escribiendo guiones de largos (“Mi dulce”, “El truco del manco”) y dirigiendo cortometrajes la escritura teatral me infundía demasiado respeto y tardé mucho en atreverme. Una vez levantamos la companyia Prisamata los miembros nos ponemos manos a la obra y nos encargamos de casi todo, así que tocamos todos los palos de la producción teatral, desde construir la escenografía(cuando hay) hasta hacer de director de promoción.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria?…
Como actor he hecho de todo, la verdad, desde doblaje hasta animaciones publicitarias, he rodado con actores de Oscar en producciones internacionales y he hecho teatro alternativo, como mucha gente, vaya. Así que he podido aprender en todo tipo de escenarios, eso me ha ayudado a saber qué me gusta y qué no por experiencia y no por teoría. Además, desde muy joven he participado en fanzines, radios libres, cultura alternativa, vaya, y ahí he cogido callo en eso de hacer uno mismo las cosas sin pedir mucha ayuda a instituciones, y teniendo claro que la cultura no es sólo un pasatiempo cómodo, sino que hay que tener la idea, por muy naïf que sea, de que estás intentando cambiar las cosas. Ese es el punto de partida a la hora de enfrentarme a proyectos propios con Prisamata, aplicar todo lo aprendido desde esa ética de curro y buscar la máxima libertad posible para hacer el trabajo que queremos hacer. Nos ha tocado vivir esta época de crisis económica o estafa social, como prefieras llamarlo, y hemos decidido usar todos esos problemas a nuestro favor. Hemos tenido suerte con que algunos de nuestros espectáculos han tenido una buena respuesta de público y crítica, y eso nos ha dado más impulso para poner en práctica nuestras quimeras. Tan solo hemos levantado tres espectáculos largos, siento que estamos aún en pañales, pero lo mejor de nuestra ignorancia es que nos ha llevado a hacer realidad proyectos y a poner en práctica ideas que, mirando atrás, sobre el papel, parecen imposibles, quijotescas. Hemos trabajado muchísimo estos tres últimos años, hasta la extenuación: Tres obras de teatro, varios cortometrajes, varias piezas teatrales cortas, giras por Catalunya, España, América… Ahora toca trabajar desde un poco más de serenidad, pero el músculo que hemos cogido nos hace sentir fuertes como para enfrentarnos a nuevas quijotadas. Tengo la sensación de que no hemos hecho aún nada de lo que somos capaces, de que hasta hoy todo ha sido un esbozo, un ensayo. Me huelo que ahora viene lo bueno.
¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que te embarcas?¿Qué te anima a participar en ellos?…
Los proyectos surgen, primero, de la necesidad. Nudos, dolores, frustraciones, apegos, euforias. De las ganas de compartir, con el equipo, con el público. De las ganas de romper con ideas demasiado confortables. De enamoramientos, con personas, con ideas. De la ebriedad. De la soledad. Del deseo. Me gusta el teatro porque obliga a compartir y a vivir el presente. En escena todo parece posible. El teatro parece una posibilidad de salvación, hay que aprovecharla. Parece un buen lugar donde romper las cadenas, las que nos ponemos y las que nos ponen. A partir de ahí, desde esa raíz, todo vale y debe valer. Si no nos sorprendemos y nos imponemos retos imposibles no tiene sentido empezar nada.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…
Este último año hemos estado moviendo “Sé de un lugar”. Soy director, regidor, promotor y lo que haga falta, así que eso chupa mucho tiempo. También hemos estrenado y movido “Jo mai” (www.jo-mai.com). Hemos rodado varios videos relacionados con ambos proyectos(cortos, videoclips, fotonovelas, se pueden ver en nuestra web: ciaprisamata.com), ya que intentamos darle vida a nuestros proyectos más allá de la propia obra. He escrito unas cuantas cosas que no voy a levantar aún. Y hemos empezado a ensayar el nuevo espectáculo, que no pensamos estrenar hasta de aquí un año.
Háblanos del estreno en Cuarta Pared …¿Cómo surgió este proyecto?… ¿Cómo ha sido el proceso?…
“Sé de un lugar” es una obra que empezamos a hacer para amigos y conocidos en el bar de La Caldera hace unos años, y que desde entonces no ha parado de caminar y de hacernos crecer. Es algo que empezó como un acto de amor y que nos lo devuelve cada día con creces. No dejamos de ensayar, de rascar, de descubrir nuevas capas. Llevamos tres años así y parece que no tiene fin. Es una sensación rarísima, algo tan efímero como una función teatral, que se convierte en un eterno retorno que nunca es igual, que siempre va más lejos y que nos pide un compromiso y un mimo extenuante. La hemos representado en todo tipo de teatros de todas las maneras posibles. Sí, nos han dado premios y nos ganamos la vida con ella, pero sobre todo nos ha cambiado la vida y cada día nos enseña un poco más. Estamos enganchados a esta obra, somos un poco yonkis.
¿Qué proyectos tienes entre manos?…
Estamos preparando una nueva obra con la compañía, la primera vez que hacemos un texto ajeno. No queremos decir mucho aún, pero vamos soltando pistas en este blog: http://novaaventuraprisamata.blogspot . También me han encargado un texto para el año que viene y estoy en ello ahora mismo, escribiendo y dándole forma al croquis aún. Todo está muy en paños menores aún. Mientras tanto, seguimos dándole vida a “Sé de un lugar” y “Jo mai”, somos una compañía de bolos, y las obras son muy delicadas y piden mucho cuidado y presencia mientras siguen vivas.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
Obviamente, los recortes, el IVA… son una jodienda, un ataque más de los muchos que recibe el 90% de la ciudadanía. Como en muchos otros, cada dia es más difícil sostenerse en este oficio. Y está claro que la tendencia neoliberal de que las cosas valen el beneficio económico que producen está ganando cada vez más terreno y eso es muy peligroso. Sobre todo si nos lo Acabamos creyendo. Hacer teatro ahora, aquí, no es solamente el reto de crear algo que valga la pena y sea lo más útil y genuino posible, además hay que inventar fórmulas para hacerlo sostenible en un entorno que lo pone todo en contra, y ganarse el respeto de un público que a veces no acaba de confiar en nosotros. Tenemos la responsabilidad de hacer cierta pedagogía, en ese sentido, y de mantenernos a la altura de los acontecimientos para demostrar con nuestro trabajo que somos parte de la solución y no del problema.
¿Cómo es la realidad teatral ahora en Barcelona?…
En Barcelona están pasando cosas muy interesantes a nivel teatral. Cuando estrenamos “Sé de un lugar” éramos unos pocos locos los que hacíamos teatro en compañía sin un duro y pasábamos de los circuitos convencionales y de los peajes aparentemente obligatorios. En los tres años que han pasado desde entonces el paisaje escénico ha dado un vuelco. Por un lado parece que la tendencia dominante de los “nuevos dramaturgos” es un ciclo que está terminando y está dando paso a un resurgir de las compañías, entre otras Muchas razones porque es mucho más fácil, tal y como está el patio, levantar un proyecto desde el colectivo que desde lo individual. Para mi eso es muy positivo, porque poner el foco de la creación teatral en un rol en singular (sea el dramaturgo como el actor o el director) no creo que nos ayudara mucho, para empezar porque no es Realmente honesto con la naturaleza de la creación teatral. La gente se está organizando y el virus de hacer teatro en espacios no convencionales, de compartir las responsabilidades entre todos y de hacer de la experiencia teatral algo menos institucional se ha extendido muy rápidamente en un tiempo record. Eso es maravillloso, teniendo en cuenta la tradición catalana de compañías teatrales que parecíamos haber olvidado. Está en nuestra raíz. A ver qué resulta de todo esto. Creo que aún tenemos todos que entender Realmente que significa hacer “teatro de crisis” y no limitarnos a hacer lo mismo sin dinero: Plantearnos desde la base los procesos creativos y de producción y encontrar un teatro propio, necesario al momento que vivimos. En la parte de lo mejorable, creo que en Catalunya aún arrastramos, los jóvenes también, la idea de que el teatro debe de ser un lugar confortable, que nos complazca(incluso si toca temas políticos o sociales); seguimos pidiéndole a la experiencia teatral que nos permita salir de la sala satisfechos con el mundo, con la idea de que nosotros, al menos, somos de los que estamos “bien”. Por lo que veo estos días en Madrid hay una tendencia más marcada entre compañías jóvenes a hacer un teatro más comprometido con remover el aquí y ahora a riesgo de molestar. En Catalunya siento que nos falta romper aún unos cuantos prejuicios al respecto.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?…
Me ha gustado mucho “La pols” de la Arcàdia, escrita y dirigida por Llatzer Garcia. He leído dos tebeos recientemente que me han puesto las pilas como escritor: “No os indigneis tanto” de Manel Fontdevila y “Dream team” de Mario Torrecillas y Laperla. Aquí en Madrid en cuanto tenga un momento voy loco por ver “Perdidos en Nunca Jamás” y “La cena del Rey Baltasar”.
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
No tengo ninguna sugerencia para crear en tiempos de crisis, y si la tuviera desconfiaría de quien me hiciera caso.
Sé de un lugar en Cuarta Pared
La experiencia de crecer es dolorosa. De niño, uno mira alrededor y hacia arriba y no entiende la mitad de las cosas que ve, todo tiene un tamaño y textura difícil de comprender. El tiempo va poniendo las cosas en su sitio o no. Cuando llegamos a la edad adulta y hay que coger las riendas de la propia vida, uno no sabe bien que coche de caballos está dirigiendo ni a dónde le llevan. En algún momento necesitamos bajarnos de la noria a la que nos subieron en este parque de atracciones enloquecido en el que vivimos, amamos y morimos. Porque al final, casi todo se reduce a eso, a saber o no amar. A veces uno cree tener certezas y solo tiene incertidumbres. Y así van pasando los días, los años…la vida. De todo esto se habla en Sé de un lugar, la obra que ha escrito y dirigido Iván Morales. Y los dos actores, entre el público, con cercanía y complicidad, consiguen que la distancia entre realidad y ficción se rompa para que veamos un poco más allá, tal vez…la luz al fondo del túnel.
Adolfo Simón
Iván Morales nos habla de su trayectoria en la escena
¿Cómo fueron tus inicios en el teatro?…¿Realizaste otras facetas además de la dirección y la escritura?
Mi debut en el teatro fue, con doce años, haciendo Caricies de Sergi Belbel en el Teatre Romea. Desde entonces he ido trabajando como actor en proyectos teatrales de diversa índole, con directores como Marc Martínez, Carme Portacelli, Alicia Gorina, Francesc Nel.lo, Nao Albet & Marcel Borras…
«Sé de un lugar» es la primera obra que escribí y dirigí, aunque llevaba casi veinte años haciendo teatro como actor y escribiendo guiones de largos («Mi dulce», «El truco del manco») y dirigiendo cortometrajes la escritura teatral me infundía demasiado respeto y tardé mucho en atreverme. Una vez levantamos la companyia Prisamata los miembros nos ponemos manos a la obra y nos encargamos de casi todo, así que tocamos todos los palos de la producción teatral, desde construir la escenografía(cuando hay) hasta hacer de director de promoción.
¿Qué balance harías sobre tu trayectoria?…
Como actor he hecho de todo, la verdad, desde doblaje hasta animaciones publicitarias, he rodado con actores de Oscar en producciones internacionales y he hecho teatro alternativo, como mucha gente, vaya. Así que he podido aprender en todo tipo de escenarios, eso me ha ayudado a saber qué me gusta y qué no por experiencia y no por teoría. Además, desde muy joven he participado en fanzines, radios libres, cultura alternativa, vaya, y ahí he cogido callo en eso de hacer uno mismo las cosas sin pedir mucha ayuda a instituciones, y teniendo claro que la cultura no es sólo un pasatiempo cómodo, sino que hay que tener la idea, por muy naïf que sea, de que estás intentando cambiar las cosas. Ese es el punto de partida a la hora de enfrentarme a proyectos propios con Prisamata, aplicar todo lo aprendido desde esa ética de curro y buscar la máxima libertad posible para hacer el trabajo que queremos hacer. Nos ha tocado vivir esta época de crisis económica o estafa social, como prefieras llamarlo, y hemos decidido usar todos esos problemas a nuestro favor. Hemos tenido suerte con que algunos de nuestros espectáculos han tenido una buena respuesta de público y crítica, y eso nos ha dado más impulso para poner en práctica nuestras quimeras. Tan solo hemos levantado tres espectáculos largos, siento que estamos aún en pañales, pero lo mejor de nuestra ignorancia es que nos ha llevado a hacer realidad proyectos y a poner en práctica ideas que, mirando atrás, sobre el papel, parecen imposibles, quijotescas. Hemos trabajado muchísimo estos tres últimos años, hasta la extenuación: Tres obras de teatro, varios cortometrajes, varias piezas teatrales cortas, giras por Catalunya, España, América… Ahora toca trabajar desde un poco más de serenidad, pero el músculo que hemos cogido nos hace sentir fuertes como para enfrentarnos a nuevas quijotadas. Tengo la sensación de que no hemos hecho aún nada de lo que somos capaces, de que hasta hoy todo ha sido un esbozo, un ensayo. Me huelo que ahora viene lo bueno.
¿Cómo surgen las ideas y los proyectos en los que te embarcas?¿Qué te anima a participar en ellos?…
Los proyectos surgen, primero, de la necesidad. Nudos, dolores, frustraciones, apegos, euforias. De las ganas de compartir, con el equipo, con el público. De las ganas de romper con ideas demasiado confortables. De enamoramientos, con personas, con ideas. De la ebriedad. De la soledad. Del deseo. Me gusta el teatro porque obliga a compartir y a vivir el presente. En escena todo parece posible. El teatro parece una posibilidad de salvación, hay que aprovecharla. Parece un buen lugar donde romper las cadenas, las que nos ponemos y las que nos ponen. A partir de ahí, desde esa raíz, todo vale y debe valer. Si no nos sorprendemos y nos imponemos retos imposibles no tiene sentido empezar nada.
¿En qué proyectos has participado durante el último año?…
Este último año hemos estado moviendo «Sé de un lugar». Soy director, regidor, promotor y lo que haga falta, así que eso chupa mucho tiempo. También hemos estrenado y movido «Jo mai» (www.jo-mai.com). Hemos rodado varios videos relacionados con ambos proyectos(cortos, videoclips, fotonovelas, se pueden ver en nuestra web: ciaprisamata.com), ya que intentamos darle vida a nuestros proyectos más allá de la propia obra. He escrito unas cuantas cosas que no voy a levantar aún. Y hemos empezado a ensayar el nuevo espectáculo, que no pensamos estrenar hasta de aquí un año.
Háblanos del estreno en Cuarta Pared …¿Cómo surgió este proyecto?… ¿Cómo ha sido el proceso?…
«Sé de un lugar» es una obra que empezamos a hacer para amigos y conocidos en el bar de La Caldera hace unos años, y que desde entonces no ha parado de caminar y de hacernos crecer. Es algo que empezó como un acto de amor y que nos lo devuelve cada día con creces. No dejamos de ensayar, de rascar, de descubrir nuevas capas. Llevamos tres años así y parece que no tiene fin. Es una sensación rarísima, algo tan efímero como una función teatral, que se convierte en un eterno retorno que nunca es igual, que siempre va más lejos y que nos pide un compromiso y un mimo extenuante. La hemos representado en todo tipo de teatros de todas las maneras posibles. Sí, nos han dado premios y nos ganamos la vida con ella, pero sobre todo nos ha cambiado la vida y cada día nos enseña un poco más. Estamos enganchados a esta obra, somos un poco yonkis.
¿Qué proyectos tienes entre manos?…
Estamos preparando una nueva obra con la compañía, la primera vez que hacemos un texto ajeno. No queremos decir mucho aún, pero vamos soltando pistas en este blog: http://novaaventuraprisamata.blogspot . También me han encargado un texto para el año que viene y estoy en ello ahora mismo, escribiendo y dándole forma al croquis aún. Todo está muy en paños menores aún. Mientras tanto, seguimos dándole vida a «Sé de un lugar» y «Jo mai», somos una compañía de bolos, y las obras son muy delicadas y piden mucho cuidado y presencia mientras siguen vivas.
¿Cómo crees que están afectando los recortes y el aumento del I.V.A. a los proyectos de teatro?…
Obviamente, los recortes, el IVA… son una jodienda, un ataque más de los muchos que recibe el 90% de la ciudadanía. Como en muchos otros, cada dia es más difícil sostenerse en este oficio. Y está claro que la tendencia neoliberal de que las cosas valen el beneficio económico que producen está ganando cada vez más terreno y eso es muy peligroso. Sobre todo si nos lo Acabamos creyendo. Hacer teatro ahora, aquí, no es solamente el reto de crear algo que valga la pena y sea lo más útil y genuino posible, además hay que inventar fórmulas para hacerlo sostenible en un entorno que lo pone todo en contra, y ganarse el respeto de un público que a veces no acaba de confiar en nosotros. Tenemos la responsabilidad de hacer cierta pedagogía, en ese sentido, y de mantenernos a la altura de los acontecimientos para demostrar con nuestro trabajo que somos parte de la solución y no del problema.
¿Cómo es la realidad teatral ahora en Barcelona?…
En Barcelona están pasando cosas muy interesantes a nivel teatral. Cuando estrenamos «Sé de un lugar» éramos unos pocos locos los que hacíamos teatro en compañía sin un duro y pasábamos de los circuitos convencionales y de los peajes aparentemente obligatorios. En los tres años que han pasado desde entonces el paisaje escénico ha dado un vuelco. Por un lado parece que la tendencia dominante de los «nuevos dramaturgos» es un ciclo que está terminando y está dando paso a un resurgir de las compañías, entre otras Muchas razones porque es mucho más fácil, tal y como está el patio, levantar un proyecto desde el colectivo que desde lo individual. Para mi eso es muy positivo, porque poner el foco de la creación teatral en un rol en singular (sea el dramaturgo como el actor o el director) no creo que nos ayudara mucho, para empezar porque no es Realmente honesto con la naturaleza de la creación teatral. La gente se está organizando y el virus de hacer teatro en espacios no convencionales, de compartir las responsabilidades entre todos y de hacer de la experiencia teatral algo menos institucional se ha extendido muy rápidamente en un tiempo record. Eso es maravillloso, teniendo en cuenta la tradición catalana de compañías teatrales que parecíamos haber olvidado. Está en nuestra raíz. A ver qué resulta de todo esto. Creo que aún tenemos todos que entender Realmente que significa hacer «teatro de crisis» y no limitarnos a hacer lo mismo sin dinero: Plantearnos desde la base los procesos creativos y de producción y encontrar un teatro propio, necesario al momento que vivimos. En la parte de lo mejorable, creo que en Catalunya aún arrastramos, los jóvenes también, la idea de que el teatro debe de ser un lugar confortable, que nos complazca(incluso si toca temas políticos o sociales); seguimos pidiéndole a la experiencia teatral que nos permita salir de la sala satisfechos con el mundo, con la idea de que nosotros, al menos, somos de los que estamos «bien». Por lo que veo estos días en Madrid hay una tendencia más marcada entre compañías jóvenes a hacer un teatro más comprometido con remover el aquí y ahora a riesgo de molestar. En Catalunya siento que nos falta romper aún unos cuantos prejuicios al respecto.
¿Qué montaje que hayas visto últimamente, te ha interesado?¿Por qué?…
Me ha gustado mucho «La pols» de la Arcàdia, escrita y dirigida por Llatzer Garcia. He leído dos tebeos recientemente que me han puesto las pilas como escritor: «No os indigneis tanto» de Manel Fontdevila y «Dream team» de Mario Torrecillas y Laperla. Aquí en Madrid en cuanto tenga un momento voy loco por ver «Perdidos en Nunca Jamás» y «La cena del Rey Baltasar».
¿Alguna sugerencia para seguir creando en tiempos de crisis?…
No tengo ninguna sugerencia para crear en tiempos de crisis, y si la tuviera desconfiaría de quien me hiciera caso.
Marc Rosich nos habla de sus múltiples experiencias como dramaturgo.

Marc Rosich nos habla de sus múltiples experiencias como dramaturgo.
¿Cuál ha sido tu formación como dramaturgo?…
Yo provengo del mundo del teatro amateur, durante más de diez años, de adolescente, estuve en un grupo de teatro amateur en el Centro de los Lluïsos del barrio de Gracia en Barcelona. Esa fue mi verdadera escuela teatral, al tiempo que sacaba las carreras de periodismo y traducción. De ahí pasé a los talleres de dramaturgia de la Sala Beckett, donde me formé y descubrí que mis años de amateur habían dejado mella en mí, y que sin darme cuenta me había convertido en dramaturgo. Empecé a escribir a partir de hacer traducciones de Mamet, Pinter, Williams y Shaw para mi grupo de teatro amateur… Traduciendo a los maestros encontré mi voz. Como provengo de la traducción, es por eso que muchos de mis trabajos como dramaturgo son versiones o reformulaciones de textos ya existentes.
¿Qué texto propios has escrito?¿Sobre qué temáticas?…
Mi relación con el teatro es muy ecléctica. Cada nueva obra que escribo toma formas diferentes. En mi haber, tengo desde comedias pensadas para un público popular, como obras más formalistas o cultas. Mis obras de teatro más serias siempre parten de un impulso lingüístico, de un ejercicio de búsqueda de la voz y el lenguaje de una serie de personajes, así nacieron obras mías como SURABAYA, CAR WASH o VITTORIA… Por otro lado también me gusta recrear personajes no ficticios en escena, así escribí Copi y Ocaña en el Purgatorio o Rive Gauche, centrada en los personajes de Sylvia Beach y Adrienne Monnier…
¿Cuándo comienza tu relación dramatúrgica con Calixto Bieito?…
Mi relación con Calixto empieza cuando en 2006 quedé finalista al premio de la Fundación Romea con mi texto Surabaya. Él lo apoyó hasta las últimas consecuencias, y pesar de que fui sólo finalista quiso incluir el texto en la programación de su teatro ese año. Tiempo después necesitaba alguien que realizara la dramaturgia de Plataforma de Houllebecq… y yo fui el escogido. Esa experiencia fue extrema, mi primera mili con él, trabajando con sus métodos de creación a partir del caos y la intuición… Ahí aprendí cuáles eran sus obsesiones y cómo ponerme al servicio de ellas sin dejar de lado mis propios impulsos creativos. La experiencia salió fabulosamente bien. Y desde entonces he trabajado con él en ocho proyectos diferentes… en una lógica del «más difícil todavía»… Calixto te plantea retos aparentemente irresolubles… te pide milagros y eso hace que como dramaturgo estés muy activo. Mi trabajo con él es sobre todo en la sala de ensayo respondiendo a las pulsiones creativas que pasan en la habitación. Muy a menudo no empezamos con un texto cerrado. Mi trabajo de preparación de cada proyecto es eso: Preparar durante un largo periodo de tiempo materiales de todo tipo, para poder responder en vivo y en directo a lo impredecible de las cosas que pasan en la sala de ensayo.
¿En qué medida ha influido en tu trabajo como dramaturgo el tipo de procesos como los que has realizado con Calixto?…
Calixto entiende el trabajo de dramaturgia y puesta en escena desde un punto de vista muy musical y espectacular. Y para mí acoplarme a esa visión es muy cómodo, porque mi cabeza funciona de manera similar. Es decir, que en mi relación con Calixto he aprendido a no tener miedo y en creer en los retos imposibles. Y por ahora llevo una mili con él, trabajando en sitios tan diversos como Freiburg, Chicago, Mannheim, Copenhaguen, Birmingham… aprendiendo de equipos artísticos y maneras de entender la profesión tan diferentes… A cada nuevo teatro donde aterrizamos tienes que enfrentarte a una tradición actoral y dramática diferente… a unos hábitos de creación y producción también diferentes… Y eso es muy enriquecedor. Y sí, inevitablemente acaba influenciando en tu manera de enfrentarte a tus propias obras.
¿Qué evolución se ha dado en esos trabajos dramatúrgicos con Calixto?¿Qué balance haces?…
Con Calixto estamos haciendo un viaje muy interesante de experimentación de nuevas formas, donde prima la poética teatral y espectacular, en detrimento de conceptos del teatro clásico, como la trama y el personaje… En los últimos espectáculos estamos intentando hacer espectáculos huyendo de las formas más anquilosadas del teatro, las que dicta el mundo de la trama, para crear espectáculos poéticamente más abiertos, donde lo visual, lo musical, lo lingüístico está más presente que las lógicas coartantes del causa y efecto y el teatro psicologista… Las raíces de este teatro estarían en la lógica del sueño y en las herramientas de libre asociación de imágenes típicas del surrealismo… En este sentido, Calixto siempre bebe de Lorca, Dalí, Buñuel, y del juego de espejos deformantes valle-inclanesco…
¿Has trabajado con otros directores de forma parecida?…
Con cada director con el que trabajo es un mundo diferente. Cada viaje es diferente. Mi trabajo con Andrés Lima en el festín que era Falstaff fue un viaje igualmente alucinante pero de otro tipo. Cada director tiene su estilo y sus obsesiones, y por eso mismo, sus alicientes, diferentes. En la sala de ensayo de Falstaff también me lo pasé en grande!. Así como con las locuras que hemos hecho con Rafel Duran en Mort de dama o Rive Gauhe. Lo que me gusta es que por ahora con todos los directores que he trabajado han dejado que mi yo dramaturgo esté ahí.
¿Cómo surgió el proyecto de Forests?¿Qué premisas te estableció Calixto?…¿Cómo es la relación dramatúrgica durante el proceso?…
El proyecto de Forests nace como un homenaje a la obra completa de Shakespeare a partir del leitmotiv del bosque, y por extensión de la naturaleza. El proceso de preparación requirió una lectura atenta de la obra completa del bardo, buscando esos momentos donde el tema del bosque en relación a la naturaleza humana estaba más presente. Sabía que Calixto quería hacer un collage poético desatado de lógica psicologista… Al contrario, la lógica ordenadora era temática. Así empezamos con unas primeras intuiciones de estructura. Había un primer esqueleto basado en las partes de la Divina comedia: El Paraíso (correspondiente al bosque de Arden), El Purgatorio (inspirado en los bosques nocturnos de Tito Andrónico y el Sueño de una noche de verano, así como en el bosque en guerra de Macbeth y las crónicas históricas) y El Infierno (inspirado en los paisajes yermos de los actos finales del Rey Lear y Timón de Atenas). Había una segunda estructura solapada a la primera y correspondía a las siete edades de la vida que Jaques describe en su famoso monólogo «All the world’s a stage» de Cómo gustéis.
¿Cómo se fue conformando el «collage» textual final?…¿En qué medida influyó el trabajo de los actores o del equipo artístico para la dramaturgia final?…
Nosotros llegamos a la sala de ensayo con una primera propuesta textual que se fue transformando, repensando con el trabajo intuitivo de los actores. En la dramaturgia habíamos borrado todas las referencias a personajes y tramas y habíamos dejado la palabra… cada actor tenía en su haber fragmentos extraídos de personajes diferentes. Un mismo actor podía decir frases de Yago, Rosalinda, Juana de Arco, Lear, Ofelia y Macbeth… El trabajo de cada uno de ellos era crear un hilo, un nuevo personaje a partir de todos esos retazos… Y fue mágico ver como del caos textual nacía una lógica espectacular, encontrada de forma orgánica por los cuerpos y la intuición de los actores en la sala de ensayo.
¿Ha evolucionado el texto o la dramaturgia durante las funciones?…
Calixto marca un viaje muy estricto a sus actores en el paisaje que ha marcado con la escenógrafa Rebecca Ringst… pero al mismo tiempo ese viaje está lleno de una gran libertad creativa. La misma libertad que los actores han vivido en la sala de ensayo sigue presente en las funciones… de manera que el espectáculo sigue su camino, y los actores redescubren nuevos caminos dentro del diseño marcado por Calixto. Las funciones, así, se vuelven inagotables, llenas de frescura creativa.
¿Tienes proyectos propios o con otros directores en perspectiva?…
En estos momentos, tengo diferentes proyectos en cartera que todavía no puedo anunciar, tanto con Calixto como con otros directores del país. Lo que sí que puedo anunciar es el montaje que ahora estoy dirigiendo en el Teatre Nacional de Catalunya. Se trata de mi último texto, un musical para niños, llamado «La dona vinguda del futur», con música de Guille Milkyway de La Casa Azul… Esto es una muestra más de mi eclecticismo…Tanto puedo estar detrás de un infantil para niños, como de una obra eminentemente comercial como Las chicas del calendario que se podrá ver en los Teatros del Canal, como estoy detrás del equipo del Festival de Ópera de Bolsillo y Nuevas Creaciones, apoyando la creación de ópera contemporánea… como estoy haciendo una dramaturgia de alto compromiso y riesgo artístico con Calixto.
¿Has visto algún montaje de teatro que te haya interesado últimamente?¿Por qué?…
Sé de un lugar de Iván Morales, una humilde producción nacida en salas alternativas en Barcelona que ha sido una bocanada de aire fresco… Empezó en pequeñas salas como la Caldera y La Seca… pero ha acabado haciendo temporada en sesiones golfas en el mismísimo Teatro Romea. Y creo que ya están pensando su paso por Madrid.
¿Crees que afectará al teatro la subida del I.V.A.?.
No sé cómo está el panorama en Madrid. Lo único que sé es que en Barcelona la situación es desoladora. Los teatros están vacíos. Se ven claramente las intenciones de ahogar el sector por parte de los que han tomado la decisión. Están haciendo mucho daño a la profesión. Mucho. Tardaremos mucho tiempo en recuperarnos, creo. Pero no podrán con nosotros.
Debe estar conectado para enviar un comentario.